viernes, 31 de mayo de 2019
The Lobster (2015)
Reseña: No puede negarse que el director Yorgos Lanthimos tiene un estilo muy particular que es indescriptible y no para todos los gustos. Dicho estilo lo ha aplicado con resultados no exentos de interés, pero tampoco totalmente satisfactorios, en géneros como el terror (El Sacrificio del Ciervo Sagrado -The Killing of a Sacred Deer, 2017-) o el drama de época (La Favorita -The Favourite, 2018-). En The Lobster, está aplicado a una comedia absurdista, y aunque no me haya parecido infalible, creo que es la película de Lanthimos que más me ha gustado hasta el momento (al menos de las que he visto).
The Lobster parte de un concepto bastante bizarro: en una sociedad futurista, los solteros son enviados a un hotel en donde tienen cuarenta y cinco días para encontrar pareja; si no lo logran, serán convertidos en el animal que ellos quieran. Lo interesante de The Lobster es que aborda algo tan descabellado como eso de manera seria, lo cual hace sus instancias de humor negro doblemente graciosas por el contraste entre idea y ejecución. En otras palabras, la manera en la cual la dirección de Lanthimos aborda el material lo hace elevarse y brindarle matices y capas adicionales.
También me gustó el mundo creado por Lanthimos para esta película. Tanto el hotel como el bosque cercano tienen una personalidad vibrante y muy particular, y eso nos invita como espectadores a descubrirlos gradualmente con constante curiosidad. Hay tantos detalles que realmente se activa nuestra imaginación y nos da ganas de explorar cada rincón del universo de The Lobster.
Las actores hacen un perfecto trabajo, adaptándose sin dificultad al extraño estilo de la cinta. Colin Farrell es quien más destaca en el rol protagónico, encontrando el punto exacto de "inexpresividad expresiva" que su personaje necesitaba. Todos los demás intérpretes lo complementan sólidamente, aunque me decepcionó ver a John C. Reilly, uno de mis actores favoritos, ligeramente desperdiciado.
Y, ya que empecé a quejarme, diré que la segunda mitad de The Lobster se torna un poco reiterativa, lo cual me cansó un poco en algunos momentos. Adicionalmente, el final me pareció abrupto, impidiendo que el espectador reciba el cierre concreto y contundente que se venía palpitando. Aún así, esas no son fallas graves, y no me impidieron apreciar The Lobster como una retorcida comedia que logra entretener e invitar a la reflexión en igual medida.
Heremakono (2002)
Reseña: Mi experiencia con el cine africano ha sido relativamente escasa, pero, hasta el momento, las cintas que había visto de ese continente se dedicaron a retratar y denunciar las lamentables condiciones de vida que la mayoría de los habitantes de esa parte del mundo tiene que padecer. Sin embargo, la película mauritana Heremakono ofrece algo distinto, ya que muestra la vida de un grupo de habitantes en un pequeño pueblo, sin meterse en ningún tipo de penurias ni miseria.
Heremakono arranca de manera bastante buena, sumergióndonos de inmediato en ese pueblo y retratando la cultura de esa zona geográfica, fusionando ficción y documental de manera casi imperceptible. Sin embargo, la ausencia de un eje narrativo o, al menos, de un punto específico me empezó a aburrir a medida que la cinta iba llegando a su parte media, convirtiéndose en una serie de viñetas que no parece tener mucho para decir. Por lo tanto, para cuando llegamos al final, queda la sensación de que presenciamos una experiencia que arranca prometedoramente, pero que, eventualmente, resulta demasiado vacía para genuinamente sostener el interés a lo largo de noventa minutos de metraje.
Aún así, las actuaciones me parecieron excelentes, adoptando un tono tan natural que también contribuye a darle una atmósfera sumamente realista a la cinta. Por su parte, el director Abderrahmane Sissako demuestra buena mano para crear algunas secuencias atractivas con un estilo visual sobrio pero efectivo, aunque su relevancia para el relato sea dudoso.
A fin de cuentas, Heremakono parece querer reflexionar sobre las distintas maneras que las personas tienen de acercarse a la felicidad. No es un mal concepto, pero no resultó suficiente para sustentar una película entera, y podría haberse transmitido el mismo mensaje en un cortometraje. Por ello, me cuesta expresar suficiente entusiasmo por Heremakono, lo cual es una lástima porque indudablemente tiene varias virtudes. Lástima que la cinta falle en lo más importante: la narrativa.
jueves, 30 de mayo de 2019
Coriolanus (2011)
Reseña: Coriolanus es una adaptación de una poco conocida obra de William Shakespeare, aunque trasladada a la actualidad. Evidentemente, la intención era trazar paralelismos con la política en el siglo XXI, demostrando cómo algunas cosas no han cambiado (ni cambiarán jamás) a pesar del paso del tiempo. El resultado final es una película interesante, aunque un poco tibia, lo cual le impide impactar o ser genuinamente memorable.
En su faceta como director, Ralph Fiennes (con la ayuda del guionista John Logan) encontró la manera de adaptar un texto teatral de manera cinematográfica y dinámica, sobre todo durante el primer tramo, cuando encontramos algunas secuencias de acción muy bien filmadas. La cinta entera mantiene un buen ritmo, aunque lamentablemente no resultará muy novedosa para quienes conozcan otras obras de Shakespeare. En ese sentido, Coriolanus sigue un camino más o menos predecible, ya que es fácil ir discerniendo qué camino irá tomando el relato.
Adicionalmente, si bien Fiennes hizo un buen trabajo como director, quizás le faltó la visión necesaria para elevar Coriolanus y darle mayor ímpetu y contundencia como experiencia cinematográfica. En su estado actual, la cinta interesa, pero nunca cautiva, por lo cual no logré compenetrarme a fondo con los personajes ni recibir un sólido impacto emocional. Por el otro lado, las actuaciones de Fiennes, Gerard Butler, Vanessa Redgrave y Brian Cox son muy buenas, y todos ellos logran elevar la cinta con su credibilidad y presencia.
A fin de cuentas, Coriolanus es una cinta decente, pero le faltó un condimento adicional para hacerla más satisfactoria. Además, queda bastante por detrás de otras adaptaciones de obras de Shakespeare, como Titus (1999), El Mercader de Venecia (The Merchant of Venice, 2004) o Macbeth (2015). Entonces, Coriolanus tiene algunos méritos que la hacen merecedora de una tibia recomendación, pero creo que las cintas mencionadas son alternativas muy superiores si se buscan adaptaciones cinematográficas del venerable dramaturgo.
Intervención Divina (Yadon Ilaheyya, 2002)
Reseña: Intervención Divina es una película que muchos espectadores seguramente detestarán porque escapa intencionalmente a toda estructura narrativa. Esta es una cinta que pretende ilustrar el conflicto israelí-palestino con una serie de viñetas; algunas son realistas, mientras que otras son absurdistas y hasta fantasiosas. Como tal, es una experiencia poco accesible, aunque tiene recompensas para ofrecer a quienes no teman arriesgarse con una cinta tan poco convencional como esta.
Durante la primera mitad de Intervención Divina, vemos la vida de un grupo de vecinos en un barrio sin un protagonista definido. Este segmento tiene simpatía y buenos momentos de humor, pero me estaba empezando a desesperar después de un rato con su total ausencia de hilo narrativo. Afortunadamente, ni bien me estaba empezando a agarrar esa desesperación, llegamos a la segunda mitad, en la cual presenciamos el romance que se desarrolla entre un palestino residente en Jerusalén con una mujer de Ramala.
En esa segunda mitad, es cuando el director y guionista Elia Suleiman (quien también interpreta al palestino de Jerusalén) da total rienda suelta a su imaginación, brindando las analogías y metáforas más elocuentes y poderosas. Mi parte favorita fue una delirante secuencia de acción que ocurre casi al final de la película, pero también hay otros momentos que logran hacer comentarios sociales y políticos con humor, inteligencia y sin solemnidad.
Además, Intervención Divina es una película que prescinde casi por completo de diálogos, y es interesante presencia cómo Suleiman se las arregla para presentar imágenes que dicen mucho con muy poco. Una muestra de "menos es más" que dio sus buenos frutos. La única película con la cual se pueden trazar algunos paralelismos con Intervención Divina es Songs from the Second Floor (Sånger från andra Våningen, 2000), aunque aquella cinta me había parecido aburrida y vacía, mientras que Intervención Divina está auténticamente repleta de contenido profundo e interesante, aunque requiere un esfuerzo por parte del espectador para encontrarlo. Será un reto difícil para muchos espectadores, pero yo estuve dispuesto a aceptarlo, y terminé satisfecho.
A Mighty Heart (2007)
Reseña: A Mighty Heart retrata la historia real de Marianne Pearl, una periodista que decidió investigar la desaparición de su marido (también reportero) en Paquistán a principio del año 2002. El director Michael Winterbottom decidió evitar sabiamente el sentimentalismo para hacer que la cinta aborde un tono cuasi-documental y libre de artificios. La inquieta cámara del cineasta nos sumerge en el relato de manera directa y verosímil, lo cual le brinda una inusual cercanía la experiencia completa. Sin embargo, eso no significa que A Mighty Heart esté exenta de algunos problemas.
