miércoles, 14 de noviembre de 2018
Nancy (2018)
Reseña: De manera inmediata, Nancy logra establecer un fascinante personaje central. Gracias a la estupenda actuación de Andrea Riseborough y la complejidad y matices que le brinda el guion, la epónima Nancy logra ser una figura triste y solitaria que genera compasión. La cinta retrata lo que sucede cuando Nancy cree ser la hija desaparecida hace treinta años de un matrimonio, por lo que ella se acerca a esas personas y empieza a generarse un vínculo. El punto de la película no es generar misterio sobre si Nancy es o no es la hija, sino mostrar cómo esa relación se va cultivando. El resultado es interesante escena por escena, pero, en retrospectiva, siento que la cinta no termina llegando a ningún lado.
Nancy ofrece un relato calmo y carente de aspavientos dramáticos, dejando que todo se desarrolle a un ritmo natural y sin apresurar nada. Eso me pareció loable, pero, como dije en el párrafo previo, Nancy no ofrece un cierre genuinamente satisfactorio, concluyendo la experiencia de una manera truncada que termina dejando al espectador con ganas de más. A diferencia de lo que me ocurre con muchas películas, siento que Nancy debería haber sido más larga (la cinta dura apenas ochenta y cinco minutos, con créditos incluidos), ya que los personajes y las relaciones entre ellos son tan ricos y tienen tanto potencial dramático que merecían mayor tiempo y desarrollo. En otras palabras, siento que Nancy podría haber explorado más cosas de lo que terminó haciendo.
De todas maneras, las actuaciones son admirables. El trabajo de Riseborough es extraordinario, componiendo a su personaje con sutileza y una inmensa gama expresiva. Adicionalmente, como también hizo en la reciente Mandy (2018), Riseborough logra dotar a la protagonista de una etérea fragilidad que hace su presencia hipnótica en escena. J. Smith-Cameron y Steve Buscemi también ofrecen fantásticos desempeños como los padres que perdieron a su hija hace treinta años, transmitiendo intensas emociones sin exagerar absolutamente nada. Finalmente, John Leguizamo logra sacar todo el jugo posible a su papel, el cual es breve, aunque deja su impronta gracias a su excelente actuación.
En conclusión, Nancy es una buena película, además de ser una sólida ópera prima para la directora Christina Choe, quien se revela como una cineasta poseedora de visión y talento. El problema con Nancy es que lo que ofrece es tan interesante que me resultó un poco decepcionante que la cinta dejara las cosas a medias, cuando se podría haber utilizado más tiempo en añadir matices y detalles que hubieran enriquecido la experiencia. Aún así, no puedo negar que Nancy logró sostener mi interés de principio a fin, y por eso la recomiendo con confianza.
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