miércoles, 28 de febrero de 2018
Yo Soy Tonya (I, Tonya, 2017)
Reseña: A decir verdad, generalmente estoy esperando las "biopics" con bajas expectativas, ya que muchas se limitan a ser una mera enumeración de diversos sucesos en la vida de una persona verídica, y eso es lo que hace que muchas sean insulsas y poco satisfactorias. Adicionalmente, en el caso de Yo Soy Tonya, la persona en cuestión era la patinadora artística Tonya Harding, de quien francamente no tenía mucho interés en conocer su vida. No obstante, aunque no haya resultado una experiencia apasionante ni muy memorable, debo decir que Yo Soy Tonya logró mantenerme entretenido a lo largo de dos horas, principalmente gracias a la dinámica y visualmente atractiva dirección de Craig Gillespie, así como también el empeño demostrado por el guión para construir personajes complejos y multi-dimensionales a quienes resulta difícil encasillar en fáciles etiquetas.
Se podría decir que Yo Soy Tonya gira en torno a tres personajes principales. Además de la epónima Tonya, tenemos a su marido y representante Jeff Gillooly y a su estricta madre. Jeff es violento e impulsivo, pero, al mismo tiempo, tiene sentimientos de amor genuinos hacia el personaje principal. Por su parte, la madre es agobiante y hasta cruel en muchas ocasiones, pero, a fin de cuentas, toma esa actitud para el bien de su hija, con el objetivo de que ella pueda formar un carácter fuerte y prosperar en el deporte que eligió desarrollarse. Finalmente, Tonya tiene buenas intenciones, aunque no siempre encuentra la manera correcta de ponerlas en práctica. En otras palabras, al presentarnos personajes con facetas tan diversas, el espectador puede empatizar fácilmente con ellos, y sentirlos como genuinos seres humanos a pesar de sus aspectos negativos.
En cuanto a las aclamadas actuaciones de Margot Robbie y Allison Janney como Tonya y su madre (respectivamente), tengo opiniones encontradas; por momentos, brindan trabajos sinceros y expresivos, pero, en otras ocasiones, sus interpretaciones se sienten demasiado imititativas, como si pusieran la mímesis de las personas reales que encarnan por encima de sus trabajos actorales. A decir verdad, me gustó más la injustamente ignorada actuación de Sebastian Stan como Jeff que las de Robbie y Janney. Por último, fue una decepción ver tan desperdiciado a Bobby Cannavale (uno de mis actores favoritos) en un papel tan irrelevante.
Mis principales quejas contra Yo Soy Tonya son la presencia de algunos momentos repetitivos, así como también el escaso tiempo en pantalla que se le dedica al personaje de Nancy Kerrigan (quien es importante para el relato, aunque prefiero no mencionar su función en el mismo), ya que se evitó de brindar otra perspectiva que hubiera sido interesante, y le hubiera brindado una capa adicional a la cinta. Aún así, Yo Soy Tonya fue mejor de lo que esperaba, y logró entretenerme de principio a fin, así que amerita una moderada recomendación.
martes, 27 de febrero de 2018
El 7º Día (2004)
Reseña: Creo que El 7º Día tenía potencial para ser una gran película. Sin embargo, lamento decir que se quedó corta en ese aspecto, ya que el resultado final no me dejó completamente satisfecho. El relato (inspirado en una historia real) que cuenta El 7º Día podía haber llegado mucho más lejos en términos estilísticos y narrativos, pero el problema es que no se encontró la manera adecuada para contarlo.
Enfocándose en la rivalidad violenta entre dos familias en un pequeño pueblo español, El 7º Día nunca nos permite conocer a fondo a los personajes. Por el contrario, son presentados de manera muy superficial, por lo que, a fin de cuentas, no se termina creando empatía con ninguno, y su destino genera indiferencia. Adicionalmente, la narración me pareció demasiado excesiva en algunos momentos; me terminó pareciendo un atajo para evitar contar en imágenes muchas cosas, lo cual dificulta la inmersión en el relato.
Sin embargo, la principal objeción que tengo contra El 7º Día es que una cinta así pedía a gritos un tono más épico, lo cual hubiera conllevado una duración más extensa (la cinta dura solo 95 minutos) para poder meternos a fondo en el universo de la película. En otras palabras, todo parece contado a las apuradas, sin la profundidad ni los matices necesarios. Entonces, a pesar de su gran potencial, El 7º Día me terminó pareciendo una cinta fallida y poco satisfactoria, por lo que no puedo recomendarla.
La Elección (Election, 1999)
Reseña: La Elección es la comedia más deliciosamente corrosiva y cínica que he visto en mucho tiempo. Además de encontrar un balance orgánico entre amargura y humor negro y sagaz, La Elección nos ofrece una atinada sátira política, con la particularida de que, en esta ocasión, el aspecto "político" transcurre en unas elecciones estudiantiles que se llevan a cabo en colegio secundario. De hecho, no sería nada descabellado imaginar al personaje de Tracy Flick convertido eventualmente en una política cruel y despiadada.
El guión de La Elección (basado en una novela escrita por Tom Perrotta) me pareció muy bien escrito, presentándonos personajes multi-dimensionales con sus particulares puntos de vista y circunstancias, y haciendo que todos converjan en una estructura narrativa sólida y cohesiva, donde cada pequeño detalle forma parte indispensable del tapiz narrativo, y logrando que todas esas vertientes se complementen en lugar de opacarse. El director Alexander Payne mantiene un flujo claro y natural, manejando los diversos puntos de vista con facilidad, y con algunos emplazamientos y trucos de cámara que le brindan personalidad a la cinta, pero sin nunca resaltar por sí solos, sino que cumplen una auténtica función para auxiliar a la narrativa.
Francamente, Reese Witherspoon siempre me había generado absoluta indiferencia como actriz, pero esa percepción ha cambiado por completo luego de haber visto La Elección; su trabajo en esta película es extraordinario, resultando absolutamente creíble y adecuadamente odiosa como Tracy, una genuina arpía que no planea detenerse ante nada para ganar las elecciones. Matthew Broderick también hace un sólido trabajo en el rol co-protagónico de un profesor de la escuela, logrando ser un "perdedor" querible que genera automática empatía con el espectador. Por su parte, en el caso de Chris Klein, la rigidez de un actor rara vez había sido tan bien aprovechada por una película; lejos de dañar a la película, la acartonada manera de actuar de este intérprete resulta perfecta como un deportista con muchos músculos pero poco cerebro.
En conclusión, disfruté mucho La Elección, ya que además de ser divertida, sagaz y graciosa, ofrece comentarios políticos y mensajes que le brindan profundidad a la experiencia, y que la hacen ser una película inteligente y con muchas capas, pero que no por ello olvida la función primordial de entretener al espectador. En resumen, una joya, que merecidamente se ha convertido en un clásico de culto con el correr de los años.
domingo, 25 de febrero de 2018
La Villana (Ak-Nyeo, 2017)
Reseña: La Villana contiene alucinantes escenas de acción, una protagonista sexy y carismática y un estilo visual atractivo que logra dotar de personalidad a cada escena. Lástima que todo ello gire en torno a un guión tedioso y confuso hasta el borde de la incomprensión, el cual opaca considerablemente dichas virtudes, y hace que La Villana resulte una experiencia ardua cuando el enfoque está puesto en "flashbacks" y diálogos expositivos que no generan interés, sino bostezos.
Aún así, las escenas de acción son tan impactantes y realistas que, tan solo por ellas, vale la pena tolerar los largos ratos de aburrimiento de La Villana. Francamente, no se parecen a ninguna otra que haya visto, y están retratadas de manera clara y dinámica, sin ofuscarnos con excesiva edición ni tomas cerradas. Además, La Villana no escatima ni una gota de sangre, ofreciendo delicioso momentos de "gore" que no se suelen retratar de manera tan gráfica en las películas de acción.