Esta película transcurre principalmente en diálogos que se llevan a cabo entre la protagonista, otros periodistas, miembros de la Embajada de Estados Unidos e investigadores paquistaníes, y es un mérito que Winterbottom mantenga un ritmo lo suficientemente dinámico como para ahuyentar el aburrimiento en líneas generales. Sin embargo, llega un punto en cual tanta abundancia de diálogo se vuelve un poco monótona, sobre todo cuando no hay mucho movimiento propiamente dicho en escena. Por un lado, aplaudo que Winterbottom haya evitado la artificialidad de muchas películas hollywoodenses; por el otro lado, su enfoque hace que la cinta se torne ocasionalmente más seca y distante de lo necesario.
También tengo objeciones contra el desempeño de Angelina Jolie en el papel de Marianne. Su trabajo no es malo, pero se queda un poco corto en algunas escenas que tendrían que haber sido demoledoras, pero no terminan generando mucho en el aspecto emocional. Creo que este fue un error llenar ese papel con una estrella de cine, cuando una actriz de carácter hubiera sido mucho más adecuada. De hecho, Archie Panjabi interpreta un papel relativamente menor como una periodista que trabaja con Marianne, pero, aún así, demuestra mucha mayor credibilidad y soltura que Jolie, y eso me hizo pensar que dicha intérprete hubiera sido mucho más adecuada para el papel protagónico.
De todas maneras, A Mighty Heart es una película interesante cuyo estilo despojado es su principal atributo, aunque ocasionalmente se sienta como un obstáculo. Esta cinta se realizó en una época en la cual estaban de moda las películas que denunciaban la situación post-11 de septiembre, por lo que quizás yo haya llegado bastante tarde en ese sentido; pero, aún así, creo que son aspectos que merecen ser recordados, por lo que A Mighty Heart merece una recomendación como una sólida película que genuinamente tiene algo para decir.
miércoles, 29 de mayo de 2019
El Niño (2014)
Reseña: El Niño sigue dos líneas narrativas de manera paralela: por un lado, vemos a dos jóvenes iniciándose en el mundo del narcotráfico entre el sur de España y el norte de Marruecos; por el otro lado, vemos a un policía que sigue la pista del narcotráfico en esa región. Personalmente, creo que la segunda parte funciona mucho mejor que la primera, pero eso no quita que la experiencia completa sea entretenida, aunque poco memorable.
El principal problema de El Niño es que las actuaciones de Jesús Castro y Jesús Carroza como los jóvenes narcotraficantes son bastante malas. Ambos son agujeros negros de talento, carisma y presencia escénica, lo cual imposibilita compenetrarse con sus personajes (ya ni hablemos de la creación de empatía). Además, eventualmente hay una sub-trama romántica en la cual uno de ellos se ve involucrado con la hermana de uno de sus cómplices que me pareció absolutamente inútil, además de interferir con el flujo de la experiencia.
Por el otro lado, la otra parte de la cinta funciona mucho mejor, principalmente porque ahí encontramos a excelentes actores como Luis Tosar, Bárbara Lennie y Sergi López aportando credibilidad y peso dramático a pesar de tener personajes algo superficiales. Por lo demás, la trama policial es algo predecible, pero habiendo actores tan buenos, eso se ve aminorado, demostrando cómo el talento actoral puede elevar una cinta... aunque la otra parte de El Niño nos demuestre cómo malos actores pueden genuinamente restarle puntos a una película.
En conclusión, El Niño no me aburrió, además de contener algunas sólidas escenas de acción que quizás no sean espectaculares, pero que están filmadas de manera clara e impactante. A fin de cuentas, la película se olvida rápidamente, pero la pasé bien mientras transcurría, por lo que puedo darle una moderada recomendación.
Meek's Cutoff (2010)
Reseña: En Night Moves (2013) o en la cinta que nos ocupa en esta reseña, Meek's Cutoff, la directora y guionista Kelly Reichardt demuestra habilidad para aproximarse a los géneros (el thriller en el caso de Night Moves, el western en el de Meek's Cutoff) para reinterpretarlos con un barniz más afín al "cine arte". En otras palabras, Reichardt no está interesada en los géneros de manera convencional, sino que pretende darles un enfoque único y diferente que los eleva artísticamente.
Meek's Cutoff es una película que no tiene mucha "historia" propiamente hablando. Sin embargo, el talento de Reichardt consiste en construir una narrativa atrapante con mínimos elementos. Básicamente tenemos a tres familias varadas en el Lejando Oeste que pretenden llegar a un punto donde haya agua para poder sobrevivir. Realmente, no hace falta más que eso para que la experiencia sea atrapante y satisfactoria. Reichardt logra una excelente atmósfera de agobio, calor y aislamiento, por lo que podemos palpar inmediatamente la desesperación de los personajes por sobrevivir, al mismo tiempo que los vamos conociendo con trazos sutiles pero repletos de significado.
Los actores se adaptan perfectamente al tono de la cinta, y todos brindan desempeños naturales y totalmente creíbles, destacando a Michelle Williams, Bruce Greenwood y Ron Rondeaux; este último fue una auténtica revelación en el papel de un indio que las familias encuentran en el camino y que quizás podría ser quien los termine guiando a la salvación. Por su parte, Reichardt mantiene un ritmo pausado y deliberado que ahuyentará a muchos espectadores, pero que resulta esencial para sumergirnos en el clima de la cinta.
En conclusión, Meek's Cutoff me pareció una experiencia fascinante, aunque estoy seguro de que muchos espectadores la odiarán por su lentitud y porque "pasa poco" en términos superficiales. Sin embargo, yo la encontré cautivante por esas razones (además de los otros aspectos que enumeré en la reseña), y confirmo definitivamente que Reichardt es una brillante cineasta con una visión única que invita a seguir indagando en su filmografía con elevadas expectativas.
Nosotros (Us, 2019)
Reseña: Hace dos años, el humorista Jordan Peele obtuvo gran aclamación y ganó premios a diestra y siniestra con su debut como director y guionista, Huye (Get Out, 2017), en la cual combinó terror, comedia y comentario social. Sin embargo, debo decir que yo me encuentro en la gran minoría que no quedó muy convencida con esa película. Indudablemente creo que Peele tuvo ideas originales, pero siento que no logró ensamblarlas en una estructura narrativa cohesiva y satisfactoria. Y, lamentablemente, creo que algo parecido volvió a ocurrirle con su segunda película, Nosotros.
Durante la primera mitad de Nosotros, se presenta un concepto ingenioso que le da un giro diferente a la consabida estructura de la "invasión doméstica". Eventualmente, la cinta termina girando una y otra vez sobre lo mismo sin avanzar la narrativa, por lo cual esta se termina empantanando un poco y no pude evitar empezar a sentir un poco de cansancio debido a esa redundancia. No obstante, la cinta introduce nuevas ideas interesantes en su último tramo, pero, al mismo tiempo, ahí podemos encontrar la principal falla de Nosotros: es una película de ideas que no están adecuadamente ejecutadas para formar un sólido tapiz narrativo.
Quizás sea más preciso decir que la experiencia completa de Nosotros se siente como un primer acto en el cual se introducen algunos conceptos prometedores. Lamentablemente, nunca llegan el segundo y el tercer acto que les harían justicia brindándoles el desarrollo adecuado. En otras palabras, Nosotros tiene varias semillas que no tienen la oportunidad de germinar. Creo que ese es el gran problema que Peele tendrá que corregir en sus proyectos futuros: saber cristalizar lo que tiene en mente en una narrativa interesante y satisfactoria.
A fin de cuentas, Nosotros es una película prometedora, pero que no termina cumpliendo, por lo que el sabor final que queda es amargo y poco satisfactorio. Como película de terror, le falta tensión y contundencia (por no mencionar que el "gore" es inexistente; apenas se ve alguna que otra gota de sangre); como sátira social, le falta inteligencia y mordacidad. Por ello, lo único que queda son algunas ideas que tienen su originalidad, pero que nunca logran genuinamente cristalizarse. En resumen, una cinta fallida.
Regresa a Mí (Ben is Back, 2018)
Reseña: Mis expectativas antes de ver Regresa a Mí eran muy bajas. La premisa de una madre dispuesta a todo para mantener a su hijo alejado de las drogas debido a severos problemas que el joven tuvo con esa adicción sonaba demasiado trillada, manipuladora y empalagosa. Sin embargo, decidí darle una oportunidad a Regresa a Mí porque me gustaron algunas películas previas del director Peter Hedges (Fragmentos de Abril -Pieces of April, 2003-, Dan in Real Life -2007-). A fin de cuentas, Regresa a Mí no me terminó pareciendo la gran cosa, pero admito que fue mejor de lo que esperaba.
Para empezar, Regresa a Mí no puede evitar una cierta artificialidad que afecta a muchas películas hollywoodenses, tanto en su manufactura como en ciertas resoluciones forzadas y convenientes del guion (por ejemplo, el predecible final). Como punto de comparación, puedo mencionar la cinta noruega Oslo, 31. August (2010), la cual también abordó el tema de la drogadicción, pero con un estilo mucho más crudo y natural que nos sumergía plenamente en el desamparo que padecía el protagonista. Por su parte, mientras veía Regresa a Mí, sentía constantemente que, a fin de cuentas, estaba viendo una película.
