jueves, 31 de mayo de 2018
Gigante (2009)
Reseña: La trama propiamente dicha de Gigante es mínima: Jara, un guardia de seguridad de un supermercado, desarrolla una obsesión con una empleada de limpieza del mismo lugar, a quien termina siguiendo a todas partes para espiarla. Sin embargo, por debajo de esa superficie engañosamente simple, se encuentran varios niveles de subtexto que despiertan el interés del espectador, hasta culminar en un final tan sutil como satisfactorio.
Al ser una película enfocada en un personaje que observa (en ese aspecto, me recordó un poco a la cinta Policía, Adjetivo -Polițist, Adjectiv, 2009-) tiene relativamente pocos diálogos, por lo que el director y guionista Adrián Biniez se apoya plenamente en las imágenes para impulsar la narrativa, lo cual está logrado a través de un estilo visual austero, pero no por ello exento de personalidad. Por debajo de la aparente sencillez, se pueden percibir detalles de puesta en escena que enriquecen la experiencia y contribuyen a crear atmósfera y compenetrarnos con la vida del personaje principal.
Al ser una cinta sin una gran cantidad de diálogos (como dije previamente), Gigante no se detiene a dar explicaciones, y por lo tanto, su guión está abierto a múltiples lecturas: ¿Qué es lo que realmente lo impulsa a Jara a espiar a la chica? ¿Realmente desarrolló un amor a primera vista con ella, o espiarla y seguirla a todos los lados funcionan como excusa para inyectar un poco de emoción voyeurística a su monótona y rutinaria vida? También me pareció interesante que, como espectadores, sepamos sobre ella exactamente lo mismo que Jara, lo cual nos contagia la intriga que él experimenta al espiar a la joven.
Horacio Camandule brinda una sólida actuación el rol protagónico de Gigante, ya que logra componer a su personaje de manera creíble y natural, al mismo tiempo que posee el carisma suficiente para establecer empatía con la audiencia. Por el lado negativo, algunos actores secundarios se sienten un poco rígidos, y hay unos pocos momentos que resultan ligeramente redundantes. Por lo demás, Gigante me pareció una experiencia bastante agradable, que, sin llegar a ser una gran película, logra entretener y contar una historia que parece chiquita, pero que ofrece más profundidad de lo que parece a simple vista, e incluso deja pensando en algunos aspectos.
miércoles, 30 de mayo de 2018
The Dark Valley (Das Finstere Tal, 2014)
Reseña: Aunque muchos lo consideren un género muerto, ha habido varios westerns en lo que va del siglo que me gustaron (como Hostiles -2017-, Los Siete Magníficos -The Magnificent Seven, 2016-, Bone Tomahawk -2015-, Django sin Cadenas -Django Unchained, 2012- o Temple de Acero -True Grit, 2011-). Creo que lo que más me atrajo de esas películas fue su clasicismo, así como también su manera directa de contar relatos de héroes contra villanos, sin olvidarse de ofrecer ciertas dosis de profundidad narrativa y emocional. Por eso, tenía buenas expectativas antes de ver The Dark Valley, ya que además tenía el valor agregado de tener una procedencia inusual para un western (esta cinta es una co-producción austríaco-alemana). Lamentablemente, el resultado final fue bastante decepcionante, ya que me pareció una experiencia tediosa y carente del más mínimo interés.
El principal problema de The Dark Valley es su guión, el cual es tan obvio y predecible cuya trama se adivina durante los primeros diez minutos. Sin embargo, la cinta da vueltas y vueltas con un ritmo innecesariamente lánguido para llegar a donde ya se había adivinado desde los primeros minutos, estirando la duración hasta casi dos horas que se sienten interminables. Adicionalmente, The Dark Valley es una de esas películas que que recaen en una narración excesiva, cuyo fin es meramente explicativo. No estoy en contra de la narración por sí misma, siempre y cuando esté utilizada como un complemento de las imágenes, en lugar de funcionar como sustituto, como en este caso.
En cuanto a los personajes de The Dark Valley, entre menos se diga, mejor. El protagonista es un cero a la izquierda, y no genera la más mínima empatía con el espectador; además, el actor Sam Riley carece de carisma y presencia, y le queda demasiado grande cargar con una película sobre sus hombros. Los villanos son risibles, y están escritos de manera tan superficial que son prácticamente intercambiables entre sí. El final de la cinta es tan predecible como el resto de la experiencia (además de incluir uno de los "deus ex machina" más forzados que he visto en mucho tiempo), aunque fue un verdadero alivio llegar a la que terminó siendo mi parte favorita: los benditos créditos finales.
En conclusión, The Dark Valley me pareció lisa y llanamente una mala película. El guión es tan básico que parece escrito a las apuradas; todos los personajes generan indiferencia; la dirección de Andreas Prochaska es impersonal; y, lo peor de todo, la experiencia me pareció insoportablemente aburrida (en más de una ocasión, tuve que esforzarme para que no se me cerraran los ojos). En lugar de perder el tiempo con este bodrio, los demás westerns que mencioné en el primer párrafo de esta reseña me parecen opciones infinitamente más recomendables; todos ellos le rindieron homenaje al género, y, al mismo tiempo, supieron actualizarlo para audiencias modernas.
lunes, 28 de mayo de 2018
Noches Mágicas de Radio (A Prairie Home Companion, 2006)
Reseña: Al igual que otras películas dirigidas por Robert Altman, Noches Mágicas de Radio no está interesada en contar una historia propiamente dicha, sino que retrata la última emisión de un programa de radio antes de la demolición del teatro en donde se graba (en realidad, es un espectáculo bastante inusual, que fusiona lo radial con lo teatral). El resultado es una película agradable y hasta ocasionalmente emotiva, pero que se torna un poco cansada en algunos momentos.
Noches Mágicas de Radio sigue al amplio número de personajes que forman parte del programa de radio, retratando sus interacciones de manera tan natural que se puede palpar inmediatamente la longeva relación entre ellos, así como también el profundo lazo que han desarrollado con el programa y la nostalgia que sienten ante su inminente fin. Por el lado negativo, creo que hay demasiado tiempo dedicado a los números musicales, lo cual empantanan un poco el ritmo de la película en más de una ocasión, y terminaron generando algunos momentos ligeramente aburridos. Adicionalmente, no tragué la presencia del del ángel interpretado por Virginia Madsen; la actriz hace un buen trabajo, pero el personaje le brinda un toque espiritual a la cinta que desentona con todo lo demás.
Por lo demás, lo que más se puede apreciar de Noches Mágicas de Radio es la simultáneamente firme y espontánea dirección de Altman (quien falleció poco después del estreno de esta película), así como también las actuaciones del elenco entero, destacando a Kevin Kline como un detective que brinda abundantes momentos de humor pero con un genuino centro humano que hace a su personaje entrañable; Tommy Lee Jones en uno de esos roles de gruñón con cara de pocos amigos que tan bien le sientan; y John C. Reilly y Woody Harrelson, quienes forman un hilarante dueto en el programa radial. Incluso Lindsay Lohan me dejó una buena impresión con su trabajo en esta película; lástima que haya arruinado su carrera con los errores que cometió en su vida privada.
Entonces, Noches Mágicas de Radio es una película que resulta amena y nostálgica al mismo tiempo, aunque no le hubiera venido mal una edición más estricta, así como también eliminar por completo ese irritante personaje del ángel. Entiendo que su ausencia de una narrativa concreta ahuyentará a muchos espectadores, pero creo que Noches Mágicas de Radio tiene recompensas para ofrecer a quienes estén dispuestos a dejarse llevar por ella, además de que su tono elegíaco adquiere una dimensión adicional cuando se considera que esta película terminó representando la despedida de Altman.
Il Divo (2008)
Reseña: Il Divo es la biografía de Giulio Andreotti, quien fue Primer Ministro de Italia en siete ocasiones, además de haber sido procesado por su vinculación con la Cosa Nostra. A diferencia de las típicas "biopics", Il Divo no retrata la vida entera de Andreotti, sino que se enfoca en él a principios de los '90, además de contar con el extravagante estilo característico del director Paolo Sorrentino. El resultado final dista de ser perfecto, pero ofrece suficientes cosas valiosas para merecer la atención del espectador.
