miércoles, 27 de junio de 2018
Mary Shelley (2017)
Reseña: Como lo anuncia el título mismo de la cinta, Mary Shelley es una biografía de la legendaria escritoria de Frankenstein o el Moderno Prometeo. Y, aunque no aburre y ofrece algunas fantásticas actuaciones, la experiencia general se siente demasiado tibia y blanda para ser auténticamente memorable, además de caer en algunos vicios típicos de muchas otras "bio-pics".
El principal problema de Mary Shelley es que comprime demasiados episodios de la vida de la escritora en tan solo dos horas. Como ha ocurrido en muchas otras cintas biográficas, se intentan incluir tantos momentos de la vida de Shelley, al mismo tiempo que se analiza su inspiración y su proceso creativo, que muchos momentos son pasados por alto, y no se ahonda en ellos tanto como se debería. Adicionalmente, dicha compresión también afecta al desarrollo de los personajes. En líneas generales, creo que las películas biográficas deberían limitarse a examinar un momento en particular de la vida del sujeto que examinan que sea suficientemente representativo de su naturaleza y su carácter; en caso contrario, "el que mucho abarca, poco aprieta", tal como le ocurrió a Mary Shelley.
Otra de las principales deficiencias de esta película es la falta de pasión y personalidad de la directora Haifaa al-Mansour tras las cámaras. Su trabajo se siente distante e impersonal, y eso se contagia a la audiencia, por lo que nunca me sentí realmente cautivado por lo que ocurría en las escenas de Mary Shelley; si bien la película no me pareció aburrida, la vi con una cierta frialdad e indiferencia que me impidió involucrarme profundamente en ella. La dirección de al-Mansour se siente demasiado prolija, cuando le hubiera venido bien a la experiencia una inyección de visión y exuberancia.
Por el lado positivo, tenemos las extraordinarias actuaciones (con una excepción), las cuales son la principal razón para darle una oportunidad a Mary Shelley. Elle Fanning es simplemente genial en el epónimo rol protagónico, transmitiendo una asombrosa diversidad de expresiones son sutileza y espontaneidad. También son dignos de aplauso los desempeños de Bel Powley como Claire, la hermanastra de Mary, y Stephen Dillane como el padre de la escritora. La excepción del elenco previamente mencionada es Douglas Booth en el rol del gran amor de la protagonista, el poeta Percy Shelley; el trabajo de este intérprete es muy flojo, y palidece aún más al lado del resto del reparto.
Resumiendo, Mary Shelley no es una mala película, y no me arrepiento de haberla visto. Creo que merece una discreta recomendación, principalmente por las actuaciones de parte del elenco y el mediano interés que logra mantener. No obstante, creo que esta cinta hubiera podido llegar mucho más lejos con un cineasta menos recatado y más audaz tras las cámaras, además de pulir el guión para no sentir que se pasan por arriba tantos puntos importantes.
martes, 26 de junio de 2018
Un Lugar en Silencio (A Quiet Place, 2018)
Reseña: Un Lugar en Silencio quizás no sea innovadora en lo que respecta a su trama propiamente dicha... pero sí lo es por cómo dicha trama está contada. Ambientada en un cercano futuro post-apocalíptica, seguimos a una familia que intenta sobrevivir del acecho de unos monstruos que atacan guiándose por el sonido, por lo que la familia debe hacer todo en el mayor silencio posible. Entonces, el director John Krasinski (quien también interpreta al padre) se apoya plenamente en las imágenes y en el uso del sonido para contar el relato, haciendo de Un Lugar en Silencio una experiencia auténticamente audiovisual que sabe sacar provecho de las herramientas del cine, prescindiendo casi por completo de elementos como exposición y diálogos (de estos últimos, hay solo unos pocos, y cuando la familia debe comunicarse entre sí, casi siempre lo hace mediante lenguaje de señas). El resultado final es una experiencia fresca, tensa y muy entretenida, que logra brindar un enfoque novedoso y atípico al género de terror.
A lo largo de noventa minutos (que se pasan muy rápido), Un Lugar en Silencio aprovecha cada escena para revelarnos algo esencial sobre la narrativa y los personajes, por lo que no hay ni un segundo que se sienta superfluo ni desperdiciado. Lo más notable es que, tan solo con el lenguaje visual, podemos percibir de manera inmediata los vínculos entre la familia, lo cual le brinda un trasfondo profundamente emocional a la experiencia. También es digna de mención la elegante manera mediante la cual Krasinski construye el suspenso, empleando la primera mitad para sembrar las semillas, para luego hacerlas florecer con toda intensidad durante la segunda mitad, hasta culminar en un final muy satisfactorio.
Por su parte, el cuarteto actoral que conduce la cinta es excepcional. Desde Krasinski y Emily Blunt (quienes están casados en la vida real) como los padres hasta Millicent Simmonds (quien también participó en Wonderstruck -2017-, otra película que supo hacer fascinante uso de las imágenes y el sonido para impulsar la narrativa) y Noah Jupe como los hijos, todos ellos brindan trabajos repletos de expresividad, además de tener una química tan creíble entre ellos que resulta fácil aceptarlos como una auténtica familia.
En conclusión, Un Lugar en Silencio me pareció una película muy recomendable, que indudablemente logra sobresalir dentro del panorama del cine de terror contemporáneo (más todavía dentro del terror comercial). En pocas palabras, sin llegar a ser perfecta, logra mantener la tensión y hasta crispar los nervios, sin por ello olvidarse de anclar todo a un fuerte centro emocional que le brinda resonancia, textura y respaldo al terror.
lunes, 25 de junio de 2018
London to Brighton (2006)
Reseña: Sin préambulos ni explicaciones, London to Brighton nos mete de manera inmediata en su relato, contagiándonos con la desesperación que experimentan sus dos personajes protágonicos. Tras esa intensa introducción, la cinta va gradualmente revelando su historia así como también las relaciones entre los personajes, hasta culminar en un final que resulta satisfactorio por desviarse de lo esperados. El resultado final es una película eficiente y interesante, que dista de ser perfecta, pero que saca máximo provecho de su concisa duración (apenas supera los ochenta minutos, incluyendo créditos finales), evitando todo tipo de elementos superfluos o momentos innecesarios.
London to Brighton se enfoca en dos prostitutas que huyen de Londres hacia Brighton tras un encuentro con un cliente que salió muy mal, mientras ambas son buscadas por su proxeneta. Conviene no revelar más, pues, aunque la trama parezca sencilla, eventualmente se van revelando cosas impredecibles o que cambian nuestra perspectiva de la narrativa. Por el lado negativo, los personajes ocasionalmente cometen errores demasiado tontos; en este punto, tampoco puedo entrar en detalles, pero solo diré que ocasionalmente London to Brighton me hizo pensar cosas como: "¿Por qué no hicieron esto en lugar de aquello?" o "¿Cómo pudieron ser tan negligentes en ese aspecto?"
Por lo demás, las actuaciones del elenco entero son excelentes (destacando a Georgia Groome y Sam Spruell), y además aprecié que los personajes estén escritos de manera compleja y multi-facética, trascendiendo una simplista división entre "buenos" y "malos". Por su parte, el director Paul Andrew Williams demuestra buena mano para manejar la tensión del relato, además de teñir cada cuadro de la cinta con un estilo crudo y realista.
London to Brighton quizás no sea muy memorable a largo plazo, además de que las previamente mencionadas fallas lógicas en el comportamiento de algunos personajes restan credibilidad a la narrativa. No obstante, logró capturar mi atención gracias a sus actuaciones, dirección y generalmente bien escrito guión, por lo que amerita ser recomendada siempre y cuando no se espere algo extraordinario, sino una película competente que sabe hacer diestro uso de la economía narrativa.
