lunes, 31 de diciembre de 2018
Balance 2018
Otro año llegó a su fin, por lo que es momento de publicar mi lista de las diez películas que más me gustaron de todas las que vi este año. Como siempre, incluyo cintas de diversos años, ya que que el balance gira en torno a las películas que vi durante el 2018, sean del año que sean. Sin más preámbulos, estas fueron mis diez películas favoritas del año (sin orden particular):
- Wonderstruck (2017)
- Lucky (2017)
- Policía, Adjetivo (Polițist, Adjectiv, 2009)
- El Primer Hombre en la Luna (First Man, 2018)
- Buscando... (Searching, 2018)
- Dulce País (Sweet Country, 2017)
- Why Don't You Play in Hell? (Jigoku de Naze Warui, 2013)
- Ghosts (Gespenster, 2005)
- Vuelo 93 (United 93, 2006)
- Un Lugar en Silencio (A Quiet Place, 2018)
¡Les envío mis mejores deseos de éxito, salud y buen cine para el 2019, y muchas gracias por seguir leyendo El Maravilloso Mundo del Cine!
Night Moves (2013)
Reseña: Night Moves cuenta la historia de tres personas pro-ecología que deciden organizar un atentado terrorista contra una represa hidro-eléctrica. Al menos, eso es lo que ocurre durante la primera mitad; no conviene adelantar nada sobre lo que viene después, ya que la cinta termina tomando caminos inesperados, dando lugar a algunos momentos impactantes y culminando en un final inquietante. El resultado final es una experiencia muy interesante, aunque no será para todos los gustos.
La razón por la cual Night Moves no será para todos los gustos es que la directora Kelly Reichardt emplea un ritmo pausado y tranquilo, el cual algunos espectadores quizás encuentren aburrido, aunque personalmente me pareció cautivante, logrando poco a poco la compenetración con las experiencias de los personajes. Esa paciencia que Reichardt muestra para cocinar la narrativa también da lugar a algunas escenas mundanas (por ejemplo, el extenso momento en el cual se intenta comprar nitrato de amonio), pero que resultan fascinantes por anclar la película a un nivel sumamente creíble y realista, evitando todo tipo de artificio y sintiendo que genuinamente estamos espiando el accionar de tres terroristas con más entusiasmo que conocimiento para pertenecer al mundo delictivo.
Las actuaciones de Jesse Eisenberg, Dakota Fanning y Peter Sarsgaard como los terroristas me parecieron excelentes, creando personajes complejos y expresivos, además de tener una perfecta química entre ellos. Por su parte, el guion muestra la misma calma de la dirección, dejando que todo se desarrolle en su debido momento sin jamás apresurar nada. Por último, debo hacer mención a la cinematografía, la cual logra sacar el máximo provecho de las locaciones boscosas donde transcurre la mayoría de la película.
En conclusión, Night Moves es una hipnótica experiencia cinematográfica, la cual sabe sacar el máximo provecho de su austeridad y bajo perfil para capturar la atención del espectador, dejándolo con conceptos y momentos que quedan dando vuelta en la cabeza luego de terminada la película. En pocas palabras, una excelente muestra de cine independiente en donde la escasez de recursos no es una limitación, sino un incentivo para hacer plena justicia al viejo dicho de que "menos es más".
La Noche de 12 Años (2018)
Reseña: La Noche de 12 Años retrata los doce años (desde 1973 hasta 1985) en los que José "Pepe" Mujica y otros dos miembros de la guerrilla Tupamaros estuvieron en prisión, muchas veces en condiciones infrahumanas. Durante su primer acto, La Noche de 12 Años me recordó la película Hunger (2008), la cual también estuvo basada en una historia real; ambas cintas retratan la experiencia carcelera de manera cruda y visceral, prescindiendo de diálogos en muchas ocasiones para dejar que las imágenes hablen por sí solas.
Luego de ese intenso primer acto, La Noche de los 12 Años introduce algunos flashbacks que amplían el contexto del relato, aunque hacen que la cinta pierda un poco la energía del inicio. Adicionalmente, muchos de los militares de las prisiones están retratados de manera excesivamente estereotipadas, lo cual resta realismo a la experiencia y se siente como un toque "hollywoodense" que realmente no hacía falta.
Por el lado positivo, La Noche de los 12 Años logra que verdaderamente el espectador se interese en el destino de los personajes principales, en parte porque están bien escritos, y en parte por las sólidas actuaciones de Antonio de la Torre, Alfonso Tort y Chino Darín. Por su parte, el director Álvaro Brechner demuestra un buen dominio del lenguaje visual, logrando que varias escenas "digan" mucho sin necesidad de palabras, además de crear una creíble atmósfera carcelaria.
Es bastante evidente la ideología política con la cual La Noche de 12 Años fue realizada, pero no ahondaré en ese tema; este es un comentario de cine, y no de política. Enfocándome en La Noche de 12 Años pura y exclusivamente como película, me pareció interesante, bien hecha y competentemente actuada, aunque con algunos elementos que podrían haberse pulido mejor. De todas maneras, quedé satisfecho con la cinta, y eso basta para hacerla merecedora de una recomendación.
Buddy Boy (1999)
Reseña: Lo que más llama la atención de Buddy Boy es lo bien lograda que está su atmósfera. Contando un relato sobre un joven muy católico que vive con su madre inválida y que encuentra cierta distracción espiando a su vecina de enfrente, la cinta logra un clima genuinamente opresivo y asfixiante, casi siempre con escasa iluminación y generando una sensación de desesperanza de la cual no parece haber fácil escape. Por el otro lado, hay algunas flaquezas en el guion que le restan puntos a la experiencia.
Creo que la parte media de Buddy Boy tiene una cierta tendencia a divagar luego de haber establecido sólidamente al personaje principal y lograr que nos interesemos en él. Adicionalmente, algunos personajes (la madre del protagonista y un plomero que pasa mucho tiempo en la casa de ambos) están escritos de manera excesivamente caricaturesca, lo cual les resta humanidad por lo ridiculizados que están. Otra objeción que tengo contra Buddy Boy es que pareciera que le cuesta decidirse entre jugársela de lleno por el surrealismo del estilo de David Lynch, o por algo más "normal" y realista.
Por el lado positivo, Aidan Gillen brinda una excelente actuación en el rol protagónico, logrando componer un personaje complejo con sutileza y abundancia de matices. Emmanuelle Seigner logra brindar un estilo misterioso y seductor como la vecina que parece amable, aunque quizás guarde un macabro secreto. Finalmente, en el rol de la madre del personaje principal y el plomero, la finada Susan Tyrell y Mark Boone Junior (respectivamente) hacen lo que pueden con las caricaturas que deben interpretar, aunque, aún así, logran salir bien parados en líneas generales.
Esta es la única película del director Mark Hanlon (quien parece haber desaparecido por completo del mundo del cine, ya que su último crédito fue como co-guionista de Barco Fantasma -Ghost Ship-, una película de hace quince años), lo cual es una lástima, porque, aún con sus fallas, Buddy Boy revela a un director con visión y talento detrás de las cámaras. Es justamente la habilidad de Hanlon como cineasta lo que hace que Buddy Boy gane una mediana recomendación como una experiencia profundamente atmósferica que nos pone fácilmente en el lugar de un personaje agobiado que debe luchar constantemente contra sus tormentos internos.