Por el lado positivo, si bien Regresa a Mí no es ni remotamente lo devastadora que tendría que haber sido, hay que reconocer que Hedges mantiene un tono sobrio y moderado de principio a fin, que quizás no derroche personalidad, pero que evita que la cinta incursione en el terreno de la melosidad y los golpes bajos. Además, Julia Roberts y Lucas Hedges (sí, es hijo del director) brindan sólidas actuaciones y comparten una creíble química de madre e hijo; por el otro lado, algunos actores secundarios se sienten demasiado rígidos.
Obviamente, si desean ver un retrato impactante y desolador de la drogadicción, las recomendaciones definitivas serían Requiem para un Sueño (Requiem for a Dream, 2000) o la previamente mencionada Oslo, 31. August (2010). Pero, para ser justos, Regresa a Mí se deja ver, y aunque no sea una gran película ni mucho menos, superó mis expectativas y cuenta con suficientes atributos para ganar una mediana recomendación.
The Fifth Station (La Cinquième Saison, 2012)
Reseña: The Fifth Station es una película extraña e inclasificable, pero no me dejó completamente satisfecho. Es ciertamente una experiencia audaz con abundantes rasgos de originalidad, pero le cuesta definir un camino concreto. Y cuando finalmente parece encontrarlo... mala suerte, porque la cinta termina. Aún así, vale la pena darle una oportunidad, sobre todo si se está en busca de una experiencia inusual y alejada de todo convencionalismo.
La trama de The Fifth Station es bastante "abstracta", por lo que no es fácil de ser sintetizada. Entonces, simplemente diré que la cinta retrata la vida en un pequeño pueblo que parece estar maldecida luego de un invierno que no aparenta terminar nunca. De esa manera, The Fifth Station procede combinando humor absurdista con drama crudo, sin olvidar incursiones en el género de terror. Como dije en el primer párrafo, evidentemente estamos ante una película inclasificable, que se niega rotundamente a ser etiquetada en un género específico.
Eso es ciertamente loable, y los co-directores Peter Brosens y Jessica Woodworth saben generar la atmósfera de una pesadilla de la cual no podemos escapar. No obstante, el gran problema de The Fifth Station es que divaga demasiado tiempo sin encontrar un eje, y cuando finalmente parece encontrarlo, la experiencia termina de manera abrupta, dejándonos con ganas de más. En otras palabras, The Fifth Station termina justo cuando estaba empezando a tomar un rumbo fascinante y enfocado.
En conclusión, The Fifth Station tenía ingredientes suficientes para ser una experiencia contundente y memorable; lamentablemente, no se supo sacar el máximo provecho de ellos, por lo que el resultado final es inferior a la suma de sus partes. De todas maneras, la originalidad es un atributo tan infrecuente en el cine que tan solo por eso hay que darle una oportunidad a una película como esta, incluso si no resultó del todo lograda.
Ojos Bien Cerrados (Eyes Wide Shut, 1999)
Reseña: No sé porqué tardé tanto en ver Ojos Bien Cerrados, la película póstuma del legendario director Stanley Kubrick, pero bueno... como reza el dicho, "mejor tarde que nunca". Como sea, lo importante es que finalmente vi esta obra maestra, la cual es una virtuosa muestra de arte cinematográfico realizada por un auténtico genio detrás de cámaras que sabe sacar el máximo provecho del lenguaje visual para brindar una experiencia embriagante, hipnótica e inolvidable.
Películas como Ojos Bien Cerrados son una buena muestra de la razón por la cual no me gusta escribir sinopsis de las películas. Principalmente, me opongo a ello porque una buena cinta es mucho más que una simple sinopsis; es una experiencia cinematográfica antes que cualquier otra cosa, y una película como esta lo confirma con creces. Desde el primer segundo, Kubrick logra captar la atención del espectador, empleando un ritmo perfecto, el cual se toma su tiempo para introducirnos al fascinante universo de la película, pero, simultáneamente, manteniéndolo lo suficientemente dinámico para evitar que la experiencia se torne monótona. De esa manera, la película nunca se estanca, pero tampoco se apresura. Simplemente encuentra la cadencia perfecta para envolver gradualmente a la audiencia.
Tampoco conviene adelantar nada sobre la trama de Ojos Bien Cerrados porque va llevando al espectador por terrenos cada vez más extraños y sugerentes, que llenan a la cinta de una variedad tan grande de simbologías e interpretaciones que, cuando la cinta termina, uno queda con ganas inmediatas de verla de nuevo. Hay tanto material para digerir y para analizar desde diversos puntos de vista que un solo encuentro no es suficiente para una película tan rica, compleja y alucinante como esta. Además de todo, Ojos Bien Cerrados nos permite atisbar todas las cosas que se esconden por debajo de una sociedad aparentemente "normal" y rutinaria, introduciéndonos a un universo diferente... y potencialmente muy peligroso. Mejor no revelar más en ese aspecto...
Adicionalmente, Ojos Bien Cerrados se ve beneficiada por la presencia de un actor tan carismático como Tom Cruise en el rol protagónico, quien carga con la cinta entera sobre sus hombros con su gran presencia y sólida credibilidad emocional. Nicole Kidman tiene menos tiempo en escena del que creía que iba a tener, pero su personaje es esencial, y ella le hace justicia con un excelente desempeño. El resto del elenco es igualmente perfecto; todos los intérpretes hace un trabajo tan bueno y sus roles están tan bien escritos que todos dejan su huella en la película, incluso quienes aparecen poco.
En conclusión, Ojos Bien Cerrados es una gran película, que ofrece un alucinante viaje para el espectador a lo largo de un poco más de dos horas y media que se pasan literalmente volando. Aunque me haya acercado a ella veinte años tarde, me alegro mucho de haberlo hecho, porque me terminé encontrando con una de mis películas favoritas, realizada con una elegancia, una inteligencia y una profundidad realmente infrecuentes. Kubrick se despidió a lo grande con esta cinta, cerrando su filmografía con un auténtico broche de oro.
El Club (2015)
Reseña: El Club retrata a un grupo de sacerdotes que conviven en un hogar ubicado en un remoto pueblo costero como castigo por haber cometido "deslices". Sin embargo, un hecho violento hace que un experto en solucionar crisis vaya ahí enviado por la Iglesia, lo cual desestabiliza la rutina y crea tensión. El resultado final es una película que toca algunos puntos interesantes, pero con la cual es difícil establecer un lazo emocional o incluso humano.
Por el lado positivo, El Club aborda algunos provocativos y controversiales asuntos vinculados con la Iglesia católica, mientras que las excelentes actuaciones se encargan de dotar a los personajes de dimensión y matices (destacando al siempre brillante Alfredo Castro). La cinta nos permite contemplar puntos de vista contradictorios, pero, al mismo tiempo, cada personaje tiene un punto de vista diferente que nos permite analizar la situación por nuestra cuenta y sacar nuestras propias deducciones.
Por el otro lado, el director Pablo Larraín le brinda un tono tan oscuro y nihilista a todas las escenas que me distanció un poco, ya que eso elimina todo rastro de calidez o incluso de optimismo. A su vez, los personajes tienden a ser bastante desagradables, por lo que me costó entablar empatía con cualquiera de ellos a pesar del perfecto desempeño de los actores. Esos factores contribuyeron a cansarme un poco a lo largo de la experiencia, hasta culminar en un final que me dejó con ganas de más. Creo que le faltó un "último toque" a la experiencia para concluir de manera más contundente y memorable.
Creo que El Club comparte algunos problemas con Post Mortem (2010), la cual también fue dirigida por Larraín: ambas se meten en terreno que bordea lo escabroso, pero les falta un poco más de humanidad para compenetar emocionalmente del todo a la audiencia. Aún así, son experiencias desafiantes que valen la pena a pesar de no ser del todo satisfactorias, pero, dentro de la filmografía de Larraín, prefiero Neruda (2016), la cual es un cambio total del estilo mostrado en Post Mortem y El Club.
Infame (Infamous, 2006)
Reseña: Infame quedó opacada por haberse estrenado tan solo un año después de la aclamada Capote, en la cual también se examinó al célebre escritor Truman Capote y su inspiración para escribir A Sangre Fría, el libro que le dio mayor popularidad, aunque, paradójicamente, también inició una especie de debacle en su carrera. Personalmente, vi Capote hace mucho tiempo, y no recuerdo prácticamente nada de ella. Eso me permitió enfrentar Infame con ojos frescos, y evitando todo tipo de molestas comparaciones.
Quizás ese enfoque haya sido beneficial a fin de cuentas, porque, por sí sola, Infame me pareció una película interesante y soberbiamente actuada, que genuinamente indaga en sus personajes y sus particulares psicologías. Además del minucioso examen que ofrece de Capote, todos los demás personajes están retratados con ricos matices que los hacen complejos y difíciles de encasillar en fáciles etiquetas, desde Harper Lee, la mejor amiga del escritor (además de haber sido otra reconocida autora) hasta Perry Smith, uno de los dos asesinos que cometieron los crímenes que inspiraron A Sangre Fría, y con quien Capote terminó desarrollando una relación bastante cercana.