El principal problema que enfrenté con Il Divo es que es necesario estar familiarizado con muchos aspectos de la Historia italiana para poder realmente apreciar la función de todos los personajes, así como también la totalidad de la trama. Yo no lo estoy, y por esa razón, me sentí perdido en más de una ocasión. Creo que la cinta debería haber sido más accesible para el público general en ese aspecto. Además, el final de la película me pareció truncado; creo que fue extraño terminar la cinta ahí, ya que la hace sentirse vagamente incompleta.
A pesar de esas quejas, hay mucho que apreciar en Il Divo. La dirección de Sorrentino no solo es atractiva visualmente, sino que también permite que la cinta fluya naturalmente de principio a fin, por lo que no queda el más mínimo lugar para el aburrimiento, y la experiencia transcurre con naturalidad y dinamismo. Por su parte, la actuación de Toni Servillo como Andreotti es extraordinaria, aportando total credibilidad y una hipnótica presencia, además de componer a su personaje de manera simultáneamente detallada y orgánica.
Tan solo por ofrecer algo diferente a las típicas "biopics", Il Divo merece una recomendación. Es una película sólidamente dirigida y magistralmente actuada, aunque resiento un poco la confusión que me despertó en el aspecto narrativo (de todas maneras, parte de eso es culpa de mi ignorancia). Aún así, indudablemente me pareció una buena película, realizada con talento al frente y detrás de cámaras, por lo que la balanza cae del lado positivo.
domingo, 27 de mayo de 2018
Thoroughbreds (2017)
Reseña: Thoroughbreds representa el debut como director de Cory Finley (un reconocido dramaturgo), quien muestra destreza para crear un clima de tensión y opresión, haciéndonos sentir con facilidad los dilemas y las presiones que deben enfrentar los personajes principales. Adicionalmente, también demuestra personalidad como cineasta, dotando a las escenas de un sabor muy particular, pero sin por ello dejar que el estilo asfixie la sustancia. Sin embargo, su trabajo como guionista me pareció un poco flojo en algunos aspectos, y eso fue lo que me impidió quedar completamente satisfecho con esta película, a pesar de sus numerosos atributos.
Además de la dirección de Finley, otro punto fuerte de Thoroughbreds son las excelentes actuaciones de Olivia Cooke y Anya Taylor-Joy en los papeles protagónicos. Los roles de ambas enfrentan una considerable evolución a medida que transcurre la cinta, además de ir revelando divergentes facetas, y me complace decir que ambas lograron enfrentar tales desafíos con un notable resultado. El resto del reducido elenco también hace un buen trabajo, y particularmente quiero hacer mención a la presencia del malogrado Anton Yelchin, quien lamentablemente ofreció su última actuación en esta cinta.
En cuanto al guión... aquí es donde empiezan los problemas. Finley supo establecer el conflicto de manera bastante eficiente, cocinándolo poco a poco y manteniendo al espectador con la intriga de no saber bien para dónde apunta el asunto. Sin embargo, después de un rato, descubrimos que la ruta que sigue la trama es demasiado simple, hasta llegar a un final bastante predecible. En otras palabras, creo que Thoroughbreds es más interesante por la manera en la que presenta su guión que por su guión propiamente dicho, aunque incluye personajes complejos e interesantes y algunos excelentes diálogos.
Entonces, Throughbreds es una película con muchas cosas admirables, aunque falla parcialmente en el guión, lo cual redujo mi entusiasmo por ella, y hace a la experiencia menos satisfactoria de lo que debería haber sido con todas lo bueno que la cinta tiene para ofrecer. Aún así, estaré esperando con interés las películas futuras de Finley; es innegable que posee talento y visión como director, y ojalá que, en sus próximas cintas, trabaje con guiones que estén a la altura de ambas cosas.
La Fiesta de la Vida (Le Sens de la Fête, 2017)
Reseña: Los co-directores Olivier Nakache y Eric Toledano obtuvieron éxito mundial con la película Amigos Intocables (Intouchables, 2011), la cual casi todo el mundo adoró, aunque yo no lo tragué por su empalagoso sentimentalismo, forzado humor y pedestre guión. Su más reciente película, La Fiesta de la Vida (uf... otro más para la colección de títulos horrendos asignados en Argentina), tampoco es la gran cosa, pero me pareció una pasable comedia sin grandes pretensiones, que se olvida al instante, pero que, al menos, hace pasar un rato agradable.
El guión de La Fiesta de la Vida es tan sencillo (los contratiempos que enfrenta un grupo de personas que organiza una fiesta de casamiento en un castillo) que prácticamente se escribe solo; los personajes caen generalmente en estereotipos; y la dirección no muestra mucha personalidad. Aún así, La Fiesta de la Vida entretiene moderadamante durante casi dos horas, y se ve muy beneficiada por la presencia del excelente actor Jean-Pierre Bacri en el papel protagónico, brindando presencia y convicción que elevan a la cinta.
Realmente, no hay mucho más para decir. La Fiesta de la Vida es una comedia mediana y olvidable, pero, al menos, se deja ver y no me arrepiento de haber invertido mi tiempo en ella. Creo que eso es suficiente para hacerla merecedora de una tibia recomendación para alguna perezosa tarde de fin de semana, o si no hay ninguna mejor opción para ver.
Elefante (Elephant, 2003)
Reseña: Elefante retrata la dinámica cotidiana en un colegio, hasta que se ve súbitamente interrumpida por una tragedia. El resultado es una película realizada con genuina visión artística por parte del director Gus Van Sant, además de ofrecer algunos comentarios interesantes que admiten distintas interpretaciones según el punto de vista de cada espectador. Por el otro lado, la experiencia completa me pareció incompleta, algo redundante (incluso con una duración de apenas ochenta minutos) y no muy satisfactoria.
Lo que me pareció más interesante de Elefante es la manera mediante la cual Van Sant nos hace "voyeurs" del trajinar diario de la escuela y sus estudiantes, retratando todo con absoluta naturalidad y realismo. También está bien retratado cómo esa mundanidad y esa rutina pueden verse interrumpidas de la manera más cruel e inesperada, mostrando un adecuado contraste entre ambos aspectos.
Por el lado negativo, me resultó difícil establecer el más mínimo lazo de empatía con ninguno de los personajes. Entiendo que, en su faceta de guionista, Van Sant quiso mantener un punto de vista objetivo y distante, mostrando cómo, cuando ocurre una tragedia, las víctimas terminan pareciendo anónimas. Sin embargo, los personajes no están ni remotamente definidos, ni llegamos a conocer mucho sobre ellos, por lo que termina resultando muy difícil crear un lazo emocional hacia lo que se ve en la pantalla. Además, las largas escenas que muestran a los personajes caminando por la escuela se tornan un poco excesivas; entiendo la atmósfera que Van Sant quiso generar (la cual me pareció lograda), pero le resta empuje a la cinta ver tanto tiempo lo mismo.
En conclusión, Elefante es una de esas películas cuyas intenciones son superiores al resultado. Fue realizada con talento y sensibilidad artística, pero el guión no se siente lo suficientemente trabajado, y la experiencia completa termina dejando sabor a poco. Creo que, de todas maneras, es una cinta que asume riesgos, y aunque no haya tenido éxito total, merece el apoyo de los cinéfilos que deseen ver una película que se atrevió a tomar un camino difícil, aunque no haya resultado muy satisfactoria.
El Hombre que Podía Recordar sus Vidas Pasadas (Loong Boonmee Raleuk Chat, 2010)
Reseña: El año pasado, empecé a ver la película Sud Pralad (2004) con expectativas neutras, y me terminé encontrando con una de las experiencias cinematográficas más deslumbrantes, estimulantes e inolvidables que he tenido el gusto de apreciar. Por eso, mis expectativas antes de ver El Hombre que Podía Recordar sus Vidas Pasadas, también dirigida por Apichatpong Weerasethakul, eran inmensas, y aunque la pondría muy por debajo de Sud Pralad, me pareció una experiencia inusual y generalmente atrapante... aunque definitivamente no será para todos los gustos.