La Villana es una película en donde todo está muy bien... excepto el guión, el cual ni logra ser interesante, ni nos permite establecer un lazo fuerte con el personaje principal, aunque la sensualidad y desbordante carisma de la actriz Kim Ok-bin logran compensar esta última falla hasta cierto punto. El guión está escrito de manera tan innecesariamente enmarañada que cuesta discernir quién es quién, quién trabaja para quién y quién se quiere vengar de quién... y lo peor es que ni siquiera me interesó desentrañarlo.
En conclusión, La Villana es un claro caso de "estilo sobre sustancia". El estilo es ciertamente arrollador, pero la sustancia no es muy buena, y eso me impide expresar particular entusiasmo hacia esta cinta. Aún así, esperaré con interés las futuras películas del director Jung Byung-gil; indudablemente posee visión y un estilo muy distintivo, y si trabajara con un buen guión, creo que el resultado podría ser extraordinario.
La Forma del Agua (The Shape of Water, 2017)
Reseña: Es indudable que La Forma del Agua tiene muchos elementos positivos: los aspectos técnicos son sobresalientes; las actuaciones son perfectas; y la dirección de Guillermo del Toro es segura y precisa, manteniendo un buen flujo y un buen enfoque narrativo. Sin embargo, debo decir que La Forma del Agua no logró cautivarme en el plano emocional. Me pareció que se intentó demasiado hacerla "mágica", pero no logró tal cosa, por lo que, si bien la disfruté escena por escena, la percibí con una cierta frialdad y distancia, y eso es lo que la hizo poco memorable a fin de cuentas.
Además de eso, el guión de La Forma del Agua me pareció algo predecible y simplón. A fin de cuentas, la historia sigue más o menos el camino esperado, y algunas cosas están resueltas de manera demasiado conveniente e inverosímil (por ejemplo: ¿Tan fácil es sacar algo de un laboratorio de supuesta máxima seguridad?) Por su parte, algunos atisbos de comentario social se sienten insertados de manera demasiado evidente, en lugar de permitir que se integren de manera más natural al relato. Adicionalmente, el villano me pareció escrito de manera excesivamente superficial; afortunadamente, está interpretado por un gran actor como Michael Shannon, quien logra sacar el jugo a cualquier papel que interpreta, pero el personaje está escrito de manera demasiado caricaturesca, quedando como alguien que simplemente se regodea en su maldad, y sin el más mínimo atisbo de humanidad.
Pero bueno, como dije previamente, hay mucho por apreciar en La Forma del Agua, como las actuaciones del elenco entero. Sally Hawkins resulta sumamente expresiva en el personaje principal de Elisa, la trabajadora de limpieza del laboratorio que desarrolla una peculiar relación con el "activo" (una criatura marina guardada como el objeto más preciado), mientras que Richard Jenkins como su vecino y Octavia Spencer como su amiga del trabajo también resultan creíbles y entrañables en sus papeles. Aunque Shannon tenga el personaje escrito de manera más floja, es testimonio de su talento que haya logrado brindar una excelente actuación, y también merecen mención los injustamente ignorados trabajos de Michael Stuhlbarg y David Hewlett.
Entonces, La Forma del Agua es una buena película, pero no logré quedar "encantado" por ella, lo cual indudablemente era lo que pretendía del Toro. Para eso, quizás hubiera hecho falta un guión más profundo y menos arquetípico, además de un universo con un mejor balance entre lo fantástico y lo real, en lugar de quedarse en un terreno más convencional y, en algunas ocasiones, ligeramente empalagoso. Entonces, aunque no me desagradó La Forma del Agua, ni remotamente la considero merecedora de toda la hipérbole que recibió por parte de los críticos y los premios; personalmente, hubiera preferido que toda esa aclamación la hubiera recibido (por compararla con otra cinta del 2017) Wonderstruck, una película que genuinamente logra estimular los sentidos y la imaginación.
viernes, 23 de febrero de 2018
The Death of Stalin (2017)
Reseña: Debo decir que me costó bastante "meterme" en la narrativa de The Death of Stalin. Esta sátira política contiene un guión bastante enmarañado que hizo que me perdiera en los detalles en más de una ocasión, además de un humor muy sutil que cuesta apreciar sus detalles y matices si la audiencia solo se queda en lo superficial. Pero, a medida que la cinta iba avanzando, fui metiéndome más y más dentro del guión, e incluso me quedé con ganas de revisitar la película para captar todas las pequeñas cosas que seguramente se me escaparon en esta primera visión (cabe aclarar que In the Loop -2009-, la película previa del director y co-guionista Armando Iannucci, también ganaba mucho en una segunda visita).
The Death of Stalin indudablemente cuenta con abundantes dosis de humor, pero los temas que toca con respecto a la política (aunque la cinta transcurre en 1953, cuando ocurrió la muerte de Stalin, muchos de ellos siguen lamentablemente vigentes) pintan una imagen de ese mundillo tan desoladora que es difícil considerarla una comedia propiamente dicha. Es bastante loable que The Death of Stalin haya apelado a examinar esos temas mediante el humor, y ridiculizándolos en muchas ocasiones, aunque Iannucci quizás podría haber encontrado un estilo más accesible; de esa manera, se hubiera evitado el ocasional aburrimiento leve que experimenté durante la primera mitad.
El elenco de The Death of Stalin funciona a la perfección, con todos los actores adaptándose de manera sumamente creíble a sus personajes y al particular estilo de la película; quienes más logran destacar son Steve Buscemi, Simon Russell Beale y Jason Isaacs (y, aunque no tenga un rol muy sustancioso, la presencia de Olga Kurylenko es siempre bienvenida). Entonces, creo que el trabajo de sus actores y el inteligente sentido del humor son las principales razones para hacer a The Death of Stalin merecedora de una recomendación, con la advertencia de que quizás sea un poco difícil dejarse llevar por ella en una primera visita, aunque tengo el presentimiento de que la experiencia será más enriquecedora cuando la vea por segunda vez.
jueves, 22 de febrero de 2018
Circles (Krugovi, 2013)
Reseña: Después de la excelente Klopka (2007), tenía altas expectativas antes de ver Circles, la siguiente película del director Srdan Golubovic. Lamentablemente, debo decir que Circles me pareció un gran paso atrás, ya que, sin ser mala, no me dejó muy satisfecho, y quedó muy por debajo de la envolvente intensidad y precisión narrativa de Klopka.
Circles es una de esas películas que me dieron la impresión de haber sido inicialmente concebidas como cortometrajes. En este caso, me pareció que todo lo que viene después de los primeros diez minutos fue añadido a los golpes posteriormente, y aunque, nobleza obliga, la experiencia nunca se torna aburrida, sentí demasiado estirado y carente de suficiente impulso emocional todo lo que vino después de la previamente mencionada introducción. En consecuencia, los momentos que pretenden ser más dramáticos se sienten forzados, tratando de escarbar emotividad y fuerza narrativa donde no las hay.
El principal mérito de Circles proviene de las sólidas actuaciones del elenco entero, aunque algunos intérpretes encarnan personajes que fueron escritos de manera demasiado caricaturesca, mientras que otros se sienten muy superficiales, y eso impide establecer una conexión porque uno no termina sabiendo mucho sobre ellos.
Finalmente, algunas moralejas y mensajes de Circles se sienten añadidos de manera demasiado subrayada, queriendo aleccionar al espectador a toda costa, y eso fue lo que más me molestó de esta cinta. En resumen, no podría decir que Circles es una mala película, pero no me gustó mucho, e indudablemente fue una decepción en vista de las elevadas expectativas que Golubovic había establecido con su película previa. Si quieren ver películas que tocan de manera directa o tangencial el tema de la Guerra de los Balcanes, El Último Día (Ničija Zemlja, 2001) y Cirkus Columbia (2010) son dos opciones infinitamente superiores.
