jueves, 14 de junio de 2018
Boogie (2008)
Reseña: Creo que el principal aspecto que hace interesantes a muchas películas rumanas es la hipnótica naturalidad que logran. Desde excelentes películas como Toată Lumea din Familia Noastră (2012), Aquel Martes Después de Navidad (Marti, dupã Crãciun, 2011) o Policía, Adjetivo (Polițist, Adjectiv, 2009) hasta cintas menos logradas, pero no por ello carentes de interés, como The Happiest Girl in the World (Cea mai Fericitã Fatã din Lume, 2009), El Vecino (Un Etaj mai Jos, 2015) o El Tesoro (Comoara, 2016), todas ellas tienen un común un estilo que se siente tan real y palpable que el espectador se siente inmediatamente sumergido en ellas, al punto de que uno termina sintiéndose en compañía de los personajes y experimentando lo mismo que ellos. Todo ello también describe a la película Boogie (dirigida por Radu Muntean, también responsable de las previamente mencionadas Aquel Martes Después de Navidad y El Vecino), lo cual la hace una experiencia interesante y recomendable a pesar de algunos reparos que tengo contra su guión.
La principal virtud de Boogie es hacer al espectador sentirse un "voyeur" de todo lo que ocurre en escena. Ya sea cuando el protagonista está con su esposa o con sus amigos, sentimos que estamos espiando la privacidad de un grupo de auténticos seres humanos, cada uno con sus características, personalidades e inseguridades; en ese punto, indudablemente ayudan las asombrosas actuaciones del elenco entero. También cabe destacar que el guión de Boogie transcurre en un breve lapso (menos de veinticuatro horas), y la sensación de tiempo real también está muy bien lograda.
Por el lado negativo, el guión de Boogie no aporta material particularmente novedoso. El concepto de "hombre atrapado en un matrimonio estable pero aburrido que encuentra una posibilidad de escape estando con amigos" se ha visto en muchas ocasiones, y Boogie no logra hacer algo diferente a lo habitual con él. Aún así, aunque el guión no sea muy original, la manera en la que fue puesto en escena resulta atractiva, y hace que la cinta sea atrapante y digna de verse. Otro caso en el cual se demuestra que siempre importa más el "cómo" que el "qué".
En conclusión, aunque no sea perfecta, Boogie ofrece múltiples atributos que merecen ser apreciados por todos aquellos que gusten del buen cine, además de ser otra demostración del talento rumano para contar relatos profundamente humanos de manera genuina y completamente libre de artífice o manipulación. Entonces, la recomiendo como un sólido drama y como un buen antídoto contra muchas películas hollywoodenses pertenecientes a ese género realizadas con mucha mayor parafernalia, pero menor visión artística.
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