Reseña: Flandres es una película que definitivamente no es para todos los gustos. De hecho, es probable que muchos espectadores queden irritados ante ella. Francamente, a mí me cuesta determinar si me gustó o nó. Por un lado, el guión se siente un poco arbitrario y caprichoso, carente de un flujo narrativo concreto; además, el estilo lacónico y distante con el cual la película fue realizada no ayuda a hacerla particularmente accesible. Por el otro lado, la cinta logró envolverme en su atmósfera, y hay momentos o detalles que lograron permanecer en mi recuerdo. Definitivamente, Flandres es una película difícil, y no es algo que pueda recomendarse con facilidad. A fin de cuentas, creo que la balanza caería del lado positivo en mi caso, tan solo por la audacia de la cinta, y porque el director Bruno Dumont se arriesgó a hacer una cinta fiel a su visión, incluso a riesgo de contrariar o irritar a muchos espectadores. Como sea, si deciden verla, procedan con precaución.
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