domingo, 30 de junio de 2019
I Am Mother (2019)
Reseña: I Am Mother es una minimalista película de ciencia ficción (transcurre en un número reducido de locaciones con solo un pequeño número de personajes) que toca algunos temas característicos de ese género, particularmente relacionados con la robótica y el futuro de la humanidad. Como tal, es interesante y provocativa, además de resultar una sólida "carta de presentación" para el director debutante Grant Sputore, quien demuestra una visión lo suficientemente distintiva como para despertar curiosidad para sus proyectos futuros.
I Am Mother es una película de bajo presupuesto, pero realmente no lo parece debido a lo bien realizada que está. El diseño de producción es impecable, y verdaderamente logra transportarnos al universo de la cinta, que mayormente transcurre en una instalación secreta en donde una robot crió a una niña. Eventualmente, la joven creció hasta convertirse en una adolescente, pero la rutina que siempre mantuvo con su "madre" se ve alterada cuando llega una mujer a la instalación. La cinta entera gira en torno a esos tres personajes, y, en su faceta de guionista, Sputore demuestra habilidad para jugar constantemente con las percepciones que tenemos de ellos, por lo que cuesta determinar quién es la heroína y quién la villana.
La "madre" logra auténtica personalidad, en parte gracias al trabajo vocal de Rose Byrne y a los movimientos de Luke Hawker por debajo del disfraz de robot, así como también por las capas de profundidad que el guion le brinda a ese personaje. En los respectivos roles de la adolescente y la extraña que llega a la instalación, Clara Rugaard y Hilary Swank brindan sólidos desempeños que contribuyen sustancialmente a elevar la calidad dramática de la cinta.
I Am Mother no es una película de ciencia ficción aparatosa ni repleta de acción. Por el contrario, aquí lo más importante no es el espectáculo visual (aunque la cinta también satisfaga en ese aspecto), sino las ricas ideas que sustentan su interesante narrativa y que invitan a la reflexión y el debate. Por ello, recomiendo con entusiasmo esta película, y solo queda esperar que el futuro que esta cinta vaticina no resulte profético...
El Infiltrado (The Infiltrator, 2016)
Reseña: No tenía mucho interés en ver El Infiltrado, porque este tipo de thrillers criminales basados en historias reales suelen ser tan genéricos que resultan prácticamente intercambiables. Para mi sorpresa, terminé encontrándome con una experiencia dinámica, eficiente y muy entretenida, que nos sumerge en una poco conocida pero bastante interesante historia sobre una red de lavado de dinero que involucraba al mismísimo Pablo Escobar allá por el año 1985. En resumen, quizás no sea algo excepcional, pero El Infiltrado me gustó bastante e indudablemente superó mis bajas expectativas.
Además, El Infiltrado se beneficia mucho con su brillante elenco. En el rol principal del Agente de Aduanas que desenmascaró la red previamente mencionada, Bryan Cranston ofrece una perfecta interpretación, aportando grandes dosis de carisma, así como también un amplio abanico de matices que enriquecen a su personaje (particularmente en lo que respecta a las disyuntivas éticas que experimenta en su trabajo como infiltrado). El menospreciado John Leguizamo también brinda un perfecto desempeño como uno de los compañeros del protagonista, logrando destacar cada vez que aparece en escena. El resto del reparto también brinda sólidos desempeños, por lo que el resultado final es un ensamble actoral que se complementa a la perfección sin un solo eslabón débil.
A diferencia de otras cintas de este tipo, en las cuales las tramas están contadas de manera excesivamente enmarañada y confusa, El Infiltrado mantiene un flujo narrativo claro, permitiendo al espectador seguir el hilo sin dificultad. Otra cosa que también distingue positivamente a El Infiltrado es que las escenas de la vida familiar del protagonista genuinamente cumplen una función narrativa, en lugar de sentirse como interrupciones que nos "sacan" de la experiencia, tal como ocurre en tantas otras cintas.
Por su parte, el director Brad Furman mantiene un buen ritmo que jamás decae a lo largo de poco más de dos horas. Adicionalmente, su trabajo aporta un atractivo estilo visual, pero en la medida justa, evitando que obstruya la narrativa o llame la atención por sí solo (un buen ejemplo es un plano secuencia que ocurre cerca del final... está muy bien realizado y se implementa de manera natural). En conclusión, disfruté El Infiltrado mucho más de lo que esperaba, y la recomiendo con confianza como un sólido thriller que tranquilamente podría formar parte de un "programa doble" junto a Barry Seal: Solo en América (American Made, 2017).
Peppermint Candy (Bakha Satang, 1999)
Reseña: Suele darme desconfianza cuando una película emplea trucos tales como contar su historia en reversa (en otras palabras, empezar por el final y terminar por el principio). En la mayoría de los casos, estrategias de ese tipo suelen utilizarse para simular complejidad donde no la hay, contando historias simples de manera innecesariamente complicada. Sin embargo, Peppermint Candy es uno de los pocos casos en los cuales el relato en reversa no es un mero "gimmick", sino que está plenamente justificado como herramienta narrativa que complementa y enriquece la experiencia.
Peppermint Candy comienza con un hombre claramente angustiado que se suicida en la vías de un tren. Luego, la película va retrocediendo mostrándonos episodios significativos en la vida de ese personaje, los cuales fueron fundamentales en su existencia, además de haber moldeado su carácter. Lo valioso de Peppermint Candy es que, al estar contada de esa manera, se nos presenta como un rompecabezas que vamos armando gradualmente, de manera que cada pieza que vamos agregando aporta algo sustancioso al tapiz narrativo. De esa manera, todo va adquiriendo profundidad y significados nuevos a medida que la experiencia avanza, hasta concluir en un final satisfactorio que le brinda un carácter circular a la película entera.