The Disaster Artist (2017)
Reseña: The Room (2003) es una película que ha adquirido niveles de culto a lo largo de los años, siendo ampliamente considerada una de las mejores cintas "tan malas que son buenas". Personalmente, nunca la he visto completa, por lo que mi expectativa antes de ver The Disaster Artist, la cual se enfocó en retratar todo el proceso que derivó en la realización de The Room, era bastante neutra. Ahora, después de haberla visto, debo decir que The Disaster Artist me pareció una divertida comedia que retrata con elocuencia y mucha energía el entusiasmo por perseguir un sueño y no detenerse ante nada para lograrlo, sin preocuparse por la total falta de talento.
Lo que más me gustó de The Disaster Artist es que no caricaturiza al personaje de Tommy Wiseau, el "alma mater" de The Room (habiéndola producido, escrito, dirigido y protagonizado, además de cumplir otras funciones). Ciertamente está retratado como una persona bastante excéntrica, y sus gracejadas me despertaron abundantes risas; por por debajo de su bizarra superficie, es posible percibir a un auténtico ser humano que es implacable para lograr su objetivo, además de tener sentimientos genuinos por su amigo Greg Sestero, a quien conoció en una clase de actuación, y con quien desarrolló una relación muy estrecha (además, Sestero terminó interpretando uno de los roles protagónicos en The Room).
James y Dave Franco cargan con The Disaster Artist sobre sus hombres como Wiseau y Sestero (respectivamente), y, en lo que respecta al resto del elenco, aparecen múltiples figuras (algunas de ellas en simples cameos) cuya presencia no debería conocerse hasta ver la película. Entonces, sin haberme parecido una gran película ni mucho menos, The Disaster Artist me pareció una experiencia disfrutable, graciosa y hasta inspiradora, además de que, por mi condición de cinéfilo, siempre me gusta ver cintas en las cuales se retrata de cerca el mundo cinematográfico.
La Mujer de mi Vida (Hatuna Meuheret, 2001)
Reseña: Quizás lo que le jugó un poco en contra a La Mujer de mi Vida en mi caso personal es haberla visto poco tiempo después de Félix y Meira (Félix et Meira, 2014) y La Amante (Hedi, 2016), ya que las tres comparten elementos temáticos en común, particularmente el análisis de un personaje en el seno de una familia rígidamente religiosa (en el caso de La Mujer de mi Vida, se trata de judíos ortodoxos -igual que en Félix y Meira, mientras que La Amante giraba en torno a musulmanes-) que trata de salir de los límites de esas tradiciones, e inicia un romance clandestino con la certeza de que será rotundamente desaprobado por su familia. Quizás no sea justo decir esto, ya que La Mujer de mi Vida fue realizada con anterioridad a las otras dos cintas... pero como yo la vi después, sentí ocasionalmente que estaba visitando nuevamente territorio que ya había recorrido en dos ocasiones recientes.
No obstante, más allá de eso, reconozco que La Mujer de mi Vida es una buena película con abundantes virtudes para ofrecer. Lo que más me gustó de esta película fue la manera en la cual el director Dover Kosashvili captura las escenas, haciéndolas sentir tan reales y genuinas que se sienten voyeurísticas en más de una ocasión. La cercanía e inmediatez lograda por la cámara de Kosashvili son tan palpables que sentimos que estamos junto a los personajes hasta en las situaciones más íntimas o tensas, lo cual da como resultado una experiencia inmersiva y ocasionalmente incómoda (lo digo como un cumplido).
Por su parte, las estupendas actuaciones del elenco entero son parte fundamental del realismo de La Mujer de mi Vida. Lior Ashkenazi resulta muy expresivo en el papel central, transmitiendo la sensación que su personaje tiene de estar entre la espada en la pared (debatiéndose entre cumplir las expectativas de su familia y el sincero amor que siente por su novia secreta) sin necesidad de palabras. La tristemente fallecida Ronit Elkabetz también es merecedora de mención como la enamorada del personaje principal, entregando un trabajo detallado y complejo que brinda múltiples matices a su personaje. Finalmente, Moni Moshonov y Lili Kosashvili (la madre del director) resultan perfectos como los padres del protagonista, ya que no caricaturizan a sus personajes, sino que los retratan como dos personas que aman a su hijo, aunque tienen muchas dificultades en ignorar la abrumadora influencia que la religión tiene en sus vidas.
Entonces, creo que La Mujer de mi Vida ofrece suficientes elementos valiosos como para recomendarla con confianza, ya que me pareció una sólida cinta con perfecta dirección y excelentes actuaciones, con un guión que supo retratar una situación dramática de manera intensa y profunda, sin olvidar momentos de humor que alivian un poco las cosas y se sienten integrados de manera natural.
lunes, 19 de febrero de 2018
Vendredi Soir (2002)
Reseña: Con excepción de Un Bello Sol Interior (Un Beau Soléil Interieur, 2017), su película más convencional y, quizás por ello, menos lograda hasta el momento (al menos de las que he visto), la directora Claire Denis apela a brindar experiencias cinematográficas que apelan fuertemente a lo sensorial. Películas como Bella Tarea (Beau Travail, 1999), Trouble Every Day (2001), 35 Rhums (2008), White Material (2009) o Les Salauds (2013) son absolutamente dispares entre sí, pero todas logran transmitir al espectador sensaciones muy intensas y palpables. Vendredi Soir también forma parte de ese grupo, y me pareció una película poética y seductora, desbordante de un delicado pero poderoso erotismo y de un estilo muy particular que habla por sí solo de la distintiva visión de esta talentosa directora.
Ni bien empieza, Vendredi Soir ya logra establecer una atmósfera hipnótica. Lo que se nos muestra principalmente son diversos lugares de París, pero presentados con un "sabor" onírico que nos hace percibirla como una ciudad llena de misterios. Denis mantiene dicho onirismo a lo largo de toda la cinta, con mínimos diálogos y una gran variedad de ideas visuales. En otras palabras, Vendredi Soir no es una película que esté interesada en contar una historia propiamente dicha, sino en hacernos vivir una experiencia que tiene que ser vista en lugar de descripta. Por mi parte, me parece admirable que una cinta logre despertar emociones y sensaciones tan vívidas e intensas partiendo de una trama casi inexistente.
Otro aspecto que me pareció muy valioso de Vendredi Soir (y que también supe apreciar en la previamente mencionada Trouble Every Day) es la manera en la que Denis filma los cuerpos en las escenas de amor. Vendredi Soir no muestra cosas particularmente gráficas o explícitas en dichos momentos, pero la particular manera de Denis de capturarlos (con tomas cerradas y primeros planos de diferentes partes de los cuerpos) hace que esas escenas resulten tremendamente sensuales, justamente por la delicadeza con la que están retratadas.
No niego que hay que tener paciencia con Vendredi Soir; la propuesta de Denis en este caso es muy radical, y desesperará a aquellos espectadores acostumbrados a ritmos frenéticos o a relatos simples y lineales que no dejan nada a la imaginación. Pero quienes se dejen llevar por esa propuesta, serán recompensados con una estimulante experiencia que tiene plena confianza en el poder de las imágenes para atrapar a la audiencia. A fin de cuentas, creo que el cine se trata exactamente de eso.
domingo, 18 de febrero de 2018
Suburbicon (2017)
Reseña: Tenía interés en ver Suburbicon, pero las críticas que recibió fueron tan lapidarias que casi me disuadieron de darle una oportunidad. Pero bueno, a pesar de todo, decidí darle una oportunidad, y debo decir que no entiendo por qué hubo tanto ensañamiento hacia esta película. Suburbicon dista mucho de ser perfecta, y no me pareció muy memorable a largo plazo, pero me pareció entretenida, además de ofrecer algunos giros inesperados que llevan a la trama en direcciones cada vez más retorcidas.
