jueves, 16 de agosto de 2018
Aberdeen (2000)
Reseña: Enfocándose en un viaje que emprenden una joven mujer y su padre alcohólico (prefiero no revelar nada sobre el destino), Aberdeen logra mantenerse entretenida de principio a fin, aunque su guion tiene algunos problemas que me impidieron quedar completamente satisfecho con la experiencia. Aún así, creo que la cinta merece una mediana recomendación como un competente drama que sabe evitar la solemnidad con algunos saludables toques de humor, además de contar con una dirección sobria pero fluida de Hans Petter Moland.
El principal problema del guión es que incluye muchas cosas que se sienten forzadas, y nunca logran incorporarse naturalmente al flujo del relato. El ejemplo más claro de esto es una importante revelación que sucede cerca del final de Aberdeen, la cual debería haber sido devastadora, aunque no logra serlo por la manera inverosímil en la cual está insertada. En otras palabras, el guion comete el error de sacar demasiadas cosas "de la galera", en lugar de dejar que el relato se desarrolle a su propia manera. Además, el relato cae en algunos lugares comunes que ya están demasiado gastados, como por ejemplo: la hija que parece fría pero que, en realidad, adora su padre; el papá alcohólico que, a pesar de su vicio, tiene sinceros afectos en el fondo.
En cuanto al elenco, tengo opiniones encontradas. Por un lado, Stellan Skarsgård resulta excelente, como siempre, en el rol del padre; este es uno de esos intérpretes que siempre logran elevar las cintas en las cuales participan con su gran talento. Por otro lado, Lena Headey no me convenció por completo en el rol de la hija; su desempeño no es malo, pero se queda corto en varias escenas que requerían mayor impacto emocional. Por último, la genial Charlotte Rampling está desperdiciada en su excesivamente breve participación.
En conclusión, no me desagradó Aberdeen, y como dije previamente, me mantuvo entretenido. No obstante, podría haber llegado mucho más lejos con una mejor pulida de su guión y con una actriz más talentosa que Headey, por lo que la experiencia final no resultó muy memorable. Aún así, no me arrepiento haberla visto, y vale la pena darle una oportunidad principalmente por el trabajo de Skarsgård y porque nunca aburre.
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