Reseña: Whisky es un ejemplo cabal de que una película austera y lacónica puede ser efectiva e interesante. Además, me gustó mucho que la película se enfoque en gente normal a la que le pasan cosas normales; eso hace que todo lo que ocurre en la pantalla conecte de manera más palpable con el espectador. El guión es sencillo, pero está bien estructurado, además de ofrecer un rico crecimiento emocional para los tres personajes principales, a quienes les hacen plena justicia los excelentes actores que los interpretan (el fallecido Andrés Pazos, Mirella Pascual y Jorge Bolani). Y lo mejor de todo es indudablemente el extraordinario final; es increíble cómo puede ser que, tan solo con la última frase, la experiencia adquiera tanta potencia emocional, al mismo tiempo que logra que veamos todo lo que habíamos presenciado anteriormente desde otra óptica. En resumen, un buen ejemplo de cine realizado con poco dinero pero mucha inteligencia, en donde el foco está en contar una historia sencilla pero cautivante. Muy recomendada, con la advertencia de que su relajado (pero, en mi humilde opinión, jamás aburrido) ritmo quizás aleje a algunos espectadores.
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