sábado, 10 de septiembre de 2016
Aquel Martes Después de Navidad (Marti, dupã Crãciun, 2010)
Reseña: Es notable cómo, partiendo de un tema bastante trillado (la infidelidad), Aquel Martes Después de Navidad logra ser un drama tan poderoso. Es que lo que destaca a esta película no es el qué sino el cómo; en otras palabras, lo más interesante no es el concepto, sino la ejecución, logrando que la cinta genere un intenso efecto emocional en el espectador. También ayuda que las actuaciones sean extraordinarias; en ningún momento parece que estamos viendo actores, por lo que resulta muy fácil asimilar a los personajes como seres humanos atravesando una difícil situación. También merece mención el trabajo del director Radu Muntean, manteniendo un tono austero, pero absolutamente hipnótica, plasmando cada escena en larguísimos planos secuencia que permiten al espectador sumergirse de lleno en la historia, y hasta sentirse partícipe íntimo en la vida de los personajes. En resumen, un excelente ejemplo de cómo se le puede sacar mucho jugo hasta a las ideas más simple, para finalmente crear algo muy interesante que logra perdurar y enriquecerse en el recuerdo.
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