Ambientada en la década de los '50 o '60 (nunca se explicita en qué momento histórico transcurrre la trama, pero todo parece indicar que el relato está ambientado por esas épocas), Suburbicon retrata cómo la vida de una familia cambia completamente tras una violenta invasión a su hogar por parte de dos malhechores. Prefiero dejar mis referencias a la trama de la manera más somera y vaga posible, porque, como dije previamente, el guión (originalmente escrito por los Hermanos Coen en los '80, y "re-trabajado" por George Clooney -quien también dirigió la película- y su habitual colaborador Grant Heslov) logró tomarme por sorpresa en más de una ocasión, y siempre manteniendo un sano balance entre thriller y comedia negra.
Por su parte, las actuaciones me parecieron excelentes. Matt Damon hace un trabajo perfecto como un "hombre común" que eventualmente va desenmascarando facetas escondidas por debajo de su carcasa "normal"; Damon maneja todos esos niveles requeridos por su personaje con absoluta credibilidad, y creo que esta es una de sus mejores actuaciones. El niño Noah Jupe es una auténtica revelación, y, como siempre, Julianne Moore aporta su gran talento y sólida presencia en su rol.
Por el lado negativo, la principal queja que tengo contra Suburbicon es la sub-trama de una familia de color que se muda al barrio que se siente inconexa con el resto de la historia; todas las escenas relativas a los conflictos que enfrenta esa gente parecen sacadas de otra película, y rompen un poco el flujo del relato. Además, creo que el ritmo decae un poco en la parte media, pero afortunadamente, eso queda compensado cuando llegamos el enérgico último acto.
Más allá de mis quejas, Suburbicon me hizo pasar un buen rato, y aunque dudo que permanezca en mi memoria por mucho tiempo, ofrece suficientes virtudes para mantener el interés y ganar una moderada recomendación como una experiencia que logra simultáneamente satirizar y denunciar el "sueño americano", con apropiadas dosis de tensión e ingenio, sin olvidar los toques de humor que funcionan como sazonador y remate de los temas explorados.
sábado, 17 de febrero de 2018
The Square (2017)
Reseña: The Square es una película que requiere una participación activa por parte del espectador. La cinta nos presenta ideas, conceptos y vertientes narrativas cuyos significados quedan abiertos a la interpretación, y cada espectador completará la experiencia adentro suyo según su punto de vista. En otras palabras, The Square no está interesada en brindar respuestas, sino en plantear estimulantes preguntas, lo cual denota su gran confianza en el espectador, así como también su audacia.
Una película como The Square no puede ser reducida a una simple sinopsis, o un rígido encasillamiento en un género específico. Por el contrario, la película nos ofrece una experiencia que funcionará de manera distinta con cada espectador; pero, más allá de las apreciaciones subjetivas que cada persona tendrá después de verla, no puede negarse la poderosa visión del director Ruben Östlund, ni la gran ambición de la cinta, animándose a abordar temas como el arte, los prejuicios, el sexo y hasta la humanidad misma. Lo más valioso es que dichos temas nunca se presentan de manera subrayada ni forzada, sino que se integran orgánicamente al flujo narrativo, y coexisten armoniosamente en un todo muy satisfactorio.
Por su parte, los actores se adaptan muy bien al particular estilo requerido por The Square. Los intérpretes que más destacan son Claes Bang en el rol principal, un curador de un importante museo de Estocolmo quien se siente abrumado tanto personal como profesionalmente; y Elisabeth Moss como una periodista estadounidense con ciertas peculiaridades en su forma de ser.
Como dije previamente, The Square definitivamente no es una película para todos los gustos, y entiendo por qué muchos espectadores pueden llegar a sentirse aburridos o irritados con ella. Pero, en mi caso particular, me pareció una experiencia fascinante, con un hipnótico estilo que me atrapó desde el primer fotograma hasta el último, además de plantear muchas interesantes incógnitas que quedaron dando vueltas en mi cabeza mucho tiempo después de verla. En resumen, una película que no teme desafiar e interpelar al espectador, lo cual se valora aún más habiendo tantas cintas que dan todo pre-digerido al espectador y no le hacen usar su cerebro.
jueves, 15 de febrero de 2018
La Verdad a Cualquier Precio (Route Irish, 2010)
Reseñas: Las películas escritas por Paul Laverty y dirigidas por Ken Loach tienden a ser tan efusivas en su contenido político que este termina ocasionalmente opacando un poco el aspecto narrativo, en lugar de permitir que se integre naturalmente al relato. Por ejemplo, eso pasó en Yo, Daniel Blake (I, Daniel Blake, 2016); y en menor medida, creo que La Verdad a Cualquier Precio también adolece de ese problema.
Aún así, La Verdad a Cualquier Precio cuenta una historia interesante, la cual toma como punto de partida a un ex-combatiente de la guerra de Irak que quiere investigar qué fue lo que realmente ocasionó la muerte de su mejor amigo en la línea de combate. Además de la sólida trama, Loach mantiene un ritmo pausado que no se torna aburrido, y que resulta esencial para irnos compenetrando poco a poco en la investigación del personaje principal.
Por el lado negativo, el guión se torna un poco confuso después de un rato, ya que al ir develando todo a través de conversaciones, el espectador termina un poco perdido en ellas. Creo que se tendría que haber encontrado una manera más dinámica y accesible de ir desentrañando el relato. Y ya que me estoy quejando, diré que la actuación de Mark Womack en el rol principal me pareció muy floja y carente del más mínimo carisma; este intérprete terminó irritándome un poco con su desbordada sobreactuación.
En conclusión, creo que La Verdad a Cualquier Precio amerita una mediana recomendación, ya que logró mantenerme moderadamente interesado mientras la veía a pesar de todas mis quejas. De todas maneras, sigo pensando que Laverty y Loach deberían presentar sus mensajes políticos y sociales de manera más sutil y menos subrayada; en ese sentido, creo que tendrían que seguir el ejemplo de películas como (por ejemplo) Recursos Humanos (Ressources Humaines, 1999) o El Empleo del Tiempo (L'Emploi du Temps, 2001), ambas dirigidas por Laurent Cantet.
Lady Bird (2017)
Reseña: Es bien sabido que los Oscar no son garantía de calidad ni mucho menos, pero, aún así, me genera una profunda antipatía que una película tan mediocre y olvidable como Lady Bird haya conseguido nominaciones en rubros como Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guión Original. En otras palabras... ¿Nominaron esto, mientras dejaron de lado a cintas como Baby Driver, Wonderstruck o Blade Runner 2049? Otra demostración del gran chiste que son los Oscar, marginando genuino talento y visión cinematográfica para otorgar reconocimiento a una película como Lady Bird, la cual solo logra despertar un frío "meh..."
El principal problema que tuve con Lady Bird es que ya se vieron demasiadas (y, en varios casos, superiores) películas con su misma trama y estilo: un relato "coming of age" sobre una joven a punto de terminar el colegio, y que va descubriendo cosas de la vida que le permiten madurar. Francamente, este tipo de cinta se ha vuelto tan repetitivo que ya estoy un poco hastiado, principalmente porque utilizan una y otra vez elementos narrativos que se sienten como cansados clichés (ejemplo: la madre que parece severa, pero que, en el fondo, ama a su hija y quiere lo mejor para ella). Por su parte, la dirección de Greta Gerwig se siente plana y carente de una particular personalidad o visión.
En cuanto al elenco, Saoirse Ronan ocupa el papel principal, y aunque es una buena actriz, el personaje que interpreta me pareció bastante antipático, constantemente creando conflicto y armando berrinches por cosas que no lo ameritan. Me costó crear empatía con la epónima "Lady Bird"... la mayor parte del tiempo, la percibí como una histérica que se queja hasta de las cosas más ínfimas. Por su parte, el resto del elenco pasa desapercibido (incluyendo a Laurie Metcalf, nominada a "Mejor Actriz de Reparto"), pero no por culpa de los actores, sino de los insulsos roles que interpretan.
