domingo, 18 de febrero de 2018
Suburbicon (2017)
Reseña: Tenía interés en ver Suburbicon, pero las críticas que recibió fueron tan lapidarias que casi me disuadieron de darle una oportunidad. Pero bueno, a pesar de todo, decidí darle una oportunidad, y debo decir que no entiendo por qué hubo tanto ensañamiento hacia esta película. Suburbicon dista mucho de ser perfecta, y no me pareció muy memorable a largo plazo, pero me pareció entretenida, además de ofrecer algunos giros inesperados que llevan a la trama en direcciones cada vez más retorcidas.
Ambientada en la década de los '50 o '60 (nunca se explicita en qué momento histórico transcurrre la trama, pero todo parece indicar que el relato está ambientado por esas épocas), Suburbicon retrata cómo la vida de una familia cambia completamente tras una violenta invasión a su hogar por parte de dos malhechores. Prefiero dejar mis referencias a la trama de la manera más somera y vaga posible, porque, como dije previamente, el guión (originalmente escrito por los Hermanos Coen en los '80, y "re-trabajado" por George Clooney -quien también dirigió la película- y su habitual colaborador Grant Heslov) logró tomarme por sorpresa en más de una ocasión, y siempre manteniendo un sano balance entre thriller y comedia negra.
Por su parte, las actuaciones me parecieron excelentes. Matt Damon hace un trabajo perfecto como un "hombre común" que eventualmente va desenmascarando facetas escondidas por debajo de su carcasa "normal"; Damon maneja todos esos niveles requeridos por su personaje con absoluta credibilidad, y creo que esta es una de sus mejores actuaciones. El niño Noah Jupe es una auténtica revelación, y, como siempre, Julianne Moore aporta su gran talento y sólida presencia en su rol.
Por el lado negativo, la principal queja que tengo contra Suburbicon es la sub-trama de una familia de color que se muda al barrio que se siente inconexa con el resto de la historia; todas las escenas relativas a los conflictos que enfrenta esa gente parecen sacadas de otra película, y rompen un poco el flujo del relato. Además, creo que el ritmo decae un poco en la parte media, pero afortunadamente, eso queda compensado cuando llegamos el enérgico último acto.
Más allá de mis quejas, Suburbicon me hizo pasar un buen rato, y aunque dudo que permanezca en mi memoria por mucho tiempo, ofrece suficientes virtudes para mantener el interés y ganar una moderada recomendación como una experiencia que logra simultáneamente satirizar y denunciar el "sueño americano", con apropiadas dosis de tensión e ingenio, sin olvidar los toques de humor que funcionan como sazonador y remate de los temas explorados.
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