El elenco completo de Peppermint Candy hace un excelente trabajo en sus papeles, destacando Seol Gyeong-gu en el personaje principal, enfrentando un rol difícil y complejo con absoluta naturalidad. Por su parte, el director Lee Chang-dong (quien alcanzó reconocimiento a nivel masivo el año pasado con la película Burning -Beoning, 2018-) sabe manejar el drama con delicadeza y buen gusto, pero sin por ello descuidar el impacto emocional (sobre todo en una extraordinaria escena que transcurre en un hospital).
Aunque Peppermint Candy no sea una película con giros inesperados, conviene saber lo menos posible sobre ella antes de verla. De esa manera, se podrá apreciar mejor la experta manera en la cual su narrativa fue construida, haciendo que el espectador sea un participante activo de ella y recompensándolo con una experiencia en la cual cada pequeño elemento contribuye a formar un todo emocionalmente rico y narrativamente muy satisfactorio.
Rocketman (2019)
Reseña: Me gustan algunas canciones de Elton John, pero no me considero fan de ese famoso cantante. Por ello, enfrenté la película Rocketman con expectativas neutras. A fin de cuentas, la cinta me pareció generalmente interesante, aunque su estructura narrativa es tan similar a la de otras biografías de rock que se vuelve ocasionalmente cansada. En otras palabras, se podrían haber extirpado algunas escenas redundantes y se podría haber profundizado más en la psicología del personaje central en lugar de seguir rígidas estructuras. Aún así, no me arrepiento de haberla visto, y hay varias virtudes merecedoras de atención.
Los números musicales de Rocketman me parecieron energéticos y muy bien filmados; de hecho, en más de una ocasión, logran darle una inyección de energía a la película que le hacía falta luego de segmentos monótonos que se parecen demasiado a lo que ya hemos visto demasiadas veces en otras ocasiones. De todas maneras, el director Dexter Fletcher sabe mantener un buen ritmo en líneas generales, además de genuinamente transportar al espectador a décadas pasadas.
También tenemos la brillante actuación de Taron Egerton como Elton John. El trabajo de este actor en Kingsman: El Agente Secreto (Kingsman: The Secret Service, 2014) me había parecido meramente simpático, pero en Rocketman, toma absoluta posesión de su personaje y logra inusitados niveles de expresividad, transmitiendo mucho tan solo con sus gestos y sus miradas. Adicionalmente, su trabajo de composición es simultáneamente detallado y sutil; el desempeño de Egerton nunca pierde naturalidad, por lo que su representación de Elton John nunca busca llamar la atención por sí sola.
En conclusión, Rocketman no es una mala película; simplemente es una "biopic" algo genérica y superficial. Por el otro lado, el tremendo trabajo de Egerton y la vistosa dirección de Fletcher (sobre todo durante los números musicales) son suficientes para mantener la experiencia entretenida y hacerla merecedora de una mediana recomendación.
John Wick 3: Parabellum (John Wick: Chapter 3 - Parabellum, 2019)
Reseña: De manera inesperada, John Wick se terminó convirtiendo en una popular saga de acción. Personalmente, debo decir que no me considero fan de esta franquicia. No me malinterpreten... creo que son cintas entretenidas y muy bien hechas, pero carentes de la sustancia narrativa suficiente como para ser genuinamente memorables. Ciertamente se aprecian sus altas dosis de violencia y lo bien coreografiadas y ejecutadas que esán las secuencias de acción, pero las siento huecas y algo repetitivas. En el caso de John Wick 3: Parabellum, la más reciente cinta de esta saga, creo que esos vicios se ven aumentados.
John Wick 3: Parabellum arranca de entrada sin dar respiro al espectador, metiéndolo de lleno en la acción y arrancando inmediatamente después del final de la película previa. Ahí es cuando más se aprecia la destreza del director Chad Stahelski para orquestar ese tipo de escenas de manera clara y brutal sin marear al espectador con "shaky cam" ni edición excesivamente frenética. Sin embargo, después de estar viendo más de dos horas de lo mismo, con mínimas interrupciones narrativas, la experiencia inevitablemente se me terminó volviendo ligeramente monótona, y carente de un gancho narrativo o emocional lo suficientemente fuerte.
Adicionalmente, John Wick 3: Parabellum concluye de manera algo decepcionante, preparando el terreno para futuras secuelas con bases demasiado absurdas, demostrando que ya se está estirando demasiado el concepto de estas películas. De todas maneras, considerando que están siendo cada vez más exitosas, indudablemente tendremos John Wick para rato. Aún así, a pesar de haber expresado tantas quejas, John Wick 3: Parabellum me mantuvo generalmente entretenido, principalmente gracias al buen ojo de Stahelski para la acción y el carisma de Keanu Reeves en el papel principal; quizás no sea un buen actor en el sentido convencional, pero indudablemente tiene una magnética presencia, y eso es todo lo que hace falta para un personaje como este.
En conclusión, siento que estoy en la minoría a la cual esta franquicia no le termina de entusiasmar. Personalmente, hubiera preferido que Baby Driver (2017) hubiera dado lugar a una saga de acción; esa película sí había logrado un perfecto balance entre estilo y sustancia, logrando ser "cool", enormemente entretenida y poseedora de profundidad y peso dramático de manera simultánea. Pero, bueno... puedo darle a John Wick 3: Parabellum una mediana recomendación porque no me aburrió, aunque hubiera preferido encontrar algo más sustancioso que un videojuego con personas de carne y hueso.
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