viernes, 14 de diciembre de 2018
Roma (2018)
Reseña: Me fue imposible no tener enormes expectativas antes de ver Roma. Considerada de manera casi unánime como una obra maestra y una de las mejores películas del siglo, no pude evitar esperar muchísimo de esta cinta... lo cual puede ser un arma de doble filo, ya que me ha pasado en otras ocasiones esperar mucho de una película, para luego terminar un poco decepcionado, no porque fuera mal, sino porque la hipérbole me había dejado con ganas de más. Personalmente, luego de haberla finalmente visto, no iría tan lejos como decir que Roma es una obra maestra... pero definitivamente se trata de una excelente película cuyo impresionante despliegue de virtuosismo cinematográfico la hace merecedora de admiración y una ferviente recomendación.
Ambientada a principios de los '70 mayormente en el barrio Colonia Roma de México D.F., esta película retrata a una familia de clase media poniendo el foco en Cleo, una mucama "cama adentro". Se podría decir que eso es todo. No hay un conflicto particularmente fuerte ni mucho menos giros inesperados. Simplemente vemos la vida cotidiana en esa época a través de los ojos de Cleo. Sin embargo, lo que realmente eleva a la película es la manera mediante la cual dicho material está traducido en imágenes mediante la prodigiosa visión del director Alfonso Cuarón, cuya habilidad con el manejo de cámaras y su meticulosa puesta en escena me mantuvo hipnotizado de principio a fin. Y lo mejor de todo es que dicho despliegue cinematográfico nunca resalta por sí mismo ni se impone por sobre la narrativa; por el contrario, está implementado de manera tan natural que se incorpora a la experiencia sin que nos demos cuenta.
Aunque superficialmente pueda parecer que no pasan muchas cosas en Roma, la realidad es completamente lo opuesto. Esto no se manifiesta de manera explícita, pero en realidad, las personajes poseen complejos arcos dramáticos que atraviesan una evolución a lo largo de la película, y eso logra que creemos empatía con ellos y nos interese todo lo que les sucede. En su faceta de guionista, Cuarón demuestra el talento y la inteligencia suficientes para dejar que todos esos elementos se filtren de manera fluida y sutil a la fascinante narrativa de Roma, la cual es simple en su forma, pero rica y compleja en su fondo.
También merece mención la perfecta ilusión de realismo lograda por Cuarón. Todas las escenas se sienten genuinas (además de estar retratadas con una preciosa cinematografía en blanco y negro); nunca parece que estamos viendo una película, sino que nos terminamos sintiendo "voyeurs" de la vida diaria de personas con quienes resulta fácil identificarse. Hablando de personas, no puedo dejar de mencionar las fantásticas actuaciones del elenco entero, particularmente la de Yalitza Aparicio como Cleo; cuesta creer que esta sea su primera actuación y que no sea una actriz profesional, ya que logra una extraordinaria y sumamante expresiva composición, logrando que su personaje sea sumamente entrañable y querible desde la primera vez que aparece en escena.
En conclusión, me gustó mucho Roma, aunque, como dije en el primer párrafo, no la pondría en el pedestal de "obra maestra" donde muchos críticos la ubicaron. De todas maneras, fue una experiencia fascinante e inolvidable, que logró hacerme experimentar una amplia variedad de emociones y sensaciones a lo largo de su metraje. Y lo mejor de todo es que logró eso sin apelar a ningún artificio ni exageración dramática; simplemente retratando la vida misma con sobriedad, realismo e inmenso talento al frente y detrás de cámaras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario