Reseña: Koroshiya 1 es una retorcida y deliciosamente macabra comedia negra (MUY negra) que realmente tiene una historia muy interesante para contar por debajo de sus grotesquerías y excesos viscerales. De hecho, también puede ser considerada un estimulante análisis psicológico de dos personas muy particulares, que encuentran en la violencia la mejor forma de dar rienda suelta a todas las perversiones que rondan por sus cerebros. Es una lástima que la mayoría de la gente solo se haya fijado en el aspecto superficial de esta cinta (es decir, sus grandes despliegues de sangre y violencia), ignorando su muy interesante subtexto, el cual, a fin de cuentas, es lo mejor de la cinta, al mismo tiempo que funciona como resplado de todas esas escenas "gore". En otras palabras, el fondo enriquece la forma, y viceversa, y eso hace que Koroshiya 1 sea una interesante experiencia que logra permanecer en la cabeza del espectador. Sin duda, muchos espectadores no lograrán "enganchar" con una película tan extrema como esta, pero a mí me pareció hipnótica y hasta estimulante, además de haberme provocado las risas más incómodas que una cinta me haya generado en mucho tiempo. Y por si todo eso fuera poco, es una excelente muestra de la versatilidad del director Takashi Miike; cintas como Audition (Ôdishon, 1999) y Koroshiya 1 son muy diferentes entre sí, pero ambas funcionan muy bien dentro de sus particulares estilos, géneros y tonos. Definitivamente, un cineasta de quien tengo que ver más cintas.
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