Ready Player One (2018)
Reseña: El guión de Ready Player One (basado en una popular novela escrita por Ernest Cline) es absolutamente básico, ya que su estructura básica es la de múltiples niveles de un videojuego que el protagonista debe ir superando con la ayuda de sus amigos con el objetivo de obtener el premio máximo. Los personajes son huecos y uni-dimensionales, y las múltiples referencias a la cultura popular son simpáticas, aunque no son suficientes para brindarle sustancia a la narrativa.
Después de todo lo que dije en el párrafo anterior, quizás parezca que odié Ready Player One. Sin embargo, no es así, ya que la cinta logró mantenerme entretenido gracias a la virtuosa visión de Steven Spielberg como director, manteniendo un ritmo adrenalínico de principio a fin, además de crear múltiples secuencias que son un absoluto deleite para la vista, independientemente de su dudosa función narrativa. En otras palabras, Ready Player One indudablemente es una instancia de "estilo sobre sustancia"... pero el estilo es lo suficientemente atractivo para hacer la experiencia disfrutable a pesar de sus deficiencias.
El elenco de Ready Player One está lleno de buenos actores (Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Simon Pegg y el gran Mark Rylance), pero lamentablemente no tienen mucho para hacer, además de que se ven reemplazados por sus contrapartes digitales durante gran parte del tiempo. Por su parte, los efectos especiales son asombrosos, y le brindan abundante personalidad al universo virtual donde transcurre el juego en el cual participan los personajes.
En conclusión, Ready Player One es una película superficial y desechable, por no mencionar que su duración de casi ciento cuarenta minutos resulta excesiva para un relato tan simplón. Aún así, la dirección de Spielberg y su facilidad para crear momentos visualmente alucinantes bastaron para hacerme pasar un buen rato, aunque la experiencia pase inmediatamente al olvido después de verla. De todas maneras, siento que me entretuve lo suficientes, y por eso, le doy una moderada recomendación.
Man on the Train (L'Homme du Train, 2002)
Reseña: A grandes rasgos, Man on the Train cuenta la historia de un ladrón que llega a un pueblito para realizar un golpe, e inesperadamente termina entablando amistad con un señor mayor que conoce en una farmacia. Esa podría parecer la trama de un thriller, pero la realidad es muy distinta; en lugar de eso, Man on the Train es un parsimonioso drama cuyo eje es la relación que se forja entre ambos hombres, y cómo las perspectivas que ambos tenían de la vida va gradualmente modificándose. El resultado final es una película con un indudable profundidad narrativa emocional, aunque no niego que ocasionalmente se torna un poco aburrida.
Gran parte de Man on the Train consiste en extensas conversaciones que mantienen los dos personajes principales. No me molestan las cintas principalmente enfocadas en diálogos, y Man on the Train mantiene el interés en líneas generales; sin embargo, hay ocasiones en las cuales la experiencia se vuelve un poco cansada, principalmente porque el director Patrice Leconte no brinda mucho dinamismo visual a la experiencia, lo cual la hace excesivamente estática en algunos momentos. En otras palabras, Man on the Train se acerca peligrosamente al terreno teatral en algunas instancias, y creo que le hubiera venido bien una dirección con mejor manejo del ritmo y el lenguaje cinematográficos.
Por el lado positivo, tenemos las sólidas actuaciones del dueto protágonico, destacando el tremendo desempeño de Jean Rochefort como el señor mayor, logrando una composición sutil y poderosa, y llenando su personaje de elocuentes matices y expresiones. Johnny Halliday también hace un buen trabajo como el ladrón, aunque se ve algo opacado por Rochefort (como dato adicional, ambos intérpretes fallecieron en 2017, con apenas unos meses de diferencia). Por su parte, no se puede negar que el guión ofrece múltiples capas, creando personajes complejos y analizando una amplia diversidad de interesantes temas.
En conclusión, Man on the Train me pareció una buena película, que indudablemente logra dejar pensando al espectador (sobre todo con ese metafórico final, que cierra la experiencia en una nota simultáneamente agridulce y satisfactoria). Creo que hay suficientes elementos positivos para hacerla ganar una recomendación, aunque no se puede ignorar que puso a prueba mi paciencia en algunas instancias. No obstante, la experiencia me ofreció suficientes recompensas que compensaron en buena medida los ocasionales momentos de tedio.
Beirut (2018)
Reseña: Beirut es un thriller político mayormente ambientado en la epónima capital del Líbano (aunque la cinta fue filmada en Marruecos) durante los '80 (exceptuando una introducción ambientada en los '70), y su tema central, enfocado en las negociaciones entre un ex-diplomático estadounidense y terroristas musulmanes para liberar a un rehén relacionado directamente con un trágico evento en el pasado del primero, puede sonar seco en papel. No obstante, el director Brad Anderson le brinda a Beirut un ritmo dinámico y vital que mantiene a la película entretenida de principio a fin, mientras que el guión cuenta una historia interesante con personajes multi-dimensionales y múltiples tangentes históricas y políticas, aunque quizás resulte demasiado confuso en más de una ocasión.
Esa confusión sería mi principal queja contra Beirut. Claro, parte de eso puede deberse a mi ignorancia sobre el contexto histórico en el cual transcurre el relato, pero creo que se podría haber encontrado una manera más clara y accesible de contar algunos momentos de la trama. Pero, bueno, a pesar de eso, hay abundantes razones para disfrutar Beirut. Anderson conduce la experiencia con sobriedad no carente de personalidad y buen estilo visual, además de lograr una reconstrucción época creíble, pero sin llamar la atención por sí misma; por el contrario, todo está al servicio del guión, y no hay adornos superfluos ni innecesarios en ese aspecto.
También cabe destacar la excelente actuación de Jon Hamm en el papel protagónico de Beirut, demostrando una amplia gama expresiva, así como también un magnético carisma que le brinda peso y presencia a su personaje. Hamm es quien más destaca, pero no por ello hay que ignorar el sólido apoyo que tiene por parte del resto del elenco; todos encajan bien en sus personajes y forman un ensamble muy competente.
En conclusión, Beirut me pareció una sólida película, que sin llegar a ser algo excepcional, logra capturar de manera atractiva y más o menos realista el auténtico mundo del espionaje, manteniendo un enfoque discreto completamente ajeno al cine de acción donde pertenecen muchas cintas sobre espías. Recomendada con confianza, aunque con la advertencia de que su argumento puede ocasionalmente confundir o desorientar, aunque hay virtudes suficientes para contrarrestar eso.
domingo, 24 de junio de 2018
Pesadilla en el Infierno (Incident in a Ghost Land, 2018)
Reseña: Hace varios años, el director Pascal Laugier me dejó muy impresionado con la película Martyrs (2008), una impredecible y brutal combinación de "porno-tortura" y profundidad narrativa cuyo impacto fue tan grande en mí que lo sigo recordando hasta el día de hoy. Sin embargo, Pesadilla en el Infierno, la más reciente película de Laugier, está muy por debajo de la maestría de Martyrs; como director, Laugier sigue demostrando tener talento, pero como guionista, su labor no fue muy satisfactoria en este caso.
Al igual que Martyrs, Pesadilla en el Infierno gusta jugar con las expectativas del público mediante giros inesperados. Pero mientras que en Martyrs dichos giros estaban perfectamente planeados y ejecutados, incorporándose al relato de manera orgánica y creíble, me irritaron en Pesadilla en el Infierno por sentirse tan forzados, además de que se sienten como un truco para extender la duración de la película, ya que su trama es tan básica que no se prestaba para extenderse mucho. En otras palabras, Pesadilla en el Infierno apenas alcanza los noventa minutos de duración, y aún así se siente estirada.
Conviene no revelar mucho sobre la trama de esta cinta, pero a grandes rasgos, se enfoca en una madre y dos hijas cuya noche en una casona se ve súbitamente afectada por la irrupción de dos crueles asesinos. Esto me lleva a otro de los problemas principales de Pesadilla en el Infierno, que es la manera hueca y superficial en la cual están escritos los villanos, de los cuales no terminamos sabiendo absolutamente nada sobre ellos ni sus motivaciones. Dicho de otra manera, los villanos de Pesadilla en el Infierno están meramente definidos por su maldad, y nada más.