Bird Box (2018)
Reseña: Ni bien empieza Bird Box, vemos a la protagonista diciéndole a sus hijos (un niño y una niña) que deberán emprender un viaje en bote, y que bajo ningún concepto, podrán quitarse las vendas de sus ojos. Luego, la película retrocede cinco años, y nos enteramos de que ahí es cuando se originó una especie de apocalipsis, el cual consiste en una ola de suicidios masivos que se originan por algo que las víctimas ven; entonces, cuando se desata el caos urbano por esa catástrofe, el personaje principal se refugia en una casa junto a un grupo de supervivientes. Entonces, así va procediendo la narrativa de Bird Box, alternando entre pasado y presente, y dando como resultado una experiencia irregular.
Toda la parte de Bird Box que transcurre cinco años antes me gustó bastante. Cuando vemos el desencadenamiento de la catástrofe, todo está retratado de manera cruda y realista, metiéndonos en el medio del caos de manera tan efectiva que nos sentimos tan aturdidos como la protagonista. Luego, cuando vamos al interior de la casa que funciona como refugio, Bird Box consigue generar una sólida atmósfera de tensión y claustrofobia, la cual se ve sólidamente rematada por momentos de violencia que llegan cuando menos los esperamos.
La directora Susanne Bier obtuvo fama realizando aclamados dramas intimistas. Por ello, indudablemente parecía extraña la idea de ponerla al frente de una película de terror como Bird Box, la cual también es su primera incursión el cine de género en toda su filmografía. Personalmente, no me considero fan de esta directora, pero todo el contenido dramático de Bird Box es lo que ella mejor maneja (aunque también merece crédito por lo bien retratado que está el desencadenamiento de la catástrofe), sabiendo retratar las relaciones entre los personajes de la casa de manera gradual y eficiente.
Ya que hice referencia a los personajes, aquí debo halagar el guion (el cual está basado en una novela). A diferencia de otras películas de terror, en donde los personajes secundarios suelen ser mera carne de cañón desechable y hasta intercambiable, las roles personas que se refugian en la casa están bien construidos y tienen genuinos arcos dramáticos y personalidades, lo cual realza su humanidad y logra la creación de empatía con el espectador. También ayuda que dichos personajes estén muy bien interpretados, con cada actor aportando algo sustancioso a su rol; quienes más logran destacar son John Malkovich, Trevante Rhodes, Lil Rel Howery y Tom Hollander (luego me enfocaré en el trabajo de Sandra Bullock en el rol principal).
Luego de tantos halagos, lamento decir que ahora debo enfocarme en las cosas que no me gustaron. Personalmente, creo que todas las escenas que transcurren en el presente podrían haberse obviado. Con lo que transcurría en el pasado, Bird Box hubiera sido una tensa y sólida película, y siento que lo demás fue un agregado innecesario, principalmente porque tiende a caer en excesos sentimentales tan empalagosos que me hicieron rechinar los dientes en más de una ocasión, hasta culminar en un final excesivamente cursi y meloso.
Adicionalmente, en las escenas de Bird Box que transcurren en el presente, es cuando más se manifiestan las similitudes que esta cinta tiene con la excelente Un Lugar en Silencio (A Quiet Place, 2018). Ciertamente ambas cintas tienen conceptos similares (en Un Lugar en Silencio, no se debía hacer ruido porque eso atraía a los monstruos; aquí no se puede ver a lo que sea que conduce a las personas a suicidarse), y si bien dichas similitudes no se hacen tan presentes en los flashbacks, sí lo hacen en los otros momentos, y es inevitable recordar que aquella cinta incursionó en terreno similar con mucha mayor elegancia, sutileza e impacto emocional.
En cuanto al desempeño de Bullock en el rol principal, francamente debo decir que no me gustó. Siento que no logró transmitir mucho en su personaje, y la sentí generalmente forzada, sobre todo durante los momentos más intensos o emocionales. De hecho, durante las escenas que Bullock está en la casa, queda totalmente opacada por el resto de los actores, lo cual me dejó con la sensación de que ella simplemente no estuvo a la altura de su rol, y se podría haber contratado a una mejor actriz para interpretarlo (continuando con las comparaciones con Un Lugar en Silencio, me fue inevitable no recordar el tremendo desempeño de Emily Blunt en esa película).
Entonces, Bird Box me dejó con opiniones muy encontradas. Tiene cosas que me gustaron bastante, pero también otras que me irritaron bastante. De todas maneras, siento que lo bueno que tiene para ofrecer es lo suficientemente bueno para hacerla merecedora de una moderada recomendación, aunque, como dije previamente, Un Lugar en Silencio me parece una opción mucho más satisfactoria.
domingo, 30 de diciembre de 2018
The Inheritors (Die Siebtelbauern, 1998)
Reseña: Tenía bajas expectativas antes de ver The Inheritors porque la única película que había visto del director Stefan Ruzowitzky había sido Los Falsificadores (Die Falscher, 2008), una mediocre y olvidable película que, incluso tocando un tema como el Holocausto, solo me produjo indiferencia. Lamentablemente, The Inheritors tampoco logró despertarme interés suficiente en seguir hurgando en la filmografía de este cineasta.
El principal problema de The Inheritors (un drama ambientado durante la década del '30 sobre un grupo de jornaleros que heredan tierra de su terrateniente, lo cual les termina trayend problemas) es lo poco que confía en las imágenes. Gran parte de la cinta está narrada, pero en lugar de complementar lo que vemos en escena, termina mayormente reemplazándolo, por lo que termina quedando la impresión de que estamos básicamente escuchando un audiolibro en lugar de estar viendo una película. Además, el estilo visual de Ruzowitzky es bastante plano y anónimo, por lo que no hay nada que realmente llame la atención como experiencia cinematográfica.
Adicionalmente, Ruzowitzky muestra dificultades con el ritmo de la experiencia. En otras palabras, dedica demasiado tiempo a cosas irrelevantes, mientras que algunos eventos importantes están mostrados a las apuradas, lo cual genera cierta confusión en el aspecto narrativo. Otra cosa que no me gustó es que los villanos parecen sacados de una caricatura, lo cual choca por completo en una cinta que pretende ser un drama serio como esta.
Por el lado positivo, los actores hacen un buen trabajo, particularmente el trío protagónico compuesto por Simon Schwarz, Sophie Rois y Lars Rudolph; a pesar de las flaquezas del guion, los intérpretes logran componer personajes humanos y creíbles. Adicionalmente, debo reconocer que The Inheritors mejora un poco en el último tramo, aunque no lo suficiente para genuinamente redimir la indiferencia que causa el resto de la película; en otras palabras, termina siendo demasiado poco demasiado tarde.
En conclusión, The Inheritors tiene algunos elementos positivos (también me gustaría hacer mención de la banda sonora, la cual incluye algunas instancias de música clásica), pero la balanza general cae del lado negativo, por lo que no puedo recomendarla. Lo peor de todo es que la premisa básica de la película tenía potencial de llegar mucho más lejos, y se podría haber logrado una película genuinamente provocativa en base a ella, en lugar de una insulsa y mayormente aburrida como esta.
miércoles, 26 de diciembre de 2018
One Cut of the Dead (Kamera o Tomeru Na!, 2017)
Reseña: Hasta el momento, nunca había incluido "spoilers" en estas reseñas, pero, en el caso de One Cut of the Dead, me permito hacer una excepción, ya que es imposible hacer una crítica de esta película sin revelar el giro que da un poco antes de la mitad. Entonces, quedan avisados: si planean ver esta cinta y quieren enfrentarse a ella lo más "en blanco" posible, dejen de leer acá, y lean los próximos párrafos después de haberla visto.