Al igual que Sud Pralad, El Hombre que Podía Recordar sus Vidas Pasadas no puede ser fácilmente sintetizada en una sinopis, sino que es una de esas cintas que son diseñadas como experiencias oníricas que el espectador tiene que experimentar para descubrir qué es lo que realmente tienen para ofrecer. No obstante, a diferencia de Sud Pralad, creo que el ritmo de El Hombre que Podía Recordar sus Vidas Pasadas es irregular, con algunos pasajes fascinantes, mientras que hubo otros que pusieron a prueba mi paciencia. Pero bueno, creo que la cinta ofrece suficientes momentos hipnóticos para hacer que valga la pena sobrellevar los ocasionales instantes de tedio.
Los aspectos técnicos de El Hombre que Podía Recordar sus Vidas Pasadas son impresionantes, y combinados con la dirección de Weerasthekul y su habilidad para crear atmósfera, nos transportan a la jungla tailandesa desde la primera escena, hasta llegar a un final que es aún más enigmático e inescrutable que el resto de la cinta. Al igual que Sud Pralad, El Hombre que Podía Recordar sus Vidas Pasadas no está interesada en darnos explicaciones ni en presentarnos una historia convencional atada con moño y servida en bandeja, sino que nos permite completar el significado de lo que vimos en la pantalla adentro de nuestras cabezas.
Para bien o para mal, Sud Pralad generó un impacto tan grande en mí que no podré ver las demás películas de Weerasethakul sin compararlas contra ese elevado estándar. Entonces, aunque El Hombre que Podía Recordar sus Vidas Pasadas ni se aproxime a la altura de esa obra maestra, creo que tiene mucho para ofrecer a los espectadores que estén dispuestos a enfrentase a una experiencia única que permite vivir sensaciones que no se encuentran habitualmente en el cine. Además, esta es una de esas películas que crecen en el recuerdo y a medida que se las examina en retrospectiva, lo cual es muy meritorio cuando se ven tantas películas que resultan inmediatamente olvidables.
La Secretaria (Secretary, 2002)
Reseña: Ciertamente deja un buen sabor encontrar una película distinta e inusual en un género que es habitualmente tan trillado como la comedia romántica. Tal es el caso de La Secretaria, y, aunque diste mucho de ser perfecta, eso es lo que la hace merecedora de atención, además de contar con excelentes actuaciones y la competente dirección de Steven Shainberg, quien sabe fusionar diversos tonos de manera armoniosa y satisfactoria.
Si bien utilicé el calificativo "comedia romántica" en el previo párrafo, hay que aclarar que, aunque se puede encasillar a La Secretaria dentro de ese género, está muy lejos de las cintas cursis y sentimentaloides que solemos encontrar en él. La trama se enfoca en una joven con problemas mentales recién salida de un neuropsiquiátrico, que empieza a trabajar como secretaria de un abogado con gustos sexuales muy particulares, y con quien termina forjando una extraña relación. Entonces, empleando humor negro y contenido dramático profundo y con múltiples connotaciones psicológicas, La Secretaria retrata el gradual nacimiento de un romance entre dos personas que están muy lejos de encajar en parámetros convencionales, aunque eso no significa que sus sentimientos sean menos sinceros.
Maggie Gyllenhaal brinda una brillante actuación como la epónima secretaria, transmitiendo sus disfunciones mentales sin nunca caricaturizarla y manteniendo su humanidad. Por su parte, James Spader también brinda un muy buen trabajo como el abogado, aportando credibilidad y carisma, así como también transmitiendo de manera creíble los sentimientos que eventualmente va desarrollando por su secretaria.
Por el lado negativo, el guión tropieza ocasionalmente durante el tercer acto, llevando la trama a ciertos terrenos exagerados que se sienten fuera de lugar, y que desentonan con la naturalidad que el resto de la película mantiene. A pesar de eso, La Secretaria me pareció una película audaz e interesante, que aporta originalidad en un género que rara vez la ofrece. Por mi parte, la recomiendo sin titubear, aunque algunas personas quizás se sientan incomodadas por los inusuales gustos sexuales de los protagonistas.
Lady Macbeth (2016)
Reseña: Ante todo, hay que aclarar que Lady Macbeth no está basada en la clásica obra teatral Macbeth, de William Shakespeare, sino que está adaptada del cuento corto ruso Lady Macbeth of the Mtsenk District, del autor Nikolai Leskov (aunque la película traslada la acción a Inglaterra). Pero, bueno, independientemente de su origen, Lady Macbeth es una película interesante, bien dirigida y soberbiamente actuada, que indudablemente merece recomendación.
A diferencia de otras película británicas de época, repletas de fastuosos decorados y vestuarios, Lady Macbeth mantiene sobriedad y un bajo perfil. Esa decisión del director William Oldroyd me pareció muy acertada, ya que, en base a ella, logró crear una apropiada atmósfera de agobio, así como también mantener una cierta frialdad que hace más perturbadores los momentos más crueles del relato. Dicha frialdad no significa que Lady Macbeth sea una película insulsa ni mucho menos; por el contrario, por debajo de ella, se encuentra una amplia variedad de intensas emociones que no están presentadas de manera explícita, sino que se manifiestan naturalmente.
El personaje principal de Lady Macbeth, Katherine, me pareció fascinante, ya que no está presentada de manera estereotipada ni con fáciles etiquetas. Ella no está pintada como un monstruo, sino como una compleja mujer que está dispuesta a todo y no tiene escrúpulos, aunque no por ello, pierde su humanidad. En ese punto, ayuda mucho la fantástica actuación de Florence Pugh, quien posee una fuerte presencia, así como también facilidad para transmitir mucho por debajo de su aparentemente impasible actitud. Los demás actores son también merecedores de aplauso, y todos forman un ensamble actoral excepcional.
En manos menos talentosas, Lady Macbeth quizás se hubiera sentido demasiado teatral; pero la firme dirección de Oldroyd le brinda dinamismo visual de principio a fin, además de un sutil pero eficaz manejo del lenguaje cinematográfico y un sólido dominio de la atmósfera y la tensión, ahuyentando todo rastro de monotonía y estatismo. En resumen, una experiencia muy interesante, además de representar un buen debut cinematográfico para Oldroyd (quien ya tiene una prolífica carrera dirigiendo teatro y ópera), cuyas futuras cintas estaré esperando con interés.
How I Ended This Summer (Kak ya Provel Etim Letom, 2010)
Reseña: El director Alexey Popogrebski no me había dejado una buena impresión con su cinta Caminos a Koktebel (Koktebel, 2003), la cual me pareció hueca y tediosa a pesar de darse ínfulas de "profunda" y "artística". Por eso, tenía expectativas bastante bajas antes de ver How I Ended This Summer, película que este cineasta realizó siete años después que aquella. Sin embargo, creo que, en esta ocasión, el resultado ofrece más virtudes que Caminos a Koktebel, aunque la experiencia completa no me haya parecido del todo satisfactoria.
Lo que más me gustó de How I Ended This Summer fue la atmósfera lograda por Popogrebski. Esta cinta transcurre en una isla helada ubicada en el Oceáno Ártico, y se enfoca en dos hombres que trabajan en una estación meteorológica ubicada allí. La sensación de frío y desolación está bastante bien lograda, y nos hace partícipes más íntimos de las experiencias que viven ambos personajes. Además, How I Ended This Summer es una cinta con relativamente pocos diálogos, y Popogrebski muestra habilidad para dejar que las imágenes hablen por sí solas.
No obstante, a pesar de esas virtudes, tengo algunos reparos importantes, sobre todo en lo que respecta al guión. Llegado un punto en la cinta, uno de los personajes (el más joven) tiene que comunicarle al otro una noticia de suma gravedad, pero, por alguna razón, no lo hace. El problema es que esa decisión se siente inverosímil, y desata una cadena de eventos que se termina tornando cada vez menos creíble. En otras palabras, el conflicto que forma el nudo del guión no está presentado de manera creíble, y eso hizo que se me complicara bastante aceptar los eventos que eventualmente se desencadenan. Además, los personajes no están bien desarrollados; no sabemos prácticamente nada sobre ellos, por lo que cuesta establecer una genuina empatía (adicionalmente, la actuación de Grigoriy Dobrygin como el trabajador más joven me pareció bastante mala).