La actuación de Toby Jones como Capote es extraordinaria. Su trabajo de composición es sumamente detallado, pero nunca busca llamar la atención por sí mismo. Por el contrario, Jones logra integrarlo naturalmente a su expresivo desempeño, y el resultado final es que tenemos a un protagonista muy interesante con una amplia variedad de capas psicológicas que van decantando gradualmente. El trabajo del resto del elenco también es muy bueno, destacando a Daniel Craig como Smith y Jeff Daniels como el policía que dirige la investigación de los homicidios. Incluso Sandra Bullock (a quien generalmente no trago) sale bien parada con su desempeño como Harper.
Por el lado negativo, me molestaron un poco los momentos en los cuales vemos a personajes hablar a cámara sobre algunos puntos de los protagonistas y del relato. Salen sobrando porque no añaden nada a lo que ya estamos viendo en escena, y esa artificialidad me "sacó" un poco de la experiencia. Afortunadamente, no son muchas esas escenas, pero, aún así, rompen un poco el flujo de la película, que, por lo demás, está bien realizada y contada con eficiencia y un ritmo pausado pero nunca aburrido.
En conclusión, Infame me pareció una sólida película con excelentes actuaciones, un guion profundo y bien armado y la sobria dirección de Douglas McGrath. Todos esos aspectos se conjugan mutuamente para brindar una experiencia agridulce pero interesante y satisfactoria. Lástima que Infame se haya visto perjudicada por haber sido estrenada en el momento equivocado, ya que eso impidió que más personas puedan apreciar sus abundantes virtudes.
viernes, 17 de mayo de 2019
Rembrandt (2003)
Reseña: Uno de los sub-géneros más trillados es indudablemente el de las "heist movies" (léase películas sobre robos). Rembrandt no reinventa dicha fórmula ni resulta particularmente memorable, pero cuenta con suficiente energía, apropiados toques de humor y buenas actuaciones para hacerla entretenida a pesar de no ofrecer nada especial. En pocas palabras, la cinta resulta funcional para pasar el rato, y nada más.
Como ya se puede intuir desde el título, Rembrandt gira en torno a un cuadro del epónimo pintor que es robado. Sin embargo, esa no era la pintura que los ladrones pretendían robar, y ese malentendido les termina trayendo consecuencias cada vez más complicadas. El guion es bastante básico y no resiste mucho análisis; los co-guionistas Jannik Johansen y Anders Thomas Jensen no se preocuparon en desarrollarlo a fondo, y exigen que el espectador dé demasiados saltos de fe. Por el otro lado, agradezco que la película haya evitado la solemnidad de otras películas de este género, adoptando un tono ligero y ocasionalmente gracioso que no deja lugar para el aburrimiento.
Además, me gustaron las actuaciones. Lars Brygmann y Jakob Cedergren tienen una creíble química como padre e hijo ladrones (respectivamente), y generan empatía a pesar de las actividades delictivas de sus personajes. Nikolaj Coster-Waldau y Nicolas Bro brindan eficiente soporte como los otros dos miembros de la banda, y el resto del elenco quizás no tenga mucho para hacer, pero aún así, los intérpretes habitan sus roles con convicción y entusiasmo.
Francamente, no hay mucho más para decir. Puedo darle una mediana recomendación a Rembrandt porque me mantuvo entretenido escena por escena, aunque la haya olvidado al minutos después de haberla visto. Esta es una de esas cintas que no son malas, pero que tampoco dejan nada a largo plazo como para permanecer en el recuerdo del espectador. Aún así, no me arrepiento de haberla visto, y la prefiero antes que a otras "heist movies" realizadas con mayor parafernalia.
miércoles, 15 de mayo de 2019
Amour Fou (2014)
Reseña: Queda claro de entrada que Amour Fou dista mucho de ser una película "de época" convencional. Su estilo es muy peculiar, y si bien toca temas serios, hay abundantes dosis de humor seco y "deadpan". Eso contribuye a darle una atmósfera especial a la cinta y a hacerla difícil de clasificar... aunque, en mi caso particular, fue fácil de disfrutar por su provocativo contenido dramático, sutiles guiños humorísticos y hasta algunos apuntes sobre la sociedad durante la primera mitad del siglo XIX.
Amour Fou toma como punto de partida la historia real del escritor Heinrich von Kleist, un excéntrico individuo que creía que la expresión máxima del amor era la muerte. Por ello, quería encontrar a una mujer que quisiera participar junto a él en un pacto suicida, aunque naturalmente no le resultaba sencillo... hasta que conoció a Henriette Vogel, una mujer diagnosticada con una enfermedad terminal quien inicialmente se opuso a ese plan, aunque eventualmente le pareció válido aceptarlo. Esa sinopsis puede resultar engañosa, ya que podría indicar que Amour Fou es un lacrimoso romance trágico. Afortunadamente, la película no tiene nada que ver con eso, ya que ni siquiera es una cinta romántica. Simplemente tenemos dos personas con una compleja psicología estableciendo una dinámica inusual, aunque compatible en más puntos de lo que puede parecer a simple vista.
El tema del pacto suicida puede sonar bastante duro, pero Amour Fou también evita ese camino. De hecho, cuando más ahonda en ese tema, es cuando la película más adopta su humor negro e incisivo, aunque esté ejecutado de manera tan sutil y elegante que hay que escarbar en la superficie de las escenas para genuinamente apreciarlo. De hecho, creo que el género que mejor le sienta a Amour Fou si se quisiera ponerla una etiqueta es el de una comedia refinada e inteligente, que sabe plantear y ejecutar un humor sofisticado, aunque no por ello descuida el potente contenido dramático del relato.
Por su parte, la directora Jessica Hausner emplea una hipnótica puesta en escena. La cinta está compuesta de planos largos y fijos, pero nunca se vuelve monótona ni adolesce de teatralidad. Por el contrario, dicho estilo está empleado de manera absolutamente cinematográfica, componiendo las escenas de manera tan sobria como precisa y contribuyendo poderosamente a la atmósfera de la cinta. En otras palabras, nada se siente librado al azar, y todas las decisiones de Hausner como directora funcionan como un armonioso complemento del guion.
En lo que respecta a los actores, todos se adaptaron perfectamente al tono de Amour Fou, lo cual no era nada fácil, ya que tenían que capturar el punto exacto de "inexpresividad expresiva". Afortunadamente, todos lograron salir airosos, destacando naturalmente a Christian Friedel y Birte Schnöink como Heinrich y Henriette (respectivamente), ya que son ellos quienes más tienen que cargar con el peso dramático de la experiencia.
En conclusión, Amour Fou es una película audaz y fascinante, que no teme retar al espectador y proponerlo algo distinto, que no será para todos los gustos, pero que tampoco se olvida fácilmente. Además, me sorprendió agradablemente en mi caso personal, ya que la película previa de Hausner (Lourdes -2009-) no me había dejado totalmente satisfecho (aunque eso no significa que haya estado exenta de virtudes). Pero, en el caso de Amour Fou, esta directora y guionista logró una combinación de humor, drama y auténtica profundidad que me pareció única y muy satisfactoria.
Dummy (2002)
Reseña: Dummy es una comedia simpática y agradablemente "chiquita", pero, a fin de cuentas, menor y completamente olvidable. Su guion bordea lo simplón, y el director Greg Pritikin no demuestra particular personalidad tras las cámaras. Aún así, es útil para pasar noventa minutos amenos e inofensivos, además de estar beneficiada por la presencia de un entusiasta ensamble de actores.
Para empezar, tenemos a Adrien Brody en el rol protagónico de un joven que descubre su verdadera pasión en la ventriloquía. Lamentablemente, este excelente actor no ha estado muy activo en años recientes, pero siempre logra destacar y llenar a sus personajes de vida y de toques distintivos, incluso en un proyecto sin mucha sustancia como Dummy. Además, Brody genera una agradable dinámica familiar junto a Illeana Douglas (como su hermana), Ron Leibman y Jessica Walter (quienes interpretan a sus padres). Por su parte, Vera Farmiga cumple decorosamente su función de interés romántico y Milla Jovovich desborda energía como la mejor amiga del protagonista.
Dummy logra entretener medianamente principalmente gracias a esos actores. Por lo demás, no hay nada que realmente distinga a esta cinta ni que demuestre particular inteligencia. En otras palabras, se nota que no se puso mucho esfuerzo en los aspectos creativos de la película, aunque eso no impide que Dummy se deje ver, y transcurra de manera algo insípida, pero, a fin de cuentas, funcional y apropiada para llenar un rato si no se tiene nada mejor para ver ni hacer.
Por ello, puedo darle a Dummy una tibia recomendación, la cual es ganada principalmente por su sólido elenco. Por cierto, mientras veía esta cinta, no podía dejar de pensar que el tema de un joven inadaptado que desarrolla pasión por la ventriloquía quizás hubiera funcionado mejor como punto de partida de una película de terror. Creo que ese camino hubiera sido más interesante que esta inofensiva e insulsa comedia.
Certain Women (2016)
Reseña: Tenía mucho interés en ver Certain Women porque la única película que había visto de la directora Kelly Reichardt, Night Moves (2013), me gustó mucho por su aproximación poco convencional pero contundente a un género como el thriller. Lamentablemente, Certain Women resultó una decepción, ofreciendo una experiencia vacía y mayormente aburrida que no termina conduciendo a ninguna parte.
