lunes, 31 de diciembre de 2018
Balance 2018
Otro año llegó a su fin, por lo que es momento de publicar mi lista de las diez películas que más me gustaron de todas las que vi este año. Como siempre, incluyo cintas de diversos años, ya que que el balance gira en torno a las películas que vi durante el 2018, sean del año que sean. Sin más preámbulos, estas fueron mis diez películas favoritas del año (sin orden particular):
- Wonderstruck (2017)
- Lucky (2017)
- Policía, Adjetivo (Polițist, Adjectiv, 2009)
- El Primer Hombre en la Luna (First Man, 2018)
- Buscando... (Searching, 2018)
- Dulce País (Sweet Country, 2017)
- Why Don't You Play in Hell? (Jigoku de Naze Warui, 2013)
- Ghosts (Gespenster, 2005)
- Vuelo 93 (United 93, 2006)
- Un Lugar en Silencio (A Quiet Place, 2018)
¡Les envío mis mejores deseos de éxito, salud y buen cine para el 2019, y muchas gracias por seguir leyendo El Maravilloso Mundo del Cine!
Night Moves (2013)

Reseña: Night Moves cuenta la historia de tres personas pro-ecología que deciden organizar un atentado terrorista contra una represa hidro-eléctrica. Al menos, eso es lo que ocurre durante la primera mitad; no conviene adelantar nada sobre lo que viene después, ya que la cinta termina tomando caminos inesperados, dando lugar a algunos momentos impactantes y culminando en un final inquietante. El resultado final es una experiencia muy interesante, aunque no será para todos los gustos.
La razón por la cual Night Moves no será para todos los gustos es que la directora Kelly Reichardt emplea un ritmo pausado y tranquilo, el cual algunos espectadores quizás encuentren aburrido, aunque personalmente me pareció cautivante, logrando poco a poco la compenetración con las experiencias de los personajes. Esa paciencia que Reichardt muestra para cocinar la narrativa también da lugar a algunas escenas mundanas (por ejemplo, el extenso momento en el cual se intenta comprar nitrato de amonio), pero que resultan fascinantes por anclar la película a un nivel sumamente creíble y realista, evitando todo tipo de artificio y sintiendo que genuinamente estamos espiando el accionar de tres terroristas con más entusiasmo que conocimiento para pertenecer al mundo delictivo.
Las actuaciones de Jesse Eisenberg, Dakota Fanning y Peter Sarsgaard como los terroristas me parecieron excelentes, creando personajes complejos y expresivos, además de tener una perfecta química entre ellos. Por su parte, el guion muestra la misma calma de la dirección, dejando que todo se desarrolle en su debido momento sin jamás apresurar nada. Por último, debo hacer mención a la cinematografía, la cual logra sacar el máximo provecho de las locaciones boscosas donde transcurre la mayoría de la película.
En conclusión, Night Moves es una hipnótica experiencia cinematográfica, la cual sabe sacar el máximo provecho de su austeridad y bajo perfil para capturar la atención del espectador, dejándolo con conceptos y momentos que quedan dando vuelta en la cabeza luego de terminada la película. En pocas palabras, una excelente muestra de cine independiente en donde la escasez de recursos no es una limitación, sino un incentivo para hacer plena justicia al viejo dicho de que "menos es más".
La Noche de 12 Años (2018)

Reseña: La Noche de 12 Años retrata los doce años (desde 1973 hasta 1985) en los que José "Pepe" Mujica y otros dos miembros de la guerrilla Tupamaros estuvieron en prisión, muchas veces en condiciones infrahumanas. Durante su primer acto, La Noche de 12 Años me recordó la película Hunger (2008), la cual también estuvo basada en una historia real; ambas cintas retratan la experiencia carcelera de manera cruda y visceral, prescindiendo de diálogos en muchas ocasiones para dejar que las imágenes hablen por sí solas.
Luego de ese intenso primer acto, La Noche de los 12 Años introduce algunos flashbacks que amplían el contexto del relato, aunque hacen que la cinta pierda un poco la energía del inicio. Adicionalmente, muchos de los militares de las prisiones están retratados de manera excesivamente estereotipadas, lo cual resta realismo a la experiencia y se siente como un toque "hollywoodense" que realmente no hacía falta.
