miércoles, 14 de noviembre de 2018
Place Vendôme (1998)
Reseña: Place Vendôme empieza de manera interesante, ambientando su relato en un contexto poco habitual en cine (los tejes y manejes que se desarrollan entre joyeros), además de prometer el desarrollo de un intrincado misterio. Sin embargo, a medida que la cinta va avanzando, se empieza a tornar un poco aburrida, y aunque no puedo decir que me haya parecido mala, tampoco me terminó generando mucho entusiasmo.
Uno de los principales problemas que encontré en Place Vendôme fue su indecisión narrativa. En otras palabras, la cinta nunca logra definir si pretende ser un thriller o un drama sobre una mujer alcohólica que repentinamente tiene que hacerse cargo del negocio de las joyas tras el suicidio de su esposo. En consecuencia, la película no termina siendo ni una cosa ni la otra, yendo de aquí para allá sin encontrar un eje en donde anclarse. Adicionalmente, el aspecto de thriller me pareció demasiado confuso, y me costó bastante seguir el hilo de lo que estaba sucediendo.
Otro de los problemas de Place Vendôme es su excesiva solemnidad. Obviamente no pretendía encontrarme con una comedia, pero su constante seriedad y la ausencia del más mínimo esbozo de humor se traducen en tedio en más de una ocasión, y eso, combinado con los divagues y la confusión del guion, contribuyó a que gradualmente fuera perdiendo interés en lo que ocurría en la pantalla. En pocas palabras, Place Vendôme me pareció una película gélida y emocionalmente distante, con la cual me costó establecer una conexión.
De todas maneras, las actuaciones y la manufactura de la película son competentes, además de que fue una buena idea explorar un particular mundo que no se ve retratado con mucha frecuencia. Sin embargo, esas virtudes hacen que los errores de la cinta se vuelvan doblemente frustrantes, demostrando que Place Vendôme podría haber llegado más lejos. Como sea, no siento que pueda darle una recomendación.
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