martes, 7 de mayo de 2019
Un Hombre Serio (A Serious Man, 2009)
Reseña: Un Hombre Serio es una película constantemente enigmática. Ya de entrada, arranca con una extraña escena que logra ser simultáneamente tenebrosa y macabramente graciosa, la cual no estaría fuera de lugar en alguna cinta de terror. Esa escena parece inconexa con todo lo que viene después, aunque quizás podría explicar parcialmente los infortunios y las desdichas que experimenta el personaje central, un profesor de física llamado Larry Gopnik. Claro, Un Hombre Serio también asume que el espectador tiene bastante familiaridad con los ritos, las tradiciones y el folklore judíos, lo cual no es mi caso, y eso hizo que me sintiera un poco perdido ocasionalmente. De todas maneras, no deja de ser una experiencia atípica e interasante.
Un Hombre Serio es una película que está fuertemente abierta a lo que cada espectador terminará dilucidando de ella. Por eso, su impacto en cada persona será de manera muy subjetiva. Lo que sí se puede cuantificar de manera objetiva son los excelentes aspectos técnicos, desde la meticulosa puesta en escena de los Hermanos Coen hasta la espectacular cinematografía del genial Roger Deakins. Y tampoco puedo dejar de mencionar las brillantes actuaciones del elenco entero, empezando por Michael Stuhlbarg en el papel de Larry, quien carga con toda la película sobre sus hombros con absoluta credibilidad y desbordante carisma.
Como ha sucedido en otras películas de los Hermanos Coen, Un Hombre Serio es una tragicomedia, por lo que, si bien la vida del protagonista parece irse desmoronando cada vez más, también hay abundantes momentos que logran hacer reír. Además de ello, tenemos el profundo y detallado guion, el cual está muy bien armado y hace que la cinta logre una circularidad, incluso con ese ambiguo final, el cual me dejó satisfecho porque, sin apoyarse en algo concreto, tenemos abundante material para debatir y completar la película en nuestra propia cabeza.
En conclusión, no será una película para todos los gustos, principalmente porque decepcionará a aquellos espectadores en busca de un cine más lineal y complaciente. No obstante, en mi caso personal, Un Hombre Serio fue una experiencia desafiante y muy interesante, complementada por abundante talento tanto al frente como detrás de cámaras. Adicionalmente, también posee un valor didáctico, habiéndome instruido sobre algunos aspectos de la cultura judía e invitado a indagar sobre otros.
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