sábado, 9 de marzo de 2019
If Beale Street Could Talk (2018)
Reseña: A pesar de haber recibido abundante aclamación, la película Luz de Luna (Moonlight, 2016) no logró llamar mucho mi atención. Eso no significa que me haya parecido mala; simplemente... meh. Por ello, no tenía particulares expectativas antes de ver If Beale Street Could Talk, la siguiente película del director y guionista Barry Jenkins... aunque, en esta ocasión, debo decir que me terminé llevando una agradable sorpresa gracias a la rica profundidad del material y el lenguaje audiovisual empleado por Jenkins, más sobrio que el de Luz de Luna pero más efectivo por la manera en la que termina transmitiendo mucho con poco.
A grandes rasgos, la trama de If Beale Street Could Talk gira en torno a un hombre de color que es encarcelado por un grave delito que no cometió, por lo que su pareja, también de color, hará lo posible por demostrar su inocencia y sacarlo de prisión. Pero, en realidad, el guion de If Beale Street Could Talk (basado en una homónima novela de James Baldwin) abarca mucho más, y Jenkins supo hacerle justicia a dicha ambición, con una narrativa que balancea una amplia variedad de temas que se integran naturalmente a la trama, sin nunca hacer que uno se anteponga a otro. De esa manera, tenemos una historia de amor combinada con un drama familiar, al mismo tiempo que se examinan el racismo, la intolerancia y cómo algunas cosas lamnetablemente no han cambiado a pesar del paso del tiempo (If Beale Street Could Talk no transcurre en la época actual, pero no especifica en cuál). Sin embargo, esos puntos no son tocados en If Beale Street Could Talk con la empalagosa lacrimosidad de Historias Cruzadas (The Help, 2011) ni con las irritantes homilías de Green Book (2018), sino que están abordados de manera mucho más inteligente y sustanciosa.
Las actuaciones son otro punto fuerte de If Beale Street Could Talk. Stephan James y Kiki Layne conforman una excelente pareja protagónica, resultando igualmente creíbles en su desempeño individual y en la dinámica que ambos logran mutuamente, convenciéndonos del genuino amor que existe entre sus personajes. El elenco secundario también hace un perfecto trabajo (con la excepción de Ed Skrein, cuya breve pero relevante participación como un policía resulta demasiado sobre-actuada), destacando a Regina King, cuya total compenetración con su personaje y potente presencia la hacen hipnótica cada vez que aparece en escena.
Por el lado negativo, hay algunos puntos en la trama de If Beale Street Could Talk que no se sienten adecuadamente explicados; quizás ahí hubo una excesiva condensación del libreto original que hizo que algunas cosas se pasaran ligeramente por alto. De todas maneras, If Beale Street Could Talk supo conservar el "sabor" de una buena novela, ofreciendo un relato con múltiples niveles y texturas, traducido en imágenes de manera elegante y poética, y eso basta para recomendarla con absoluta confianza.
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