La filmografía de Martin Scorsese incluye algunos
clásicos indiscutibles del cine universal: Taxi Driver (1976), Toro Salvaje
(Raging Bull, 1980), Buenos Muchachos (Goodfellas, 1990). Sin embargo, también
incluye algunas películas que, a pesar de su gran calidad, fueron injustamente
ignoradas, y pasaron desapercibidas por gran parte de la crítica y del público.
Acá les presento tres ignoradas joyas de la filmografía de Scorsese:
El Rey de la Comedia (The King of Comedy, 1982): una
película graciosa y profunda a la vez. Una mordaz crítica hacia los medios de
comunicación y sobre las desmedidas ganas que tiene muchas personas de ser
famosas a toda costa y a cualquier precio. Pero por debajo del humor, la
película incluye una fuerte veta de amargura, examinando a Rupert Pupkin, un personaje tan patético como
fascinante. Claro, ayuda mucho la magistral actuación de Robert De Niro en ese
papel (en mi humilde opinión, una de las mejores en toda su carrera), logrando
que el espectador esté del lado de su personaje a pesar de todos sus errores.
Después de Hora (After Hours, 1985): Scorsese logró
capturar a la perfección el ambiente nocturno neoyorquino en esta película.
Realmente se transmite al espectador la desesperación que siente el personaje
principal, y esa sensación de estar perdido en una ciudad muy grande. Resulta
fascinante acompañarlo por todas sus aventuras y desventuras, queriendo tanto
como él que logre escapar de todas las situaciones bizarras con las que
accidentalmente se termina enfrentando.
Vidas al Límite (Bringing Out the Dead, 1999): como lo
hizo en Después de Hora, Scorsese también logra transmitir muchas sensaciones
con esta película. Vidas al Límite es sobre un paramédico que literalmente no
da más; está agotado con su trabajo y prácticamente no duerme. Y la película
logra que el espectador verdaderamente se compenetre con la situación del
protagonista, logrando una fascinante experiencia que es difícil de describir
en palabras; mejor verla, y dejarse llevar por la genuina energía y frenesí que
ofrece el film. Ah, y la actuación de Nicolas Cage es verdaderamente
extraordinaria; hace varios años que este actor es objeto de burla por todos
los bodrios en los que ha estado participando, pero Vidas al Límite (y también
Adiós a Las Vegas –Leaving Las Vegas, 1995-) es un claro testimonio de lo mucho
que Cage puede lograr con el guión y director apropiados.
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