A pesar de todas mis quejas, me inclino a darle una moderada recomendación a How I Ended This Summer, principalmente por atreverse a ofrecer algo diferente, aunque haya tenido exito solo parcial en ese aspecto. Además, es agradable encontrar una película auténticamente impredecible cuando se está acostumbrado a ver tantas cintas que siguen un camino genérico y trillado. En cuanto a Popogrebski, creo que supo implementar mejor su lánguido estilo en How I Ended This Summer, y estaré más receptivo a ver otras películas suyas, aunque sería preferible que trabajara con guiones mejor pulidos.
sábado, 26 de mayo de 2018
Fragmentos de Abril (Pieces of April, 2003)
Reseña: Fragmentos de Abril no cuenta una trama muy original: ¿Cuántas películas se han hecho sobre los lazos entre familias disfuncionales? En ese aspecto, esta no es una cinta que innove. No obstante, logra ser una experiencia simpática y entretenida, con buenas actuaciones y un balance armonioso entre comedia y drama.
Con una duración de apenas ochenta minutos (incluyendo créditos), Fragmentos de Abril es una película destilada en sus componentes básicos, sin nada de relleno ni vueltas innecesarias. En ese sentido, aplaudo el preciso enfoque que el director y guionista Peter Hedges logró mantener de principio a fin. También me gustó su hábil manera de combinar humor y contenido dramático, haciendo que ambos coexistan al mismo tiempo, por lo que una escena que inicialmente parecía triste concluya de manera humorística, o viceversa.
Por su parte, los actores hacen un muy buen trabajo en sus roles. Katie Holmes encara el rol de April con convicción, aunque queda un poco opacada por los demás miembros del reparto, en donde podemos encontrar algunos geniales actores como Oliver Platt y Patricia Clarkson, quienes siempre logran elevar los proyectos en los que participan con su sola presencia. También merecen mención Derek Luke, Alison Pill, John Gallagher Jr. y Alice Drummond, cada uno aportando lo suyo con la credibilidad que proyectan en sus roles. En pocas palabras, un ensamble actoral redondo sin un solo eslabón débil.
Por el lado negativo, hay algunos momentos en Fragmentos de Abril que parecen esforzarse demasiado en parecer "excéntricos", por lo que no logran integrarse de manera fluida a la narrativa (por ejemplo, las escenas que April comparte con su vecino afeminado, interpretado por Sean Hayes). A pesar de eso y de su escasa originalidad, Fragmentos de Abril es una experiencia amena, que no es una gran película ni mucho menos, pero que resulta apropiada para pasar un rato cálido y agradable.
viernes, 25 de mayo de 2018
Lo que Perdimos en el Camino (Things We Lost in the Fire, 2007)
Reseña: No soy fan de la directora danesa Susanne Bier. Las películas que había visto de esta aclamada cineasta (Corazones Abiertos -Elsker dig for Evigt, 2002- y Despúes del Casamiento -Efter Brylluppet, 2007-) me parecieron dramones excesivamente sentimentales que caían en la manipulación y el golpe bajo. Por eso, mis expectativas antes de ver Lo que Perdimos en el Camino (la cual representó su primera incursión en el cine de Hollywood) eran muy bajas. Sin embargo, esta cinta resultó mejor de lo que esperaba, ya que, a diferencia de las otras películas de Bier que había visto, resultó un drama sobrio, enfocado en desarrollar a los personajes y cultivar naturalmente sus vínculos, en lugar de querernos hacer llorar a toda costa. Creo que esa moderación emocional es la principal virtud de Lo que Perdimos en el Camino... aunque, paradójicamente, también termina resultando su principal defecto.
Por un lado, genuinamente aprecié que Lo que Perdimos en el Camino enfrentara con recato y discreción una trama con un fuerte contenido dramático (una mujer con dos hijos enfrenta el trágico fallecimiento de su marido, y entabla una cercana relación con el mejor amigo de él, quien hace su mejor esfuerzo por superar su adicción a las drogas). Por el otro lado, debo decir que esta cinta no logró generarme un gran efecto emocional; de hecho, hay algunas escenas cerca del final que deberían haber sido devastadoras, pero que, sin embargo, no me hicieron sentir nada. En otras palabras, creo que lo que faltó en está ocasión fue el impacto dramático necesario para hacer que la cinta resultara auténticamente memorable (y, ya que me estoy quejando, también podrían haberse acortado un poco algunos momentos del último acto que se sienten algo redundantes).
Aún así, Lo que Perdimos en el Camino logró mantener mi atención de principio a fin, tanto por la calma dirección de Bier, quien nos va haciendo partícipes de la trama con elegancia y buen ojo para los detalles, como por la habilidad del guión para construir personajes complejos enfrentando momentos difíciles que los ponen a prueba en muchas ocasiones. Adicionalmente, no puedo dejar de mencionar las sólidas actuaciones de Halle Berry (quien brinda aquí un desempeño muy superior a su sobrevalorado trabajo en Cambio de Vida -Monster's Ball, 2001-) y Benicio del Toro en los roles protagónicos.
En conclusión, Lo que Perdimos en el Camino es una buena película, con competentes actuaciones, un guión interesante y sólida dirección. No obstante, le faltó mayor contundencia emocional para ser algo memorable. Entiendo y respeto que la cinta haya evitado todo tipo de excesos y manipulación en ese aspecto, pero eso no es excusa para que la cinta haya sido incapaz de conmover. Aún así, la considero merecedora de una recomendación.
Historias Mínimas (2002)
Reseña: Haciendo honor a su título, Historias Mínimas se enfoca en tres personajes que viajan por la Patagonia con objetivos sencillos y "chicos": por un lado, un anciano quiere recuperar a su perro; un comerciante venido a menos quiere llevar una torta de cumpleaños al hijo de una cliente suya; y una joven de bajos recursos va a participar a un programa de televisión de una cadena zonal. Básicamente, eso es todo; esta no es una película con grandes conflictos ni (mucho menos) revelaciones sorpresivas. Sin embargo, lo que realmente enriquece la experiencia es el buen ojo que posee el director Carlos Sorín para los detalles y las pequeñas cosas que revelan mucho sobre los personajes y sus historias de vida.
El elenco de Historias Mínimas está mayormente compuesto por actores no profesionales, lo cual explica la rigidez que muchos de ellos manifiestan (como Javiera Bravo, quien interpreta a la joven que viaja al programa de televisión). Por otro lado, Javier Lombardo (uno de los pocos actores profesionales del reparto, en el rol del comerciante) y Antonio Benedicti (encarnando al anciano) brindan trabajos excelentes, plagados de matices y expresividad. Pero, más allá de la calidad interpretativa del elenco, el guión logró crear personajes entrañables que se sienten como auténticos seres humanos, por lo que generan empatía de manera inmediata.
La dirección de Sorín mantiene un ritmo relajado, pero no por ello aburrido, y dejando que la experiencia logre generar su propio ritmo de manera natural y deliberada. Además, me gustó mucho la manera en la que están capturados los vastos escenarios patagónicos, los cuales terminan sintiéndose prácticamente como un personaje más.
En conclusión, Historias Mínimas logra ser agridulce, pero no empalagosa; emotiva, pero no sentimentaloide; y hasta ocasionalmente graciosa. Resumiendo, una experiencia recomendable, que logra tocar muchos temas bajo una superficie engañosamente simple, y que logra ser profunda manteniéndose entretenida y sin nunca caer en la solemnidad. Una película que funciona como muestra cabal de que, muchas veces, "menos es más".
Backcountry (2014)
Reseña: Con un reducido elenco y una austera producción, Backcountry es una película de terror minimalista, que cuenta las experiencias de una pareja que va a acampar al bosque e, imprevistamente, deben enfrentarse a un feroz oso. La narrativa es simple, directa y carente de relleno innecesario; las actuaciones son sólidas; y el director Adam MacDonald demuestra buena mano para crear tensión con elegancia y sutileza. Sin embargo, la experiencia total que ofrece Backcountry termina siendo menor a la suma de sus partes.
Escena por escena, Backcountry mantuvo mi interés, además de crear buenos momentos de tensión; sin embargo, cuando la cinta terminó, me resultó completamente olvidable. Por un lado, aprecié que el guión tomara la decisión de "ir al grano", evitando todo tipo de contenido irrelevante, pero, por el otro lado, quizás haya resultado demasiado simple. Adicionalmente, si bien Backcountry me pareció bien hecha, creo que le hubiera venido bien un poco más de contundencia para hacer la experiencia más impactante.
