domingo, 13 de mayo de 2018
Im Juli (2000)
Reseña: Im Juli dista mucho de ser una gran película, pero su desbordante energía y su frenético ritmo lograron mantenerme muy entretenido de principio a fin. Es cierto que el guión es básico en muchos aspectos y que está repleto de inverosimilitudes, pero este relato de un joven alemán que emprende toda una travesía hacia Turquía para reencontrarse con la chica que lo volvió loco resulta gracioso y muy simpático.
El director Fatih Akin obtuvo mayor reconocimiento por dramas trágicos y solemnes como Contra la Pared (Gegen die Wan, 2004) o Al Otro Lado (Auf der Anderen Seite, 2007); sin embargo, dentro de su filmografía, también podemos encontrar comedias ligeras como Cocina del Alma (Soul Kitchen, 2009) o la presente Im Juli. Quizás las películas del primer grupo sean "mejores" desde un punto de vista más objetivo, además de reflejar mejor su talento como cineasta; no obstante, las del segundo grupo poseen una frescura y un desparpajo que, al menos en mi caso, las hace más atractivas, por no mencionar que resultan más entretenidas en el sentido convencional del término.
Moritz Bleibtreu aborda el personaje principal de Im Juli con carisma y convicción, y tiene perfecta química con Christiane Paul como una joven que se le une en su travesía. A lo largo del viaje, el protagonista irá encontrando muchas otras personas que dejan su huella en el relato, tanto por las peculiaridades que les brinda el guión como por el trabajo de los actores, destacando a Mehmet Kurtuluş como el enigmático Isa y Branka Katić como una joven ladrona.
En conclusión, Im Juli no es una película profunda ni mucho menos. Sin embargo, logró divertirme mucho, y creo que es ideal para simplemente relajarse y pasar un buen rato con un relato idílico en muchos puntos, pero que indudablemente tiene su encanto. En resumen, una película no siempre tiene que ser una obra de arte para disfrutarla y quedar satisfecho con ella.
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