martes, 1 de mayo de 2018
El Honor de los Winslow (The Winslow Boy, 1999)
Reseña: Ambientada en Londres durante la década de 1910, El Honor de los Winslow cuenta la historia de un niño falsamente acusado de haber robado dinero de una orden postal en la academia militar donde estudiaba, y la ayuda que la familia le provee para demostrar su inocencia (lo cual termina llevando a un juicio). A base de esa premisa, El Honor de los Winslow reflexiona sobre varios interesantes temas, además de contar con el apoyo de sólidas actuaciones y una sobria puesta en escena que logra transportarnos a la época. Sin embargo, hay algunos elementos que impiden que la experiencia sea completamente satisfactoria.
El Honor de los Winslow está basada en una obra de teatro, y como tal, extensos diálogos constantes y transcurre mayoritariamente en interiores. Sin embargo, el director David Mamet evita en la mayor medida posible la teatralidad, apelando a un atractivo uso de la cámara que brinda ritmo y fluidez cinematográfica a la experiencia. No obstante, a pesar de eso, la cinta termina volviéndose algo "estática" en su parte media, lo cual la hace ocasionalmente cansada; personalmente, yo no culparía a Mamet por eso, sino a que el material quizás haya sido demasiado "teatral" para ser llevado a la pantalla. Adicionalmente, la resolución de la trama me pareció algo apresurada, cerrando todo de manera tan abrupta que algunos detalles quedan colgados en el aire.
Por el lado positivo, tenemos el buen desempeño del elenco entero. El finado Nigel Hawthorne se roba la película como el patriarca de la familia, brindando convicción y abundante presencia escénica. Jeremy Northam también hace un trabajo detallado y creíble como el abogado dispuesto a demostrar la inocencia del niño, mientras que Rebecca Pidgeon, Gemma Jones y Guy Edwards (este último interpreta al joven acusado, aunque, de manera paradójica, tiene relativamente pocas escenas) también logran destacar y redondean un ensamble actoral en donde no hay ningún eslabón débil.
Resumiendo, El Honor de los Winslow es una película bien actuada y bien dirigida, que cuenta una historia interesante y profunda. Por el otro lado, la inherente estructura teatral del relato me resultó algo monótona en más de una ocasión, y el final no me convenció mucho (desconozco si esta última falla fue arrastrada de la obra original, o si no se encontró una manera adecuada de traducirlo a cine). De todas maneras, ofrece suficientes virtudes para ser recomendada con confianza.
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