Aún así, hay muchos puntos positivos para apreciar en Backcountry. La pareja protagónica está bien escrita, por lo que, a diferencia de muchas cintas de terror, crea empatía con el espectador, y genuinamente se termina sintiendo preocupación por su posible destino. En ese aspecto, ayudan bastante las competentes actuaciones de Jeff Roop y Missy Peregrym, dos intérpretes con talento superior a los que solemos ver en películas de este género. Las locaciones boscosas establecen una apropiada atmósfera de aislamiento, y MacDonald brinda dinamismo y pulsión a cada fotograma.
En conclusión, Backcountry me pareció una decente película de terror, pero lamento no sentir tanto entusiasmo por ella como muchos de sus atributos lo ameritarían de manera individual. Siento que, de todas maneras, puedo darle una mediana recomendación, con la advertencia de que pasa inmediatamente al olvido a pesar de todas las cosas buenas que tiene para ofrecer. Aún así, estoy interesado en ver más cintas de terror de MacDonald, ya que demostró tener una sensibilidad adecuada para el género en esta película.
domingo, 13 de mayo de 2018
Construyendo la Vida (Life as a House, 2001)
Reseña: Como ya he dicho en muchas ocasiones, tengo aversión hacia las películas emocionalmente manipuladoras y repletas de golpes bajos. Por eso, empecé a ver Construyendo la Vida (sobre un arquitecto con una enfermedad terminal que decide recomponer la relación con su hijo construyendo una casa) temiendo que iba a ser una de esas cintas. Sin embargo, aunque no niego que Construyendo la Vida tenga algo de artificio en su contenido emocional y de que algunas de sus metáforas están presentadas de manera demasiado subrayada, debo decir que la encontré tolerable y que no me arrepiento de haberla visto.
Creo que el principal punto fuerte de Construyendo la Vida son las excelentes actuaciones. Kevin Kline y Kristin Scott-Thomas, como el arquitecto y su ex-esposa (respectivamente), brindan trabajos absolutamente sinceros y repletos de expresividad, transmitiendo mucho más con sus gestos que con sus palabras. Incluso Hayden Christensen, un actor que siempre me había sido indiferente, logró dejarme muy buena impresión como el hijo del protagonista. El elenco secundario también hace un buen trabajo, aunque no hay duda de que la cinta entera descansa sobre los hombros de esos tres intérpretes, cuyo trabajo es merecedor de aplauso.
Por lo demás, la dirección de Irwin Winkler mantiene fluidez y buen ritmo (aunque hace un uso excesivo de música de fondo en algunas ocasiones), mientras que los aspectos técnicos son meramente funcionales... exceptuando la cinematografía del fallecido Vilmos Zsigmond, la cual es bellísima (esas imágenes del Sol reflejado en el mar son auténticas postales). El guión no ofrece nada nuevo, y como dije previamente, es un poco artificial y subrayado; sin embargo, debo admitir que logró esquivar el golpe bajo y la fácil manipulación.
Comparándola con otras cintas que vi recientemente, Construyendo la Vida afortunadamente logró evitar los burdos extremos sentimentaloides de Jinete de Ballenas (Whale Rider, 2002), aunque se ubica muy por debajo de la desgarradora y palpable honestidad emocional de Secret Sunshine (Milyang, 2007). En fin, dejando de lado comparaciones, Construyendo la Vida resultó mejor de lo que esperaba y no me aburrió en ningún momento, por lo que creo que le puedo dar una mediana recomendación.
Im Juli (2000)
Reseña: Im Juli dista mucho de ser una gran película, pero su desbordante energía y su frenético ritmo lograron mantenerme muy entretenido de principio a fin. Es cierto que el guión es básico en muchos aspectos y que está repleto de inverosimilitudes, pero este relato de un joven alemán que emprende toda una travesía hacia Turquía para reencontrarse con la chica que lo volvió loco resulta gracioso y muy simpático.
El director Fatih Akin obtuvo mayor reconocimiento por dramas trágicos y solemnes como Contra la Pared (Gegen die Wan, 2004) o Al Otro Lado (Auf der Anderen Seite, 2007); sin embargo, dentro de su filmografía, también podemos encontrar comedias ligeras como Cocina del Alma (Soul Kitchen, 2009) o la presente Im Juli. Quizás las películas del primer grupo sean "mejores" desde un punto de vista más objetivo, además de reflejar mejor su talento como cineasta; no obstante, las del segundo grupo poseen una frescura y un desparpajo que, al menos en mi caso, las hace más atractivas, por no mencionar que resultan más entretenidas en el sentido convencional del término.
Moritz Bleibtreu aborda el personaje principal de Im Juli con carisma y convicción, y tiene perfecta química con Christiane Paul como una joven que se le une en su travesía. A lo largo del viaje, el protagonista irá encontrando muchas otras personas que dejan su huella en el relato, tanto por las peculiaridades que les brinda el guión como por el trabajo de los actores, destacando a Mehmet Kurtuluş como el enigmático Isa y Branka Katić como una joven ladrona.
En conclusión, Im Juli no es una película profunda ni mucho menos. Sin embargo, logró divertirme mucho, y creo que es ideal para simplemente relajarse y pasar un buen rato con un relato idílico en muchos puntos, pero que indudablemente tiene su encanto. En resumen, una película no siempre tiene que ser una obra de arte para disfrutarla y quedar satisfecho con ella.
El Refugio (Le Refuge, 2009)
Reseña: El Refugio es una película cuya sutileza es su mejor arma. Si bien es sencilla en términos narrativos (una pareja tiene una sobredosis, él muere y ella descubre que está embarazada, por lo que se va a un lugar remoto para superar su adicción y encontrar la paz), logra ir revelando diversas capas emocional poco a poco, y nunca presentándolas de una manera evidente. Por el contrario, esta es una película en donde todo va decantando sin prisa, aunque, escena tras escena, nos vamos dando cuenta de que la película tiene muchos matices y niveles por debajo de su engañosa sencillez.
Ya desde sus primeras escenas, El Refugio logró capturar mi atención. Casi sin palabras y con un estilo crudo y realista, la película logra retratar elocuentemente el infierno sin salida que viven la protagonista y su novio por culpa de la drogadicción. Luego, la película continúa esa pauta de ir encontrando contenido dramático con sobriedad y elegancia, hasta llegar a un final satisfactorio. Además, con una duración de ochenta y cuatro minutos, no hay absolutamente nada de relleno; por el contrario, El Refugio va al grano, y no hay ni un momento que no aporte algo significativo al relato.
Las actuaciones también son merecedoras de mención, destacando a Isabelle Carré en el rol protagónico. Por su parte, Louis Ronan-Choisy también hace un buen trabajo como el hermano del difunto que visita a la protagonista en el epónimo "refugio", y termina forjando una inesperada relación con ella. Por lo demás, el director François Ozon hace otra muestra de su versatilidad en esta película, y su capacidad de adaptarse a los requerimientos de cada guión que filma.
En conclusión, El Refugio me pareció un drama muy recomendable, realizado con la sensibilidad adecuada y auténtica visión artística. Entiendo que su pausado ritmo no sea del gusto de todos los espectadores, pero, personalmente, no tuve ningún problema en dejarme llevar por él, ya que me permitió saborear mejor todos los niveles que la cinta tiene para ofrcer.
Mi Hermano es Hijo Único (Mio Fratello è Figlio Unico, 2007)
Reseña: Mi Hermano es Hijo Único intentó mechar un drama familiar enfocado en la relación entre dos hermanos con un retrato de las facciones políticas de Italia durante los '60 (uno de los hermanos es fascista, y el otro, comunista). El problema es que ambos aspectos no logran coexistir armoniosamente, por lo que me quedé con la sensación de que la película tendría que haber sido solo una de esas dos cosas, ya que, en su estado actual, termina quedando a medias con ambas. En otras palabras, "el que mucho abarca poco aprieta".
Por el otro lado, es cierto que yo generalmente aprecio cuando una película tiene la ambición de contar diversas cosas a la vez. En ese sentido, reconozco y aprecio la ambición de Mi Hermano es Hijo Único. Lamentablemente, en esta ocasión no se logró encontrar una unificación totalmente satisfactoria para los diversos puntos que toca el guión de la cinta, por lo que la ambición no logró estar a la altura del resultado en este caso.
