domingo, 6 de enero de 2019
The Dark (2018)
Reseña: Antes de ver The Dark, sabía muy a grandes rasgos su trama, la cual sonaba prácticamente idéntica a la genial película sueca Criatura de la Noche (Låt den Rätte Komma In, 2008): un adolescente con una vida conflictiva entabla una amistad con una chica zombie (con la diferencia de que, en Criatura de la Noche, se trataba de una vampiresa). Sin embargo, cuando finalmente vi The Dark, me dí cuenta de que, en realidad se trata de una película muy diferente a aquella (más allá de alguna que otra pequeña similutud), ofreciendo una personalidad propia y distintiva a un fascinante relato que escapa el fácil encasillamiento en un solo género para finalmente terminar siendo una experiencia única y muy recomendable.
The Dark logra hipnotizar al espectador desde su primer segundo. Sin previa explicación, el director y guionista Justin P. Lange mete al espectador en la película de manera directa y contundente, brindando una primera media hora tan intensa como impredecible. Luego de ese vertigonoso arranque, Lange adopta un ritmo más relajado, permitiendo que nos compenetremos gradualmente con la situación de los personajes principales y haciéndonos compartir fuertemente las angustias que viven adentro suyo. Esto significa que The Dark no es una película de terror tradicional; indudablemente tiene muchos elementos característicos de ese género muy bien implementados (excelente "gore", tensión, atmósfera tenebrosa), pero también posee un desgarrador contenido emocional que hace que la cinta también funcione muy bien como un drama emotivo sobre dos almas rotas que encuentren la manera de ir sanando sus heridas internas gracias a su interacción.
Esta es la ópera prima de Lange, quien muestra inusitada madurez y visión para un debut. Para empezar, su manejo de los climas y de la atmósfera es virtuoso; no es común encontrar una cinta de terror que sepa crear atmósferas tan precisas y envolventes de desolación y oscuridad. Adicionalmente, Lange también confía lo suficiente en la inteligencia del espectador como para no detenerse a explicar cada detalle; por el contrario, deja que los hechos hablen por sí solos, mientras que otras cosas no son necesarias de explicarse explícitamente porque quedan perfectamente claras con lo que tácitamente implican (también encontramos algunos "flashbacks" muy bien implementados).
Las actuaciones de Nadia Alexander y Toby Nichols en los papeles protagónicos son asombrosas. Además de transmitir naturalmente los traumas emocionales de sus personajes, tienen tan buena química que es fácil de apreciar la evolución de la amistad entre sus personajes. También aparecen otros actores en The Dark, pero prefiero no revelar nada sobre ellos, porque creo que sería "spoiler" (por cierto, esta es otra de esas películas sobre las cuales conviene saber lo menos posible antes de verlas).
En conclusión, The Dark es una película muy satisfactoria, funcionando igualmente bien como drama y como terror. Es una experiencia que logró generar abundantes sensaciones en mí, desde mantenerme en vilo hasta conmoverme con las mejores armas y sin jamás apelar a la manipulación ni al golpe bajo. Personalmente, la recomiendo con entusiasmo, porque esta cinta merece un público más amplio del que tuvo hasta el momento; sería una lástima que una película tan buena como esta pase desapercibida mientras se aclaman tantas mediocridades.
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