En conclusión, Lady Bird me pareció una de las películas más sobrevaloradas que he visto en años recientes, además de ser una experiencia trillada e insípida que se disuelve rápidamente de la memoria luego de haberla visto. Personalmente, no podría recomendarla, sobre todo cuando hay tantas películas de este tipo que incursionaron en el mismo terreno con resultados más satisfactorios, como Enseñanza de Vida (An Education, 2009) o Whip It (2009).
martes, 13 de febrero de 2018
La Dama de Honor (La Demoiselle d'Honneur, 2004)
Reseña: La Dama de Honor es una decente cinta de suspenso, aunque le falta el ímpetu necesario para ser genuinamente cautivante o memorable. En otras palabras, una película bien actuada y generalmente bien escrita, pero a la cual le hubiera venido bien más "sangre en las venas", ya que, a pesar de mantener el interés, la experiencia general se siente insulsa y poco satisfactoria.
Es una lástima que la dirección del legendario Claude Chabrol no haya mostrado más entusiasmo, porque el guión logra despertar intriga, llevando el relato por caminos que nos hacen dudar de los personajes y sus verdaderas motivaciones. Eso es lo que mantiene a la película medianamente entretenida, además de las eficientes actuaciones de Benoît Magimel y Laura Smet (una perfecta "femme fatale") en los papeles protagónicos.
Volviendo a lo negativo, el final de La Dama de Honor me pareció exesivamente apresurado. La cinta concluye de manera abrupta, y no le brinda un cierre adecuado a algunos elementos narrativos. No obstante, a pesar de mis quejas, creo que La Dama de Honor tiene suficientes virtudes para merecer una tibia recomendación, aunque deje un sabor general a poco.
Tres Anuncios por un Crimen (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, 2017)
Reseña: A diferencia de otras personas, no consideraría a Tres Anuncios por un Crimen como una obra maestra, pero indudablemente me pareció una sólida película con estupendas actuaciones y una historia profunda con múltiples connotaciones. Lo que disminuyó un poco mi entusiasmo hacia esta película fueron algunas decisiones narrativas del guión, que me "sacaron" un poco de la experiencia, pero, por lo demás, fue una experiencia recomendable y muy entretenida.
El guión de Tres Anuncios por un Crimen está bien escrito en líneas generales, capturando el interés de forma inmediata y jugando hábilmente con las expectativas de la audiencia, lo cual da lugar a algunos eventos genuinamente inesperados. Los personajes son complejos y multi-dimensionales, por lo cual cuesta encasillarlos en fáciles etiquetas de "buenos" o "malos"; todos tienen múltiples facetas, y eso realza su humanidad y facilita la identificación del espectador con ellos. Como dije en el previo párrafo, las actuaciones del elenco entero son fenomenales, aunque realmente no podía esperar otra cosa de un reparto que incluye intérpretes de la talla de Frances McDormand, Sam Rockwell, Woody Harrelson, Peter Dinklage y John Hawkes.
Sin embargo, ahora tengo que regresar a las previamente mencionadas objeciones que tengo hacia el guión que impidieron elevar a la cinta a un nivel sobresaliente (al menos en mi experiencia personal). Francamente, algunas coincidencias y comportamientos de los personajes me parecieron un poco forzados, y parecen añadidos como una salida demasiado conveniente de algunos elementos narrativos. Y el hecho de que todo el resto del relato esté tan bien pensado y ejecutado hace doblemente notorios esos inverosímiles atajos que se sienten fuera de lugar y rompen un poco el flujo de la historia.
Aún así, esas medianas reservas no me impidieron en absoluto disfrutar Tres Anuncios por un Crimen, una armoniosa fusión de drama intenso y emotivo y comedia negra tan filosa como graciosa, logrando que ambos géneros puedan coexistir naturalmente, y sin que uno opaque al otro. Con algunos pequeños ajustes adicionales al guión, realmente hubiera sido una película excepcional; pero bueno, en su estado actual, no deja de ser una muy buena película.
domingo, 11 de febrero de 2018
El Sacrificio de un Ciervo Sagrado (The Killing of a Sacred Deer, 2017)
Reseña: Generalmente me atraen aquellas películas que se sienten como "pesadillas filmadas" (algunos ejemplos: Carretera Perdida -Lost Highway, 1996-, Fear X -2003-, The Living and the Dead -2006- o The Eyes of My Mother -2016-). El Sacrificio de un Ciervo Sagrado encaja dentro de esa descripción, pero, lamentablemente, debo decir que la experiencia no me dejó totalmente satisfecho en esta ocasión.
No obstante, de ninguna manera puede negarse la poderosa visión desplegada por el director Yorgos Lanthimos en El Sacrificio de un Ciervo Sagrado, construyendo una perfecta atmósfera, así como también empleando un estilo muy particular que está hábilmente dominado. Por su parte, las actuaciones quizás parecerían rígidas en el contexto de otra película, pero funcionan en esta ocasión, ya que complementan sólidamente el tipo de extraña experiencia que ofrece una película como esta.
Sin embargo, ahora tengo que enfocarme en los reparos que tengo contra El Sacrificio de un Ciervo Sagrado, aunque sepan disculparme si resulto un poco difuso en mi manera de expresarlos, ya que resulta difícil hablar sobre las quejas que tengo hacia esta cinta sin meterme en terreno de "spoilers". Es cierto que las cintas de este tipo se mueven conforma a una lógica muy peculiar, que no corresponde en absoluto con lo que es "realista" o "creíble". Entonces, mi problema contra El Sacrificio de un Ciervo Sagrado no pasa por una cuestión de verosimilitud, sino de que su universo no logra fluir naturalmente; en otras palabras, hay algo que se siente forzado en él, y eso me provocó un cierto distanciamiento con la experiencia. El resultado final fue una película que indudablemente seguí con curiosidad, pero que nunca logró genuinamente involucrarme en lo visceral o lo emocional.
De todas maneras, aunque no me haya convencido del todo, no se puede negar que El Sacrificio de un Ciervo Sagrado es una película que escapa a todo convencionalismo, ofreciendo algo diferente que funcionará mejor o peor según los gustos de cada espectador, aunque nos permite conocer territorio raramente visitado. Tan solo por eso, creo que esta cinta merece una oportunidad.
Scarred Hearts (Inimi Cicatrizate, 2016)
Reseña: Por un lado, me pareció muy loable que Scarred Hearts abordara su historia (un joven diagnosticado con tuberculosis ósea que debe afrontar su dura enfermedad mientras está internado en un sanatorio) sin sentimentalismo barato ni golpes bajos. Por el otro lado, creo que Scarred Hearts no encontró una manera particularmente interesante de traducir el relato en imágenes, lo cual resultó en una experiencia fría, distante y ocasionalmente aburrida.
El principal problema de Scarred Hearts es la falta de un progreso narrativo o emocional en lo que ocurre en la pantalla. Tras establecer la triste situación del protagonista (quien es un alter-ego del escritor M. Blecher, quien plasmó sus experiencias en el sanatorio en un libro en el cual esta cinta se inspiró vagamente), vemos repetitivas y largas escenas con él enfrentando su diaria rutina, enamorándose y conversando con otros pacientes del hospital, por lo que queda la impresión de que no había mucho para contar. Y si a eso sumamos un estilo visual estático (lo digo literalmente, ya que la película contiene muchos planos fijos que parecen interminables) y una extensa duración de 140 minutos, el resultado final es una experiencia que puso a prueba mi paciencia en más de una ocasión.