No obstante, como dije en el primer párrafo, incluso en una película floja y poco satisfactoria como esta, puede apreciarse el talento de Laugier como director, particularmente en lo que respecta a la creación de una atmósfera pesadillesca y opresiva. El elenco hace lo posible en sus genéricos roles, pero, aún así, Emilia Jones (quien ya me había dejado una buena impresión en la menospreciada Brimstone -2016-) logra destacar con su credibilidad.
Resumiendo, Pesadilla en el Infierno tiene algunos puntos a su favor, pero la experiencia general no me gustó mucho, y no siento que pueda recomendarla. De todas maneras, sigo teniendo fe en Laugier; evidentemente es un buen director, y puede lograr grandes cosas con el guión adecuado, tal como demostró con Martyrs. Pero con un guión tan poco trabajado como el de Pesadilla en el Infierno, su talento como director termina sintiéndose desperdiciado.
Crimen en el Cairo (The Nile Hilton Incident, 2017)
Reseña: Ambientada pocos días antes de la Revolución egipcia del 2011, Crimen en el Cairo toma como punto de partida la investigación del asesinato de una cantante para reflexionar sobre la corrupción policial en un entorno de constante tensión social. Las intenciones son interesantes, y Crimen en el Cairo goza de una buena manufactura y sólidas actuaciones; sin embargo, lamento decir que la experiencia no me pareció particularmente atrapante.
El misterio del asesinato no es realmente complicado una vez que se obtiene la imagen completa, pero está presentado de manera confusa, por lo que nunca logré sentirme intrigado ni mucho menos involucrado en él. Adicionalmente, los personajes son clichés vivientes, y se sienten demasiado arquetípicos para ser realistas (esto también afecta a la trama, haciéndola predecible porque ya sabemos prácticamente de antemano quiénes serán los villanos). Por último, sentí una falta de empuje general por parte de la dirección de Tarik Saleh, lo cual le brinda una cierta apatía a la experiencia.
Por el lado positivo, la ambientación del relato en Egipto le brinda a la cinta una atmósfera inusual, mientras que las actuaciones son buenas. Fares Fares demuestra convicción y presencia en el rol protagónico, a pesar de interpretar un papel trillado, y lo mismo podría decirse del resto del elenco. El atisbo de comentario político también es válido, ya que le da mayor trasfondo a la película que el de otros thrillers, pero, por el otro lado, no se siente añadido de manera completamente natural.
En conclusión, Crimen en el Cairo no aburre y se deja ver, pero su falta de emoción y de ímpetu me impide sentir particular entusiasmo hacia ella. Creo que puedo darle una tibia recomendación si no hay mejores opciones para ver, pero sus atributos (como el elenco y la atmósfera egipcia) merecían el respaldo de un director con más personalidad y de un guión mejor pulido.
Luna: Una Fábula Siciliana (Sicilian Ghost Story, 2017)
Reseña: Luna: Una Fábula Siciliana (un título excesivamente aparatoso, a diferencia del más sugestivo original) toma como punto de partida el caso real de un chico que fue secuestrado por la mafia siciliana en la década del '90. Sin embargo, en lugar de ser un recuento de esa historia verídica, la cinta añade un componente ficticio en la forma del personaje Luna, una chica que se hizo amiga de él, y que se vio muy afectada por su desaparición. Al mismo tiempo, los co-directores Fabio Grassadonia y Antonio Piazza mantienen un tono que se aleja del realismo, para teñir cada cuadro de una atmósfera etérea y hasta poética, por el Luna: Una Fábula Siciliana termina sintiéndose como una especie de cruel y triste cuento de hadas en más de una ocasión.
En esta película, Grassadonia y Piazza demuestran amplia habilidad para crear una atmósfera muy inmersiva, balanceando efectivamente languidez y magia, sin por ello reducir la gravedad ni la crudeza de los eventos propiamente dichos. En su faceta de co-guionistas, ambos demuestran ambición temática, entretejiendo una faceta "coming of age" por parte del personaje de Luna con las devastadoras situaciones que atraviesa el joven secuestrado, sin olvidar el profundo lazo de amor que se forjó entre ambos.
Por el lado negativo, si bien me gustó la previamente mencionada languidez empleada por los co-directores, hay un par de instancias en los cuales se torna algo excesiva, estirando la película más de la cuenta y cansando levemente en algunos momentos de la segunda mitad. Adicionalmente, siento que el final le brinda un toque "místico" que no hacía falta, y que se siente fuera de lugar, principalmente por romper hasta cierto punto esa sensación de cuento de hadas anclado a una realidad dolorosamente triste.
A pesar de mis quejas, Luna: Una Fábula Siciliana me pareció una película interesante, realizada con una visión artística elocuente y poderosa, además de contar con excelentes actuaciones del elenco entero (Julia Jedlikowksa es particularmente efectiva en el papel de Luna). Por todo eso, la recomiendo con confianza, con la advertencia de que su pausado ritmo quizás ahuyente a algunos espectadores, aunque a mí me pareció justificado, permitiendo que la audiencia se compenetre de manera más profunda con las experiencias de los personajes.
miércoles, 20 de junio de 2018
La Idiocracia (Idiocracy, 2006)
Reseña: Aunque diste mucho de ser perfecta, La Idiocracia logra algo muy loable: ser una comedia inteligente sobre gente idiota. Enfocada en un fulano mediocre que, a raíz de un experimento militar que sale mal, es transportado al año 2505, esta cinta logra hacer muchos certeros comentarios sobre el nivel de estupidez al que llegará la humanidad en el futuro... aunque lamentablemente, quizás haya resultado demasiado profética, ya que, en muchos aspectos, ya se ha llegado al mismo tan solo en 2018. Como sea, con todo y fallas, es una película que hace reír, al mismo tiempo que ofrece contenido social y deja material para pensar.
Por el lado negativo, a pesar de haber sido producida por la 20th Century Fox, La Idiocracia se siente como una película barata, particularmente en lo que respecta a la creación del mundo futurista. Eso le resta puntos al universo de la cinta, y le impide alcanzar un aire épico que hubiera realzado los tópicos que abarca el guión, el cual ofrece un agudo contenido satírico que me hizo reír a carcajadas en más de una ocasión. Otra queja que tengo contra La Idiocracia es que la trama se torna algo reiterativa durante el último tramo, repitiendo una y otra vez puntos que ya habían quedado claros.
Luke Wilson es adecuado en el rol protagónico, ya que su estilo pasivo es un buen contraste con la constante estupidez que enfrenta en el mundo futuro... incluyendo la del mismísimo Presidente de los Estados Unidos en ese momento, interpretado por un hilarante Terry Crews. Por su parte, Mike Judge demuestra ser mejor guionista que director, ya que, aunque su labor como cineasta no es mala, su estilo visual es algo plano y no ofrece mucha personalidad.
En conclusión, La Idiocracia es una película que se distingue por ofrecer risas que no son en absoluto huecas, sino que están respaldadas por interesantes comentarios y un genuino trasfondo social, retratando la "involución" de la humanidad tanto con elementos evidentes así como también detalles tan sutiles como bien implementados (por ejemplo, la manera de hablar de los personajes). Entonces, aunque es divertida y graciosa, La Idiocracia también logra dejar una sensación desoladora, sobre todo por plasmar de manera tan certera el precipicio hacia donde la especia humana se está dirigiendo.
