viernes, 27 de julio de 2018
Foxtrot (2017)
Reseña: Generalmente trato de saber lo menos posible sobre las tramas de las películas antes de verlas, ya que prefiero encararlas de la forma más "fresca" posible. Y cuando veo cintas como Foxtrot, me convenzo de que esa es la decisión correcta. En esta película, el director y guionista Samuel Maoz lleva a la audiencia por las tangentes más impredecibles, dividiendo la estructura de la narrativa en tres partes que se complementan mutuamente para formar un todo sólido y satisfactorio, para finalmente hacer que todo cobre un significado completo recién en la última escena. En otras palabras, nada fue librado al azar en Foxtrot; por el contrario, Maoz armó está película como un rompecabezas cuyas partes se revelan de manera metódica y gradual, y haciendo que cada pieza sea indispensable para formar la imagen completa.
Como dije en el párrafo anterior, conviene saber lo menos posible sobre la trama de Foxtrot antes de verla, por lo que solo haré mención a lo que se revela durante los primeros minutos de la cinta: la rutina de un matrimonio se ve súbitamente aplastada cuando se enteran del fallecimiento de su hijo en un puesto militar. Sin embargo, lejos de hacer un dramón lacrimoso, Maoz adopta un enfoque mucho más realista, y por ello, doblemente desolador: se pone el enfoque en el padre, y cómo hace para evitar todas las cuestiones relativas al funeral, mientras por dentro, se está destruyendo cada vez más. Hasta ahí llegará mi descripción de la trama, ya que sería imperdonable arruinar los deliciosos giros que el guión va arrojando más adelante.
Por lo demás, las actuaciones del elenco entero son muy buenas (Lior Ashkenazi se roba la película con su excepcional trabajo como el padre), y los apartados técnicos se sienten muy prolijos y cuidados. Maoz sabe mantener un buen ritmo de principio a fin, además de que su dinamismo visual evita que algunas extensas partes de diálogos se vuelvan monótonas o estáticas. También es necesario mencionar la habilidad con la cual el director maneja los distintos tonos y enfoques requeridos por cada una de las tres partes en que se encuentra dividida la estructura de la cinta.
En conclusión, Foxtrot es una película realizada con inteligencia y talento, además de tocar temas tan complejos y profundos como la familia, la muerte y la guerra de manera accesible y carente de solemnidad, manteniendo la experiencia muy interesante de principio a fin. Maoz ya había demostrado talento y visión artística con su primera película, Líbano (Lebanon, 2009), y los logra confirmar plenamente en Foxtrot. Ojalá no tarde otros ocho años en realizar su tercera cinta...
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