Los primeros treinta y siete minutos de One Cut of the Dead consisten en un plano secuencia donde vemos a un equipo de filmación y algunos actores filmando una película de zombies hasta que son acechados por zombies de verdad. Francamente, la película se me estaba haciendo un poco tediosa, ya que era una genérica cinta de zombies como ya se vieron miles, exacerbada por una línea narrativa extremadamente básica y la presencia de personajes carentes del más mínimo desarrollo (además, ni siquiera se mostraba mucho "gore"). No obstante, llegando al final de esos treinta y siete minutos, vemos el título de la película, y luego unos créditos hasta que la pantalla se pone negra. ¿Qué está pasando?
Eventualmente, la cinta retrocede un mes, y nos enteramos que lo que vimos previamente era simplemente un programa de televisión. Entonces, a partir de este punto, se abandona por completo el género de terror, y One Cut of the Dead termina siendo una comedia sobre los preparativos del programa y su eventual filmación. El problema es que no es muy graciosa como comedia, y cuando llegamos a la filmación del programa, terminamos viendo de nuevo muchas cosas que ya habíamos visto (desde otro punto de vista, es cierto, pero eso no quita que genere el hastío de estar viendo otra vez lo mismo en líneas generales).
One Cut of the Dead es una de esas películas que, en papel, suenan mucho más divertidas de lo que realmente terminan siendo. Su concepto "meta" no era una mala idea, pero creo que no está bien ejecutado, y una vez que se produce el giro previamente mencionado, la película termina dando vueltas sobre el mismo chiste una y otra vez... y encima de todo, dicho chiste ni siquiera tiene mucha gracia. Adicionalmente, One Cut of the Dead me pareció OTRA película que se siente como un cortometraje estirado, ya que se podrían haber obviado por completo los primeros treinta y siete minutos... pero si se hubieran extirpado, la película no hubiera llegado ni a los sesenta minutos de duración, por lo que no hubiera podido calificar como largometraje.
Entonces, One Cut of the Dead me pareció una película fallida que no me dejó satisfecho en ningún aspecto, por lo que no la recomiendo de ninguna manera. Como dije anteriormente, la idea detrás de la cinta no era mala por sí sola, pero el cine no se trata solo de tener una idea, sino también de tener el talento y la visión para saber ejecutarla. Si quieren ver una comedia en la cual parte de su relato está enfocado en los preparativos y posterior ejecución de una filmación (aunque, en este caso, se trata del rodaje de una película en lugar de un programa de televisión), la extraordinaria (y también japonesa) Why Don't You Play in Hell? (Jigoku de Naze Warui, 2013) es una opción infinitamente superior.
martes, 25 de diciembre de 2018
The Sisters Brothers (2018)
Reseña: Antes que nada, conviene aclarar que The Sisters Brothers no es un western convencional. Su enfoque no radica en balaceras (aunque hay algunas) ni en fáciles divisiones entre héroes y villanos. Por el contrario, The Sisters Brothers estaría mejor definida como un metódico drama que toma algunos elementos del western (empezando por la ambientación en el Lejano Oeste -aunque la cinta fue filmada en España- allá por 1851) para ofrecer un relato profundo con personajes complejos y algunos toques de humor.
Para empezar, The Sisters Brothers cuenta con personajes tan bien escritos que generan empatía de manera inmediata con la audiencia. Por un lado, tenemos a los epónimos hermanos Sisters, dos asesinos a sueldo cuyo jefe les encomienda liquidar a Hermann Kermit Warm, un buscador de oro con ambiciones bastante grande. Paralelamente, también seguimos a John Morris, a quien le fue encomendado acercarse a Warm para luego entregarlo a los Sisters, aunque termina imprevistamente desarrollando una amistad con el buscador de oro. Resulta muy agradable ver las interacciones entre dichos personajes, así como también la evolución que van experimentando a lo largo de la experiencia. Son personajes escritos con tantos matices que trascienden las meras etiquetas para sentirse como auténticos seres humanos.
También ayudan mucho los excelentes actores que fueron seleccionados para interpretar dichos personajes. Joaquin Phoenix y John C. Reilly interpretan a los Sisters, y tienen una química tan creíble y espontánea que es fácil aceptarlos como auténticos hermanos con toda una historia de vida compartida. Por su parte, Jake Gyllenhaal y Riz Ahmed interpretan a Morris y Warm (respectivamente), y también hacen perfecto trabajo forjando la gradual amistad que se va desarrollando entre sus personajes y los dilemas que ocasionalmente enfrentan.
El director Jacques Audiard emplea un ritmo tranquilo pero nunca aburrido en The Sisters Brothers, permitiendo que la narrativa se vaya desarrollando a su propio ritmo y dejando que el melancólico tono vaya decantando poco a poco. Los aspectos técnicos me parecieron estupendos, particularmente la espectacular cinematografía, la cual logra sacar el máximo provecho de los vastos escenarios españoles.
Por el lado negativo, The Sisters Brothers muestra una cierta tendencia a caer en algunos divagues durante su segunda mitad. De todas maneras, no es una queja significativa, y no me impidió quedar muy satisfecho con esta cinta, la cual logra ser entretenida, profunda y hasta ocasionalmente conmovedora, además de estar auxiliada por un estupendo reparto al cual es un placer ver en escena. En resumen, la recomiendo con confianza como una sólida película que sabe balancear drama, violencia y ciertas dosis de humor que impiden que la experiencia se torne demasiado solemne.
La Desaparición (Pororoca, 2017)
Reseña: Al principio de La Desaparición (qué título genérico, especialmente comparado con el enigmático "Pororoca", el cual es el nombre de una ola gigante que se produce en el Amazonas), vemos a una familia feliz, compuesta por un matrimonio y sus dos hijos pequeños. No obstante, dicha felicidad se ve brutalmente demolida cuando la hija desaparece en un parque, lo cual arruina por completo sus vidas (la película se enfoca en el padre). El resultado es una excelente película, aunque es imposible "disfrutarla" en el sentido convencional.
La escena de la desaparición de la niña es extraordinaria. Filmada en un largo plano secuencia, vemos cómo un apacible día en el parque se transforma súbitamente en la más horrible de las pesadillas, mostrando que la tragedia irrumpe cuando menos se la espera. Además, la naturalidad con la cual dicho plano secuencia está filmado lo hace doblemente perturbador; en otras palabras, aquí no hay nada de artificio, y todo se siente dolorosamente real y creíble. Como es habitual en el cine rumano, La Desaparición mantiene ese realismo a lo largo de toda la experiencia, lo cual hace que la cinta resuene en un nivel profundamente humano.
Hay que aclarar que La Desaparición no está encarada como un thriller, como alguna sinopsis puede llegar a sugerir. Por el contrario, es un devastador drama que muestra cómo la vida de un hombre se va gradualmente arruinando hasta el punto en el cual llega a perder la cordura. También se incluye cierto comentario social, mostrando la pasividad y hasta aparente indiferencia con las cuales la policía encara la desaparición de la niña, lo cual contribuye a enloquecer aún más a su padre.
