lunes, 17 de diciembre de 2018
Under the Silver Lake (2018)
Reseña: Under the Silver Lake fue generalmente repudiada tras su exhibición en el Festival de Cannes, e incluso su estreno comercial en Estados Unidos terminó atrasándose casi un año (originalmente se iba a estrenar en julio de 2018, pero quedó postergada hasta abril de 2019). Entiendo esas reacciones negativas, ya que esta es una película tan radical que es lógico que muchos espectadores se sientan alienados por ella. Personalmente, aunque no me haya parecido perfecta ni mucho menos, me pareció una experiencia interesante, repleta de ideas y concebida con una visión genuinamente cinematográfica.
Es innegable la gran influencia que la obra de David Lynch tuvo sobre esta película. Al igual que muchas películas de ese cineasta, Under the Silver Lake logra teñir hasta las escenas más mundanas de un cierto aire oscuro y macabro que revela la cara oculta de lo cotidiano. Además, hay dos guiños explícitos al cine de Lynch: en un papel secundario, aparece el actor Patrick Fischler (quien estuvo en una de las escenas más icónicas de El Camino de los Sueños -Mulholland Dr., 2001-) y se menciona al gran Harry Dean Stanton, quien fue un actor fetiche de ese director. Under the Silver Lake ni se aproxima a la excelsa altura de la mayoría de las películas de Lynch, pero me pareció una sólida muestra de ese tipo de cine onírico que no está interesado en dar explicaciones ni dejar todo atado con moño, sino en proponer una experiencia sensorial y visceral que le permite a la audiencia completar el significado de la película desde su particular punto de vista.
No quiero ahondar mucho en la trama de Under the Silver Lake porque la cinta es bastante indescriptible, además de que conviene ir metiéndose en la narrativa al mismo tiempo que el personaje principal. Entonces, solo diré que el guion de Under the Silver Lake está lleno de ideas provocativas que genuinamente logran dejar pensando, dándole un subtexto rico y profundo a lo que vemos en pantalla. De hecho, el director y guionista David Robert Mitchell quizás haya tenido demasiadas ideas, por lo que algunas no están tan exploradas como deberían haberlo estado. Pero bueno... de todas maneras, me pareció admirable la ambición de Mitchell, cuya previa película, Te Sigue (It Follows, 2014), fue mucho mejor recibida que esta, aunque, paradójicamente, a mí no me había convencido mucho.
Por su parte, los actores se adaptan sin dificultad al extraño tono de la película. Andrew Garfield demuestra el carisma y la credibilidad suficientes para cargar con la película sobre sus hombros, mientras que el reparto secundario logra un desempeño decoroso en sus papeles, por lo que todos los personajes terminan dejando su huella en la experiencia. Finalmente, la cinematografía me pareció atractiva, logrando capturar elocuentemente a la ciudad de Los Ángeles, lujosa en la superficie, pero con ciertos aspectos tenebrosos en su fondo.
Entonces, aunque me gustó Under the Silver Lake, es entendible por qué muchas personas la odiaron. Como dije anteriormente, no me pareció perfecta; peca de pretensión y auto-indulgencia en más de una ocasión, además de que pretende abarcar demasiado territorio. Sin embargo, en una época de cine mayormente genérico y desechable, me pareció refrescante encontrar una película tan osada e inusual como esta, que no teme retar al espectador y sumergirlo en un universo único y distintivo.
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