Reseña: Lo que más me gustó de esta película es que le permite al espectador visitar un mundo muy poco conocido: el de la isla Tanna (perteneciente a Vanuatú), una isla ubicada en el Pacífico Sur, y sus habitantes y costumbres. Me resultó muy interesante ser transportado a ese universo, y eventualmente, ir descubriéndolo de forma gradual. Lamentablemente, el aspecto narrativo de la cinta no me gustó tanto. Básicamente tenemos una convencional historia de un amor prohibido, y los extremos hasta los cuales esa pareja está dispuesta a llegar para mantenerse juntos. No obstante, el aspecto cultural de la cinta me pareció fascinante (por no mencionar su atractiva cinematografía, que nos ofrece varias preciosas imágenes), y en mi humilde opinión, eso fue suficiente para rescatar la experiencia, y hacerla digna de ver. Sin embargo, si el guión hubiera estado a la altura de todo eso, estaría hablando de una obra maestra; pero lamentablemente, no fue así.
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