Hollywoodland (2006)
Reseña: George Reeves fue el actor que interpretó a Superman en la serie de los '50, y murió en circunstancias misteriosas a finales de esa década (aunque su fallecimiento ha sido oficialmente catalogado como un "suicidio"). La película Hollywoodland pretendió hacer dos cosas a la vez: por un lado, rendirle tributo a Reeves, cuya carrera actoral se vio afectada por Superman para bien (por su popularidad) y para mal (por su encasillamiento en ese rol, lo cual hizo que muchos no lo tomaran en serio cuando quiso enfrentar otros papeles); y, por el otro lado, un thriller con tintes de "film noir", siguiendo a Louis Simo, un detective que intenta desentrañar la muerte de Reeves, convencido de que, en realidad, se trató de un asesinato (Reeves mantenía un affaire con la esposa de un directivo de la Metro Goldwyn Meyer, lo cual piensa que pudo haber estado directamente relacionado con eso).
Hollywoodland es interesante escena por escena, y ofrece abundantes atributos, pero el todo termina siendo menos que la suma de sus partes. La muerte de Reeves sigue siendo un misterio hasta el día de hoy, lo cual significa que la investigación de Simo no llega a una zona concluyente. Ciertamente, no se puede culpar a Hollywoodland por ceñirse a la realidad en ese aspecto; sin embargo, en el mero nivel de experiencia cinematográfica, resulta un poco frustrante no llegar a un cierre, ya que eso hace que la cinta se termine sintiendo extrañamente truncada. O quizás Hollywoodland debería haber reducido un poco su ambición y ser una sola cosa a la vez (decidirse entre ser un "noir" o un tributo a Reeves) en lugar de tomar dos aspectos tan divergentes que quizás podrían haber estado mejor balanceados.
Aún así, hay muchas virtudes que hacen que Hollywoodland sea merecedora de atención. El director Allen Coulter logra una detallada reconstrucción de época, además de mantener un ritmo tan fluido y natural que hace que las dos horas que dura Hollywoodland se pasen rápido y no haya el más mínimo lugar para el aburrimiento. Sin embargo, la principal "carta fuerte" de Hollywoodland es su elenco, empezando por el genial Adrien Brody en el papel de Simo, brindando grandes dosis de carisma, además de absoluta expresividad y una sutil pero efectiva composición de su personaje. En el papel de Reeves, encontramos a Ben Affleck, a quien nunca he tragado como actor; sin embargo, debo admitir que, en esta ocasión, se le supo sacar provecho a su característica rigidez, por lo que su participación no se siente fuera de lugar. En lo que respecta al resto del elenco, hay que destacar al finado Bob Hoskins, quien, a pesar de su reducido tiempo en escena, logra dejar su impronta con una tremenda actuación como el previamente mencionado directivo de la MGM, y a Diane Lane como su esposa.
En conclusión, hay suficientes cosas buenas en Hollywoodland para hacerla merecedora de una recomendación, a pesar de que, en retrospectiva, la experiencia pierde algunos puntos por su carencia de una conclusión sólida y concreta. Aún así, se trata de una sólida película, excelentemente actuada y competentemente dirigida, que logra hacer acertados comentarios sobre la fama y el mundo artístico, además de rendir tributo a un intérprete incomprendido.
The House of the Devil (2009)
Reseña: Generalmente aprecio aquellas películas de terror cocinadas "a fuego lento", ya que permiten que la tensión y la inquietud se vayan generando de manera paulatina, oprimiendo poco a poco al espectador para luego facilitar su inmersión en las situaciones que viven los personajes. Sin embargo, creo que esa táctica no funciona del todo bien en The House of the Devil. Si bien ocasionalmente se genera una buena atmósfera de aislamiento y la sensación de que algo horrible está a punto de pasar, a fin de cuentas, terminamos viendo prácticamente nada sustancioso durante gran parte de la cinta, y cuando por fin llegamos al terror propiamente dicho, esa parte se siente contada a las apuradas.
The House of the Devil se centra en una joven que acepta pasar una noche en una aislada casona para cuidar a una anciana. Y, de esa manera, una parte importante de la película se enfoca en ella ordenando pizza, escuchando música y haciendo cualquier cosa con tal de combatir el aburrimiento. Como dije en el previo párrafo, no me molesta que una película de terror se tome su tiempo, pero no sentí suficiente justificación en The House of the Devil para justificar un ritmo tan moroso, lo cual hizo la experiencia redundante y ocasionalmente cansada.
En lo que respecta al horror, creo que ese aspecto estuvo sumamente descuidado. Se inserta recién a los veinte minutos, y no hay un auténtico desarrollo de esa parte. Pareciera que el director y guionista Ti West se acordó a último momento que esta era una película de terror, por lo que esa parte se siente forzada y demasiado apresurada, hasta culminar en un final que ya se ha visto demasiadas veces en películas de este tipo.
Además, Jocelin Donahue no me convenció mucho en el rol protagónico; creo que se debería haber contratado a una actriz más convincente y carismática para ocupar un papel que tiene que cargar la película entera sobre sus hombros. Es una lástima que The House of the Devil no me haya gustado mucho, porque su premisa ofrecía potencial para ofrecer una experiencia mucho más aterradora y memorable. Pero, en su estado actual, no encuentro suficientes razones para recomendar The House of the Devil, en contracorriente de todos los comentarios positivos que esta cinta ha recibido.
viernes, 15 de junio de 2018
Analizando a Philip (Listen Up Philip, 2014)
Reseña: Analizando a Philip enfrentó el riesgo de enfocarse en un personaje principal sumamente odioso y antipático, lo cual probablemente pueda ahuyentar toda conexión emocional que la audiencia pueda establecer con él. Sin embargo, creo que la cinta salió airosa en ese aspecto, ya que, a pesar de las características mencionadas, el personaje logra mantener su humanidad gracias a la precisa manera en la que fue escrito y la excelente actuación de Jason Schwartzman, quien encaja a la perfección en ese rol.
No obstante, el epónimo Philip (un joven escritor a punto de publicar su segunda novela) no es el único personaje en el cual el guión pone el foco. Por el contrario, la cinta también dedica bastante tiempo a otros personajes (como la novia y el ídolo literario de Philip), lo cual perjudica a la experiencia más de lo que la ayuda. No me malinterpreten... esos personajes no me parecieron mal escritos, y además se benefician mucho con la presencia de brillantes actores como Elisabeth Moss y Jonathan Pryce, pero cuando la cinta dedica tiempo a ellos, pierde el foco e incluso se apresura un poco en desarrollar sus particulares arcos dramáticos. Adicionalmente, la voz en off que narra la cinta me pareció algo excesiva, repitiendo lo que las imágenes ya nos están diciendo.
Aún así, Analizando a Philip se disfruta por sus actuaciones, la acidez de sus diálogos y la sólida dirección de Alex Ross Perry (cuya película inmediatamente posterior a esta fue Queen of Earth -2015-, un fascinante thriller psicológico que no tiene ni remotamente nada que ver con la narrativa y el estilo de Analizando a Philip), quien demuestra un lenguaje cinematográfico muy particular, pero que le brinda personalidad y buen ritmo a la experiencia.
Entonces, Analizando a Philip no es muy memorable ni tan inteligente como cree serlo. Aún así, fue realizada con suficiente talento al frente y detrás de cámaras para pasar un buen rato con ella, por lo que puedo darle una mediana recomendación. Como sea, sigo muy interesado en seguir escarbando en la filmografía de Perry, ya que, hasta el momento, lo percibo como un cineasta tan ecléctico como hábil para manejar estilos diametralmente opuestos.
jueves, 14 de junio de 2018
Wonderland (1999)
Reseña: Wonderland (no confundirla con la homónima película del 2003) sigue a un numeroso grupo de personajes en Londres, estando todos ellos vinculados a la misma familia. Y si bien la cinta me pareció bien actuada, y jamás se torna aburrida, las diversas viñetas nunca logran integrarse en una narrativa unificada y cohesiva, por lo que la experiencia completa no logra ser del todo satisfactoria.
