viernes, 31 de agosto de 2018
Margaret (2008)
Reseña: Es bien sabido el tortuoso camino que atravesó la película Margaret hasta finalmente ser estrenada. Debido a una combinación de problemas legales y enfrentamientos entre el director y guionista Kenneth Lonergan y los productores de la cinta, Margaret terminó recién teniendo lanzamiento comercial en el año 2011 (aunque, en la copia que yo vi, figura como una película del 2008). Adicionalmente, hay dos versiones de Margaret: una que dura dos horas y media (la que yo vi) y una extendida de más de tres horas. En fin... dejando todas esas cuestiones de lado, conviene mejor centrarse en la película misma, la cual es desconcertante, despareja e imperfecta... pero fascinante en muchos aspectos, además de contener algunos momentos increíblemente poderosos (como esa inolvidable secuencia final).
Margaret es una película que descoloca y que genuinamente logra interpelar al espectador. Reducirla a una mera sinopsis no hace completa justicia a la experiencia de ver una película tan audaz y extraña como esta, pero solo diré que todo se desencadena a raíz de un absurdo accidente desencadenado de manera tonta por la protagonista en el cual muere una mujer. Ese simple hecho termina teniendo connotaciones inesperadas, haciendo que la película abarque una gran variedad de temas y termine adquiriendo un aire simultáneamente épico (por la envergadura de todos los eventos que se van desencadenando) e íntimo (porque, a fin de cuentas, el foco central es el personaje cental, una chica joven cuya vida se ve súbitamente modificada).
Por el lado negativo, hay varios momentos en Margaret que se sienten irrelevantes, y que no parecen añadir nada significativo al relato. Sin embargo, admito que quizás esa sea una percepción errónea, y que yo no haya sabido reconocer todos los elementos que Lonergan incorporó a su ambicioso tapiz narrativo. Como sea, incluso con esas escenas que me parecieron innecesarias, Margaret logró mantenerme atento a lo largo de dos horas y medias debido al atrapante mundo y el complejo personaje central contruido por Lonergan.
Hablando del personaje central, es menester hacer mención del tremendo desempeño de Anna Paquin en ese rol; su capacidad de transmitir emociones es tan honesta y desgarradora que la audiencia puede fácilmente sentir la vorágine interna. que atraviesa. Sin embargo, no puedo expresarme tan efusivamente de todo el resto del elenco; algunos (Mark Ruffalo, Allison Janney) brindan trabajos tan sutiles como efectivos, pero otros (Jeannie Berlin, Jean Reno) se sienten algo afectados e irritantes.
Entonces, Margaret dista mucho de ser perfecta, y no puedo negar que la sentí caprichosa y auto-indulgente en más de una ocasión. Sin embargo, creo que es una película única, que no se parece a ninguna otra cosa que yo haya visto, y eso bastó para hacerla hipnótica en mi caso particular. Uno está tan acostumbrado a ver cintas genéricas y desechables que una cinta como Margaret es merecedora de aplauso por ofrecer algo diferente y seguir dando vueltas en la cabeza del espectador durante mucho tiempo, aún con sus fallas.
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