Certain Women cuenta tres historias protagonizadas por mujeres. Esta no es una de esas cintas en las cuales se cruzan las historias, ya que las conexiones entre las tres son muy tenues. El problema es que ninguna de ellas es interesante, ni tampoco ofrecen personajes que logren despertar algo en la audiencia. Adicionalmente, Certain Women peca de excesiva pretensión, extendiendo muchas escenas más tiempo del necesario dándose ínfulas de profundidad y detalle cuando, en realidad, no se está contando nada sustancioso.
Por su parte, Reichardt vuelve a emplear el estilo natural y libre de artificio que utilizó en Night Moves, pero, en esta ocasión, falta el respaldo de un buen guion. Los actores hacen lo que pueden con sus personajes, pero logran salir airosos a pesar de todo (incluso tengo que admitir que Kristen Stewart, a quien previamente nunca había tragado, no queda mal en esta película).
En conclusión, incluso en una película poco satisfactoria como Certain Women, queda claro que Reichardt es una directora talentosa y poseedora de una visión muy personal. Por ello, confío en que este haya sido tan solo un traspie en su carrera, por lo que seguiré hurgando en su filmografía. De todas maneras, en lo que respecta a Certain Women en particular, no puedo recomendarla porque se me hizo tediosa y carente de "vida".
Atanarjuat: The Fast Runner (2001)
Reseña: Independientemente de las virtudes intrínsecas que puedan tener, siempre me resulta atractivo cuando el cine me permite tener un pantallazo hacia culturas diametralmente opuestas a las propias, permitiéndonos conocer otras costumbres y hasta otros "mundos". Entre esas películas, puedo mencionar a Moolaadé (2004), Sud Pralad (2004), Tulpan (2008) y la cinta que nos concierne en esta reseña: Atanarjuat: The Fast Runner, la cual retrata a la tribu de los inuit que habita en el norte de Canadá (por cierto, esta fue la primera cinta en la historia en estar hablada en el idioma de dicha tribu).
En el caso particular de Atanarjuat: The Fast Runner, su aspecto más interesante es el previamente mencionado componente cultural. Por lo demás, su trama es bastante trillada, ya que básicamente puede sintetizarse en dos hombres que se pelean por el amor de una mujer. No obstante, creo que el principal defecto de Atanarjuat: The Fast Runner es extenderse bastante más de lo necesario. Con una duración de ciento sesenta y siete minutos, hay varios momentos que no aportan nada sustancioso a la experiencia y terminan cansando un poco (sobre todo en la parte media). Creo que tranquilamente se podría haber extirpado media hora, y, de esa manera, hubiéramos tenido una cinta más compacta y concentrada en lo genuinamente relevante.
Aún con esos defectos, no me arrepiento de haber visto Atanrjuat: The Fast Runner, y debo decir que fueron más los momentos en los cuales estuve entretenido que los que me aburrieron un poco, lo cual es loable tratándose de una película tan larga. Además, la cinematografía es impresionante, sacando máximo provecho de las vastas locaciones heladas, y las actuaciones me parecieron perfectas, destacando la de Natar Ungalaaq como el epónimo Atanarjuat.
A pesar de su escasa originalidad y de los ajustes que se tendrían que haber hecho a su edición, Atanrjuat: The Fast Runner me pareció una película atendible, además de que no puede negarse su valor por haberme abierto los ojos a una cultura tan diferente a la propia, pero, al mismo tiempo, similar por estar fundamentada en típicas emociones y valores familiares. Personalmente, eso bastó para hacerla una experiencia única a pesar de sus fallas.
What They Had (2018)
Reseña: A pesar de haber recibido muy buenos comentarios, postergué en varias ocasiones What They Had, porque la premisa de una anciana con Alzheimer sonaba como la receta de un drama manipulador y empalagoso. Sin embargo, finalmente decidí verla, y lo primero que tengo que reconocer es que la cinta no tomó esa ruta, empleando un tono más sobrio. Además, la enfermedad de la anciana no es el eje de la película, sino un disparador para analizar una dinámica familiar, en la cual también encontramos a su marido, sus dos hijos adultos y una nieta.
What They Had arranca de manera eficiente. Sin preámbulos innecesarios, va directo al grano y nos mete de lleno en la situación, presentándonos los particulares conflictos que cada personaje atraviesa. No obstante, luego de ese sólido arranque, What They Had se estanca un poco en su parte media, tornándose redundante por estar dando vueltas una y otra vez sobre los mismos puntos. Esta cinta representa el debut como directora de la dramaturga Elizabeth Chomko, y se nota que viene del teatro, ya que What They Had transcurre principalmente en interiores y se enfoca en diálogos e interacciones; sin embargo, se nota que Chomko no tiene práctica en asuntos propiamente cinematográficos, por lo que la cinta no puede evitar cierta monotonía rítmica y planitud visual que la hacen un poco cansada durante la parte media, que es cuando más se manifiestan los problemas del guion.
Afortunadamente, What They Had mejora en su último tramo, con algunos momentos emotivos que nos terminan conduciendo a un final agridulce pero satisfactorio. Además, la película se ve ampliamente beneficiada con su brillante ensamble de actores, en donde encontramos a Blythe Danner (como la mujer con Alzheimer), Robert Forster (como su esposo), Hilary Swank y Michael Shannon (estos dos últimos como los hijos) creando una perfecta dinámica familiar y brindando trabajos detallados y expresivos. Por su parte, Taissa Farmiga no tiene mucho para hacer en el rol de la hija de Swank, y creo que ese personaje podría haberse obviado por completo.
Poniendo en la balanza, What They Had vale la pena verse principalmente por sus actuaciones y por la discreción y sutileza con las cuales se encaró su contenido dramático. Creo que, con sus pros y sus contras, se puede considerar un competente debut para Chomko, aunque aún tenga que pulir su visión como directora y ajustar mejor su desempeño como guionista.
Pity (Oiktos, 2018)
Reseña: Pity parte de una premisa indudablemente ingeniosa: "un hombre que es feliz siendo infeliz". Sin embargo, esa virtud también termina siendo el principal defecto de Pity, ya que la película entera no logra ser más que esa idea, dando constantes vueltas sobre ella sin nunca cristalizarla en una narrativa genuinamente satisfactoria. En pocas palabras, una idea interesante pero ejecutada de manera floja.
La primera mitad de Pity se me estaba haciendo un poco tediosa. Sentía que la cinta no lograba verdaderamente arrancar, por lo que lo que abarca en todo ese lapso de tiempo se podría haber contado en tan solo diez o quince minutos. Eventualmente, ocurre algo en la trama que hace que la cinta se recupere un poco de ese letargo, pero el guion termina adoptando un camino demasiado predecible, por lo que la experiencia termina exactamente como lo habíamos adivinado bastante tiempo antes. A fin de cuentas, como la película entera se reduce a una sola idea, sabemos que no hay muchas alternativas, por lo que es fácil deducir hacia dónde se dirige el asunto.
En el papel principal, el actor Giannis Drakopoulos enfrentó un reto difícil, ya que su personaje tiene que transmitir una variedad de emociones que se manifiestan por debajo de la superficie debido a su constante represión. No obstante, siento que la actuación de Drakopoulos se quedó corta, y tampoco lo sentí suficientemente carismático como para cargar con la película entera sobre sus hombros. El resto del elenco apenas hace notar su presencia, pero no por culpa de los intérpretes, sino por los superficiales personajes que tuvieron que interpretar.
Es evidente que Pity pretendía ser una comedia negra impávida y seca, pero le faltó inteligencia para lograrlo, por lo que no logra ser particularmente graciosa ni tampoco tan impactante como pretendía serlo. A fin de cuentas, Pity termina siendo una película fallida, demostrando que un buen punto de partida no es suficiente si no está bien desarrollado. En resumen, una sola idea, por buena que sea, no es suficiente para sustentar una cinta entera.
jueves, 9 de mayo de 2019
Fuga (2018)
Reseña: Fuga gira en torno a una mujer con amnesia, la cual es una premisa que se ha visto en incontables thrillers genéricos. Sin embargo, Fuga parte de ese mismo concepto para pertenecer a otro género, desarrolando un drama sobre una mujer que intenta rearmar su vida de a poco, principalmente ayudada por sus padres, su esposo y su pequeño hijo. No obstante, lamento decir que la cinta no logró interesarme mucho, a pesar de que ocasionalmente se atisban chispazos de lo que podría haber sido si hubiera tomado caminos más atractivos.
Fuga arranca de manera demasiado morosa, tomándose excesivo tiempo para establecer la situación y los personajes, lo cual empantana la narrativa y despierta la sensación de que la película no logra genuinamente arrancar. Durante la segunda mitad, Fuga empieza a adquirir un poco más de fuerza, pero sin nunca volverse apasionante, hasta finalmente concluir en un final que solo despierta indiferencia. Creo que el principal problema es que simplemente me costó engancharme con la narrativa y los personajes, y aunque no puedo decir que Fuga me haya aburrido, tampoco logró mi compenetración con lo que ocurría en la pantalla.
