miércoles, 31 de octubre de 2018
Nace una Estrella (A Star is Born, 2018)
Reseña: Nace una Estrella cuenta una historia antigua (ya se había llevado a cine en otras tres ocasiones) de ascenso a la fama, por lo que, en términos puramente narrativos, no innova. Sin embargo, es una experiencia entretenida, conducida por dos actuaciones potentes y carismáticas en los roles principales, además de contar con una producción vistosa y pulida. En pocas palabras, no me pareció algo extraordinario, pero indudablemente es una cinta que se disfruta.
La principal carta fuerte de esta nueva versión de Nace una Estrella es el dúo protagónico. Francamente nunca había tragado a Bradley Cooper (quien también hace su debut como director en esta película) como actor; siempre me pareció un intérprete tan afectado como irritante. Sin embargo, por fin logra algo interesante en esta ocasión, logrando genuinamente componer a un músico que se encuentra en constante lucha con su adicción al alcohol, además de generar empatía con su trabajo. En cuanto a Lady Gaga, nunca fui gran seguidor de su carrera musical, pero indudablemente posee gran carisma y presencia, sobre todo durante esa maravillosa escena final, que culmina la experiencia en una poderosa nota emocional. Adicionalmente, el elenco secundario también es merecedor de mención, destacando particularmente el excepcional trabajo de Sam Elliott.
Por el lado negativo, Nace una Estrella podría haberse acortado un poco. Con una duración de dos horas y cuarto, la cinta pierde un poco de enfoque en su parte media, y se podrían haber hecho ajustes para lograr una experiencia más concisa. A pesar de eso y de su escasa originalidad, Nace una Estrella me mantuvo entretenido, además de que tiene momentos que indudablemente se aprecian más en una pantalla de cine, así que la recomiendo con confianza.
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