domingo, 22 de julio de 2018
Songs from the Second Floor (Sånger från andra Våningen, 2000)
Reseña: Songs from the Second Floor no busca contarnos una historia, sino ofrecernos una serie de viñetas que pretenden ilustrar cómo es la sociedad, haciendo foco en sus vicios. O algo así. A decir verdad, la experiencia de Songs from the Second Floor es algo inescrutable, y cada espectador la interpretará de diferente manera. Por mi parte, me dejó generalmente insatisfecho, ya que si bien ofrece algunos momentos poderosos, me pareció pretenciosa y aburrida en líneas generales.
No niego que Songs from the Second Floor haya sido concebida con una auténtica visión artística (lo cual se manifiesta principalmente en la manera mediante la cual el director Roy Andersson retrata cada viñeta, manteniendo la cámara estática y con diversas acciones ocurriendo en el cuadro). También es loable que Songs from the Second Floor tenga la suficiente confianza en el espectador para permitirle diferentes interpretaciones. Sin embargo, debo decir que la película se me hizo tediosa, y la falta de hilo narrativo o emocional me impidió engancharme con lo que sucedía en escena. Además, el particular formato de la cinta impide la creación del más mínimo vínculo con ninguno de los personajes.
Songs from the Second Floor me dejó la impresión de ser una de esas películas "de arte" que se dan ínfulas de "profundas" e "inteligentes" cuando en realidad no tienen mucho para decir. Como dije antes, no niego sus virtudes cinematográficas desde un punto de vista objetivo, pero, a fin de cuentas, sin una narrativa ni personajes con los cuales compenetrarme, la experiencia final me parece tediosa y frustrantemente vacía. O quizás el problema sea que no entendí esta película, y por ello, no veo en ella la obra maestra que muchos críticos vieron. En ese caso, mis disculpas.
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