Sin embargo, a pesar de tantas quejas, no quiero que se dé a entender que Scarred Hearts me pareció una mala película. Por el contrario, aunque no me haya realmente "capturado", podemos apreciar sólidas actuaciones, una creíble reconstrucción de época (la cinta transcurre en la década de 1930) y la minuciosa puesta en escena del director Radu Jude, quien no dejó un solo elemento librado al azar. No obstante, en un plano más subjetivo, no puedo decir que Scarred Hearts me haya gustado mucho, lo cual fue doblemente decepcionante, ya que Jude me parece un director muy talentoso, cuya filmografía sigo con interés. Ojalá trabaje con un guión más interesante que el de Scarred Hearts en su próximo proyecto.
viernes, 9 de febrero de 2018
I Remember You (Ég Man Þig, 2017)
Reseña: I Remember You es una película en la cual... zzzzzzz. Discúlpenme, pero me dio sueño de tan solo ponerme a pensar en esta tediosa cinta, carente de un guión interesante o de personajes que generen la más mínima empatía. Y por si eso fuera poco, tenemos la dirección insulsa, apagada y desganada de Óskar Thór Axelsson. En resumen, una pérdida de tiempo (y mal comienzo para mí con el cine islandés, ya que jamás había visto anteriormente una cinta de esa nacionalidad).
El guión de I Remember You está pobremente escrito. Es confuso, y va de aquí para allá, siguiendo dos diferentes líneas narrativas sin nunca encontar un eje que atrape el interés. Los actores son completamente anónimos y desechables, y los personajes que interpretan me generaron absoluta indiferencia, a pesar de que algunos han atravesado situaciones duras en sus vidas.
Pero donde I Remember You más fracasa es como película de terror, ya que ni siquiera logra despertar ni un mínimo de tensión o incertidumbre. Hablando de "despertar", lo único que logró generarme I Remember You fueron bostezos e impaciencia para que lleguen los benditos créditos finales (claramente estamos en problemas cuando una cinta de 106 minutos se hace interminable). En pocas palabras, el primer gran bodrio que he visto en el 2018.
Roman J. Israel, Esq. (2017)
Reseña: A pesar de haber recibido críticas generalmente negativas, yo tenía muchas ganas de ver Roman J. Israel, Esq. por ser la segunda película como director de Dan Gilroy (más conocido por su prolífica carrera como guionista), previamente responsable de Nightcrawler (2014), una de mis películas favoritas. Y debo decir que Roman J. Israel me pareció muy superior a lo que los críticos en general pensaron de ella, y me sirvió para confirmar a Gilroy como un director maduro y rebosante de visión que merece mucha atención.
Aunque las respectivas tramas de Nightcrawler y Roman J. Israel, Esq. son muy diferentes entre sí, encontré algunos valiosos aspectos tangenciales que tienen en común. Para empezar, es notable el detalle con el cual Gilroy (tanto como guionista y como director) sabe capturar mundos muy particulares. En Nightcrawler, retrató el funcionamiento de la "industria" dedicada a grabar videos de accidentes y delitos, así como también su cercana relación con los medios de comunicación. En Roman J. Israel, Esq., Gilroy pone el foco de atención en el mundillo jurídico, con todos sus "tejes y manejes" y sus vericuetos. En consecuencia, Gilroy pone tanta minucia y dedicación para pintar el entorno donde se mueven los personajes que esos mundos resultan sumamente creíbles, y le permiten al espectador sumergirse en ellos de manera inmediata.
Otro aspecto que Roman J. Israel, Esq. tiene en común con Nightcrawler es que el eje del relato gira en torno a un fascinante personaje central. En este caso particular, el epónimo Roman es un abogado que siempre mantuvo rectitud y una conducta intachable a lo largo de su carrera, pero... bueno, no diré más para no revelar "spoilers", pero se trata de una persona repleta de capas y matices, lo cual realza su humanidad y nos permite empatizar fácilmente con él. Claro, también ayuda mucho la extraordinaria actuación de Denzel Washington en ese rol; además de su impecable trabajo actoral, nos ofrece (como siempre) un tremendo carisma y una magnética presencia que logra hipnotizar al espectador. Creo que, actualmente, muy pocos intérpretes tienen un peso escénico tan fuerte como el de Washington, quien logra elevar cada película en la que participa (incluso cintas mediocres como El Justiciero -The Equalizer, 2014- o El Vuelo -Flight, 2012-) con su "imán".
Sin alcanzar las excelsas alturas de Nightcrawler, Roman J. Israel me pareció una película muy interesante, cuyo guión logra integrar múltiples vertientes de manera orgánica y fluida, dando como resultado una experiencia entretenida y satisfactoria, apoyada adicionalmente por la sólida dirección de Gilroy y la increíble actuación de Washington. Como dije al principio de esta reseña, aunque Roman J. Israel, Esq. haya decepcionado a muchos críticos, a mí me gustó bastante, y definitivamente seguiré esperando las futuras cintas de Gilroy con mucho entusiasmo, ya que hacen falta más cineastas como él, dedicados a realizar cine inteligente y adulto que no descuida su función como entretenimiento.
Las Horas Más Oscuras (Darkest Hour, 2017)
Reseña: En general, las "biopics" británicas con múltiples nominaciones al Oscar me producen una profunda antipatía. Cintas como El Discurso del Rey (The King's Speech, 2011), La Teoría del Todo (The Theory of Everything, 2014) o El Código Enigma (The Imitation Game, 2014) me parecieron insulsas, irritantes y excesivamente sentimentaloides. Por eso, mis expectativas antes de ver Las Horas Más Oscuras (enfocada en el gobierno de Winston Churchill en 1940, en plena Segunda Guerra Mundial cuando Hitler avanzaba implacablemente sobre Europa) eran muy bajas. No obstante, sin haberme parecido algo excepcional ni muy memorable, tengo que admitir que Las Horas Más Oscuras resultó mejor de lo que esperaba, y logró sostener mi interés a lo largo de dos horas.
Lo que más me gustó de Las Horas Más Oscuras es su atípico enfoque para abordar el tema de la Segunda Guerra Mundial. A diferencia de muchísimas otras cintas, que se enfocan en el combate propiamente dicho, Las Horas Más Oscuras se enfoca en las estrategias y la logística que Churchill tuvo que armar para enfrentar la inminente llegada de los nazis a territorio británico. En otras palabras, esta película consiste casi exclusivamente de diálogos en los cuales podemos fácilmente comprender la magnitud de lo que Churchill tuvo que enfrentar; dicho sea, eso quizás suene algo seco y monótono, pero afortunadamente, no ocurrió tal cosa, ya que el director Joe Wright supo brindar un dinámico estilo visual, así como también un atractivo lenguaje cinematográfico, que no deja lugar al aburrimiento.
A diferencia de otras películas "de época", con fastuosos decorados y vestuarios, Las Horas Más Oscuras mantiene un enfoque mucho más austero, retratando algo épico de manera íntima; de todas maneras, eso no quita que la reconstrucción de época sea detallada y prolija. Las actuaciones son muy buenas, aunque Gary Oldman indudablemente opaca a todo el resto del elenco como Churchill; afortunadamente, no se quedó en lo meramente imitativo, sino que supo dotar a su rol de matices expresivos y emocionales que hacen que el espectador pueda sentirse fácilmente identificado con el personaje... aunque sea una de las personas más importantes de la historia.
Por el lado negativo, lo que menos me gustó de Las Horas Más Oscuras fue una extensa escena en el último tramo de la cinta que transcurre en un subte; creo que ese momento se mete en un terreno empalagoso que no hacía falta, y que la cinta sabiamente estaba evitando. Adicionalmente, aunque Las Horas Más Oscuras me haya parecido una película competente y recomendable, carece del ímpetu necesario para hacerla genuinamente memorable. Aún así, la película ofrece suficientes cosas buenas para justificar la inversión de nuestro tiempo, logrando ser simultáneamente entretenida y didáctica.
martes, 6 de febrero de 2018
Most Beautiful Island (2017)
Reseña: Lamento mucho que el final de Most Beautiful Island me haya decepcionado tanto, ya que, anteriormente, la película me estaba gustando mucho, y me estaba pareciendo una experiencia hipnótica y profunda, rebosante de comentario social y una perfecta atmósfera de agobio y opresión. Sin embargo, es una pena que el final de la cinta opaque muchos de sus considerables logros, por lo que el sabor final que queda es amargo y poco satisfactorio.