Sin embargo, eso no significa que Mi Hermano es Hijo Único carezca de elementos positivos. Por el contrario, las actuaciones son excelentes (Elio Germano y Riccardo Scamarcio son particularmente efectivos como los hermanos protagonistas), el guión hace algunos interesantes comentarios sobre política y relaciones familiares y, con exceptuando algunas escenas innecesarias o irrelavantes, la cinta no aburre.
En conclusión, Mi Hermano es Hijo Único no es una mala película de ninguna manera, y ofrece varios elementos que son dignos de apreciarse. Sin embargo, la falta de enfoque del guión la hace poco satisfactoria, por lo que me cuesta recomendarla con particular entusiasmo. Aún así, como ya he dicho en otras ocasiones, siempre preferiré una cinta que fue ambiciosa y se quedó corta, antes que otra que se quedó en la fácil y segura medianía.
Junebug (2005)
Reseña: El cine independiente estadounidense ya ha ofrecido tantas (TANTAS) películas sobre familias disfuncionales que generalmente terminan hastiándome cada vez que veo una de ellas. Con Junebug, inevitablemente sentí esa sensación de agotamiento, aunque ofrece algunos puntos positivos que rescataron la experiencia hasta cierto punto.
El retrato de la familia disfuncional en sí no ofrece nada diferente a lo que ya se ha visto en muchas otras cintas de este tipo, pero lo que me pareció medianamente interesante fue el retrato de la vida en un pueblito que ofrece Junebug, retratando esa particular dinámica con un buen ojo para los detalles. Además, la película mejora durante su último tramo, cuando deja de poner tanto el foco en la disfuncionalidad de los personajes para abordar algunos momentos emocionales que sirven como un eficaz retrato de las relaciones familiares.
En cuanto a las actuaciones, me parecieron irregulares. Algunos de los intérpretes hacen un buen trabajo en sus roles (Stuart Wilson y Celia Weston son quienes más destacan como el patriarca y la matriarca -respectivamente- de la familia), mientras que otros (Ben McKenzie, Amy Adams -aunque, en el caso de esta última, debo exceptuar una escena cerca del final, en la cual hace un muy buen trabajo-) exageran tanto en sus personajes que resultan irritantes y poco creíbles.
En conclusión, Junebug es más de lo mismo en líneas generales, pero, al menos, ofrecen algunas cosas que evitan que la experiencia completa sea un desperdicio de tiempo. Por eso, creo que es merecedora de una mediana recomendación, aunque sea muy inferior a muchas películas realizadas en un estilo similar.
Secret Sunshine (Milyang, 2007)
Reseña: Conviene saber lo menos posible sobre la trama de Secret Sunshine antes de verla, para poder así recibir mejor el tremendo impacto emocional que genera esta película. Baste decir que es una experiencia devastadora, que genuinamente logra despertar angustia en el pecho sin emplear el más mínimo artificio ni manipular nuestras emociones; por el contrario, la mano experta del director Lee Chang-dong deja que los hechos hablen por sí mismos, dando como resultado una película que no necesariamente se "disfruta", pero que indudablemente brinda una experiencia inolvidable.
El guión de Secret Sunshine está muy bien construido, tomándose su tiempo para desarrollar a los personajes y las situaciones en las que se ven envueltos, haciendo que cada detalle aporte algo nuevo y sustancioso. La dirección de Lee Chang-dong siempre apela al buen gusto, despertando potentes emociones sin caer en golpes bajos, transmitiendo el sufrimiento y desamparo de la protagonista con elegancia y eficiencia.
Otro punto fuerte de Secret Sunshine es la descomunal actuación de Jeon Do-yeon, quien brinda un trabajo tan sincero y expresivo que genuinamente logra desnudar el alma de su personaje, y permite despertar absoluta empatía con la audiencia, haciéndola íntima partícipe de toda la angustia que experimenta. El resto del elenco también hace un buen trabajo, pero la actuación de Jeon es avasallante.
Aunque Secret Sunshine me pareció una película excepcional, hay que advertir que se trata de una cinta dura y deprimente que de ninguna manera busca entretener en el sentido convencional ni hacer pasar un rato agradable. Por el contrario, lo que busca es hacernos compartir el intenso sufrimiento que busca la protagonista, lo cual se logra con creces, aunque despierta una tristeza tan profunda que sigue con el espectador mucho tiempo después de que la cinta termina. Entiendo que eso no será para todos los gustos, pero personalmente tengo que aplaudir a una película que logra despertar sensaciones tan fuertes.
Hounds of Love (2016)
Reseña: Antes de ver Hounds of Love, yo sabía que su trama giraba en torno a una joven secuestrada por dos maniáticos psicópatas, y yo temía que fuera un típico hueco y tedioso exponente de "porno tortura". Afortunadamente, el director y guionista Ben Young prefirió seguir un camino más sobrio, evitando regodearse en grotesquerías sangrientas para priorizar personajes y narrativa. Por el lado negativo, las intenciones de Young no estuvieron a la altura de sus resultados, por lo que la experiencia no me pareció muy memorable.
Para empezar, los victimarios me parecieron mucho más interesantes que la víctima. Los personajes de los psicópatas me parecieron muy bien escritos, ya que en lugar de ser arquetípicas figuras malvadas, ambos poseen psicologías complejas, además de que la dinámica que hay entre ellos me pareció interesante (en líneas generales, ella es una sometida a lo que él quiere). Por el otro lado, el personaje de la víctima me pareció absolutamente genérico, ya que no terminamos sabiendo mucho sobre ella, excepto que es una chica caprichosa. El problema es que me costó preocuparme por el destino de la joven secuestrada, o crear un lazo de empatía hacia ella. Y ya que estoy hablando de los personajes, diré que las escenas en las que los padres buscan a su hija desaparecida me parecieron añadidas a la fuerza, ya que nunca logran integrarse orgánicamente al relato.
En cuanto a las actuaciones, Stephen Curry y Emma Booth hacen un trabajo muy sólido como los villanos, dotándolos de un realismo que los hace temibles, ya que terminamos sintiendo que tranquilamente nos podríamos topar con gente así en la vida cotidiana y ni nos daríamos cuenta de la faceta siniestra que ocultan. Por su parte, como la chica secuestrada, Ashleigh Cummings no tiene mucho para hacer, y su trabajo se ve limitado básicamente a gritar, sin matices ni dimensiones.
Otro problema que encontré en Hounds of Love es que la experiencia general me pareció carente de impacto. Como dije en el primer párrafo, aprecié que Young no se fuera por los excesos de la "porno tortura", pero creo que se le podría haber dado más contundencia a la película. En su estado actual, Hounds of Love es una película decente, y no me arrepiento de haberla visto; sin embargo, me pareció olvidable y demasiado blanda para veraderamente dejar una impresión.
Hazme Reír (Funny People, 2009)
Reseña: Si se hiciera una somera sinopsis de la trama de Hazme Reír (un comediante descubre que tiene una grave enfermedad, la cual podría terminar con su vida en poco tiempo), seguramente se transmitiría una idea errónea de lo que realmente es la cinta. Hazme Reír no es uno de esos dramones sentimentaloides con barata moraleja; por el contrario, es una comedia dramática con humor realmente gracioso (hubo partes que genuinamente me hicieron descostillar de la risa) y un contenido dramático sincero y más profundo de lo que puede parecer a simple vista, ofreciendo agudas observaciones sobre la vida. El resultado es una película muy entretenida, con una superficie engañosamente simple, pero un fondo lleno de capas y significado.
Nunca he tragado a Adam Sandler en las estúpidas películas que suele protagonizar (por cierto, ese tipo de cine está brillantemente satirizado en una de las mejores escenas de Hazme Reír), pero puede lograr cosas buenas cuando cuenta con el material adecuado, como podemos comprobar en esta cinta. En esta ocasión, Sandler logró componer un personaje complejo, manejando hábilmente el ácido sentido del humor del guión y los momentos emocionales. Seth Rogen también hace un muy trabajo como un comediante novato que entabla una relación con el personaje de Sandler, y la química que se genera entre ambos es totalmente creíble. En lo que respecta al elenco secundario, tomaría demasiado espacio mencionarlo a todos, pero baste decir que todos los roles tienen su partes sustanciosa, y todos los intérpretes que los interpretan (incluso los que aparecen poco tiempo en escena) logran lucirse.