Creo que el defecto que acabo de mencionar puede deberse a una falta de foco. De principio a fin, Wonderland va de aquí para allá sin lograr encontrar un punto genuino, por lo que, mientras vamos pasando de personaje a personaje, hay una cierta sensación de divague por parte de la película, con varios momentos que se sienten absolutamente irrelevantes y podrían haberse omitido tranquilamente. Adicionalmente, ninguno de los personajes logra despertar auténtica empatía en el espectador, aunque de esto culparía al guión, ya que el elenco entero hace un buen trabajo en sus papeles.
Por el lado positivo, tenemos, además de las actuaciones, la dirección de Michael Winterbottom, la cual quizás peque de algunas afectaciones, pero logra aportar un atractivo estilo visual, así como también un ritmo activo que ahuyenta todo rastro de aburrimiento, logrando mantener la experiencia siempre entretenida. También merece mención el buen ojo con el cual Winterbottom logra capturar Londres, haciendo que la ciudad termine siendo un personaje más.
En conclusión, hay muchos aspectos en Wonderland que son dignos de apreciarse, pero el guión no me convenció mucho. Las actuaciones y la dirección la hacen ganar una tibia recomendación, pero hay muchas películas corales que me parecieron inmensamente superiores a esta, como, por ejemplo, Thirteen Conversations About One Thing (2001), Fin de Agosto, Principio de Septiembre (Fin Août, Début Septembre, 1998) o (mi favorita de este tipo de cintas) la extraordinaria Magnolia (1999).
Boogie (2008)
Reseña: Creo que el principal aspecto que hace interesantes a muchas películas rumanas es la hipnótica naturalidad que logran. Desde excelentes películas como Toată Lumea din Familia Noastră (2012), Aquel Martes Después de Navidad (Marti, dupã Crãciun, 2011) o Policía, Adjetivo (Polițist, Adjectiv, 2009) hasta cintas menos logradas, pero no por ello carentes de interés, como The Happiest Girl in the World (Cea mai Fericitã Fatã din Lume, 2009), El Vecino (Un Etaj mai Jos, 2015) o El Tesoro (Comoara, 2016), todas ellas tienen un común un estilo que se siente tan real y palpable que el espectador se siente inmediatamente sumergido en ellas, al punto de que uno termina sintiéndose en compañía de los personajes y experimentando lo mismo que ellos. Todo ello también describe a la película Boogie (dirigida por Radu Muntean, también responsable de las previamente mencionadas Aquel Martes Después de Navidad y El Vecino), lo cual la hace una experiencia interesante y recomendable a pesar de algunos reparos que tengo contra su guión.
La principal virtud de Boogie es hacer al espectador sentirse un "voyeur" de todo lo que ocurre en escena. Ya sea cuando el protagonista está con su esposa o con sus amigos, sentimos que estamos espiando la privacidad de un grupo de auténticos seres humanos, cada uno con sus características, personalidades e inseguridades; en ese punto, indudablemente ayudan las asombrosas actuaciones del elenco entero. También cabe destacar que el guión de Boogie transcurre en un breve lapso (menos de veinticuatro horas), y la sensación de tiempo real también está muy bien lograda.
Por el lado negativo, el guión de Boogie no aporta material particularmente novedoso. El concepto de "hombre atrapado en un matrimonio estable pero aburrido que encuentra una posibilidad de escape estando con amigos" se ha visto en muchas ocasiones, y Boogie no logra hacer algo diferente a lo habitual con él. Aún así, aunque el guión no sea muy original, la manera en la que fue puesto en escena resulta atractiva, y hace que la cinta sea atrapante y digna de verse. Otro caso en el cual se demuestra que siempre importa más el "cómo" que el "qué".
En conclusión, aunque no sea perfecta, Boogie ofrece múltiples atributos que merecen ser apreciados por todos aquellos que gusten del buen cine, además de ser otra demostración del talento rumano para contar relatos profundamente humanos de manera genuina y completamente libre de artífice o manipulación. Entonces, la recomiendo como un sólido drama y como un buen antídoto contra muchas películas hollywoodenses pertenecientes a ese género realizadas con mucha mayor parafernalia, pero menor visión artística.
Cosas de Hombres (Roger Dodger, 2002)
Reseña: Cosas de Hombres retrata a un "donjuán" que intenta iniciar a su sobrino de dieciséis años en el mundo de la seducción de mujeres. Eso es todo. Definitivamente, Cosas de Hombres aborda un tema frívolo, pero logra hacerlo con inteligencia, diálogos bien escritos y un buen ritmo, dando como resultado una experiencia que se mantiene entretenida e incluso logra ofrecer algunos atinados comentarios sobre la relación entre hombres y mujeres.
Cosas de Hombres es una película de diálogos constantes, pero eso no significa que se sienta como teatro filmado. Por el contrario, el director Dylan Kidd supo brindarle personalidad y un dinámico trabajo de cámara a la experiencia, por lo cual nunca se vuelve monótona ni estática. En otras palabras, todo se mantiene en constante movimiento, a pesar de que prácticamente la cinta entera se apoya en diálogos.
Por su parte, los personajes están bien desarrollados, ya que se sienten multi-dimensionales y nunca pierden su humanidad. En este punto, también ayudan las sólidas actuaciones, particularmente las del dueto protagónico. Campbell Scott es simplemente perfecto como el simultáneamente arrogante y entrañable Roger, brindándole convicción y un desbordante carisma (francamente, no entiendo por qué este actor no trabaja más seguido ni es más apreciado). Por su parte, Jesse Eisenberg (quien hizo su debut en cine con esta cinta) también hace un excelente trabajo como el sobrino, brindándole matices que le brindan más hondura a su personaje que el de un simple joven ingenuo, además de tener buena química con Scott.
Como dije previamente, Cosas de Hombres quizás peque de ser excesivamente frívola, además de que no resulta una experiencia muy memorable en el largo plazo. Por el otro lado, la disfruté escena por escena por sus filosos diálogos, el estilo del director y las perfectas actuaciones (por no mencionar lo bien capturada que está la atmósfera nocturna de Nueva York), por lo que creo que amerita ser recomendada como una mordaz comedia que logra hacer reír e incluso invitar a la reflexión en algunos aspectos.
I'm Going Home (Je Rentre à la Maison, 2001)
Reseña: Cuando los primeros quince minutos de una película consisten en un grupo de actores representando una obra teatral, evidentemente no estamos ante una cinta convencional. Eso es tan solo el comienzo de I'm Going Home, la cual terminó resultando una de las experiencias cinematográficas que más perplejo me han dejado en bastante tiempo. Es difícil describir esta película, como así también lo es explicar mi reacción ante ella. En pocas palabras, una película enigmática e inescrutable, de la cual no podría decir con certeza si me gustó o no.
A grandes rasgos, la trama (si es que podría llamársele así) de I'm Going Home se enfoca en un experimentado actor que se entera tras una función de que su esposa, su hija y su yerno fallecieron en un accidente, por lo que él tendrá que ocuparse del cuidado de su nieto. Quizás suene como la sinopsis de algún lacrimoso dramón, pero nada más lejos de la realidad; I'm Going Home retrata la apacible rutina del actor, aunque con un subtexto de angustia y soledad que transmite sutilmente la devastadora situación que le tocó vivir, así como también su manera de enfrentar la ancianidad. I'm Going Home no es una película que pueda examinarse superficialmente; en su forma, parece que no pasa absolutamente nada, pero quien esté dispuesto a escarbar en el fondo encontrará abundante material que le brinda profundidad a la experiencia.
El director Manoel de Oliveira (quien, como dato curioso, falleció en el 2015 a los 106 años) conduce la película con un estilo muy particular, consistente en muchos planos estáticos y extraños emplazamientos de cámara (el ejemplo más cabal de esto es la extensa escena de una conversación en la que lo único que se ve son los zapatos de las dos personas que hablan). En lo que respecta al elenco, Michel Piccoli brinda una asombrosa actuación en el personaje principal, cargando la cinta sobre sus hombres con una tremenda presencia y una sobria pero poderosa credibilidad.