Por el lado positivo, La Noche de los 12 Años logra que verdaderamente el espectador se interese en el destino de los personajes principales, en parte porque están bien escritos, y en parte por las sólidas actuaciones de Antonio de la Torre, Alfonso Tort y Chino Darín. Por su parte, el director Álvaro Brechner demuestra un buen dominio del lenguaje visual, logrando que varias escenas "digan" mucho sin necesidad de palabras, además de crear una creíble atmósfera carcelaria.
Es bastante evidente la ideología política con la cual La Noche de 12 Años fue realizada, pero no ahondaré en ese tema; este es un comentario de cine, y no de política. Enfocándome en La Noche de 12 Años pura y exclusivamente como película, me pareció interesante, bien hecha y competentemente actuada, aunque con algunos elementos que podrían haberse pulido mejor. De todas maneras, quedé satisfecho con la cinta, y eso basta para hacerla merecedora de una recomendación.
Buddy Boy (1999)
Reseña: Lo que más llama la atención de Buddy Boy es lo bien lograda que está su atmósfera. Contando un relato sobre un joven muy católico que vive con su madre inválida y que encuentra cierta distracción espiando a su vecina de enfrente, la cinta logra un clima genuinamente opresivo y asfixiante, casi siempre con escasa iluminación y generando una sensación de desesperanza de la cual no parece haber fácil escape. Por el otro lado, hay algunas flaquezas en el guion que le restan puntos a la experiencia.
Creo que la parte media de Buddy Boy tiene una cierta tendencia a divagar luego de haber establecido sólidamente al personaje principal y lograr que nos interesemos en él. Adicionalmente, algunos personajes (la madre del protagonista y un plomero que pasa mucho tiempo en la casa de ambos) están escritos de manera excesivamente caricaturesca, lo cual les resta humanidad por lo ridiculizados que están. Otra objeción que tengo contra Buddy Boy es que pareciera que le cuesta decidirse entre jugársela de lleno por el surrealismo del estilo de David Lynch, o por algo más "normal" y realista.
Por el lado positivo, Aidan Gillen brinda una excelente actuación en el rol protagónico, logrando componer un personaje complejo con sutileza y abundancia de matices. Emmanuelle Seigner logra brindar un estilo misterioso y seductor como la vecina que parece amable, aunque quizás guarde un macabro secreto. Finalmente, en el rol de la madre del personaje principal y el plomero, la finada Susan Tyrell y Mark Boone Junior (respectivamente) hacen lo que pueden con las caricaturas que deben interpretar, aunque, aún así, logran salir bien parados en líneas generales.
Esta es la única película del director Mark Hanlon (quien parece haber desaparecido por completo del mundo del cine, ya que su último crédito fue como co-guionista de Barco Fantasma -Ghost Ship-, una película de hace quince años), lo cual es una lástima, porque, aún con sus fallas, Buddy Boy revela a un director con visión y talento detrás de las cámaras. Es justamente la habilidad de Hanlon como cineasta lo que hace que Buddy Boy gane una mediana recomendación como una experiencia profundamente atmósferica que nos pone fácilmente en el lugar de un personaje agobiado que debe luchar constantemente contra sus tormentos internos.
Bird Box (2018)

Reseña: Ni bien empieza Bird Box, vemos a la protagonista diciéndole a sus hijos (un niño y una niña) que deberán emprender un viaje en bote, y que bajo ningún concepto, podrán quitarse las vendas de sus ojos. Luego, la película retrocede cinco años, y nos enteramos de que ahí es cuando se originó una especie de apocalipsis, el cual consiste en una ola de suicidios masivos que se originan por algo que las víctimas ven; entonces, cuando se desata el caos urbano por esa catástrofe, el personaje principal se refugia en una casa junto a un grupo de supervivientes. Entonces, así va procediendo la narrativa de Bird Box, alternando entre pasado y presente, y dando como resultado una experiencia irregular.
Toda la parte de Bird Box que transcurre cinco años antes me gustó bastante. Cuando vemos el desencadenamiento de la catástrofe, todo está retratado de manera cruda y realista, metiéndonos en el medio del caos de manera tan efectiva que nos sentimos tan aturdidos como la protagonista. Luego, cuando vamos al interior de la casa que funciona como refugio, Bird Box consigue generar una sólida atmósfera de tensión y claustrofobia, la cual se ve sólidamente rematada por momentos de violencia que llegan cuando menos los esperamos.