La fenomenal actuación de Bogdan Dumitrache merece un párrafo aparte. Su papel era sumamente difícil, ya que requería una transformación gradual a lo largo de toda la experiencia, y Dumitrache logró salir muy airoso de semejante desafío. Gracias a su actuación, podemos percibir sin necesidad de palabras la desoladora tristeza de su personaje, así como también su creciente descenso a la locura. Lamentablemente, el desempeño de Dumitrache pasó desapercibido por haber formado parte de una película rumana de bajo perfil, pero me pareció mucho más merecedor de premios que el de varios nominados o ganadores del Oscar.
En conclusión, La Desaparición me pareció una cinta brillante, aunque hay que advertir que es una experiencia angustiante y deprimente de dos horas media, lo cual dificulta darle una amplia recomendación. Pero bueno, definitivamente creo que merece el apoyo de cinéfilos que busquen una experiencia capaz de despertar emociones fuertes, ya que no es común encontrar una película "feel bad" que cumpla tan bien ese propósito.
Tulpan (2008)
Reseña: Tulpan es una película que torna difusa la división entre realidad y ficción. Enfocándose en la vida de una familia en las estepas de Kazajistán, la películ adopta un tono tan natural y realista que cuesta determinar si estamos viendo un documental o no en más de una ocasión, y esa es la principal característica que la vuelve interesante a pesar de algunos momentos cansados o repetitivos. De todas maneras, con sus virtudes y sus defectos, definitivamente se trata de una experiencia única que merece el apoyo de los cinéfilos.
Inicialmente, se establece una línea narrativa en Tulpan, mostrando los esfuerzos de Asa para lograr que la epónima Tulpan se case con él, a pesar de que ella lo rechaza. Sin embargo, esto me lleva a la principal objeción que tengo contra esta cinta: eventualmente, esa premisa se va dejando de lado al punto de que los co-guionistas Sergey Dvortsevoy (también el director) y Gennadiy Ostrovskiy parecen olvidarse por completo de ella.
Por el otro lado, ese abandono de una estructura narrativa da lugar a algunas secuencias hipnóticas, particularmente dos que se enfocan en el parto de dos ovejas; sin temor a caer en hipérbole, diré que no recuerdo haber visto jamás escenas así en ninguna película. Es cierto que, en algunas ocasiones, la sensación de que "no pasa nada" aburre un poco, pero, en líneas generales, la cinta mantuvo mi interés, principalmente por introducirme a un mundo muy particular que no uno no está habituado a ver en el cine.
El elenco se adapta perfectamente a la naturalidad de la experiencia general, aunque cuesta determinar hasta qué punto están actuando y hasta qué punto están representando su realidad. Entonces, resumiendo, Tulpan es una película imperfecta pero atrapante, con algunas escenas que quedarán dando vueltas en mi mente durante mucho tiempo. Sin llegar a ser una cinta excepcional, ciertamente logra ofrecer algo distinto, y eso basta para hacerla merecedora de una recomendación.
Bad Times at the El Royale (2018)
Reseña: Bad Times at the El Royale es una película que tranquilamente podría haberse titulado "Nada es lo que Parece". El director y guionista Drew Goddard sabe crear expectativas en la audiencia sobre los personajes y los eventos retratados, para luego pisotearlas y darles giros de ciento ochenta grados. El resultado final dista de ser perfecto, pero aún así, Bad Times at the Royale ofrece una experiencia entretenida e impredecible, apoyada por varias excelentes actuaciones y la firme dirección de Goddard.
Por lo que dije en el párrafo previo, conviene no saber prácticamente nada sobre la trama de Bad Times at the Royale antes de verla. Entonces, solo me limitaré a decir que la cinta, ambientada en el año 1969, se enfoca en un grupo de personas sin ningún vínculo entre sí que se van a hospedar en el epónimo hotel El Royale (el único empleado del establecimiento que aparece es un joven recepcionista), cada uno con sus secretos, cuyas vidas se terminarán cruzando de manera imprevista y violenta. El punto fuerte de Goddard es su habilidad para cocinar "a fuego lento" las situaciones, para luego golpear al espectador con momentos impactantes. Cuando dicha habilidad mejor funciona es en el primer acto de Bad Times at the Royale, generando intriga y la deliciosa curiosidad de no saber hacia dónde se está dirigiendo la experiencia.
La duración de Bad Times at the Royale es bastante extensa (ciento cuarenta y dos minutos, incluyendo créditos), pero se siente totalmente justificada, ya que Goddard se toma su tiempo para desarrollar a los personajes y lograr que nos interesemos en ellos. Como resultado, todos se sienten humanos, en lugar de ser meros títeres del guion. También ayuda que casi todo el elenco haga un muy buen trabajo en sus respectivos roles. Como no podía ser de otra manera, Jeff Bridges es brillante en su rol de sacerdote; tan solo con sus expresiones y su mirada, podemos percibir la angustia interna de su personaje y el tormento que lleva dentro suyo. Por su parte, Jon Hamm demuestra credibilidad y enorme carisma en su papel de vendedor de aspiradoras; este actor alcanzó abundante popularidad en la serie Mad Men, la cual nunca he visto, pero su magnética presencia lo haría merecedor de ser una estrella de cine. Adicionalmente, tenemos tres intérpretes con quienes no estaba familiarizado, pero me sorprendieron agradablemente: Cynthia Erivo (una cantante con escasa experiencia actoral; para mí, era una total desconocida, pero, en esta cinta, demuestra no solo tener una voz fenomenal, sino también abundante talento histriónico), Lewis Pullman (en el rol del recepcionista del hotel -por cierto, este intérprete es hijo del también actor Bill Pullman-) y Cailee Spaeny (en un papel sobre el cual no conviene adelantar nada, por lo que solo diré que esta joven actriz sabe transmitir una amplia variedad de matices). Por el lado negativo del elenco, los eslabones débiles me parecieron Dakota Johnson y Chris Hemsworth; ambos me parecieron bastante flojos, y palidecen aún más al lado del resto del elenco.
La reconstrucción de época de Bad Times at the Royale me pareció muy bien lograda, ya que me pareció simultáneamente sutil y creíble. Adicionalmente, Goddard y su diseñador de producción Martin Whist supieron crear un universo distintivo e interesante, logrando sumergir al espectador en él y despertándole la curiosidad de ir descubriéndolo al mismo tiempo que los personajes. Ah, y no puedo dejar de mencionar la excelente banda sonora, repleta de versiones "clásicas" de canciones con "covers" muy populares.
Por el lado negativo (además de los desempeños de Johnson y Hemsworth), diré que me irritó un poco la presencia del cliché del "villano parlanchín", quien desperdicia tiempo haciendo extensos monólogos en lugar de enfocarse en su objetivo de despachar a sus potenciales víctimas. Otro aspecto negativo es que Goddard peca ocasionalmente de cierta auto-indulgencia, haciendo que algunas escenas duren más de lo necesario, ya que su punto ya había quedado claro. De todas maneras, Bad Times at the El Royale me mantuvo muy entretenido, haciendo que su larga duración se me pasara volando. En resumen, la recomiendo con confianza, además de ser una buena muestra de que aún hay lugar para la creatividad y lo poco convencional en el cine hollywoodense.
miércoles, 19 de diciembre de 2018
Las Herederas (2018)
Reseña: Las Herederas es una película fantásticamente actuada y poseedora de un detallado guion que ofrece una creíble evolución para los personajes, además de contar con el buen ojo para ofrecer escenas que dicen mucho con poco. Indudablemente, Las Herederas es una película con abundantes virtudes; sin embargo, el guion tiende a divagar demasiado en la parte media, lo cual opaca los mencionados logros y hace a la cinta ocasionalmente aburrida.