Por momentos aburrida y por momentos fascinante, I'm Going Home es una experiencia única, tanto por sus virtudes como por sus defectos. Quizás debería verla de nuevo para determinar si realmente me gustó o no, así como también para seguir encontrando más detalles; pero, como sea, merece el apoyo de los cinéfilos, ya que es valioso encontrarse con una película como esta, que no teme interpelar al espectador y no deja lugar para la indiferencia.
domingo, 10 de junio de 2018
El Libertino (The Libertine, 2004)
Reseña: El Libertino recuenta un fragmento de la vida del poeta y dramaturgo John Wilmot (también conocido como el Segundo Conde de Rochester), quien, durante el siglo XVII en Inglaterra, llevó a cabo una vida caracterizada por los excesos. Al principio de la película, el personaje mismo nos advierte que no fue una persona agradable, pero, a medida que la experiencia va transcurriendo, resulta fácil empatizar con él a pesar de sus vicios y defectos, ya que está presentado como una persona compleja y profundamente humana a pesar de sus vicios y defectos. El resultado final es una cinta interesante, aunque carente del ímpetu necesario para ser auténticamente memorable.
A diferencia de la opulencia y fastuosidad de otras películas de época británicas, El Libertino ofrece una experiencia mucho más íntima y sobria, enfocada en desarrollar a sus personajes y cultivar relaciones entre ellos. El director Laurence Dunmore mantiene un ritmo lento, pero nunca aburrido, que permite irse sumergiendo gradualmente en la psicología de Wilmot y las personas que lo rodean. Y aunque esté basada en una obra teatral, Dunmore supo evitar la monotonía y el estatismo gracias a su dinámico manejo de la cámara.
Sin embargo, creo que el principal punto fuerte de El Libertino son las actuaciones. Johnny Depp brinda un desempeño creible y carismático como Wilmot, además de que siempre logra mantenerlo anclado a un nivel humano que facilita la conexión del espectador con su personaje. En esta cinta, Depp demuestra lo desperdiciado que está en esos papeles "excéntricos" que habitualmente interpreta. El resto del elenco también brinda trabajos muy buenos, destacando a Samantha Morton como una actriz con la que Wilmot desarrolla un vínculo muy cercano y Rosamund Pike como la esposa del protagonista, expresando con absoluta facilidad el genuino amor que siente por él a pesar de sus errores.
No obstante, creo que El Libertino sufre de una falta de pasión que impide que sea memorable a pesar de sus múltiples atributos. Al enfocarse en un personaje como Wilmot, caracterizado por sus excesos y su desbordante entusiasmo, esa falta de "sangre" en la experiencia se hace doblemente notoria, y crea una cierta distancia con la audiencia. A pesar de eso, hay suficientes elementos positivos para brindar una mediana recomendación a El Libertino, aunque no con tanto entusiasmo como lo ameritarían muchos de sus elementos en forma individual.
El Legado del Diablo (Hereditary, 2018)
Reseña: El Legado del Diablo es una película de terror realizada de manera clásica, evadiendo las tendencias actuales de ese género. Empieza como un drama cocinado "a fuego lento", tomándose su tiempo para desarrollar a sus personajes y establecer gradualmente la narrativa para eventualmente dejar que el terror propiamente dicho se apropie de la experiencia. En otras palabras, el horror es consecuencia directa del drama, por lo que El Legado del Diablo logra que ambos géneros logren complementarse y enriquecerse mutuamente, dando como resultado una experiencia muy satisfactoria con buenos momentos emocionales e impactantes escenas terroríficas.
El Legado del Diablo tiene una duración más extensa de lo habitual para su género (un poco más de dos horas), pero se ve plenamente justificada. Como dije, la primera mitad se ocupa de establecer a los personajes y sus situaciones con lujo de detalle, logrando que los sintamos como auténticos seres humanos, lo cual le brinda una dimensión muy humana y hasta realista a la experiencia. En la parte media, el terror empieza a apropiarse de la experiencia, aunque aquí hay algunos momentos que resultan levemente reiterativos. No obstante, esa pequeña queja se ve plenamente compensada cuando llegamos al contundente tercer acto, plagado de espeluznantes escenas que nos terminan conduciendo a un final muy apropiado.
Las actuaciones son también merecedoras de aplauso. Toni Collette brinda un tremendo desempeño, manejando los momentos emocionales de manera totalmente creíble y expresiva, y dotando a su personaje de múltiples matices. Como su marido, Gabriel Byrne se siente algo relegado en más de una ocasión, pero su desempeño es tan sutil como efectivo. Finalmente, Alex Wolff y Milly Shapiro también logran destacar como los hijos del matrimonio, y no puedo dejar de mencionar a Ann Dowd en un rol del que no conviene adelantar nada, aunque sin duda logra dejar una importante huella en la experiencia.
A pesar de algunos defectos menores, El Legado del Diablo me pareció una muy interesante experiencia, y de lo mejor que el terror comercial ha brindado en los últimos años. Además, funciona como una excelente "carta de presentación" para el director y guionista Ari Aster, revelando una madurez y una visión altamente inusuales para un debut, lo cual augura grandes cosas para su carrera futura.
Four Nights with Anna (Cztery Noce z Anną, 2008)
Reseña: Sin ser perfecta, Four Nights with Anna es un buen ejemplo de una película concisa y económica. Con pocos diálogos, logra desarrollar un interesante relato sobre un hombre solitario que desarrolla una obsesión con su vecina de enfrente, manteniendo el interés de principio a fin en base a excelentes actuaciones, sólida dirección y un astuto guión que sabe jugar con las expectativas del espectador y lo mantiene constantemente en suspenso y tratando de adivinar cómo terminará todo.
Al tratarse de una película con un reducido número de diálogos, el director Jerzy Skolimowski tuvo que apoyarse plenamente en el lenguaje visual para contar el relato, y me complace decir que salió airoso de dicho desafío. Skolimowksi demuestra talento para dejar que las imágenes y la elocuente atmósfera gris hablen por sí solas, logrando transportar al espectador al universo del protagonista y hacerlo íntimo partícipe de sus experiencias.
Adicionalmente, tenemos la extraordinaria actuación de Artur Steranko en el papel protagónico, logrando componer a su personaje de una manera tan creíble que crea una empatía inmediata con el espectador, logrando transmitir absolutamente todo lo que hace falta saber sobre él tan solo con sus expresiones y su lenguaje corporal. También merece mención el desempeño de Kinga Preis como la mujer espiada; durante largo rato, no tiene mucho para hacer, pero hay algunas escenas en las cuales genuinamente logra lucirse.
Sin llegar a ser una excelente película, Four Nights with Anna logra entretener y mantener el suspenso con mínimos recursos, demostrando efectivamente que, en muchas ocasiones, "menos es más", siempre y cuando se cuente con el talento necesario para sacar el máximo provecho de los elementos disponibles. Entonces, solo queda recomendarla como un sólido thriller realizado con inteligencia y un buen manejo del lenguaje cinematográfico.
Longing (Sehnsucht, 2006)
Reseña: Aprecio la intención que la directora y guionista Valeska Grisebach tuvo con Longing de destilar la narrativa a sus componentes básicos, poniendo el foco en unos pocos personajes y siguiendo una línea argumental sencilla (la infidelidad de un hombre tiene una incidencia en su vida que él no esperaba) pero con abundante potencial dramático. Sin embargo, lamento decir que la experiencia general de Longing no me pareció muy satisfactoria.
