domingo, 17 de marzo de 2019
The House That Jack Built (2018)
Reseña: A pesar de haber sido generalmente repudiada, debo decir que The House That Jack Built me pareció una macabremente divertida comedia negra que no solo logra despertar una abundante cantidad de torcidas risas, sino que también incluye fascinantes reflexiones sobre la naturaleza humana y el arte. Por eso, creo que esta cinta fue incomprendida por mucha gente, que quizás esperaba encontrarse con una película más "seria", en lugar de algo tan mordaz y gracioso (en serio, incluso hubo algunos momentos que me arrancaron carcajadas).
The House That Jack Built gira en torno a un asesino serial, y en particular, se enfoca en cinco "incidentes" de su vida criminal. A su vez, vamos descubriendo su compleja psicología y visiones sobre el mundo que comparte como relatos en off con un tal "Verge" (quien eventualmente aparecerá en escena) para pintar un cuadro multi-dimensional del epónimo Jack. Sin embargo, aunque The House That Jack Built sea una película con mucho humor, eso no significa que no carezca de abundante profundidad, así como también impactantes momentos de tensión y de crueldad que resultan doblemente contundentes por su contraste con los aspectos de comedia.
A pesar de ser un asesino sin piedad ni remordimiento, el personaje de Jack conserva una inherente humanidad que permite crear empatía con la audiencia a pesar de las atrocidades que comete. En ese punto, también ayuda mucho la extraordinaria actuación de Matt Dillon, quien sabe manejar a la perfección los múltiples tonos y matices que su personaje requiere, logrando componer un personaje hipnótico y memorable. El resto del elenco también hace un trabajo competente, pero es innegable que la película entera pertenece a Dillon, quien se muestra a la altura con un desempeño excepcional.
Por el lado negativo, la película podría haber tranquilamente terminado al finalizar el quinto incidente, pero, luego de eso, tenemos un epílogo que se siente innecesario, ya que no logra aportar nada sustancioso y añade unos quince minutos que realmente no hacían falta. Personalmente, creo que eso salió sobrando. Por lo demás, disfruté bastante The House That Jack Built, y prácticamente ni sentí su duración de poco más de dos horas y media. Además, creo que, de lo que he visto de su filmografía, esta es la película del director Lars von Trier más divertida, dejando a un lado la solemnidad y pretensión que han aquejado a algunas películas previas suyas (como Dogville -2003-).
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