domingo, 25 de febrero de 2018
La Forma del Agua (The Shape of Water, 2017)
Reseña: Es indudable que La Forma del Agua tiene muchos elementos positivos: los aspectos técnicos son sobresalientes; las actuaciones son perfectas; y la dirección de Guillermo del Toro es segura y precisa, manteniendo un buen flujo y un buen enfoque narrativo. Sin embargo, debo decir que La Forma del Agua no logró cautivarme en el plano emocional. Me pareció que se intentó demasiado hacerla "mágica", pero no logró tal cosa, por lo que, si bien la disfruté escena por escena, la percibí con una cierta frialdad y distancia, y eso es lo que la hizo poco memorable a fin de cuentas.
Además de eso, el guión de La Forma del Agua me pareció algo predecible y simplón. A fin de cuentas, la historia sigue más o menos el camino esperado, y algunas cosas están resueltas de manera demasiado conveniente e inverosímil (por ejemplo: ¿Tan fácil es sacar algo de un laboratorio de supuesta máxima seguridad?) Por su parte, algunos atisbos de comentario social se sienten insertados de manera demasiado evidente, en lugar de permitir que se integren de manera más natural al relato. Adicionalmente, el villano me pareció escrito de manera excesivamente superficial; afortunadamente, está interpretado por un gran actor como Michael Shannon, quien logra sacar el jugo a cualquier papel que interpreta, pero el personaje está escrito de manera demasiado caricaturesca, quedando como alguien que simplemente se regodea en su maldad, y sin el más mínimo atisbo de humanidad.
Pero bueno, como dije previamente, hay mucho por apreciar en La Forma del Agua, como las actuaciones del elenco entero. Sally Hawkins resulta sumamente expresiva en el personaje principal de Elisa, la trabajadora de limpieza del laboratorio que desarrolla una peculiar relación con el "activo" (una criatura marina guardada como el objeto más preciado), mientras que Richard Jenkins como su vecino y Octavia Spencer como su amiga del trabajo también resultan creíbles y entrañables en sus papeles. Aunque Shannon tenga el personaje escrito de manera más floja, es testimonio de su talento que haya logrado brindar una excelente actuación, y también merecen mención los injustamente ignorados trabajos de Michael Stuhlbarg y David Hewlett.
Entonces, La Forma del Agua es una buena película, pero no logré quedar "encantado" por ella, lo cual indudablemente era lo que pretendía del Toro. Para eso, quizás hubiera hecho falta un guión más profundo y menos arquetípico, además de un universo con un mejor balance entre lo fantástico y lo real, en lugar de quedarse en un terreno más convencional y, en algunas ocasiones, ligeramente empalagoso. Entonces, aunque no me desagradó La Forma del Agua, ni remotamente la considero merecedora de toda la hipérbole que recibió por parte de los críticos y los premios; personalmente, hubiera preferido que toda esa aclamación la hubiera recibido (por compararla con otra cinta del 2017) Wonderstruck, una película que genuinamente logra estimular los sentidos y la imaginación.
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