Reseña: En Nocturama, el director y guionista Bertrand Bonello cuenta el relato de manera directa, enfocándose directamente en los hechos, y evitando elementos tan comunes en otras cintas tales como exposición y presentación de personajes. Por un lado, me pareció una decisión loable, porque obliga al espectador a ir armando el rompecabezas por sí solo, sin tener nada pre-digerido; por el otro lado, algunos aspectos narrativos no quedan muy claros, y al no conocer mucho sobre los personajes ni sus motivaciones, resulta difícil establecer un vínculo emocional con ellos. Y si bien las actuaciones no son exactamente malas, ninguno de los intérpretes es muy carismático, por lo que resulta aún más difícil compenetrarse con las experiencias que viven sus personajes. Por último, el final me pareció demasiado abrupto, y hace que la experiencia completa se sienta carente de punto en cierta medida. En resumen, Nocturama es una película que confía mucho en el valor de las imágenes para contar su historia, además de requerir una participación activa por parte del espectador; esas son virtudes que generalmente admiro, pero en este caso, faltan demasiado contexto narrativo y desarrollo de personajes para hacer la película realmente satisfactoria. Una cinta audaz y arriesgada, pero fallida a fin de cuentas.
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