En lugar del insulso drama que terminó siendo, creo que Fuga hubiera funcionado mejor tomando un camino más surrealista y metafórico. Hay algunas secuencias oníricas en las cuales la directora Agnieszka Smoczynska demuestra buen dominio de la atmósfera y gran imaginación visual; solo durante esos breves momentos, la película logra cobrar vida... la cual se ve inmediatamente apagada cuando la cinta regresa a la mundanidad del resto de la experiencia.
Aún así, el trabajo de los actores es decente, empezando por la protagonista Gabriela Muskała, encarnando creíblemente a una mujer confundida que intenta gradualmente reincorporarse a la vida normal. Pero, incluso con virtudes como esa, el balance general de Fuga termina más del lado negativo que del positivo en mi experiencia general. No puedo decir que haya sido una mala película, pero me pareció demasiado insustancial y olvidable como para genuinamente dejar impresión alguna.
martes, 7 de mayo de 2019
Cómo Ganar Enemigos (2014)
Reseña: Cómo Ganar Enemigos empieza de manera muy prometedora. Este relato sobre un joven abogado cuyo dinero para comprar un departamento desaparece tras haber pasado una noche con una mujer (aunque él sospecha que hay algo más extraño detrás de todo eso) arranca yendo directo al grano, presentándonos a los personajes de manera detallada y precisa, para luego presentar un conflicto que despierta curiosidad. El personaje principal es fanático de las novelas de detectives, por lo que inevitablemente tiene que convertirse en uno, recurriendo a deducciones y a una lista de sospechosos.
Sin embargo, Cómo Ganar Enemigos se va desinflando a medida que avanza. Luego de un sólido establecimiento, la cinta empieza a tornarse predecible, desarrollándose sin muchas sorpresas. Un thriller de estas características tiene que saber jugar con la percepción del espectador para eventualmente sacudir sus expectativas, y no llevarlo por el camino más fácil de adivinar. Adicionalmente, el tono de Cómo Ganar Enemigos cambia de manera forzada en su segunda mitad, virando hacia una especie de comedia que no termina de funcionar y contrasta negativamente con lo que se había trabajado previamente.
Ese tono de comedia se eleva por completo en el final, el cual no me dejó satisfecho porque concluye la experiencia de manera abrupta y hasta apresurada. Cómo Ganar Enemigos es una película muy breve (dura apenas ochenta minutos, incluyendo créditos finales), y creo que Lichtmann se podría haber permitido unos veinte minutos adicionales que le hubieran brindado un mejor remate a la película, en lugar de terminarla de una manera que decepciona porque deja al espectador con ganas de mucho más.
En cuanto al elenco, Martín Slipak no hace un mal trabajo como el protagonista, pero le falta el carisma y la presencia suficientes para cargar con una película entera sobre sus hombros. En cuanto al resto de los actores, varían entre los que se sienten demasiado rígidos (sobre todo Javier Drolas como el hermano del personaje principal) y los que pasan desapercibidos porque no tienen material muy sustancioso con el cual trabajar, exceptuando a Inés Palombo. El trabajo de esta actriz estuvo entre las cosas que más me gustaron de Cómo Ganar Enemigos debido a la variedad de matices que maneja con solvencia y naturalidad; primero, la percibimos como una chica inocente e ingenua, para eventualmente resultar toda una "femme fatale".
En conclusión, Cómo Ganar Enemigos arranca muy bien, para luego perder impulso y terminar dejando sabor a poco. Es una lástima, porque podría haber llegado mucho más lejos después de su prometedor establecimiento, pero se termina estancando con un desarrollo cada vez menos interesante y un incierto tono de comedia que nunca funciona. A fin de cuentas, lo que termina quedando es una cinta fallida a la cual no podría recomendar.
Un Hombre Serio (A Serious Man, 2009)
Reseña: Un Hombre Serio es una película constantemente enigmática. Ya de entrada, arranca con una extraña escena que logra ser simultáneamente tenebrosa y macabramente graciosa, la cual no estaría fuera de lugar en alguna cinta de terror. Esa escena parece inconexa con todo lo que viene después, aunque quizás podría explicar parcialmente los infortunios y las desdichas que experimenta el personaje central, un profesor de física llamado Larry Gopnik. Claro, Un Hombre Serio también asume que el espectador tiene bastante familiaridad con los ritos, las tradiciones y el folklore judíos, lo cual no es mi caso, y eso hizo que me sintiera un poco perdido ocasionalmente. De todas maneras, no deja de ser una experiencia atípica e interasante.
Un Hombre Serio es una película que está fuertemente abierta a lo que cada espectador terminará dilucidando de ella. Por eso, su impacto en cada persona será de manera muy subjetiva. Lo que sí se puede cuantificar de manera objetiva son los excelentes aspectos técnicos, desde la meticulosa puesta en escena de los Hermanos Coen hasta la espectacular cinematografía del genial Roger Deakins. Y tampoco puedo dejar de mencionar las brillantes actuaciones del elenco entero, empezando por Michael Stuhlbarg en el papel de Larry, quien carga con toda la película sobre sus hombros con absoluta credibilidad y desbordante carisma.
Como ha sucedido en otras películas de los Hermanos Coen, Un Hombre Serio es una tragicomedia, por lo que, si bien la vida del protagonista parece irse desmoronando cada vez más, también hay abundantes momentos que logran hacer reír. Además de ello, tenemos el profundo y detallado guion, el cual está muy bien armado y hace que la cinta logre una circularidad, incluso con ese ambiguo final, el cual me dejó satisfecho porque, sin apoyarse en algo concreto, tenemos abundante material para debatir y completar la película en nuestra propia cabeza.
En conclusión, no será una película para todos los gustos, principalmente porque decepcionará a aquellos espectadores en busca de un cine más lineal y complaciente. No obstante, en mi caso personal, Un Hombre Serio fue una experiencia desafiante y muy interesante, complementada por abundante talento tanto al frente como detrás de cámaras. Adicionalmente, también posee un valor didáctico, habiéndome instruido sobre algunos aspectos de la cultura judía e invitado a indagar sobre otros.
domingo, 5 de mayo de 2019
Not Fade Away (2012)
Reseña: Inicialmente parece que Not Fade Away será una de esas "biografías musicales" (ficticia en este caso), siguiendo la creación de una banda de rock amateur en los '60, aunque la narración nos aclara de entrada que nunca lograron alcanzar el éxito. Sin embargo, a medida que la cinta va avanzando, el foco termina pasando a ser un "coming of age" de uno de los miembros de la banda, el baterista Douglas, mostrando cómo esa experiencia va moldeando su vida, y reflejando su relación con su familia, su novia y sus amigos rockeros. El resultado final es una película cálida y entretenida, aunque con algunos problemas que demeritan un poco la experiencia general.
Por el lado positivo, la recreación de la década del '60 me pareció excelente, lo cual nos transporta inmediatamente a esa época. Los decorados, los vestuarios, las modas, la fiebre que despertaba en Estados Unidos la música de Los Beatles y Los Rolling Stones... todo está retratado de manera precisa y todo está incoporado tan naturalmente que nunca llama la atención por sí solo. Por su parte, los personajes son queribles, mientras que el director David Chase (más conocido por haber sido el creador de la mítica serie Los Soprano) consigue una atmósfera acogedora que mantiene a la cinta agradable de principio a fin.
En lo que respecta a las actuaciones, todos los actores hacen un buen trabajo. John Magaro logra ser creíble y entrañable como Douglas, además de compartir una sólida química con Jack Huston y Will Brill, quienes interpretan a los otros miembros de la banda. En el rol de Grace, Bella Heathcote transmite eficazmente los sinceros sentimientos de amor que tiene hacia Douglas, y, por último, el fallecido James Gandolfini roba todas sus escenas como el padre del protagonista, quien es básicamente un cascarrabias, aunque su elocuente mirada evidencia con creces el afecto que siente por su hijo.
Por el otro lado, el guion (escrito por Chase mismo) se distrae con algunas vertientes innecesarias que no aportan absolutamente nada a la narrativa (por ejemplo, todo lo relativo al personaje de la hermana de Grace, la novia de Douglas, se podría haber omitido por completo). Adicionalmente, debo decir que no me gustó el final; no me pareció una auténtica conclusión, sino una interrupción arbitraria y abrupta que no logra "cerrar el círculo" ni para los personajes ni para el espectador. De todas maneras, a pesar de esas fallas, Not Fade Away no me aburrió en ningún momento, y aunque no sea una experiencia particularmente memorable a largo plazo, puedo darle una mediana recomendación para quienes busquen una película nostálgica, en donde queda clara la añoranza de Chase hacia la época retratada.
sábado, 4 de mayo de 2019
Lourdes (2009)
Reseña: Las películas que tocan el tema de la devoción religiosa (algunos ejemplos: Kadosh -1999-, Secret Sunshine -Milyang, 2007- o Stations of the Cross -Kreuzweg, 2014-) suelen abordarlo de manera crítica, mostrando cómo ese extremismo puede ser innecesario o hasta dañino. En ese sentido, Lourdes no toma una postura tan marcada, prefiriendo que cada espectador interprete lo que se retrata en pantalla según su punto de vista. Es una buena intención, aunque quizás la cinta resultó demasiado abierta a la interpretación.