La directora Susanne Bier obtuvo fama realizando aclamados dramas intimistas. Por ello, indudablemente parecía extraña la idea de ponerla al frente de una película de terror como Bird Box, la cual también es su primera incursión el cine de género en toda su filmografía. Personalmente, no me considero fan de esta directora, pero todo el contenido dramático de Bird Box es lo que ella mejor maneja (aunque también merece crédito por lo bien retratado que está el desencadenamiento de la catástrofe), sabiendo retratar las relaciones entre los personajes de la casa de manera gradual y eficiente.
Ya que hice referencia a los personajes, aquí debo halagar el guion (el cual está basado en una novela). A diferencia de otras películas de terror, en donde los personajes secundarios suelen ser mera carne de cañón desechable y hasta intercambiable, las roles personas que se refugian en la casa están bien construidos y tienen genuinos arcos dramáticos y personalidades, lo cual realza su humanidad y logra la creación de empatía con el espectador. También ayuda que dichos personajes estén muy bien interpretados, con cada actor aportando algo sustancioso a su rol; quienes más logran destacar son John Malkovich, Trevante Rhodes, Lil Rel Howery y Tom Hollander (luego me enfocaré en el trabajo de Sandra Bullock en el rol principal).
Luego de tantos halagos, lamento decir que ahora debo enfocarme en las cosas que no me gustaron. Personalmente, creo que todas las escenas que transcurren en el presente podrían haberse obviado. Con lo que transcurría en el pasado, Bird Box hubiera sido una tensa y sólida película, y siento que lo demás fue un agregado innecesario, principalmente porque tiende a caer en excesos sentimentales tan empalagosos que me hicieron rechinar los dientes en más de una ocasión, hasta culminar en un final excesivamente cursi y meloso.
Adicionalmente, en las escenas de Bird Box que transcurren en el presente, es cuando más se manifiestan las similitudes que esta cinta tiene con la excelente Un Lugar en Silencio (A Quiet Place, 2018). Ciertamente ambas cintas tienen conceptos similares (en Un Lugar en Silencio, no se debía hacer ruido porque eso atraía a los monstruos; aquí no se puede ver a lo que sea que conduce a las personas a suicidarse), y si bien dichas similitudes no se hacen tan presentes en los flashbacks, sí lo hacen en los otros momentos, y es inevitable recordar que aquella cinta incursionó en terreno similar con mucha mayor elegancia, sutileza e impacto emocional.
En cuanto al desempeño de Bullock en el rol principal, francamente debo decir que no me gustó. Siento que no logró transmitir mucho en su personaje, y la sentí generalmente forzada, sobre todo durante los momentos más intensos o emocionales. De hecho, durante las escenas que Bullock está en la casa, queda totalmente opacada por el resto de los actores, lo cual me dejó con la sensación de que ella simplemente no estuvo a la altura de su rol, y se podría haber contratado a una mejor actriz para interpretarlo (continuando con las comparaciones con Un Lugar en Silencio, me fue inevitable no recordar el tremendo desempeño de Emily Blunt en esa película).
Entonces, Bird Box me dejó con opiniones muy encontradas. Tiene cosas que me gustaron bastante, pero también otras que me irritaron bastante. De todas maneras, siento que lo bueno que tiene para ofrecer es lo suficientemente bueno para hacerla merecedora de una moderada recomendación, aunque, como dije previamente, Un Lugar en Silencio me parece una opción mucho más satisfactoria.
domingo, 30 de diciembre de 2018
The Inheritors (Die Siebtelbauern, 1998)

Reseña: Tenía bajas expectativas antes de ver The Inheritors porque la única película que había visto del director Stefan Ruzowitzky había sido Los Falsificadores (Die Falscher, 2008), una mediocre y olvidable película que, incluso tocando un tema como el Holocausto, solo me produjo indiferencia. Lamentablemente, The Inheritors tampoco logró despertarme interés suficiente en seguir hurgando en la filmografía de este cineasta.
El principal problema de The Inheritors (un drama ambientado durante la década del '30 sobre un grupo de jornaleros que heredan tierra de su terrateniente, lo cual les termina trayend problemas) es lo poco que confía en las imágenes. Gran parte de la cinta está narrada, pero en lugar de complementar lo que vemos en escena, termina mayormente reemplazándolo, por lo que termina quedando la impresión de que estamos básicamente escuchando un audiolibro en lugar de estar viendo una película. Además, el estilo visual de Ruzowitzky es bastante plano y anónimo, por lo que no hay nada que realmente llame la atención como experiencia cinematográfica.