Antes de ver Hazme Reír, me daba un poco de temor su extensa duración de casi dos horas y media, pero cuando la película terminó, me di cuenta de que no había nada que temer. Todo ese tiempo se me pasó volando, ya que el director Judd Apatow mantiene un ritmo ágil de principio a fin, y todas las escenas aportan algo que enriquecen la experiencia. Mi única queja sería que algunos momentos que retratan rutinas de "stand-up" podrían haberse acortado un poco, pero realmente es algo menor que no afectó mi aprecio por la película.
En conclusión, Hazme Reír me pareció una fascinante experiencia, combinando drama y comedia en dosis armoniosas y muy satisfactorias, logrando hacer reír con bastante frecuencia, pero sin por ello olvidar de brindar profundidad y matices a la película. De todas las películas que he visto que fueron producidas y/o dirigidas por Apatow, creo que esta es la más madura y satisfactoria, y la única que genuinamente logró quedarse en mi memoria.
Volver (2006)
Reseña: Como suele suceder en las películas dirigidas por Pedro Almodóvar, Volver resulta muy atractiva desde el aspecto visual. La cinematografía, los colores, el lenguaje cinematográfico de Almodóvar... todo contribuye a transportar al espectador al mundo de la película, y a mantenerlo entretenido. Sin embargo, el guión tiene varias flaquezas, y se ubica por debajo de todos los demás aspectos de la cinta.
El problema del guión es que, en algunas ocasiones, se acerca peligrosamente a terreno telenovelesco con algunos puntos inverosímiles o melodramáticas revelaciones. Además, la historia incluye elementos que no logran integrarse de manera fluida al relato, por lo que, si bien resultan interesantes por sí mismos, no logran concatenarse de manera cohesiva.
A pesar de esos reparos que tengo contra el guión, Volver es una película fácil de disfrutar, principalmente gracias a la firme dirección de Almodóvar y las estupendas actuaciones del elenco entero, en donde destaca la siempre fantástica Penélope Cruz en el papel protagónico, logrando transmitir una amplia variedad de emociones con sutiles cambios de expresión y total honestidad. Además, como mencioné en el primer párrafo, no hay escena en esta cinta que no resulte poderosamente llamativa para la vista.
Entonces, Volver es un claro ejemplo de un flojo guión que fue elevado por abundante talento al frente y detrás de cámaras. De todas maneras, no puedo dejar de pensar que Almodóvar (en su faceta de director) y el elenco merecían material superior; no obstante, me inclino a recomendarla, ya que sus considerables atributos contrapesan en gran medida los problemas del guión, y bastan para hacerla entretenida.
Enemigo Invisible (Eye in the Sky, 2015)
Reseña: Enemigo Invisible trae algunos recuerdos de la película Máxima Precisión (Good Kill, 2014), ya que un componente importante de la trama de ambas gira en torno a los soldados que operan drones desde Las Vegas para atacar zonas conflictivas del Medio Oriente. Sin embargo, mientras Máxima Precisión mantenía el foco en dichos soldados, Enemigo Invisible amplía el panorama, mostrando cómo dicha situación llega a esferas gubernamentales, y todos los dilemas éticos que los soldados, sus superiores y hasta políticos deben enfrentar. El resultado es una película interesante y multi-dimensional, que pinta su cuadro con grises que indudablemente logran dejar pensando.
El punto central del argumento de Enemigo Invisible gira en torno a si es correcto bombardear una célula terrorista sacrificando la vida de una niña inocente que se puso simplemente a vender pan en las inmediaciones del lugar. Esto desata difíciles cuestiones que los personajes deben enfrentar: ¿Vale la pena sacrificar la vida de una niña para evitar una tragedia de mayores proporciones? ¿Se puede esperar a otro momento para atacar, o ya sería demasiado tarde? Afortunadamente, los personajes de Enemigo Invisible no están divididos en simplistas héroes y villanos, sino que son personajes que se encuentran ante una situación que los desborda, y que no tienen malas intenciones, aunque, a veces, tienen que tomar drásticas decisiones.
Además, tenemos las excelentes actuaciones del elenco entero. Helen Mirren hace un perfecto trabajo como la coronel que dirige la misión, expresando simultáneamente una férrea actitud y las indecisiones que experimenta dentro suyo. Como los soldados que operan los drones, Aaron Paul y Phoebe Fox se encargan de la parte más emocional del relato, y la encaran con expresividad y total credibilidad. Finalmente, el finado Alan Rickman (en su última actuación) deja su impronta con su fuerte presencia y su gran talento histriónico.
Enemigo Invisible es una cinta que mantiene bajo perfil de principio a fin, y que básicamente consiste en diálogos. Por eso, es muy meritorio que mantenga el interés y la atención de principio a fin sin dejar el más mínimo lugar al aburrimiento, lo cual se debe al sólido guión, las actuaciones y el buen ritmo y hábil manejo del lenguaje cinematográfico del director Gavin Hood. Definitivamente podría formar un buen programa doble con Máxima Precisión, ya que ambas nos permiten apreciar un cine bélico con un enfoque diferente y muy relevante en el contexto del siglo XXI.
martes, 1 de mayo de 2018
Al Otro Lado (Auf der Anderen Seite, 2007)
Reseña: Al Otro Lado es una película innegablemente ambiciosa, que empieza contando una historia aparentemente "chica", para luego ir adquiriendo una mayor cantidad de dimensiones y sumando más personajes. Esa ambición tan grande se la va un poco de las manos en más de una ocasión al director y guionista Fatih Akin, pero, por el otro lado, eso es lo que mantiene a la cinta impredecible e interesante, al mismo tiempo que aplaudo la audacia de Akin para tomar riesgos.
Conviene saber lo menos posible sobre la trama de Al Otro Lado antes de verla, para poder apreciar mejor los inesperados caminos por los cuales termina llevando al espectador. Por el lado negativo, Akin quiso contar tantas cosas que algunos eventos se sienten retratados de manera apresurada, por lo que algunos vínculos que desarrollan los personajes o decisiones que toman no se sienten completamente justificados por lo que la audiencia ve en escena. No es común que diga esto sobre una cinta, pero quizás Al Otro Lado debería haber sido más larga (incluso con una duración de dos horas), para poder pulir y profundizar mejor las múltiples tangentes narrativas que ofrece.
Por el otro lado, el elenco entero hace un muy buen trabajo en sus papeles, destacando a Baki Davrak y Hanna Schygulla. Por su parte, Akin mantiene las cosas constantemente dinámicas, ahuyentando el más mínimo atisbo de aburrimiento, mientras que los contrastes entre Turquía y Alemania (los dos países en los cuales transcurre esta película) están retratados con buen ojo y de manera sutil y efectiva.
A pesar de sus defectos, Al Otro Lado merece ser recomendada con confianza, principalmente porque genuinamente despierta la curiosidad de saber qué puede pasar después, al mismo tiempo que no es común enfrentarse con una película con la ambición de balancear múltiples vertientes y personajes manteniendo foco y disciplina de principio a fin.
Coronación (2000)
Reseña: Enfocándose en la obsesión que un hombre aristocrático de mediana edad desarrolla con la joven encargada de cuidar a la abuela de él, Coronación logra generar una inmersiva atmósfera de asfixia y opresión. Además de eso, el director Silvio Caiozzi logra proyecta una interesante visión cinematográfica y el guión ofrece varios puntos de interés, aunque la película contiene algunas fallas que demeritan un poco el resultado final.
Para empezar, la parte media de Coronación me pareció reiterativa y ocasionalmente aburrida, recalcando los mismos puntos una y otra vez sin genuinamente avanzar la narrativa. Adicionalmente, esta cinta está basada en una novela, y adolece de algunos problemas que aquejan a otras adaptaciones cinematográficas de libros: algunos personajes secundarios salen sobrando, mientras que hay escenas que no logran incorporarse de manera natural al relato (un ejemplo de esto último sería cuando el protagonista va a comprar un bastón). Esos vicios muy probablemente se deben a una excesiva condensación de la novela original para encajar en un formato cinematográfico.