Las Herederas retrata a dos mujeres (Chela y Chiquita) que llevan muchos años en pareja, hasta que Chiquita debe ir a prisión por una confusa situación legal, lo cual cambia la dinámica cotidiana de Chela. La cinta establece esa situación de manera eficiente durante el primer acto, mostrando la vida de ambas, hasta que la normalidad se ve súbitamente interrumpida. Es cuando llegamos al segundo acto que la película empieza a perder enfoque y a tornarse algo reiterativa, empantanando un poco la trama y generando ocasionales momentos de tedio. Afortunadamente, eso se ve compensado hasta cierto punto con la llegada del tercer acto, en donde las situaciones planteadas logran cerrar un círculo de manera satisfactoria, hasta culminar en una escena sutil, pero que logra transmitir abundante significado por debajo de su aparente sencillez.
Como mencioné anteriormente, las actuaciones son extraordinarias. Tanto los roles protagónicos como los secundarios están interpretados con tanta naturalidad y expresividad que parece que estamos espiando la vida de genuinos seres humanos, en lugar de personajes de una película. Por su parte, el director Marcelo Martinessi mantiene un bajo perfil que le sienta bien a la cinta, evitando todo tipo de subrayados y dejando que lo que el espectador ve en la pantalla hable por sí solo.
En conclusión, Las Herederas me pareció una buena película, aunque la parte media se hubiera podido pulir mejor para hacer que la experiencia completa sea más compacta. De todas maneras, no deja de ser una buena muestra de cine paraguayo, una procedencia cinematográfica poco habitual, aunque Las Herederas logra despertar la curiosidad de ver más películas procedentes de esa nacionalidad.
The Guilty (Den Skyldige, 2018)
Reseña: Es valiente realizar películas que trascurren con un reducido número de personajes e íntegra o mayoritariamete en una sola locación, pero también se corre el riesgo de caer en la monotonía o en una atmósfera excesivamente teatral. Afortunadamente, eso no ocurrió en el caso de The Guilty, en donde vemos a un policía hablando por teléfono durante la película entera; afortunadamente no hizo falta nada más que eso para que la cinta fuera un emocionante y muy entretenido thriller que sabe mantener la tensión de manera constante.
Lo primero que merece aplauso en The Guilty es la visión cinematográfica demostrada por el director Gustav Möller (realizando un muy prometedor debut). En papel, la trama de la película puede sonar estática, pero en la práctica, la realidad termina siendo completamente lo opuesto, ya que Möller mantiene un dinámico estilo visual, así como también demuestra habilidad para crear una sólida atmósfera de desesperación, poniéndonos fácilmente en el lugar del policía.
Otro aspecto muy destacable de la dirección de Möller juega con todo aquello que no vemos en escena. A medida que se van escuchando las diversas conversaciones teléfonicas, yo iba desarrollando toda una secuencia visual en la mente, por lo que el hecho de no poder ver esas cosas estimula la imaginación y hace que el espectador sea un participante constantemente activo de la película. No es común encontrar una película como The Guilty, en donde lo que no se ve está tan bien trabajado que termina siendo tan relevante como lo que sí vemos.
El guion está muy bien escrito, ya que, a diferencia de otros thrillers, está encarado con verosimilitud y credibilidad, además de arrojar algunos giros genuinamente inesperados que sabiamente juegan con nuestra percepción de la historia y los personajes. Adicionalmente, está respaldado por un sólido contenido emocional que logra la creación de empatía con el personaje principal, el cual está muy bien interpretado por Jakob Cedergren, quien demuestra credibilidad y carisma en ese rol.
En conclusión, The Guilty me pareció un excelente thriller, el cual supo sacar el máximo provecho de sus mínimos recursos para brindar una apasionante experiencia cinematográfica que logró mantenerme absolutamente atrapado de principio a fin. En resumen, otra muestra de que no hacen falta grandes inversiones de dinero para crear auténtico buen cine; con talento visual, narrativo, actoral, ya es suficiente.
lunes, 17 de diciembre de 2018
Ghosts (Gespenster, 2005)
Reseña: Ghosts es una película que está más interesada en plantear preguntas que en brindar respuestas, lo cual personalmente me pareció estimulante, aunque entiendo perfectamente que eso pueda frustrar a muchos espectadores. Esta cinta nos presenta un relato sencillo en su forma pero complejo en sus connotaciones, lo cual va despertando constantemente incógnitas en el espectador que nunca se terminan realmente respondiendo. En pocas palabras, Ghosts podría definirse como un enigma, y es ciertamente atrapante contemplar las múltiples interpretaciones que ofrece, las cuales siguen dando vueltas en mi cabeza largo rato después de haberla visto.
Como acostumbra el director Christian Petzold, Ghosts es una buena muestra de economía narrativa, ofreciendo un relato conciso (la película dura apenas ochenta minutos) sin nada de relleno, por lo que no hay escena que no tenga algo sustancioso para transmitir sobre la historia o los personajes. Resumiendo, Ghosts es una película redonda y eficiente, a la cual no le falta ni le sobra nada. Además, Petzold le brinda a la experiencia un ritmo calmo y natural, dejando que el guion vaya decantando y gradualmente envolviendo al espectador. Es difícil definir el estilo de Ghosts, pero baste decir que encuentra un hipnótico balance entre lo etéreo y lo cotidiano.
Los actores se adaptan muy bien al ritmo de la película. Julia Hummer es una protagonista sumamente expresiva, logrando transmitir mucho con su triste mirada e incluso su lenguaje corporal; la actitud que ella le brinda a su personaje Nina termina hablando por sí sola, y revelando todo su mundo interno. Sabine Timoteo interpreta a Toni, una ladrona con la cual Nina se termina enamorando, y logra generar buena química con Hummer, ya que se termina percibiendo con facilidad las personalidades simultáneamente contrastantes y compatibles entre ellas. Finalmente, Marianne Basler y Aurélien Recoing también brindan un sólido desempeño como un matrimonio devastado por una tragedia en su pasado.
El título de la película está muy bien elegido (aunque el original en alemán se traduce como "Fantasma", en singular), ya que, a fin de cuentas, Ghosts es un relato de fantasmas. No lo es en el sentido convencional que estamos acostumbrados a ver en genéricas películas de terror, pero esa temática está incorporada de una manera única a la película, lo cual contribuye a brindarle una dimensión adicional a la cinta, incluso haciéndola ligeramente tenebrosa.
En conclusión, Ghosts es una excelente muestra de "menos es más": una cinta austera y minimalista en su forma, pero que definitivamente logró atraparme e impactarme de una manera poco convencional, para finalmente dejarme abundante material para pensar y terminar de armar la experiencia desde mi particular punto de vista. Como dije en el primer párrafo, Ghosts no será una película para todos los gustos, pero personalmente, debo recomendar con entusiasmo una película tan rica e inteligente como esta, que confía lo suficiente en el espectador para hacerlo un participante activo de lo que ve en pantalla.