Pero me estoy adelantando. Lourdes gira en torno a una mujer postrada en una silla de ruedas que padece de esclerosis múltiple, y realiza la famosa peregrinación a la epónima ciudad. Sin embargo, la mujer parece súbitamente haberse curado por completo de su enfermedad. ¿Genuinamente se tratará de un milagro? Esa sinopsis puede sugerir que la película incursiona en el terreno fantástico, pero no es así. La directora Jessica Hausner le brinda a la cinta un tono despojado y clínico, manteniendo la película anclada a la realidad y evitando todo tipo de sentimentalismo o momentos pre-fabricados. Sin embargo, creo que Lourdes termina resultando demasiado fría, y eso impide una íntima compenetración con lo que sucede en pantalla.
Adicionalmente, exacerbando ello, los personajes se sienten pobremente definidos, empezando por la protagonista. Cuesta creer empatía con ella porque termina siendo una especie de enigma, de quien no conocemos nada de su historia previa ni de su personalidad. A fin de cuenta, lo que sabemos de ella termina siendo meramente superficial: es una mujer que padece una grave enfermedad, y punto. Por su parte, los personajes secundarios resultan prácticamente intercambiables por lo genéricos que resultan.
A pesar de tantas quejas, no me arrepiento de haber visto Lourdes, principalmente porque Hausner sabe mantener una atmósfera misteriosa y sugerente que logra despertar curiosidad de principio a fin (aunque el ritmo empleado resulte un poco más moroso de lo necesario en más de una ocasión; particularmente, creo que las escenas de misa podrían haberse acortado). También aprecio una cinta realizada con la suficiente confianza en el espectador para no darle las cosas pre-digeridas e invitarlo a pensar y sacar conclusiones; pero, por el otro lado, Lourdes nunca parece definir con precisión su punto, por lo que su ambiguo final termina dejando con ganas de más. Al menos, creo que se nos podrían haber dejado mejores herramientas para permitirnos sacar nuestras propias deducciones.
Como sea, Lourdes es una película que logró mantenerme intrigado con su atmósfera y las implicancias contenidas en su guion. Creo que podría haber llegado más lejos definiendo mejor el enfoque del guion, ya que la cinta se tambalea ocasionalmente por no saber bien en dónde hacer pie. Aún así, merece una mediana recomendación para cinéfilos que no teman aventurarse en terrenos poco accesibles, aunque con algunas recompensas para quienes encaren la experiencia con la predisposición adecuada.
The Children Act (2017)
Reseña: No sé si falló algo en la adaptación de la novela de Ian McEwan en la cual esta cinta está basada, pero The Children Act no logra ser muy satisfactoria principalmente por su falta de foco. La cinta va de aquí para allá sin nunca encontrar un eje, divagando con demasiada frecuencia y nunca meterse realmente a fondo en nada concreto. Quizás la novela se tomaba mayor tiempo para desarrollar todas esas vertientes, y la película tuvo que apresurarse y comprimir demasiadas cosas para llenar una duración inferior a las dos horas.
Eso no significa que The Children Act esté exenta de virtudes. A grandes rasgos, la película trata sobre una jueza que debe decidir en un caso sobre un joven de diecisiete años que se niega (junto a sus padres) a recibir una transfusión de sangre que podría salvarle la vida por ser, tanto él como su familia, Testigo de Jehová. Indudablemente es una premisa provocativa, y cuando la cinta mejor funciona es cuando vemos el juicio, en donde se tocan temas provocativos y complejos. Lamentablemente, también tenemos los insípidos segmentos dedicados a la difícil situación matrimonial de la jueza, momentos inverosímiles y difíciles de tragar y vertientes narrativas sobre las cuales no conviene adelantar nada, aunque hacen que el foco de la cinta se torne cada vez más difuso y disperso.
Emma Thompson y Fionn Whitehead brindan excelentes actuaciones como la jueza y el joven que se niega a realizarse la transfusión (respectivamente), brindándo a sus personajes el peso y la profundidad que el guion es incapaz de generar. Lamentablemente, el gran Stanley Tucci me pareció bastante desperdiciado como el esposo de la magistrada. Finalmente, mención especial para el actor Jason Watkins; su personaje como secretario del juzgado parece irrelevante, pero Watkins logra llenarlo de detalles y expresiones que realmente logran elevarlo, y esa es la marca que suelen dejar los mejores actores de carácter.
A fin de cuentas, The Children Act termina dejando sabor a poco en líneas generales, lo cual es frustrante, porque tenía elementos a su favor que merecían el apoyo de un guion mucho mejor. Si quieren ver un drama con tintes legales de años recientes, creo que la cinta El Insulto (Qadiyya Raqm 23, 2017) es una opción muy superior, ya que logró ofrecer una narrativa apasionante con el foco y la precisión que le faltaton a The Children Act.
If I Want to Whistle, I Whistle (Eu Cand Vreau sa Fluier, Fluier, 2010)
Reseña: El cine rumano nos ha dado muchas excelentes películas a lo largo de los últimos quince años, aunque lamento decir que If I Want to Whistle, I Whistle está entre lo más flojo que he visto de esa nacionalidad. Eso no quiere decir que carezca de virtudes, pero el guion tiene dificultades para sostenerse porque sus cimientos narrativos no son lo suficientemente sólidos. Eso hace que la experiencia se sienta tambaleante y, consecuentemente, poco satisfactoria.
La trama de If I Want to Whistle, I Whistle (uf... qué título tan largo, y encima ni sé de qué manera tiene relación con lo que sucede en la cinta) gira en torno a Silviu, un joven que se encuentra a pocos días de ser liberado de una penitenciaría juvenil que recibe la visita de su hermano menor, quien le informa que, en pocos días, su madre se lo quiere llevar a vivir a Italia. Silviu quiere evitar eso a toda costa, por lo que termina recurriendo a una medida desesperada. Pero, ¿por qué quiere evitarlo? Buena pregunta. Realmente, no parece haber razón suficientemente lógica para que se desencadene todo lo que Silviu termina realizando, por lo cual la narrativa se siente arbitraria, y no podemos compenetrarnos con el personaje central, ya que no se brinda la información suficiente para que tenga sentido lo que eventualmente realiza.
De todas maneras, If I Want to Whistle, I Whistle funciona medianamente durante su primera mitad, no por el flojo guion, sino por el naturalismo característico de cine rumano, sumergiéndonos inmediatamente en la atmósfera del reformatorio de manera creíble y libre de artificios. Pero cuando llegamos a la segunda mitad, la cinta toma un rumbo más afín a un thriller en donde nada funciona, ya que la experiencia se empantana mostrando una y otra vez lo mismo hasta culminar en un final predecible plasmado con indiferencia y sin la más mínima emoción.
If I Want to Whistle, I Whistle también muestra síntomas del consabido "Síndrome de Cortometraje Estirado" que tantas veces he mencionado... pero, en esta ocasión, siento que tampoco hubiera sido muy buena en formato corto, ya que el guion no tiene consistencia desde el vamos; en otras palabras, ya es fallido desde su premisa básico. En pocas palabras, no puedo recomendar If I Want to Whistle, I Whistle, y resulta doblemente decepcionante contemplando los elevados estándares de calidad a los cuales el cine rumano nos tiene habituados.
Felicidad (Happiness, 1998)
Reseña: Felicidad es definitivamente un plato fuerte. Es una cinta que incomoda y que no tema incursionar en temas tabúes, como, por ejemplo, la pedofilia. Eso definitivamente alejará a muchos espectadores, y hará que esta les parezca una cinta en exceso desagradable. No fue mi caso; a mí me pareció una experiencia fascinante, que busca y consigue obtener reacciones extremas. Como sea, resulta una cinta simultáneamente repelente, cálida y hasta graciosa, aunque en el nivel más negro y retorcido que puedan imaginarse.
Felicidad gira en torno a tres hermanas: Joy, Trish y Helen. Trish es quien parece tener la vida más estable, aunque no sabe que su marido es un pedófilo que abusa sexualmente de amigos de su hijo. Helen es una escritora que encontró mediano éxito escribiendo sobre temas extremos que jamás vivió, como, por ejemplo, la violación. Por su parte, Joy es la menos exitosa, tanto en su vida personal como amorosa. Como en toda película coral, también conocemos otros personajes vinculados a las hermanas, como los padres de ella (esta sub-trama no aporta mucho contenido sustancioso y podría haberse omitido) y un vecino de Helen de nombre Allen quien gusta realizar llamados obscenos a mujeres.
Lo que mejor funciona en Felicidad es la sub-trama del pedófilo, un personaje indudablemente repulsivo y reprobable... aunque no carente de humanidad. Gracias al multi-dimensional guion y la brillante interpretación de Dylan Baker, ese personaje genera una dualidad en el espectador, ya que, por un lado, es natural odiarlo, pero, por el otro, es un ser humano pintado con matices que lo hacen sentir consciente y culpable del monstruo que es. Definitivamente, este es el elemento más contundente y memorable de la película.
