martes, 6 de febrero de 2018

Most Beautiful Island (2017)

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Reseña: Lamento mucho que el final de Most Beautiful Island me haya decepcionado tanto, ya que, anteriormente, la película me estaba gustando mucho, y me estaba pareciendo una experiencia hipnótica y profunda, rebosante de comentario social y una perfecta atmósfera de agobio y opresión. Sin embargo, es una pena que el final de la cinta opaque muchos de sus considerables logros, por lo que el sabor final que queda es amargo y poco satisfactorio.

En el primer acto de Most Beautiful Island, conocemos a Luciana (magníficamente interpretada por Ana Asensio, quien también escribió y dirigió la película), una inmigrante española indocumentada que vive en Nueva York y trabaja de cualquier cosa para sobrevivir en el día a día, hasta que una amiga le propone la posibilidad de ir a trabajar a una "fiesta", por lo cual cobrará una importante suma de dinero. Esa introducción nos sumerge inmediatamente la desesperación de la protagonista, y el estilo semi-documental con el cual está filmada (el cual tiene algunos puntos en contacto con el cine de los hermanos Dardenne) hace sus experiencias doblemente creíbles y palpables.

En el segundo acto, Luciana llega a la "fiesta", y aquí no podré revelar mucho ya que tendría que decir "spoilers". Entonces, solo diré que, en su faceta de directora, Asensio logra asombrosos niveles de tensión y angustia en esta parte, contagiándonos la misma sensación fatalista que sufre Luciana de que algo horrible está a punto de suceder, y no se puede hacer nada por evitarlo. Asensio demuestra un gran talento para crispar los nervios del espectador, al mismo tiempo que sabe hábilmente jugar con sus expectativas.

Después de tantos halagos, lamento decir que ahora tengo que enfocarme en el desenlace. Most Beautiful Island es una película bastante corta (dura apenas 80 minutos, con créditos incluidos), y creo que se hubiera beneficiado mucho con 20 o 30 minutos adicionales que le hubieran brindado un cierre más contundente y redondo a la experiencia, que hubiera estado a la altura de todo lo que Asensio había logrado construir previamente de manera experta. El final de Most Beautiful Island no se siente como tal, sino como un truncamiento, y opaca los logros previos, ya que hace que, en retrospectiva, todo lo que vimos quede en un nivel intrascendente y meramente anecdótico.

Como dije al principio de la reseña, la sensación final que me dejó Most Beautiful Island fue de profunda decepción, ya que la película iba encaminada a ser algo realmente memorable, hasta que su final saboteó la experiencia en gran medida. Es una lástima que me cueste recomendar Most Beautiful Island con particular entusiasmo, debido a todos los elementos sobresalientes que tiene para ofrecer, y lo poco con lo que arruinó tales virtudes.

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