lunes, 21 de enero de 2019
Columbus (2017)
Reseña: Columbus es un drama reposado e intimista sobre una amistad que se desarrolla entre dos personas que, a priori, parecen tener poco en común: un hombre coreano que tuvo que viajar a la ciudad estadounidense de Columbus debido a que su padre quedó súbitamente en coma y una joven fascinada con la arquitectura que tiene que cuidar constantemente a su madre, quien tuvo problemas con las drogas en su pasado. El director coreano Kogonada (sic) realiza esta película con un estilo más similar a los dramas asiáticos que a los estadounidenses, prescindiendo casi siempre de música y con un ritmo sumamamente calmo y los personajes hablando casi en voz baja. Esto quiere decir que Columbus requiere una cierta paciencia y entrega por parte del espectador, pero quien esté dispuesto a ello encontrará satisfactorias recompensas a lo largo de la experiencia.
Para empezar, aunque se trata de una cinta modesta, merece aplauso la preciosa cinematografía de Columbus, la cual logra capturar la particular arquitectura de los edificios de la epónima con lujo de detalle. Los encuadres y las posiciones de cámara en las cuales están retratados son un genuino deleite para la vista en más de una ocasión, haciendo que dichos lugares terminen sintiéndose como un personaje más. Esta película representó la ópera prima de Kogonada, cuya elegante dirección y firme visión logran augurar cosas buenas para sus futuros proyectos.
El guion está bien construido, cultivando gradualmente la relación entre dos personas superficialmente diferentes, pero con heridas emocionales similares que pueden ir sanando gracias a su mutua interacción. También aprecié que Columbus no haya forzado un romance entre ellos; esta cinta no es ni pretende ser una historia de amor, sino una historia sobre conexión humana entre dos personas que realmente la estaban necesitando. Por el lado negativo, el guion tiende a divagar un poco en su parte media, reiterando algunos puntos y retardando ligeramente la evolución de los protagonistas, pero eso se ve compensado hasta cierto punto cuando llegamos a un final simultánemante emotivo y optimista.
También merecen mención las excelentes actuaciones de John Cho y Haley Lu Richardson en los papeles protagónicos. Ambos son totalmente naturales y expresivos, y tienen una química tan creíble entre ellos que es fácil aceptar el afecto mutuo que gradualmente van desarrollando. El resto de los actores tiene participaciones relativamente breves, pero, aún así, Rory Culkin, Parker Posey y Michelle Forbes logran contribuir cosas sustanciosas a sus personajes.
En conclusión, Columbus es una buena película, que no será para todos los gustos, pero que encontré interesante gracias a su riqueza, profundidad y la visión artística con la que fue concebida. Si se hubieran hecho algunos ajustes a la edición y al guion en su parte media, quizás podría haber alcanzado la excelencia, pero, en su estado actual, me gustó, además de revelar a Kogonada como un prometedor cineasta con una voz muy distintiva, lo cual se aprecia doblemente habiendo tantos cineastas que son meros capataces a sueldo.
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