Para empezar, los personajes de esta cinta no me parecieron particularmente interesantes. A fin de cuentas, terminamos sabiendo poco y nada sobre ellos, por lo que me costó trabajo establecer un vínculo emocional con sus dudas y sus experiencias. Creo que la culpa de ello recae en la poca profundidad con la que fueron escritos, ya que las actuaciones son muy buenas, manteniendo un buen balance entre naturalidad y expresividad. Otro problema de Longing es que contiene demasiadas escenas de nada, que alargan innecesariamente la experiencia y no aportan absolutamente nada. Cuando una cinta que apenas supera los ochenta minutos se siente demasiado larga, es porque hay algo que no está funcionando.
En resumen, Longing es una película cuya austeridad (un rasgo que habitualmente aprecio en el cine) se traduce como frialdad, ya que nada de lo que ocurre en la pantalla logró genuinamente involucrarme, hasta culminar en un final cuya ambiguedad solo me logró despertar indiferencia, ya que no logré reunir el interés suficiente en los personajes ni en las situaciones que viven.
Aunque Longing no me haya gustado, tengo interés en ver más películas de Grisebach, ya que, a pesar de todas mis quejas, pude notar que esta cineasta posee una voz particular y distintiva, la cual quizás se vea mejor explotada por guiones más interesantes. Pero bueno, en lo que respecta a esta película en particular, no puedo recomendarla. En lo que respecta a cintas que abordan el tema de la infidelidad, mi rotunda sugerencia sería la brillante película rumana Aquel Martes Después de Navidad (Marti, dupã Crãciun, 2010).
Sympathy for Lady Vengeance (Chinjeolhan Geumjassi, 2005)
Reseña: La venganza es uno de los temas más trillados en el cine, por lo que, antes de ver una cinta que sé que lo aborda, mis expectativas bajan un poco. Sin embargo, en el caso de Sympathy for Lady Vengeance (con la cual el director Park Chan-wook culminó una trilogía temática de la cual también formaron parte Sympathy for Mr. Vengeance -Boksuneun Naui Geot, 2002- y Old Boy -Oldeuboi, 2003-), dicho tema forma parte de una narrativa compleja y profunda, haciendo que la venganza sea uno de sus tantos componentes, en lugar del foco de atención. El resultado final es competente y recomendable, aunque no exento de fallas.
Como dije, la trama es interesante y ofrece múltiples niveles de matices; no obstante, creo que está presentada de manera excesivamente fragmentada. El recurso de estar constantemente yendo y viniendo en el tiempo se siente más como una afectación arbitraria para complicar innecesariamente el relato que como un recurso narrativo orgánico, además de que termina generando confusión en más de un momento. En otras palabras, creo que la trama se podría haber presentado de manera más clara y directa. Además, algunos elementos de la trama parecen estar desarrollados a las apuradas, y no se les brinda la atención que hubieran ameritado.
Aún así, hay mucho por apreciar en Sympathy for Lady Vengeance. Para empezar, la dirección de Park me pareció excepcional, rebosante de personalidad, pero sin por ello obstruir el flujo narrativo. Por el contrario, el estilo del director complementa la trama de la cinta, además de conjurar algunos momentos de gran belleza visual (por ejemplo, la escena final) que logran brindarle una dimensión etérea y hasta poética a la experiencia. Además, la actuación de Lee Young-ae en el personaje principal es extraordinaria, desbordante de carisma y expresividad, logrando construir una protagonista fuerte con una presencia arrolladora.
A pesar de sus afectaciones y algunos agujeros en su trama, Sympathy for Lady Vengeance me pareció una sólida película, que demuestra cómo un tema trillado puede ser elevado en base a sensibilidad artística, además de hacerlo formar parte de una narrativa en donde lo principal no es la violencia (aunque indudablemente está presente), sino el examen psicológico de personajes multi-dimensionales.
Flickering Lights (Blinkende Lygter, 2000)
Reseña: Flickering Lights inicia de manera genérica y poco alentadora: cuatro criminales de poca monta se ven forzados a realizar un último "trabajo", el cual termina saliendo muy mal. Afortunadamente, luego de esos primeros quince minutos, la cinta incursiona en terreno menos convencional y más interesante, manteniendo la atención del espectador gracias a un impredecible guión que toma los caminos menos pensados y combina drama y humor negro de manera eficaz y satisfactoria.
Flickering Lights representó el debut como director de Anders Thomas Jensen, y ya desde acá se puede notar el particular estilo que luego siguió forjando en películas posteriores suyas (como Adam's Apples -Adams Æbler, 2005- o la fallida Men & Chicken -Mænd og Høns, 2015-). Independientemente de las apreciaciones subjetivas que se puedan tener sobre sus cintas, no cabe duda de que Jensen es un cineasta que no teme afrontar riesgos y contar relatos extraños que salen de lo común y no encajan fácilmente en un nicho determinado. En el caso de Flickering Lights, eso da como resultado una película que desconcierta y atrapa, con abundantes dosis de humor, pero también con profundidad narrativa y emocional que le brinda textura a la experiencia.
Aunque los cuatro personajes principales sean delincuentes, ganan la empatía de la audiencia, ya que están escritos de manera multi-dimensional, además de que se nos permite conocerlos de manera gradual y precisa (los "flashbacks" de ellos cuando eran más jóvenes son los momentos más reveladores). Además, están muy bien interpretados por el genial Mads Mikkelsen, Ulrich Thomsen, Nikolaj Lie Kaas y Søren Pilmark.
Si deciden ver Flickering Lights, traten de saber lo menos posible sobre su trama antes de hacerlo. Aunque inicialmente parezca que se va a tratar de un thriller criminal del montón, eventualmente se transforma en algo mucho más rico e inclasificable, por lo que enfrentar esta película de la manera más "fresca" posible permitirá saborear mejor esta inusual experiencia. En resumen, recomiendo con confianza Flickering Lights, sobre todo a aquellos espectadores en busca de algo diferente a lo habitual.
lunes, 4 de junio de 2018
The Notorious Bettie Page (2005)
Reseña: Bettie Page fue una modelo que, allá por los años '50, causó controversia en los Estados Unidos por las fotografías que la mostraban semi-desnuda o en conductas afines al sadomasoquismo. The Notorious Bettie Page recuenta su biografía y, aunque quizás esa temática no suene particularmente interesante para el público general, las co-guionistas Mary Harron (quien también dirigió la cinta) y Guinevere Turner se ocuparon de ahondar en la psicología de Page más de lo habitual que en otras "biopics", lo cual da como resultado una película con suficientes puntos de interés para mantener la atención del espectador.
En lo que respecta al aspecto estilístico de The Notorious Bettie Page, Harron tomó la correcta decisión de emplear cinematografía en blanco y negro que transporta inmediatamente al espectador a la década del '50 (con algunas visitas a las de los '30 y '40), capturando con buen ojo la particular dinámica de esa época. Los ocasionales momentos filmados en color funcionan como un adecuado contraste entre las diferentes experiencias que vive la protagonista. En resumen, Harron emplea un estilo discreto, pero no carente de personalidad, y poniéndolo siempre al servicio del material.
Por su parte, Gretchen Mol siempre me había parecido una actriz anónima, ya que nunca había logrado generarme una particular impresión en ninguno de los papeles en los que la había visto. No obstante, su trabajo en The Notorious Bettie Page me sorprendió agradablemente, manejando las múltiples facetas de su personaje con absoluta credibilidad, desde su intensa devoción religiosa hasta su entusiasmo para realizar su trabajo, sin olvidar las ocasionales dudas que este le genera.
