Reseña: Días de Furia es un intenso drama con un profundo guión y extraordinarias actuaciones. El eje de la película es una conflictiva relación entre padre e hijo, y de ahí se desprenden muchos fascinantes temas que se integran de manera orgánica y fluida a la historia. Y como también dije anteriormente, las actuaciones son soberbias, particularmente las de Nick Nolte, quien es perfectamente creíble tanto en los momentos en que su trabajo debe ser vehemente como cuando debe ser sutil (además, el dolor de muela que padece su personaje están tan bien creado que hasta me dolió a mí), y el finado James Coburn, quien merecidamente ganó el Oscar por su interpretación de un personaje odioso, pero no por ello carente de humanidad. Lamentablemente, Días de Furia no es una película muy recordada actualmente, pero creo que merece ser re-descubierta como un cautivante drama con muchos niveles para analizar e interpretar.
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