Under the Silver Lake (2018)
Reseña: Under the Silver Lake fue generalmente repudiada tras su exhibición en el Festival de Cannes, e incluso su estreno comercial en Estados Unidos terminó atrasándose casi un año (originalmente se iba a estrenar en julio de 2018, pero quedó postergada hasta abril de 2019). Entiendo esas reacciones negativas, ya que esta es una película tan radical que es lógico que muchos espectadores se sientan alienados por ella. Personalmente, aunque no me haya parecido perfecta ni mucho menos, me pareció una experiencia interesante, repleta de ideas y concebida con una visión genuinamente cinematográfica.
Es innegable la gran influencia que la obra de David Lynch tuvo sobre esta película. Al igual que muchas películas de ese cineasta, Under the Silver Lake logra teñir hasta las escenas más mundanas de un cierto aire oscuro y macabro que revela la cara oculta de lo cotidiano. Además, hay dos guiños explícitos al cine de Lynch: en un papel secundario, aparece el actor Patrick Fischler (quien estuvo en una de las escenas más icónicas de El Camino de los Sueños -Mulholland Dr., 2001-) y se menciona al gran Harry Dean Stanton, quien fue un actor fetiche de ese director. Under the Silver Lake ni se aproxima a la excelsa altura de la mayoría de las películas de Lynch, pero me pareció una sólida muestra de ese tipo de cine onírico que no está interesado en dar explicaciones ni dejar todo atado con moño, sino en proponer una experiencia sensorial y visceral que le permite a la audiencia completar el significado de la película desde su particular punto de vista.
No quiero ahondar mucho en la trama de Under the Silver Lake porque la cinta es bastante indescriptible, además de que conviene ir metiéndose en la narrativa al mismo tiempo que el personaje principal. Entonces, solo diré que el guion de Under the Silver Lake está lleno de ideas provocativas que genuinamente logran dejar pensando, dándole un subtexto rico y profundo a lo que vemos en pantalla. De hecho, el director y guionista David Robert Mitchell quizás haya tenido demasiadas ideas, por lo que algunas no están tan exploradas como deberían haberlo estado. Pero bueno... de todas maneras, me pareció admirable la ambición de Mitchell, cuya previa película, Te Sigue (It Follows, 2014), fue mucho mejor recibida que esta, aunque, paradójicamente, a mí no me había convencido mucho.
Por su parte, los actores se adaptan sin dificultad al extraño tono de la película. Andrew Garfield demuestra el carisma y la credibilidad suficientes para cargar con la película sobre sus hombros, mientras que el reparto secundario logra un desempeño decoroso en sus papeles, por lo que todos los personajes terminan dejando su huella en la experiencia. Finalmente, la cinematografía me pareció atractiva, logrando capturar elocuentemente a la ciudad de Los Ángeles, lujosa en la superficie, pero con ciertos aspectos tenebrosos en su fondo.
Entonces, aunque me gustó Under the Silver Lake, es entendible por qué muchas personas la odiaron. Como dije anteriormente, no me pareció perfecta; peca de pretensión y auto-indulgencia en más de una ocasión, además de que pretende abarcar demasiado territorio. Sin embargo, en una época de cine mayormente genérico y desechable, me pareció refrescante encontrar una película tan osada e inusual como esta, que no teme retar al espectador y sumergirlo en un universo único y distintivo.
Let the Corpses Tan (Laissez Bronzer les Cadavres, 2017)
Reseña: Let the Corpses Tan es un extremo ejemplo de "más estilo que sustancia". El aspecto visual de la cinta está sumamente estilizado, y no hay escena que no bombardee al espectador con claustrofóbicos primeros planos o una amplia paleta de colores o con bizarras composiciones. Sin embargo, el guion (basado en una novela) es prácticamente incomprensible, y no hay un solo personaje con el cual el espectador pueda empatizar o incluso generar una mínima conexión. En otras palabras, el guion y los personajes terminan siendo secundarios, por lo que Let the Corpses Tan termina siendo una tediosa experiencia cuyo desbordante estilo termina hastiando más que otra cosa.
No obstante, es innegable que los co-directores Hélène Cattet y Bruno Forzani poseen una visión distintiva y facilidad con el aspecto visual. Por eso, es una lástima que desperdicien ambas virtudes en una cinta cuyo aspecto narrativo es tan pobre como el de Let the Corpses Tan. Los actores no tienen mucho para hacer, ya que ningún personaje tiene el más mínimo desarrollo, por lo que todos pasan desapercibidos y no logran dejar huella alguna.
Francamente, no tengo mucho más para decir. Let the Corpses Tan es un triunfo en el aspecto estilístico, pero un fracaso absoluto en todo lo demás. Por eso, creo que solo funcionaría para adornar algún museo con imágenes de fondo, ya que no logra ofrecer ningún aspecto interesante como película propiamente dicha. De todas maneras, sigo pensando que Cattet y Forzani podrían lograr cosas sólidas si trabajaran con un buen guion, por lo que no planeo descartar a estos cineastas todavía.
viernes, 14 de diciembre de 2018
Roma (2018)
Reseña: Me fue imposible no tener enormes expectativas antes de ver Roma. Considerada de manera casi unánime como una obra maestra y una de las mejores películas del siglo, no pude evitar esperar muchísimo de esta cinta... lo cual puede ser un arma de doble filo, ya que me ha pasado en otras ocasiones esperar mucho de una película, para luego terminar un poco decepcionado, no porque fuera mal, sino porque la hipérbole me había dejado con ganas de más. Personalmente, luego de haberla finalmente visto, no iría tan lejos como decir que Roma es una obra maestra... pero definitivamente se trata de una excelente película cuyo impresionante despliegue de virtuosismo cinematográfico la hace merecedora de admiración y una ferviente recomendación.
Ambientada a principios de los '70 mayormente en el barrio Colonia Roma de México D.F., esta película retrata a una familia de clase media poniendo el foco en Cleo, una mucama "cama adentro". Se podría decir que eso es todo. No hay un conflicto particularmente fuerte ni mucho menos giros inesperados. Simplemente vemos la vida cotidiana en esa época a través de los ojos de Cleo. Sin embargo, lo que realmente eleva a la película es la manera mediante la cual dicho material está traducido en imágenes mediante la prodigiosa visión del director Alfonso Cuarón, cuya habilidad con el manejo de cámaras y su meticulosa puesta en escena me mantuvo hipnotizado de principio a fin. Y lo mejor de todo es que dicho despliegue cinematográfico nunca resalta por sí mismo ni se impone por sobre la narrativa; por el contrario, está implementado de manera tan natural que se incorpora a la experiencia sin que nos demos cuenta.
Aunque superficialmente pueda parecer que no pasan muchas cosas en Roma, la realidad es completamente lo opuesto. Esto no se manifiesta de manera explícita, pero en realidad, las personajes poseen complejos arcos dramáticos que atraviesan una evolución a lo largo de la película, y eso logra que creemos empatía con ellos y nos interese todo lo que les sucede. En su faceta de guionista, Cuarón demuestra el talento y la inteligencia suficientes para dejar que todos esos elementos se filtren de manera fluida y sutil a la fascinante narrativa de Roma, la cual es simple en su forma, pero rica y compleja en su fondo.
También merece mención la perfecta ilusión de realismo lograda por Cuarón. Todas las escenas se sienten genuinas (además de estar retratadas con una preciosa cinematografía en blanco y negro); nunca parece que estamos viendo una película, sino que nos terminamos sintiendo "voyeurs" de la vida diaria de personas con quienes resulta fácil identificarse. Hablando de personas, no puedo dejar de mencionar las fantásticas actuaciones del elenco entero, particularmente la de Yalitza Aparicio como Cleo; cuesta creer que esta sea su primera actuación y que no sea una actriz profesional, ya que logra una extraordinaria y sumamante expresiva composición, logrando que su personaje sea sumamente entrañable y querible desde la primera vez que aparece en escena.