Por el lado positivo, Julio Jung brinda una excepcional actuación en el papel protagónico, logrando dotar a su rol de múltiples capas que facilitan su conexión con el espectador, mientras que María Cánepa también hace un trabajo brillante como su abuela. En el rol de la joven encargada de cuidar a la anciana, Adela Secall me pareció inicialmente sobre-actuada en su retrato de la inocencia de su personaje, pero eventualmente mejora, y termina haciendo creíble la evolución que su personaje experimenta.
En conclusión, Coronación me pareció una buena película, que logra transportar a la audiencia al particular mundo privado de los personajes y lo que experimentan en su interior. Creo que sus virtudes la hacen merecedora de una recomendación, con la advertencia que habrá que sobrellevar algunos momentos de tedio (con 140 minutos de duración, no le hubiera venido mal una edición más ajustada); no obstante, la experiencia completa ofrece varios atributos que compensan en buena medida eso, y hacen que la cinta sea merecedora de verse.
Avengers: Infinity War (2018)
Reseña: A riesgo de parecer repetitivo, diré una vez más que ya estoy harto de las películas del Universo Cinematográfico de Marvel, y, el año pasado, las películas Spider-Man: Homecoming y Thor: Ragnarok me parecieron entre las más tediosas de dicho Universo. Por eso, tenía expectativas bajísimas antes de ver Avengers: Infinity War, y fui preparado para aburrirme profundamente una vez más. Contra toda expectativa, esta cinta resultó mucho mejor de lo que esperaba, y, aunque no me haya parecido una gran película ni mucho menos, logró entretenerme a lo largo de dos horas y media que se me pasaron relativamente rápido.
A diferencia de otras películas de Marvel, Avengers: Infinity War logra tener un cierto aire épico que se aprecia doblemente en una pantalla grande. Por su parte, indudablemente debe haber sido difícil manejar un número tan grande de superhéroes, pero la cinta salió airosa de ese desafío, balanceando una multitud de personajes logrando poner igual importancia en todos. Las escenas de acción están bien filmadas, aunque se parecen tanto a otras que hemos visto en muchas películas de este tipo que no logran impresionar particularmente.
Si bien mencioné la antipatía general que me genera el Universo Cinematográfico de Marvel en el primer párrafo, Guardianes de la Galaxia (Guardians of the Galaxy, 2014) es una de mis películas favoritas, y una de las cosas que más me gustó de Avengers: Infinity War fue la presencia de los personajes de esa cinta, quienes me resultan simpáticos y genuinamente entrañables. Hablando de personajes, el villano Thanos me pareció muy bien escrito, ya que resulta una figura trágica con múltiples niveles de complejidad, a diferencia de las genéricas y olvidables figuras antagónicas de otras películas de Marvel.
Por el lado negativo, aunque disfruté Avengers: Infinity War escena por escena, no me pareció una experiencia memorable. En otras palabras, la pasé bien mientras la veía, pero la olvidé al minuto siguiente de terminar. Pero bueno, definitivamente fue muy superior a lo que esperaba, e incluso me hace tener mejor predisposición a las futuras cinta de este Universo Cinematográfico. Recomendada como una decente experiencia pochoclera.
El Honor de los Winslow (The Winslow Boy, 1999)
Reseña: Ambientada en Londres durante la década de 1910, El Honor de los Winslow cuenta la historia de un niño falsamente acusado de haber robado dinero de una orden postal en la academia militar donde estudiaba, y la ayuda que la familia le provee para demostrar su inocencia (lo cual termina llevando a un juicio). A base de esa premisa, El Honor de los Winslow reflexiona sobre varios interesantes temas, además de contar con el apoyo de sólidas actuaciones y una sobria puesta en escena que logra transportarnos a la época. Sin embargo, hay algunos elementos que impiden que la experiencia sea completamente satisfactoria.
El Honor de los Winslow está basada en una obra de teatro, y como tal, extensos diálogos constantes y transcurre mayoritariamente en interiores. Sin embargo, el director David Mamet evita en la mayor medida posible la teatralidad, apelando a un atractivo uso de la cámara que brinda ritmo y fluidez cinematográfica a la experiencia. No obstante, a pesar de eso, la cinta termina volviéndose algo "estática" en su parte media, lo cual la hace ocasionalmente cansada; personalmente, yo no culparía a Mamet por eso, sino a que el material quizás haya sido demasiado "teatral" para ser llevado a la pantalla. Adicionalmente, la resolución de la trama me pareció algo apresurada, cerrando todo de manera tan abrupta que algunos detalles quedan colgados en el aire.
Por el lado positivo, tenemos el buen desempeño del elenco entero. El finado Nigel Hawthorne se roba la película como el patriarca de la familia, brindando convicción y abundante presencia escénica. Jeremy Northam también hace un trabajo detallado y creíble como el abogado dispuesto a demostrar la inocencia del niño, mientras que Rebecca Pidgeon, Gemma Jones y Guy Edwards (este último interpreta al joven acusado, aunque, de manera paradójica, tiene relativamente pocas escenas) también logran destacar y redondean un ensamble actoral en donde no hay ningún eslabón débil.
Resumiendo, El Honor de los Winslow es una película bien actuada y bien dirigida, que cuenta una historia interesante y profunda. Por el otro lado, la inherente estructura teatral del relato me resultó algo monótona en más de una ocasión, y el final no me convenció mucho (desconozco si esta última falla fue arrastrada de la obra original, o si no se encontró una manera adecuada de traducirlo a cine). De todas maneras, ofrece suficientes virtudes para ser recomendada con confianza.
Los Dueños de la Noche (We Own the Night, 2007)
Reseña: Soy fan del director James Gray, ya que, aunque no todas sus películas me gusten igual, están realizadas con un delicioso clasicismo que siempre apela a una elegante sobriedad que realza el material. Creo que su mejor cinta hasta el momento (aclaro que no he visto Little Odessa -1994-) es Los Amantes (Two Lovers, 2008), en la cual la previamente mencionada sensibilidad de Gray estuvo perfectamente complementada por un sublime guión, simple en su forma, pero complejo en sus múltiples connotaciones narrativas y emocionales.
En el contexto de la filmografía de Gray, creo que Los Dueños de la Noche entraría en la misma categoría de The Immigrant (2013). Ambas son completamente diferentes en trama y estilo, pero las dos películas fueron elevadas por la dirección de Gray y el excelente trabajo del elenco; sin esos dos factores, no hubieran resultado muy satisfactorias. En el caso de The Immigrant, si no hubiese sido por la mano maestra de Gray como director, hubiera resultado un dramón telenovelesco; por su parte, en el caso de Los Dueños de la Noche, tenemos un guión policial predecible y genérico, aunque traducido en imágenes de manera tan hábil por parte de Gray que termina resultando entretenida y digna de verse.
Los Dueños de la Noche es otra ocasión en donde se puede apreciar el clasicismo y el buen gusto con el cual Gray maneja las escenas, encontrando el tono justo para cada una de ellas; particularmente me sorprende la manera en la cual este cineasta maneja los momentos emocionales, manteniéndolos sutiles y logrando conmover al mismo tiempo. Otro punto fuerte de Los Dueños de la Noche está en el elenco, particularmente en el trabajo del genial Joaquin Phoenix en el rol protagónico; este intérprete nunca deja de asombrarme con su versatilidad y su tremenda capacidad expresiva (por cierto, me parece inexplicable que Phoenix no haya ganado ningún Oscar hasta el momento). Por su parte, Mark Wahlberg, Robert Duvall y Eva Mendes (esta última genuinamente logró sorprenderme en esta ocasión) también hacen un trabajo perfecto en sus roles, y todos logran dejar su huella en los papeles que interpretan.
Como dije previamente, el guión de Los Dueños de la Noche no es la gran cosa, y no ofrece nada que no se haya ya visto en incontables películas policiales. Normalmente, no recomendaría una cinta con un guión flojo; pero, en este caso, el trabajo de Gray y de los actores es tan bueno que me permito hacer una excepción, ya que resulta una muestra de cómo es posible elevar un material mucho más arriba de lo esperado a base de puro talento al frente y detrás de cámaras.
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