En el primer acto de Most Beautiful Island, conocemos a Luciana (magníficamente interpretada por Ana Asensio, quien también escribió y dirigió la película), una inmigrante española indocumentada que vive en Nueva York y trabaja de cualquier cosa para sobrevivir en el día a día, hasta que una amiga le propone la posibilidad de ir a trabajar a una "fiesta", por lo cual cobrará una importante suma de dinero. Esa introducción nos sumerge inmediatamente la desesperación de la protagonista, y el estilo semi-documental con el cual está filmada (el cual tiene algunos puntos en contacto con el cine de los hermanos Dardenne) hace sus experiencias doblemente creíbles y palpables.
En el segundo acto, Luciana llega a la "fiesta", y aquí no podré revelar mucho ya que tendría que decir "spoilers". Entonces, solo diré que, en su faceta de directora, Asensio logra asombrosos niveles de tensión y angustia en esta parte, contagiándonos la misma sensación fatalista que sufre Luciana de que algo horrible está a punto de suceder, y no se puede hacer nada por evitarlo. Asensio demuestra un gran talento para crispar los nervios del espectador, al mismo tiempo que sabe hábilmente jugar con sus expectativas.
Después de tantos halagos, lamento decir que ahora tengo que enfocarme en el desenlace. Most Beautiful Island es una película bastante corta (dura apenas 80 minutos, con créditos incluidos), y creo que se hubiera beneficiado mucho con 20 o 30 minutos adicionales que le hubieran brindado un cierre más contundente y redondo a la experiencia, que hubiera estado a la altura de todo lo que Asensio había logrado construir previamente de manera experta. El final de Most Beautiful Island no se siente como tal, sino como un truncamiento, y opaca los logros previos, ya que hace que, en retrospectiva, todo lo que vimos quede en un nivel intrascendente y meramente anecdótico.
Como dije al principio de la reseña, la sensación final que me dejó Most Beautiful Island fue de profunda decepción, ya que la película iba encaminada a ser algo realmente memorable, hasta que su final saboteó la experiencia en gran medida. Es una lástima que me cueste recomendar Most Beautiful Island con particular entusiasmo, debido a todos los elementos sobresalientes que tiene para ofrecer, y lo poco con lo que arruinó tales virtudes.
lunes, 5 de febrero de 2018
La Amante (Hedi, 2016)
Reseña: La Amante examina a la sociedad musulmana ocasionalmente tomando un enfoque crítico hacia ella a través del relato de un joven hombre que está a punto de casarse con una mujer elegida por su familia, y que inicia una aventura amorosa con una bailarina durante un breve viaje de negocios. La cinta indudablemente incluye agudas observaciones, está bien actuada y nunca aburre; sin embargo, el resultado final me pareció poco memorable, y me quedé con la sensación de que le faltó algo más a la experiencia para realmente dejar una impresión.
Yo creo que el principal defecto de La Amante es que se siente algo blanda. A pesar de tocar cuestiones complejas, nunca logra despertar un efecto emocional lo suficientemente fuerte en el espectador. En otras palabras, La Amante resulta agradable escena por escena, pero, al mismo tiempo, genera una cierta indiferencia que impide una gran compenetración con lo que ocurre en la pantalla. Además, creó que no ayudó haberla visto tan solo dos meses después de que vi Félix y Meira (Félix et Meira, 2014), la cual abordó cuestiones similares (aunque, en aquella ocasión, ellas rondaron en torno a una mujer judía ortodoxa) de manera más atrapante y emotiva.
A pesar de tantas objeciones, La Amante logró mantenerme entretenido, y creo que el guión logra retratar los dilemas que enfrenta el protagonista de manera eficaz, de manera que podemos fácilmente comprender los enredos que atraviesa adentro suyo (la excelente actuación de Majd Mastoura también ayuda, ya que logra expresar mucho con poco). Adicionalmente, la procedencia tunecina de la película (por cierto, esta es la primera película de esa nacionalidad que he visto en mi vida) le agrega un "valor cultural" extra. Creo que esas virtudes bastan para hacer a La Amante merecedora de una mediana recomendación, a pesar de resultar rápidamente olvidable.
domingo, 4 de febrero de 2018
On Body and Soul (Teströl és Lélekröl, 2017)
Reseña: On Body and Soul definitivamente no es la típica película romántica que uno está acostumbrado a encontrar. Para empezar, está enfocada en dos personas que se sienten atraídas más por el aspecto emocional (con un cierto toque "mágico", pero prefiero no ahondar en eso ya que tendría que meterme en terreno de "spoilers") que por el sexual. Ambos se conocen trabajando en un matadero: Mária es una joven mujer que parece tener una especie de autismo (aunque la cinta nunca explicita cuál es su diagnóstico psicológico) y tiene muchas dificultades para relacionarse con el mundo, mientras que Endre es un hombre algo gris y mucho más grande que ella, con un brazo paralizado y una vida monótona. Entonces, On Body and Soul retrata la relación que se va forjando entre estas dos personas, quienes parecen por fin estar encontrando una manera de cicatrizar heridas internas.
Lo que más me gustó de On Body and Soul es el tono onírico y hasta poético logrado por la directora Ildikó Enyedi, lo cual le brinda a la película un aire etéreo que la hace parecer ocasionalmente un cuento de hadas. Y eso me lleva a otro aspecto valioso de la cinta; en manos menos talentosas, On Body and Soul podría haber degenerado en un empalagoso relato "new age", pero Enyedi (en su faceta de guionista) le brindó una dosis de realidad que mantiene las cosas en un nivel humano y palpable (en ese aspecto, la cinta me recordó un poco al cine de Kim Ki-duk, quien también sabe encontrar el balance entre lirismo y crudeza).
Por su parte, las actuaciones del dueto protagónico son fantásticas. Alexandra Borbély interpreta un papel sumamente difícil, y me place decir que salió muy airosa de ese desafío, expresando sin dificultad y con suma credibilidad la particular psicología de su personaje, su intenso deseo de "salir" al mundo y el genuino afecto que siente por Endre. Géza Morcsányi también hace un trabajo estupendo, con una composición detallada y natural.
En conclusión, On Body and Soul amerita ser recomendada con entusiasmo, ya que no es común encontrarse con una cinta romántica tan impredecible y extraña, realizada con genuina visión artística y un guión que admite múltiples lecturas. Creo que esta cinta hace buena pareja con La Princesa y el Guerrero (Der Krieger und die Kaiserin, 2000), otra historia de amor que nos lleva por los caminos menos pensados.
La Prima Cosa Bella (2010)
Reseña: La única película que había visto del director Paolo Virzì fue El Capital Humano (Il Capitale Umano, 2013), la cual odié. Por esa razón, tenía muy bajas expectativas antes de ver La Prima Cosa Bella, también dirigida por él; sin embargo, debo decir que esta resultó mejor de lo que esperaba, demostrando que el talento de Virzì se ajusta más a relatos íntimos como el de esta cinta, en lugar de aquellos que se dan ínfulas de "importantes", como fue el caso de El Capital Humano.
La trama de La Prima Cosa Bella no es particularmente novedosa. Ya se han visto muchas películas sobre hombres que se encuentran enfrentando la mediana edad, y que, al regresar a la ciudad donde crecieron (en este caso, ese retorno se debe a que su madre se encuentra padeciendo una enfermedad terminal), logran "ablandarse" y redescubrir la vida. No obstante, a pesar de su escasa originalidad, La Prima Cosa Bella funciona por su hábil balance entre drama y humor, logrando buenos momentos emocionales, pero contrapesándolos con momentos genuinamente graciosos que evitan que la experiencia degenere en la melosidad o el sentimentalismo excesivo.
