lunes, 20 de febrero de 2017
Audition (Ôdishon, 1999)
Reseña: No es común encontrar una película como Audition, la cual funciona igualmente bien como drama y como película de terror. Para empezar, me pareció admirable la forma en la cual el guionista Daisuke Tengan (adaptando una novela) y el director Takashi Miike se toman su tiempo para establecer al personaje principal, logrando que el espectador termine empatizando con él y hasta estableciendo un vínculo emocional. Y para cuando llega la parte de terror (aproximadamente pasada una hora de la cinta), Audition se sumerge en terrenos oníricos (o, mejor dicho, pesadillescos) y ambiguos, abiertos a la interpretación de cada espectador; pero lo cautivante de la cinta es que ofrece alternativas igualmente sólidas, por lo cual la tarea del espectador es completar la experiencia de la forma que él sienta más adecuada. Habiendo tantas películas pre-digeridas (es decir, que dejan todo "servido en bandeja"), es estimulante encontrarse con una cinta que requiere una participación activa de la audiencia. Ah, y por si fuera poco, también tenemos perfectas actuaciones y una atmósfera brillantemente lograda, que se va tornando paulatinamente más oscura y siniestra hasta transformarse en una pesadilla (en el buen sentido) de la cual no hay escapatoria. Como todas las buenas películas, Audition ofrece múltiples lecturas, y eso es lo que la hace una experiencia que logra perdurar en el recuerdo del espectador. Altamente recomendada, con la advertencia de que algunas escenas quizás resulten demasiado extremas para personas sensibles.
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