lunes, 18 de diciembre de 2017
Star Wars: Los Últimos Jedi (Star Wars: Episode VIII - The Last Jedi, 2017)
Reseña: No soy fan de Star Wars. Por alguna razón, es un universo que no me atrae. Lamento decir que esa percepción no cambió para nada con Star Wars: Los Últimos Jedi; no digo que sea mala, pero me pareció excesivamente larga (durante su primera mitad, admito que me pareció medianamente llevadera, pero eventualmente, el tedio se apoderó, y ya quería que terminara de una vez por todas), carente de personajes interesantes y con una falta de emoción general.
Obviamente, Star Wars: Los Últimos Jedi está bien hecha. A estas alturas, no puede esperarse menos que eso de una mega-producción hollywoodense. Sin embargo, me costó establecer un lazo emocional con lo que ocurría en la pantalla. Todo me despertaba una insulsa indiferencia... excepto los toques de "humor", los cuales me irritaron bastante, además de sentirse completamente fuera de lugar. Los actores pasan desapercibidos, con la excepción de Adam Driver, quien es un actor tan bueno que, incluso en una película tan hueca como esta, logra dejar su impronta con un desempeño creíble, detallado y repleto de sutiles matices.
Ya sé que "de gustos, no hay nada escrito", pero me sorprende la soltura con la que actualmente muchos críticos de cine aplican el término "obra maestra", sobre todo ante una cinta como Star Wars: Los Últimos Jedi; es algo que genuinamente escapa a mi comprensión. Pero, bueno, más allá de eso, me cuesta expresar particular entusiasmo hacia Star Wars: Los Últimos Jedi. En lo que respecta a "óperas espaciales", prefiero (por un margen infinito) Guardianes de la Galaxia (Guardians of the Galaxy, 2014), una apoteótica conjunción de arte cinematográfico y entretenimiento pochoclero con un grado de corazón, humor y drama que Star Wars: Los Últimos Jedi no puede soñar con aproximarse siquiera.
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