domingo, 5 de noviembre de 2017
Barry Seal: Solo en América (American Made, 2017)
Reseña: Basada en la descabellada historia real de un piloto de aviones que terminó trabajando para la CIA y para traficantes de droga desde fines de los '70 hasta mediados de los '80, Barry Seal: Solo en América logra ser una entretenida experiencia cuyos principales atributos son su ritmo, dinámico pero sin por ello apresurar el relato, y el agradable sentido del humor que funciona como un apropiado remate de las delirantes situaciones en las cuales el protagonista se ve involucrado.
Y, bueno, ya que estoy hablando de las virtudes, no puedo dejar de mencionar la presencia de Tom Cruise en el rol protagónico, quien nuevamente proyecta su gran carisma y magnética presencia. A pesar de que el epónimo Barry Seal termina envuelto en actividades delictivas, el espectador quiere verlo salirse con la suya, y eso se debe en gran medida al trabajo de Cruise. El guión también es digno de mención, ya que mantiene la historia clara y fácil de seguir, además de que va al grano y no se pierde en elementos irrelevantes, lo cual es una falla común en muchas cintas basadas en hechos reales.
Mientras veía Barry Seal: Solo en América, ocasionalmente recordé El Lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street, 2013), ya que ambas contaron eventos verídicos con mucho humor y un personaje central tan amoral como querible. A decir verdad, Barry Seal: Solo en América no me pareció tan buena como El Lobo de Wall Street, principalmente porque el director Doug Liman no tiene la mano maestra de Martin Scorsese, pero eso no me impide recomendarla como una experiencia interesante y entretenida que quizás no sea muy memorable, pero que indudablemente cumple con su objetivo de hacernos pasar un buen rato.
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