Reseña: Secret Défense es una película auténticamente impredecible. Al principio, parece fácil discernir a dónde va a conducirnos la historia, pero a lo largo de sus casi tres horas de duración, la cinta nos va llevando a lugares impensados, constantemente cambiando de rumbo y manteniéndonos intrigados por saber a dónde va conducir todo el asunto. Y el final me pareció absolutamente perfecto, rematando muy elocuentemente la enigmática historia. También me gustó mucho la manera en la que el director Jacques Rivette (importante figura de la "Nouvelle Vague" que falleció en enero de este año) maneja los tiempos, permitiendo que muchas escenas se alarguen bastante más de lo habitual (como por ejemplo, el viaje en tren que abarca 20 minutos de la película); en lugar de generar aburrimiento, esa manera calma y reposada de trabajar las escenas facilita la inmersión del espectador en la historia, haciéndolo sentir en compañía de los personajes y compartir sus experiencias. En resumen, una fascinante y atípica experiencia que quizás no resulte del paladar de todos los espectadores, pero que, en mi caso personal, logró mantenerme hipnotizado a lo largo de casi tres horas. Y un consejo: no sepan nada de la trama antes de ver la película. Esta es una de esas cintas que se disfrutan más si se empiezan viendo "en blanco".
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