En conclusión, me gustó mucho Roma, aunque, como dije en el primer párrafo, no la pondría en el pedestal de "obra maestra" donde muchos críticos la ubicaron. De todas maneras, fue una experiencia fascinante e inolvidable, que logró hacerme experimentar una amplia variedad de emociones y sensaciones a lo largo de su metraje. Y lo mejor de todo es que logró eso sin apelar a ningún artificio ni exageración dramática; simplemente retratando la vida misma con sobriedad, realismo e inmenso talento al frente y detrás de cámaras.
jueves, 13 de diciembre de 2018
Stage Beauty (2004)
Reseña: Stage Beauty retrata un momento histórico poco conocido: en el siglo XVII, no se les permitía actuar a las mujeres en los teatros de Inglaterra, por lo que los papeles femeninos eran interpretados por hombres. Sin embargo, eso eventualmente llegó a su fin, y la cinta retrata justamente ese momento, marcando el ascenso de una actriz y la caída de un actor que solo interpretaba mujeres en su carrera. Más allá de explorar esa temática poco conocida, Stage Beauty es una amable y simpática comedia que evita la opulencia de otras películas de época para ofrecernos un relato que quizás no sea muy memorable, pero que logra entretener.
Las actuaciones del dúo principal de Stage Beauty están entre las principales virtudes de la cinta. Claire Danes y Billy Crudup ofrecen desempeños completamente creíbles, además de poseer carisma y abundante presencia escénica. Los papeles secundarios están ocupados por sólidos intérpretes que logran dejar su huella en sus respectivos personajes, como Tom Wilkinson, Rupert Everett, Ben Chaplin y el finado Richard Griffiths.
Si bien Stage Beauty es una película modesta y de bajo perfil en comparación con lo que solemos ver en la mayoría de las cintas de época, eso no significa que la reconstrucción de época no esté muy bien lograda, genuinamente transportando al espectador a Londres en el siglo XVII con un detallado diseño de producción. Por su parte, el director Richard Eyre mantiene un tono juguetón y ameno de principio a fin que hace que la cinta resulte agradable.
En conclusión, sin ser algo excepcional, Stage Beauty logró mantenerme entretenido, principalmente gracias a la dinámica dirección de Eyre y la hipnótica presencia de Danes y Crudup. La recomiendo para espectadores que simplemente quieran pasar un buen rato sin grandes complicaciones, con el beneficio adicional de que adquirirán una mirada a una situación histórica que no ha sido muy explorada.
They Look Like People (2015)
Reseña: They Look Like People es una película de terror encarada de manera diferente a lo habitual. Empleando austeridad, bajo perfil y un reducido elenco, además de prescindir de efectos especiales (con una breve excepción), logra contar un relato que dibuja eficientemente cómo pueden ocultarse cosas oscuras y macabras por debajo de lo que parece una prosaica cotidianeidad. Además, logra despertar una inquietante ambigüedad con respecto a uno de los protagonistas, quien escucha voces que le advierten sobre una inminente invasión de monstruos: ¿Será verdad, o simplemente se trata de una persona que padece una severa enfermedad mental? Al final, la cinta se desinfla un poco, pero ofrece suficientes elementos interesantes para mantener la atención del espectador.
Adicionalmente, They Look Like People cuenta con actuaciones superiores a las que estamos acostumbrados a ver en el cine de terror independiente. MacLeod Andrews y Evan Dumouchel brindan sólidos desempeños, además de compartir una perfecta química que los hace completamente creíbles como amigos, lo cual le brinda un buen trasfondo emocional a la experiencia. Por su parte, el director Perry Blackshear sabe sacar provecho del minimalismo de They Look Like People, logrando crear una buena atmósfera con pocos recursos, además de demostrar un buen dominio de los silencios y de la oscuridad; sin duda sería interesante ver qué puede lograr este cineasta si contara con mayor presupuesto.
Sin embargo, como dije anteriormente, They Look Like People pierde algo de fuerza en su conclusión. En su faceta de guionista, me dio la impresión de que Blackhear no supo encontrarle un cierre al relato, por lo que el final no resulta completamente satisfactorio y termina dejando ganas de más. O quizás They Look Like People podría haberse extendido un poco más; esta cinta dura apenas ochenta minutos (con títulos finales incluidos), y quizás diez o quince minutos adicionales hubieran contribuido a encontrarle un mejor final a la experiencia.
A pesar de sus imperfecciones, They Look Like People me pareció una competente muestra de cine realizado con poco dinero pero con el talento suficiente para mantener al espectador atento. La cinta podría haber llegado más lejos con un mejor final, pero no deja de ser una interesante experiencia que supo convertir sus limitaciones en virtudes, haciendo que su bajo perfil y su falta de recursos se conviertan en su principal atractivo.
Un Pequeño Favor (A Simple Favor, 2018)
Reseña: Un Pequeño Favor es una de esas películas que suenan mucho más divertidas de lo que realmente terminan siendo. En papel, tenemos un relato lleno de vueltas de tuerca y humor negro. Sin embargo, lo que se ve en pantalla no resulta particularmente cautivante, y aunque no se torna aburrido, tampoco logra despertar mucho entusiasmo. Quizás algo falló en la adaptación del libro en el cual se basó esta cinta; o quizás el director Paul Feig no fue el adecuado para llevar esta historia a la gran pantalla.
Personalmente, creo que Un Pequeño Favor necesitaba mucha más energía y vigor detrás de cámaras, para realmente sumergir al espectador en una trama con tantos vericuetos. Generalmente disfruto las historias enredadas que nos terminan llevando a lugares que no esperábamos, pero, en el caso de Un Pequeño Favor, terminé sintiendo mera indiferencia.
Adicionalmente, no me gustó la actuación de Anna Kendrick en uno de los papeles principales. La sentí insulsa y poco creíble, por lo que le terminó quedando un poco grande cargar con la experiencia entera sobre sus hombros. Por el otro lado, Blake Lively brinda una brillante actuación, repleta de credibilidad y carisma, y es ella quien ocasionalmente logra brindarle algo de chispa a la película. De hecho, Lively no aparece durante largos segmentos, y realmente se siente su ausencia; pero, cuando ella sí aparece, la cinta para ganar un poco de vida.
En conclusión, Un Pequeño Favor no me pareció muy satisfactoria ni como thriller ni como comedia negra. No era una mala idea combinar dos géneros que parecen teóricamente incompatibles, pero no se logró explotar el potencial que dicha combinación ofrecía. En pocas palabras, una decepción, ya que podría haber llegado mucho más lejos en manos de un equipo creativo que supiera manejar mejor el tono que requería una cinta como esta.
The Wild Pear Tree (Ahlat Ağaci, 2018)
Reseña: La primera película que vi del aclamado director turco Nuri Bilge Ceylan fue Lejano (Uzak, 2002), la cual no era una experiencia particularmente accesible, aunque me gustó por su elocuente retrato de la soledad y la tristeza, con un tono reposado y completamente carente de exageraciones dramáticas. Luego, vi Once Upon a Time in Anatolia (Bir Zamanlar Anadolu'da, 2011), y esa se me hizo tediosa y extremadamente auto-indulgente. Creo que la más reciente película de Ceylan, The Wild Pear Tree, estaría en algún lugar intermedio, ya que contiene muchos elementos valiosos e interesantes, aunque nuevamente se manifiesta la auto-indulgencia.
