jueves, 22 de junio de 2017
Lejano (Uzak, 2002)
Reseña: Lejano es una película que requiere especial paciencia y predisposición por parte del espectador: su trama es prácticamente inexistente; hay relativamente pocos diálogos; y el ritmo es contemplativo y sumamente pausado. Sin embargo, a medida que uno va aceptando esa propuesta, la cinta va envolviendo gradualmente al espectador en su atmósfera de angustia y desesperanza, además de ofrecernos algunas imágenes poderosas y hasta poéticas. No obstante, el guión fue demasiado vacío para mi gusto; quizás le hubiera sentado bien a la experiencia algún disparador narrativo más potente, o tal vez, un cierre que le brinde mayor significado a todo lo que vimos previamente. De todas formas, y aunque no sea para todos los gustos, no hay duda de que Lejano es una experiencia distinta e inmersiva, por lo que vale la pena para quienes acepten el reto de enfrentarse a una película serena y parsimoniosa, pero que brinda algunas valiosas recompensas a lo largo de su lánguido trayecto.
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