miércoles, 22 de noviembre de 2017
Líbano (Lebanon, 2009)
Reseña: Líbano tomó un enfoque fascinante para retratar la guerra entre Israel y el Líbano allá por 1982. En lugar de presentarnos una visión épica de ese conflicto, nos muestra una faceta más íntima, enfocándose en unos pocos personajes que se encuentran dentro de un tanque de guerra. Sin embargo, eso no significa que la narrativa de la cinta se vea limitada; por el contrario, logra hacer muy certeros comentarios sobre la guerra, al mismo tiempo que podemos apreciar un apasionante relato que mantiene constante tensión y preocupación por el destino de los personajes, con quienes resulta muy fácil crear empatía.
El director Samuel Maoz logra una perfecta atmósfera de encierro y claustrofobia dentro de ese tanque de guerra, lo cual es parte esencial del gran efecto inmersivo que la cinta provoca en la audiencia. Los personajes se sienten sumamente humanos y creíbles, y los actores (entre los cuales se encuentra Itay Tiran, quien ya me había dejado muy buena impresión en la película Demon -2015-) hacen un trabajo brillante. Por último, no puedo dejar de mencionar el estilo crudo y realista con el cual Líbano fue realizado, el cual no tiene nada que ver con el artificio que solemos encontrar en el cine bélico hollywoodense, y hace que todo se sienta creíble y palpable.
En conclusión, Líbano es una excelente película, que maneja la narrativa y la tensión de manera tan precisa como certera. Además, fue refrescante finalmente encontrar una cinta bélica que logra mostrar las cosas desde un enfoque novedoso, menos grandilocuente de lo que estamos habituados a ver en este tipo de cine (y en mucho menos tiempo de lo usual, ya que dura solo 90 minutos, por lo que estamos ante una experiencia que va directo al grano, y que carece de todo relleno innecesario), y quizás por ello más intenso y devastador.
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