miércoles, 27 de marzo de 2019
Cafarnaúm (Capharnaüm, 2018)
Reseña: Cafaranúm fue una película muy aclamada en líneas generales (entre dicha aclamación, podemos encontrar su nominación al Oscar como Mejor Película Extranjera y el Premio del Jurado que ganó en el Festival de Cannes), pero, personalmente, me encuentro rotundamente en la vereda opuesta. Cafarnaúm me pareció una cinta odiosa y repudiable, que se regodea en la pobreza y las desdichas que sufren sus personajes para entregar "porno-miseria" de la peor calaña, repleta de burdos golpes bajos y un extremo nivel de manipulación emocional.
Cafarnaúm es una película que literalmente no da respiro en su acumulación de bajezas, las cuales la directora Nadine Labaki retrata con absoluto mal gusto, ignorando todo tipo de sutileza o, aunque sea, delicadeza. Ahí es donde se nota el regodeo previamente mencionada, retratando la pobreza tercermundista (en este caso, del Líbano) en un formato "for export" para camuflarse de película "importante" y "necesaria", cuando, en realidad, se trata de un esperpento que solo logró irritarme y hasta repugnarme. Ah, y entre menos diga de ese final tan cursi y meloso, mejor.
De todas maneras, a pesar del profundo odio que Cafarnaúm despertó en mí, reconozco que el niño Zain Al Rafeea (quien es un refugiado sirio en la vida real) brinda una excelente actuación en el personaje principal, doblemente meritoria por tratarse de su debut actoral. Su trabajo es tan bueno que me dio pena verlo dentro de esta bazofia, pero bueno... definitivamente es lo único que tengo para rescatar de este despropósito. Ojalá decida continuar con su carreta como intérprete, aunque deseo que sea en mejores proyectos.
Finalmente, tengo que aclarar que esta reseña se enfoca pura y exclusivamente en la película. De ninguna manera pretendo criticar ni burlarme de la pobreza y tristes situaciones que lamentablemente viven diariamente muchas personas en países como el Líbano. Simplemente, me pareció atroz la forma en la cual Cafarnaúm retrató eso, ofreciendo un festín de golpes bajos y sentimentalismo barato que se siente hasta como una falta de respeto a las personas que realmente viven hechos similares. Si quieren ver buen cine libanés, les recomiendo la excelente El Insulto (Qadiyya Raqm 23, 2017). Por su parte, lo único que recomiendo hacer con Cafarnáum es evitarla como la plaga.
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