Reseña: Después de haber visto Borgman (2013) y Schneider vs. Bax (2015), me quedó claro que el director y guionista Alex van Warmerdam tiene una gran predilección hacia el absurdismo. En mi humilde opinión, ese estilo funcionó muy bien en Schneider vs. Bax, pero no logró encajar de forma muy satisfactoria en Borgman. Lamentablemente, tampoco me gustó mucho el resultado en el caso de Los Últimos Días de Emma Blank. Eso no quiere decir que no haya cosas interesantes en esta cinta (tales como buenas actuaciones y algunos climas precisamente construidos), pero me quedé con la impresión de que su concepto central nunca logra cristalizarse en una narrativa lo suficientemente sólida y cohesiva, mientras que el previamente mencionado absurdismo nunca logra integrarse de manera natural al relato. Como contraste, tengo que mencionar nuevamente a Schneider vs. Bax, la cual desarrolló un concepto creativo de manera impredecible y muy entretenida, mientras se lograba que el absurdismo fluyera y fuera parte integral del relato, en lugar de sentirse añadido a la fuerza. Por eso, creo que esa película es una opción mucho más interesante que la poco satisfactoria Los Últimos Días de Emma Blank.
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