The Notorious Bettie Page no solo funciona como una biografía que encuentra inusitada profundidad y matices en un personaje que quizás no parezca ofrecerlos a simple vista, sino que también logra retratar elocuentemente una época, mostrando lo que calificaba como "indecencia" en una época muy específica, pero sin por ello tornarse moralista ni excesivamente didáctica. Por el lado negativo, algunas escenas en las que Page se saca las fotografías podrían haberse acortado un poco, ya que, en un par de ocasiones, retardan el ritmo de la experiencia general. Pero, más allá de eso, The Notorious Bettie Page me pareció una película interesante, bien escrita, actuada y dirigida, además de dejar al espectador pensando con algunos de los temas que toca.
domingo, 3 de junio de 2018
The Blackcoat's Daughter (2015)
Reseña: Ante todo, hay que aclarar que The Blackcoat's Daughter está muy lejos de ser una película de terror convencional. A diferencia de muchas cintas modernas pertenecientes a ese género, con ritmos frenéticos, constantes golpes de efecto y repletas de efectos especiales, The Blackcoat's Daughter es una película pausada que se apoya principalmente en atmósfera para crear inquietud y tensión, realizada con una sensibilidad inusualmente artística para los estándares del cine de terror. Todo ello es muy loable, aunque, lamentablemente, el guión no me dejó completamente satisfecho.
The Blackcoat's Daughter es una de esas películas que cuentan su trama de manera fragmentada, presentándonos una especie de rompecabezas que se va armando poco a poco. En algunas cintas, esa técnica se ve plenamente justificada (El Camino de los Sueños -Mulholland Dr., 2001- e Imperio -Inland Empire, 2006- son dos buenos ejemplos); sin embargo, en el caso de The Blackcoat's Daugher, no estoy tan seguro. El problema en esta ocasión es que creo que se cuenta una historia demasiado simple de manera innecesariamente complicada, por lo que el misterio que Perkins tan bien supo construir a lo largo de la experiencia no se ve adecuadamente recompensado. Francamente, creo que, contada de manera lineal, The Blackcoat's Daughter hubiera sido una película absolutamente predecible, por lo que la manera en la que está contada se termina sintiendo como un truco para simular ingenio donde realmente no lo hay.
Aún así, disfruté The Blackcoat's Daughter escena por escena, gracias a la elegante y sutil mano de Perkins para crear una atmósfera lúgubre y macabra, así como también las competentes actuaciones de Kiernan Shipka, Emma Roberts y Lucy Boynton. Además, aunque no me haya convencido mucho en algunos aspectos, no se puede negar que el guión toca algunos puntos de adecuada profundidad emocional, además de construir personajes enigmáticos y multi-dimensionales.
Aunque se enfoque en personajes jóvenes, The Blackcoat's Daughter es una película de terror para adultos, tocando temáticas que usualmente no son abordadas en este género, que habitualmente apunta al público adolescente en busca de experiencia huecas. Tan solo por eso, creo que The Blackcoat's Daughter amerita una mediana recomendación. Es indudable que Perkins posee abundante potencial para el horror, y, con el apoyo de un mejor guión, creo que podría lograr grandes cosas como director.
Sushine (1999)
Reseña: Nadie podrá acusar a Sunshine (no confundirla con la homónima cinta del 2007) por carecer de ambición. Con la ayuda de impecables valores de producción, sigue a tres generaciones de una familia húngara, poniendo el foco primero en un juez, luego en su hijo (quien llegó a ser campeón olímpico de esgrima) y, finalmente, en su nieto (cabe destacar que los tres roles fueron interpretados por Ralph Fiennes). Al mismo tiempo que presenciamos todo eso, también se ve documentada la historia de Hungría, así como también la persecución que los judíos sufrieron en ese país a lo largo del tiempo. El resultado final es una película que logra sostener el interés a lo largo de tres horas (lo cual indudablemente no es poco), aunque quizás le faltó un indescriptible "algo" para ser auténticamente memorable.
Para empezar, me "chocó" un poco que Fiennes interpretara a los tres personajes, ya que eso hizo que me costara aceptarlo como tres personas diferentes. Sin embargo, el rol en el que más desentona es el del nieto, ya que hacía falta un intérprete más joven para ese papel. Adicionalmente, aunque Fiennes habitualmente me parece un buen actor, lo encontré un poco insulso en esta ocasión; no sentí que lograra transmitir mucho, además de no proyectar el carisma suficiente. Otro punto que le criticaría a Sunshine es que, incluso con una duración tan extensa, abarca tantas cosas que algunas son examinadas de manera algo apresurada; de hecho, en más de una ocasión, tuve la sensación de que esta película quizás hubiera funcionado mejor como una mini-serie.
A pesar de todas esas quejas, Sunshine capturó mi atención de principio a fin sin el más mínimo esbozo de aburrimiento, principalmente gracias a la dinámica dirección de István Szabó y el guión, repleto de temas provocativos además de tejer personajes complejos y multi-dimensionales. Además, como dije anteriormente, los aspectos técnicos son merecedores de aplauso, desde la cinematografía hasta las imponentes locaciones.
A fin de cuentas, podría decirse que la enorme ambición de Sunshine termina siendo simultáneamente su principal virtud y su principal defecto, ya que, por un lado, tiñe cada fotograma de una atmósfera épica, al mismo tiempo que se nos cuenta un relato con múltiples resonancias; por el otro lado, hay varias cosas que se sienten pasadas por alto, y que no reciben un tratamiento tan profundo como deberían. Además, la floja actuación de Fiennes le resta contundencia y emotividad a la experiencia. No obstante, a pesar de sus defectos, vale la pena darle una oportunidad a Sunshine, ya que una cinta que asume tantos riesgos saliendo airosa en muchos de ellos es digna de ser apreciada.
viernes, 1 de junio de 2018
Why Don't You Play in Hell? (Jigoku de Naze Warui, 2013)
Reseña: Contando un relato que involucra a un equipo de cineastas amateur y una guerra entre yakuzas, Why Don't You Play in Hell? es simultáneamente una hilarante comedia, una película de acción tan bizarra como emocionante y una conmovedora carta de amor al arte cinematográfico. En resumen, una experiencia única e inolvidable, que se mantiene enormemente entretenida de principio a fin, además de poseer una desbordante energía que contagia al espectador para hacerlo partícipe de una montaña rusa de sensaciones. Mis expectativas antes de ver esta cinta eran neutras, y fue un placer terminar disfrutándola tanto.
Al principio, Why Don't You Play in Hell? puede resultar un poco desconcertante, ya que nos presenta a un gran número de personajes con un ritmo frenético. Pero no hay que alarmarse; el director y guionista Sion Sono sabe lo que está haciendo, y aunque la experiencia completa mantiene ese ritmo que no da respiro, desarrolla paulatinamente una narrativa interesante y bien estructurada, además de construir personajes con los que resulta muy fácil generar empatía... aunque muchos de ellos sean mafiosos. Si bien Why Don't You Play in Hell? es una película bastante desquiciada y excéntrica, logra que los personajes mantengan su humanidad de principio a fin, dando lugar a algunos momentos que resultan inesperadamente emotivos.
Sono demuestra un experto dominio para generar expectativa en el espectador, augurando un clímax épico a lo largo de la experiencia... lo cual termina logrando con creces. La conclusión es el remate perfecto de todo lo que habíamos visto anteriormente, haciendo que la cinta entera confluya en un auténtico festín de sangre, delirio, humor y hasta contenido emocional. En otras palabras, Why Don't You Play in Hell? "cocinó" todo de manera estupenda, para finalmente servirnos un plato delicioso e inmensamente satisfactorio.
Además, se nota que Sono siente verdadero amor por el cine, ya que, como dije anteriormente y por si lo demás fuera poco, Why Don't You Play in Hell? le rinde tributo en la forma de ese equipo cinematográfico amateur que no se detendrá ante nada para poder realizar una obra maestra. Como cinéfilo que soy, y a riesgo de parecer cursi, debo decir que este aspecto de la película realmente logró llegar a mi alma.
En conclusión, Why Don't You Play in Hell? me pareció una asombrosa experiencia cinematográfica, manteniendo una adrenalina que me tuvo al filo del asiento de principio a fin, y con un estilo atractivo y alucinante respaldado por un guión apasionante y poseedor múltiples capas. Recomendada con absoluto entusiasmo, ya que no es habitual encontrar una película que logre satisfacer tanto en distintos niveles: visceral, visual y emocional.
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