lunes, 6 de agosto de 2018
Vuelo 93 (United 93, 2006)
Reseña: Vuelo 93 es un recuento de los hechos que ocurrieron con el vuelo 93 de United Airlines, el cual fue secuestrado durante aquel fatídico 11 de septiembre de 2001. En ese sentido, es admirable el enfoque que tomó el director y guionista Paul Greengrass (quien es principalmente conocido por su trabajo en la saga de Jason Bourne, aunque esta cinta demuestra que su talento está a la altura de proyectos mucho más sustanciosos), el cual evita el patriotismo y el sentimentalismo excesivo en los cuales hubiera caído un cineasta menos hábil. Por el contrario, Greengrass se limita a retratar los hechos con objetividad y un realismo que logra poner la piel de gallina, dejando que las tristes situaciones hablen por sí solas para finalmente entregar una memorable e impactante experiencia cinematográfica.
La estructura narrativa de Vuelo 93 está dividida en dos: por un lado, seguimos las vicisitudes de la torre de control; y por el otro, presenciamos las experiencias de los pasajeros y los terroristas a bordo del epónimo vuelo 93. Greengrass retrata todo eso en tiempo real, lo cual logra una inmersión tan profunda en el espectador que resulta perturbadoramente real y hasta conmovedora. El suspenso que genera Vuelo 93 es doblemente notable considerando que uno ya sabe cómo va a terminar esta historia lamentablemente; otra demostración de que siempre importa más cómo está contado un relato que el relato en sí.
Greengrass tomó otra excelente decisión al reclutar actores desconocidos. De esa manera, el realismo de la experiencia se ve subrayado, ya que no hay ningún rostro famoso para distraernos y "sacarnos" de la película (por cierto, muchas de las personas que vemos en las torres de control no son ni siquiera actores, sino genuinos trabajadores de ese lugar). Hablando de los actores, también me pareció un punto a favor que la cinta no se detenga a mostrar sus historias previas ni nada por el estilo; quizás algunos espectadores vean eso como un defecto por considerarlo falta de caracterización, pero, desde mi punto de vista, me pareció muy loable, ya que la cinta no está interesada en forzar drama introduciendo las vidas de los personajes. Además, ese cierto anonimato que Greengrass brinda a los personajes refuerza la triste sensación de que cualquiera de nosotros podría haber estado en esa terrible situación.
En resumen, Vuelo 93 triunfa en diversos niveles. Por un lado, es una excelente película repleta de tensión y angustia, además de estar precisamente escrita y dirigida con mano maestra. Por el otro lado, también logra ser un sincero y conmovedor tributo a las víctimas de aquel 11 de septiembre. Todo esto se resume en una entusiasta recomendación, ya que, además de su trasfondo, Vuelo 93 es una auténtica muestra de virtuosismo cinematográfico.
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