martes, 27 de noviembre de 2018
Chica de Mostrador (Shopgirl, 2005)
Reseña: Chica de Mostrador ofrece una virtud poco habitual en las películas románticas: examinar las relaciones amorosas desde una óptica realista, mostrando los múltiples aspectos del amor, en lugar de endilgarnos la típica fantasía azucarada que Hollywood acostumbra realizar. Eso ancla la película a un nivel humano con el cual resulta fácil de identificarse, por lo que Chica de Mostrador termina siendo una experiencia interesante y profunda.
Chica de Mostrador está basada en una novela escrita por Steve Martin (quien también adaptó el guion, además de ser uno de los productores y ocupar uno de los roles principales del elenco), y definitivamente se logró mantener la esencia literaria, ofreciendo personajes construidos de manera detallada envueltos en situaciones que van decantando de a poco. Esta es una cinta escrita con sutileza y elegancia en todos los aspectos, generando drama sin forzar nada, además de tener momentos de humor que no van hacia lo burdo ni a la risa fácil, sino que están plasmados con inteligencia y bajo perfil.
Por su parte, las actuaciones son excelentes. Claire Danes hace un brillante trabajo como la epónima chica del mostrador, dotando a su personaje de abundantes matices y expresiones. Martin siempre me pareció un comediante genial, pero Chica de Mostrador nos permite apreciar su también enorme talento como actor dramático, el cual lamentablemente no se ha aprovechado en muchas ocasiones. Finalmente, Jason Schwartzman es uno de esos intérpretes que hacen siempre más o menos lo mismo, pero que saben hacerlo muy bien, por lo que siempre se aprecia su presencia en escena.
Finalmente, el director Anand Tucker también demuestra mesura en su labor, conduciendo la experiencia con un estilo visual sobrio, pero manteniendo un ritmo fluido y natural, además de mostrar una visión propia. Adicionalmente, tengo que hacer mención de la preciosa cinematografía de Peter Suschitzky, la cual logra sacar el máximo provecho de la geografía urbana de Los Ángeles, sabiendo retratar dicha ciudad de manera atractiva y precisa.
En conclusión, Chica de Mostrador puede parecer una película "chica" a simple vista, ya que no hay giros inesperados, ni escenas lacrimosas ni una narrativa donde pasen "grandes" cosas. Sin embargo, quien esté dispuesto a escarbar en la cinta encontrará abundante subtexto y profundidad, lo cual es una clara señal de una película madura e inteligente que tiene la suficiente confianza en el espectador como para permitirle ir más allá de lo que ocurre superficialmente. Personalmente, creo que esa es razón más que suficiente para recomendarla con entusiasmo.
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