miércoles, 7 de septiembre de 2016
Pieta (2012)
Reseña: El director sur-coreano Kim Ki-Duk está acostumbrado a trabajar con historias inusuales, pero con un centro emocional muy intenso y humano (de las que he visto de su filmografía, mi favorita es Primavera, Verano, Otoño, Invierno y Otra Vez Primavera -Bom Yeoreum Gaeul Gyeoul Geurigo Bom, 2003-). Pieta no es la excepción. El personaje principal de esta cinta es inicialmente desagradable, pero es admirable la forma en que la película lo va gradualmente humanizando hasta que el espectador genera una auténtica empatía con él. Y como no podía ser de otra manera en una película de Kim Ki-Duk, Pieta está cargada de simbolismo que le brinda profundidad y hasta un cierto aire poético a muchas escenas. Los actores Lee Jung-jin y Jo Min-su hacen un brillante trabajo en sus papeles, ya que transmiten todo lo que necesitamos saber de sus personajes con sus expresiones y lenguaje corporal. Resumiendo, un drama intenso y fascinante, que nos deja reflexionando sobre temas tan complejos como la culpa, la redención y el arrepentimiento.
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