viernes, 6 de octubre de 2017
La Mujer sin Cabeza (2008)
Reseña: Sería casi imposible resumir a La Mujer sin Cabeza en una sinopsis convencional, ya que es una película que está tan abierta a la intepretación que cada espectador le brindará un significado diferente según su punto de vista. Sin embargo, eso no significa que el guión de La Mujer sin Cabeza sea arbitrario ni mucho menos; por el contrario, nada está librado al azar, y es la cinta la que nos provee las herramientas para que podamos brindarle múltiples interpretaciones. El hecho de que una película confíe tanto en la audiencia y le haga pensar me parece digno de admiración, más allá de las apreciaciones subjetivas que cada uno pueda tener sobre La Mujer sin Cabeza.
Al igual que logró en La Ciénaga (2001), la directora Lucrecia Martel creó una atmósfera muy envolvente en esta cinta, logrando impregnar cada escena (incluso los momentos más mundanos) de un subtexto enrarecido y hasta macabro, lo cual le brinda a la experiencia una textura similar a la de una pesadilla (de hecho, incluso me atrevería a decir que tanto La Ciénaga como La Mujer sin Cabeza son esencialmente películas de terror, aunque estén camufladas de otra cosa en su superficie). Además, la actuación de María Onetto en el rol principal es digna de aplauso, ya que no necesita muchas palabras para transmitir la vorágine psicológica que atraviesa su personaje.
Entonces, La Mujer sin Cabeza no es una película fácil, e indudablemente requiere una especial entrega por parte del espectador; pero quien acepte el reto será recompensado con una experiencia muy interesante que nos exige pensar e ir armando el rompecabezas que nos propone el guión adentro de nuestras mentes.
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