Adicionalmente, Ruzowitzky muestra dificultades con el ritmo de la experiencia. En otras palabras, dedica demasiado tiempo a cosas irrelevantes, mientras que algunos eventos importantes están mostrados a las apuradas, lo cual genera cierta confusión en el aspecto narrativo. Otra cosa que no me gustó es que los villanos parecen sacados de una caricatura, lo cual choca por completo en una cinta que pretende ser un drama serio como esta.
Por el lado positivo, los actores hacen un buen trabajo, particularmente el trío protagónico compuesto por Simon Schwarz, Sophie Rois y Lars Rudolph; a pesar de las flaquezas del guion, los intérpretes logran componer personajes humanos y creíbles. Adicionalmente, debo reconocer que The Inheritors mejora un poco en el último tramo, aunque no lo suficiente para genuinamente redimir la indiferencia que causa el resto de la película; en otras palabras, termina siendo demasiado poco demasiado tarde.
En conclusión, The Inheritors tiene algunos elementos positivos (también me gustaría hacer mención de la banda sonora, la cual incluye algunas instancias de música clásica), pero la balanza general cae del lado negativo, por lo que no puedo recomendarla. Lo peor de todo es que la premisa básica de la película tenía potencial de llegar mucho más lejos, y se podría haber logrado una película genuinamente provocativa en base a ella, en lugar de una insulsa y mayormente aburrida como esta.
miércoles, 26 de diciembre de 2018
One Cut of the Dead (Kamera o Tomeru Na!, 2017)
Reseña: Hasta el momento, nunca había incluido "spoilers" en estas reseñas, pero, en el caso de One Cut of the Dead, me permito hacer una excepción, ya que es imposible hacer una crítica de esta película sin revelar el giro que da un poco antes de la mitad. Entonces, quedan avisados: si planean ver esta cinta y quieren enfrentarse a ella lo más "en blanco" posible, dejen de leer acá, y lean los próximos párrafos después de haberla visto.
Los primeros treinta y siete minutos de One Cut of the Dead consisten en un plano secuencia donde vemos a un equipo de filmación y algunos actores filmando una película de zombies hasta que son acechados por zombies de verdad. Francamente, la película se me estaba haciendo un poco tediosa, ya que era una genérica cinta de zombies como ya se vieron miles, exacerbada por una línea narrativa extremadamente básica y la presencia de personajes carentes del más mínimo desarrollo (además, ni siquiera se mostraba mucho "gore"). No obstante, llegando al final de esos treinta y siete minutos, vemos el título de la película, y luego unos créditos hasta que la pantalla se pone negra. ¿Qué está pasando?
Eventualmente, la cinta retrocede un mes, y nos enteramos que lo que vimos previamente era simplemente un programa de televisión. Entonces, a partir de este punto, se abandona por completo el género de terror, y One Cut of the Dead termina siendo una comedia sobre los preparativos del programa y su eventual filmación. El problema es que no es muy graciosa como comedia, y cuando llegamos a la filmación del programa, terminamos viendo de nuevo muchas cosas que ya habíamos visto (desde otro punto de vista, es cierto, pero eso no quita que genere el hastío de estar viendo otra vez lo mismo en líneas generales).
One Cut of the Dead es una de esas películas que, en papel, suenan mucho más divertidas de lo que realmente terminan siendo. Su concepto "meta" no era una mala idea, pero creo que no está bien ejecutado, y una vez que se produce el giro previamente mencionado, la película termina dando vueltas sobre el mismo chiste una y otra vez... y encima de todo, dicho chiste ni siquiera tiene mucha gracia. Adicionalmente, One Cut of the Dead me pareció OTRA película que se siente como un cortometraje estirado, ya que se podrían haber obviado por completo los primeros treinta y siete minutos... pero si se hubieran extirpado, la película no hubiera llegado ni a los sesenta minutos de duración, por lo que no hubiera podido calificar como largometraje.
Entonces, One Cut of the Dead me pareció una película fallida que no me dejó satisfecho en ningún aspecto, por lo que no la recomiendo de ninguna manera. Como dije anteriormente, la idea detrás de la cinta no era mala por sí sola, pero el cine no se trata solo de tener una idea, sino también de tener el talento y la visión para saber ejecutarla. Si quieren ver una comedia en la cual parte de su relato está enfocado en los preparativos y posterior ejecución de una filmación (aunque, en este caso, se trata del rodaje de una película en lugar de un programa de televisión), la extraordinaria (y también japonesa) Why Don't You Play in Hell? (Jigoku de Naze Warui, 2013) es una opción infinitamente superior.
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