Mientras tanto, el personaje de Allen (magníficamente interpretado por el tristemente fallecido Philip Seymour Hoffman) empieza siendo retratado como una persona bastante desagradable, aunque su sub-trama se va tornando gradualmente más cálida y hasta emotiva. Helen también es un personaje interesante, aunque quizás se le podría haber dedicado mayor tiempo en pantalla (esa puede ser la razón por la cual Lara Flynn Boyle no logra destacar en ese rol). Finalmente, Joy (en donde encontramos a la menospreciada actriz Jane Adams brindando una excelente actuación) es un personaje querible a quien realmente nos gustaría ver triunfar más en la vida; ella se encarga de abrir la película en una brillante escena donde se establece perfectamente la misantropía y negro sentido del humor que nos aguarda durante todo el resto de la experiencia.
Al igual que ocurrió en Storytelling (2001), su película inmediatamente posterior a esta, el director y guionista Todd Solondz demuestra que sabe incomodar como pocos cineastas, aunque lo suyo no es una incomodidad gratuita, ya que sus guiones están repletos de profundidad y personajes tan complejos a quienes resulta imposible de reducir a una fácil etiqueta. En resumen, Felicidad me pareció una película deliciosamente retorcida que no dejará indiferente nadie. Más allá de apreciaciones personales de cada espectador, eso no es poca cosa.
Avengers: Endgame (2019)
Reseña: Ya lo he dicho en muchas oportunidades, pero tendré que repetirlo una vez más: las películas de Marvel no me atraen (con la honrosa excepción de Guardianes de la Galaxia -Guardians of the Galaxy, 2014-). Sin embargo, fui a ver Avengers: Endgame más por obligación interna que por otra cosa, ya que pareciera que, si uno no la ve, se queda afuera del mundo (además, tengo que admitir que su antecesora, Avengers: Infinity War -2018- fue una de las que más toleré dentro de este Universo). Sin embargo, debo decir que, contrario a lo que tanta gente piensa de esta cinta, Avengers: Endgame me pareció una experiencia mediocre y desechable, y creo que los irracionales elogios que está recibiendo (al momento de escribir esto, aparece como la décima mejor película de la historia en IMDb, por rídiculo que suene) representan un triste reflejo del estado de las cosas: en este caso particular, el marketing le ganó al cine.
Avengers: Endgame se siente como una película totalmente impersonal y desinteresada. Se nota que fue concebida por un comité de ejecutivos, y que no hay una visión artística detrás de cámaras. Todo se siente demasiado calculado; no hay el más mínimo lugar para nada espontáneo en esta cinta. Por ello, creo que sería más adecuado considerar Avengers: Endgame como un producto que como una película, realizado por productores y sin el más mínimo interés en ofrecer una narrativa sólida y congruente.
Sé que estoy en la minoría absoluta con lo que estoy diciendo sobre Avengers: Endgame, pero realmente solo sentí indiferencia a lo largo de sus tres innecesarias horas (de las cuales mínimamente se podría extirpar una), por no mencionar la ocasional irritación que sentí con sus forzados chistes (sobre todo los que venían de parte de Thor y Spider-Man), además de ofrecer escenas de acción que no ofrecen nada de emoción, sino hueco bullicio (en este caso, la analogía "mucho ruido y pocas nueces" encaja a la perfección).
Mientras veía Avengers: Endgame, contemplaba todos los excelentes actores que se ven tan desperdiciados en una fruslería como esta, y que merecen material mucho más sustancioso que esta ínsipida confección de Marvel. Por su parte, los efectos especiales están bien realizados, pero en una cinta realizada a esta escala y con tantos millones de dólares, eso ya no debería considerarse un halago. Busco mucho más que buenos efectos especiales cuando me enfrento a una cinta realizada con tanta parafernalia.
Evidentetemente, me siento bastante solo con esta apreciación. A fin de cuentas, Avengers: Endgame va encaminada a convertirse en una de las películas más taquilleras de la historia, así que seguramente el equivocado sea yo. Pero, en lo que mí respecta, a mí me gusta el cine realizado con pasión y sensibilidad artística, y no los productos realizados anónima e ínsipidamente que solo apuntan a recaudar dinero. En este sentido, no puedo evitar remontarme nuevamente a la previamente mencionada Guardianes de la Galaxia, la cual demostró que se puede ser "buen cine" y "cine masivo" de manera simultánea.
Shelley (2016)
Reseña: A diferencia de muchas películas de terror, Shelley muestra esmero y dedicación en construir situaciones dramáticas fuertes e interesantes para sus personajes. La trama de Shelley gira en torno a Elena, una mujer rumana que dejó a su hijo en su país natal a cargo de sus padres para encontrar posibilidades de trabajo en Dinamarca que le den suficiente sustento económico para regresar y mantener su pequeña familia. Entonces, Elena empieza a trabajar como empleada doméstica para un matrimonio que no puede tener hijos, por lo que le proponen a ella gestar un niño en su vientre a cambio de dinero. Sin embargo, el embarazo no termina saliendo de la manera esperada...
Como se puede percibir con esa sinopsis, Shelley nos presenta personajes atravesando difíciles situaciones personales, lo cual establece fácilmente un lazo de empatía con la audiencia. Una vez establecido ese sólido drama, la cinta empieza a incursionar en el terror propiamente dicho, aunque lo hace de manera sutil y gradual. A diferencia de otras películas de este género, que buscan el "shock" barato y constante, el director Ali Abbasi (quien obtuvo mayor notoriedad con su siguiente película Border -Gräns, 2018-, la cual me pareció original, aunque no totalmente satisfactoria) construye una atmósfera de inquietud de manera precisa y elegante, contagiándonos del temor y desconcierto que los personajes van experimentando.
Además, Cosmina Stratan brinda una extraordinaria actuación como Elena, brindando absoluta convicción y enfrentando naturalmente escenas cada vez más difíciles, además de poseer una fuerte presencia que la hace hipnótica cada vez que aparece en escena. Por su parte, Ellen Dorrit Petersen y Peter Christoffersen también tienen sólidos desempeños como el matrimonio, aunque no pueden evitar verse un poco opacados por Stratan
Por el lado negativo, Shelley se desinfla un poco en su tercer acto, cuando deja de lado la sugestión que tan bien estaba trabajando anteriormente para tornarse más literal y hasta convencional. Aún así, Shelley nunca deja de mantener el interés, principalmente porque el guion logra que nos interesemos por los personajes (lo cual se ve auxiliado por el trabajo de los actores) y porque Abassi sabe conducir la experiencia de manera firme y descartando los lugares comunes en los que caen realizadores menos hábiles cuando incursionan en el terror. Por ello, creo que merece una recomendación a pesar de ciertos ajustes que se podrían haber realizado en el tercer acto.
viernes, 3 de mayo de 2019
Goodbye, Dragon Inn (Bu San, 2003)
Reseña: El director Tsai Ming-liang llamó mi atención con la película The Hole (Dong, 1998), en donde demostró una inusual habilidad para navegar naturalmente entre dos estilos diametralmente opuestos: la cinta tenía una atmósfera melancólica y angustiante de soledad que se veía ocasional y súbitamente interrumpida por números musicales alegres y optimistas. Lo que hacía atractiva a la película era justamente ese contraste de momentos tan diferentes para hacerlos confluir de manera orgánica y natural, dando como resultado una experiencia única.
En Goodbye, Dragon Inn, Tsai ofrece una apuesta aún más radical que la de The Hole. En esta cinta, que transcurre en un breve lapso de tiempo durante la noche en la cual un antiguo cine está a punto de cerrar para siempre, se prescinde de prácticamente todos los elementos que suelen identificar el arte cinematográfico: los diálogos son prácticamente inexistentes (más allá de los que se pronuncian en la película proyectada en el cine, no debe haber más de cinco líneas de diálogo en total, si la memoria no me falla); no hay una trama propiamente dicha; y no conocemos casi nada de los personajes ni de su vida previa.
Definitivamente, Goodbye, Dragon Inn no será una película para todos los gustos, pero, en mi caso personal, no puedo negar que hubo algo que me atrapó de principio. Ese cine antiguo me pareció un escenario hipnóticamente misterioso; hay algo que lo hace sentir como un lugar lleno de secretos, y eso se palpa gracias a la atmósfera que Tsai logra conjurar desde el primer fotograma. Como mencioné anteriormente, los personajes son también enigmáticos, y se genera curiosidad de saber más sobre ellos gracias a indicios sutiles que la cinta nos va arrojando poco a poco.
Por otra parte, Goodbye, Dragon Inn termina siendo una película imposible de recomendar abiertamente, y es indudable que los espectadores acostumbrados a un cine más convencional se desesperarán rápidamente con el pausado ritmo y las extensas escenas en las cuales no parece pasar nada. Digo "parece" porque quien esté dispuesto a escarbar descubrirá que hay niveles interesantes y hasta inquietantes por debajo, y ahí es donde se demuestra lo bien que Goodbye, Dragon Inn sabe trabajar con lo implícito y cómo despertar la imaginación del espectador en base a ello.
Habiendo visto tan solo dos películas de Tsai, me queda claro de que es un cineasta muy personal quien no parece tener el más mínimo interés en realizar productos comercialmente viables ni en realizar un cine para las grandes masas. No obstante, admiro la audacia y visión de estas dos películas, las cuales lograron interpelarme de maneras extrañas e inesperadas. Por ello, seguiré indagando en la carrera de este talentoso cineasta.
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