martes, 31 de julio de 2018
Secretos Ocultos (El Secreto de Marrowbone, 2017)
Reseña: Mis expectativas antes de ver Secretos Ocultos eran muy bajas, ya que esperaba encontrarme con una típica película del sub-género "casa embrujada". Afortunadamente, terminé llevándome una agradable sorpresa, ya que la cinta utiliza ese gastado concepto tan solo como punto de partida para desarrollar una narrativa mucho más compleja e interesante, manteniendo la atención del espectador y llevándolo por tangentes ingeniosas e inesperadas.
A diferencia de otras películas de terror, Secretos Ocultos se desarrolla con un ritmo relajado y parsimonioso, pero jamás aburrido, permitiendo que la audiencia se sumerja gradualmente en la atmósfera de la cinta, al mismo tiempo que se facilita la compenetración con la difícil situación de los cuatro personajes principales (hermanos que viven en una casona escapando de un pasado turbulento y que deben enfrentar la muerte de su madre). De hecho, quizás no sea completamente correcto decir que Secretos Ocultos es una película de terror; indudablemente toma elementos característicos de ese género, pero su melancólica personalidad e impacto emocional la acercan más a ser un intenso drama que sabe incorporar naturalmente elementos del horror para reforzar las emociones y el desarrollo de los personajes.
Por lo demás, la recreación de época (Secretos Ocultos transcurre en el año 1969) es tan sutil como efectiva, y las locaciones de Asturias y Barcelona (en este punto, hay que aclarar que esta película es una producción española rodada en inglés) le brindan un aura apropiadamente gótica a la experiencia. Las actuaciones son excelentes, empezando por los intérpretes encargados de dar vida a los cuatro hermanos (George MacKay, Charlie Heaton, Mia Goth y Matthew Stagg); y, aunque no tenga tanto tiempo en pantalla, Anya Taylor-Joy deslumbra una vez más con su expresividad en el rol del interés romántico del hermano mayor (interpretado por MacKay).
A pesar de tantos halagos, Secretos Ocultos no está exenta de fallas. Hay algunos elementos inverosímiles que se sienten fuera de lugar y restan un poco de credibilidad al relato; además, relucen más debido a que todos los demás elementos están sólidamente construidos y ejectuados. Pero bueno, a pesar de esa mediana queja, Secretos Ocultos me pareció una experiencia bastante interesante, con una resonancia emocional que no es habitual encontrar en el cine de terror (hay un giro del guión en particular que me generó un nudo en la garganta). En pocas palabras, un auspicio debut como director de Sergio G. Sánchez (cuya previa carrera había sido solo como guionista), que augura buenas cosas para su obra futura.
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