domingo, 12 de agosto de 2018
Ritmo de un Sueño (Hustle & Flow, 2005)
Reseña: No se puede negar que la historia propiamente dicha de Ritmo de un Sueño es trillada: un proxeneta descubre que su auténtica vocación es ser un rapero y decide iniciarse en el mundo de la música. En ese sentido, la película no ofrece nada nuevo, ya que se han visto muchos relatos de redención de ese tipo. No obstante, a pesar de su escasa originalidad, Ritmo de un Sueño se sigue con interés gracias a la abundante personalidad y dinámico estilo del director Craig Brewer y la excelente actuación de Terrence Howard en el papel principal.
Para empezar, el espectador crea automática empatía con el personaje central a pesar de sus múltiples falencias. Eso se debe en parte a la multi-dimensional manera en la que está escrito, mostrándolo como una persona con buenas intenciones a pesar de sus errores; y en parte a la previamente mencionada estupenda actuación de Howard, quien habita su rol con desbordante carisma y absoluta credibilidad. Por su parte, Brewer conduce la experiencia con un atractivo estilo que nunca se interpone por encima de la narrativa, y brindándole a cada escena una crudeza que se siente muy palpable y permite mayor inmersión por parte de la audiencia en el universo de la cinta.
Por el lado negativo, Ritmo de un Sueño se torna un poco repetitiva en la parte media, con algunas escenas que muestran una y otra vez lo mismo, haciendo que la narrativa se empantane un poco y la experiencia se torne ocasionalmente cansada. Afortunadamente, eso se ve compensado en buena medida cuando llegamos al tercer acto, desencadenado por un evento inesperado que brinda renovado ímpetu y energía a la película, hasta culminar en un final satisfactorio.
En conclusión, a pesar de su poca originalidad y algunos ajustes que se podrían haber realizado a la edición, Ritmo de un Sueño logró mantener mi atención, y aunque no llegue a ser algo particularmente excepcional, puedo recomendarla como un competente drama sólidamente dirigido y muy bien actuado (además del desempeño de Howard, también son merecedores de mención los de Taraji P. Henson, Taryn Manning y Anthony Anderson). Y, como valor agregado, no puedo negar lo pegajosa que me resultó la canción "It's Hard Out There for a Pimp" (y tengan en cuenta que no soy gran fan del rap).
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