La principal objeción que tengo contra La Prima Cosa Bella es que se extiende más de lo que debería. La película está estructurada en tres partes: la vida actual del protagonista; cuando era un niño; y cuando era adolescente. Las dos primeras se complementan mutuamente, pero la tercera sale sobrando, ya que no aporta contenido sustancioso. Creo que toda esa parte se hubiera podido omitir por completo, y, de esa manera, La Prima Cosa Bella hubiera logrado ser una cinta más concisa y compacta.
A pesar de mis quejas, La Prima Cosa Bella me pareció una película agradable y entretenida, con buenas actuaciones (Valerio Mastandrea es particularmente efectivo en su interpretación del protagonista en su etapa adulta), competente dirección y personajes entrañables, la cual deja un sabor agridulce pero satisfactorio. Ah, y con esa idiosincracia italiana que es parte fundamental de la personalidad de la cinta.
viernes, 2 de febrero de 2018
El Proyecto Florida (The Florida Project, 2017)
Reseña: El Proyecto Florida retrata la vida de una niña de clase baja que vive con su madre en un humilde complejo de departamentos, enfocándose en la manera en que ella percibe las cosas desde su inocencia y falta de conocimiento sobre el mundo. El resultado es irregular, aunque indudablemente ofrece algunos elementos de interés que hacen que la cinta valga la pena.
La primera mitad de El Proyecto Florida carece de una estructura narrativa concreta, mostrando a la niña en su diaria vida, jugando con sus amigos y estando en ocasional compañía de su madre. Esa parte de la película nos mete eficientemente en el mundo de la nena, pero se extiende más de lo necesario, tornándose repetitiva a partir de cierto punto, y llevando a la película peligrosamente cerca del estancamiento.
Afortunadamente, antes que eso ocurra, llegamos a la segunda mitad, cuando El Proyecto Florida encuentra un foco narrativo y un eje emocional que hacen que gane fuerza, y la experiencia se torna más interesante. Además, acá es donde más se manifiesta el aspecto que más me gustó de esta cinta, que es el punto de vista de la niña, haciéndonos íntimos partícipes de la manera mediante la cual ella procesa las cosas que suceden; de esa manera, se evita el fácil dramatismo, y hace que todo adquiera un tinte muy particular, capturando la combinación justa de ingenuidad y falta de entendimiento de algunos asuntos típica de la niñez.
El director Sean Baker retrata todo con un precioso estilo visual, que hace que hasta los lugares más decrépitos derrochen belleza y valor estético; las imágenes se ven muy cuidadas y bonitas, y eso contribuye mucho a darle personalidad a la experiencia. A su vez, Baker emplea un estilo semi-documental que está bien logrado, aunque la presencia en el elenco de un actor tan famoso como Willem Dafoe rompe un poco esa ilusión de realismo que se siente creíble en los demás aspectos. Finalmente, las actuaciones son excepcionales, destacando a la niña Brooklynn Prince en el papel protagónico y Bria Vinaite como su madre. Todos los actores hacen un trabajo estupendo, y el hecho de que la mayoría no sea profesional hace doblemente impresionante su desempeño.
En conclusión, El Proyecto Florida es una buena película que merece ser recomendada. La primera mitad requiere un poco de paciencia, y se torna ocasionalmente algo tediosa, pero afortunadamente, la segunda mitad compensa hasta cierto punto los medianos problemas que habían surgido anteriormente, logrando buenos momentos de drama bien contrapesados por toques de humor, así como también un sólido efecto emocional.
The Post (2017)
Reseña: A pesar de su ilustre elenco y de contar con un director del calibre de Steven Spielberg, The Post no logró interesarme. Si bien Spielberg y los actores hicieron un buen trabajo, el guión me pareció demasiado caótico: disperso, carente de foco, confuso y con personajes poco desarrollados. The Post es una cinta que me dejó la impresión de haber sido escrita a las apuradas, cuando algunas pulidas le hubieran venido muy bien.
The Post transcurre en el año 1971, cuando el periódico Washington Post dio a conocer secretos gubernamentales clasificados durante décadas. ¿Cuáles son esos secretos? Buena pregunta. La narrativa me pareció tan confusa que me perdí bastante rápido, y los personajes entran y salen con tanta rapidez que cuesta realmente identificar quién es quién y cuál es su función narrativa.
A pesar de esas quejas, no puedo negar que la dirección de Spielberg encuentra un estilo visual dinámico y fluido que mantiene la experiencia medianamente entretenida a pesar de todos los problemas del libreto (mientras veía The Post, me fue inevitable recordar la excepcional Puente de Espías -Bridge of Spies, 2015-, en la cual el trabajo de Spielberg tuvo el sólido respaldo de un excelente guión). Por su parte, las actuaciones son sobrias y eficientes (mi favorita la de Tom Hanks, quien hubiera merecido la nominación al Oscar más que Meryl Streep).
A pesar de las mencionadas virtudes, me cuesta recomendar The Post con particular entusiasmo. Personalmente, creo que me hubiera resultado más enriquecedor leer sobre los hechos retratados en la cinta durante un rato en Wikipedia; quziás no los hubiera encontrado particularmente apasionantes, pero seguramente me hubiesen quedado más claros.
Apuesta Maestra (Molly's Game, 2017)
Reseña: En Apuesta Maestra, el aclamado guionista Aaron Sorkin decidió contar la historia real de Molly Bloom, una esquiadora quien, tras un accidente que le impidió seguir practicando ese deporte, decidió dedicarse a organizar encuentros clandestinos de poker a los cuales asistían personalidades importantes (incluyendo celebridades del mundo artístico). Dicha historia es indudablemente interesante, y se ve beneficiada por los diálogos y monólogos que la pluma de Sorkin tan bien sabe manejar; sin embargo, Apuesta Maestra también representa el debut de Sorkin como director, y de ahí se desprenden las principales quejas que tengo contra esta cinta.
En otras palabras, se nota que Apuesta Maestra es una película de guionista ante todo. Como dije en el previo párrafo, es indudable que Sorkin tiene abundante talento como escritor, pero eso le hizo descuidar su labor como director. La narración de Apuesta Maestra es casi constante (y tengan en cuenta que la película dura casi 140 minutos), y eso vuelve a la experiencia excesivamente explicativa, descuidando el aspecto visual en más de una ocasión. El resultado es que Apuesta Maestra se acerca demasiado a parecer un monólogo ilustrado en más de una ocasión. En otras palabras, Sorkin tendría que haber dejado que las imágenes hablen más que su verborrea. Y ya que me estoy quejando, añadiré que, cerca del final, hay una escena que brinda un innecesario toque sentimentaloide; entiendo que se quiso añadir un aspecto "emocional", pero esa escena se siente algo melosa y fuera de lugar.
Aún así, Apuesta Maestra se sigue con interés, ya que, como también ya mencioné, la historia contada es interesante, además de que hay muchos excelentes diálogos que destacan por su filo y precisión. Adicionalmente, el elenco entero hace un trabajo perfecto, empezando por Jessica Chastain, quien carga con toda la película sobre sus hombros con talento y carisma, y se encuentra bien respaldada por los brillantes desempeños de Idris Elba (como el abogado de la protagonista), Kevin Costner (como el padre de la protagonista) y Michael Cera (quien me sorprendió como el pedante y hasta perverso "Jugador X").
En conclusión, creo que Apuesta Maestra ofrece suficientes virtudes para hacerla merecedora de una recomendación. Aún así, creo que Sorkin debería delegar la dirección en otra persona en alguna futura ocasión, ya que se nota su dificultad para dejar que las imágenes hablen por sí solas, en lugar de hacer que prácticamente todo descanse sobre el guión. En otras palabras, una película buena, pero que podría haber sido sobresaliente en manos de otro director (por ejemplo, Martin Scorsese).
Suscribirse a:
Entradas (Atom)