The Wild Pear Tree dura un poco más de tres horas, y realmente no había necesidad de que fuera tan larga. Me da la impresión de que Ceylan es un director demasiado enamorado de su propia película, por lo que no quiso dejar ni un segundo de ella afuera en la sala de edición. Sin embargo, como espectador, me sentí un poco aburrido ocasionalmente con escenas innecesarias que no logran aportar absolutamente nada, y que, en algunos casos, se extienden más tiempo de lo racional.
Es una lástima que eso haya sucedido, porque The Wild Pear Tree está repleta de virtudes que se ven un poco opacadas por esa auto-indulgencia. Entre esas virtudes, encontramos muchos diálogos brillantes que retratan eficazmente la situación que atraviesan muchos jóvenes, no solo en Turquía, sino en todo el mundo, lo cual le brinda una connotación universal al guion. Adicionalmente, Ceylan demuestra buena mano para la puesta en escena y buen ojo para encontrar un balance entre visión artística y auténticas emociones. Finalmente, las actuaciones son excelentes, logrando que cada escena se sienta completamente natural y creíble.
En resumen, The Wild Pear Tree podría haber sido una excelente película extirpando media hora o cuarenta minutos de su duración. Sin embargo, en su estado actual, tenemos una cinta con mucho para admirar, aunque todo eso se vea ocasionalmente saboteado por la sobreabundancia de momentos que tranquilamente se podrían haber extirpado para brindar mayor fluidez y mejor ritmo a la experiencia. Es indudable que Ceylan es un cineasta talentoso, pero sería bueno que empezara a controlar un poco el desmedido amor que parece tener por sus propias películas.
Katalin Varga (2009)
Reseña: Katalin Varga es un buen ejemplo de una película concisa y eficaz. En poco más de ochenta minutos, logra brindar un relato económico, atmosférico y perturbador carente de todo relleno hasta concluir de una manera que no era la que esperábamos. En resumen, un sólido exponente de la política "menos es más", yendo directo al grano y demostrando que siempre más eficiente sugerir que ir a lo explícito.
Ambientada en la región húngaro-parlante de la región rumana de Transylvania (aunque, como dato curioso, la cinta es una producción británica), la epónima protagonista de la película es desterrada por su marido de la comunidad rural donde vive al enterarse que su hijo no es de él, por lo que ella emprende una travesía junto al pequeño para vengarse de quien la violó y la dejó embarazada. No conviene decir más, porque Katalin Varga sabe jugar con las expectativas de la audiencia para llevarla por los caminos que menos nos imaginábamos, además de ofrecer algunos excelentes momentos que logran despertar un abundante número de sensaciones tan solo con atmósfera y diálogos.
El director Peter Strickland le brinda a Katalin Varga un tono onírico que hace que la cinta adquiera un aura simultáneamente crudo y poético. Las actuaciones son perfectas, particularmente la de Hilda Péter en el papel principal, demostrando una amplia expresividad y transmitiendo su angustia y su sed de venganza tan solo con su mirada. Finalmente, las locaciones rurales están aprovechadas al máximo, mostrando cómo puede acechar lo macabro por debajo de lo aparentemente apasible.
En resumen, Katalin Varga es una fascinante experiencia, que no es perfecta, pero que sin duda logra retar las expectativas del espectador y ofrecer algo diferente a tantas cintas genéricas y olvidables que uno está obligado a ver. Y lo mejor de todo es que logró eso con un escaso presupuesto, demostrando nuevamente que no importa la cantidad de recursos con los que se cuente para hacer una película, sino contar con el talento necesario para sacarles el máximo provecho.
The Family Friend (L'Amico di Famiglia, 2006)
Reseña: The Family Friend emplea un estilo muy llamativo, el cual logra brindarle un aura misteriosa e inusual a la película. Por el otro lado, creo que el guion de esta película es demasiado simple, recorriendo un territorio que ya han visitado muchas otras cintas. Entonces, la sensación final que me terminó quedando es que el atractivo estilo fue utilizado para disimular las deficiencias y la escasa originalidad del guion. En otras palabras, The Family Friend es otra instancia de "más estilo que sustancia".
No obstante, eso no quiere decir que la película esté exenta de virtudes. Por el contrario, la visión artística del director Paolo Sorrentino ahuyenta el más mínimo rastro de aburrimiento, mientras que Giacomo Rizzo ofrece una extraordinaria actuación en el rol principal, logrando componer un personaje simultáneamente merecedor de repulsión y empatía. A pesar de interpretar a una persona bastante repudiable, Rizzo sabe mantener la humanidad de su personaje, lo cual facilita su conexión con la audiencia.
Volviendo a lo negativo, el guion me pareció un poco flojo, y el giro que arroja cerca del final pretende ser inesperado, pero ya se ha visto implementado en tantas ocasiones que no logra despertar nada. Adicionalmente, si bien me gustó en general el estilo de The Family Friend, no puedo ignorar que ocasionalmente peca de algunas afectaciones pretenciosas que están únicamente implementadas para darle un barniz más "artístico" a la experiencia.
En conclusión, The Family Friend me entretuvo escena por escena, pero cuando terminó, quedé un poco decepcionado en retrospectiva por la simpleza del guion y la manera en que se pretendió disimularla. Puedo darle una mediana recomendación, aunque el sabor final que termina quedando no sea del todo satisfactorio.
Sherrybaby (2006)
Reseña: Sherrybaby es sobre una mujer que sale de prisión por un delito vinculado a la drogadicción, e intenta reiniciar su vida manteniéndose lejos de las drogas y reiniciando la relación con su pequeña hija. Suena como la trama de algún genérico telefilm... y Sherrybaby se siente como tal en muchas ocasiones. A pesar de la crudeza de algunas escenas, el guion de Sherrybaby tiene una superficialidad y una indolencia general equiparables a las de alguna telenovela, y la dirección de Laurie Collyer no demuestra mucha personalidad ni estilo visual.
No obstante, el principal problema de Sherrybaby me sigue pareciendo el libreto, el cual contiene muchos elementos forzados, así como también otros que se sienten fuera de lugar por carecer de desarrollo. Esta cinta nunca ahonda realmente en la problemática de intentar superar una adicción; simplemente la abarca muy por arriba. Además, no me convenció la actuación de Maggie Gyllenhaal en el personaje principal; francamente, no logró transmitirme nada con su interpretación, por lo que algunas escenas que deberían haber sido devastadoras simplemente me dejaron indiferente.
Entonces, Sherrybaby no me dejó muy satisfecho ni en lo que respecta a guion, ni dirección ni la actuación principal (el resto del elenco no tiene nada sustancioso para hacer, aunque me dio gusto ver a Danny Trejo en un personaje secundario humano y "normal", a diferencia de los caricaturescos papeles de acción que suele interpretar). En resumen, una experiencia mediocre y prescindible, carente de elementos destacables como para hacer que valga la pena invertir tiempo en ella.
miércoles, 5 de diciembre de 2018
Colette (2018)
Reseña: Colette es la biografía de la escritora francesa Sidonie-Gabrielle Colette, quien inició su carrera como "escritora fantasma" de una series de exitosos libros de su esposo Willy Gauthier-Villars hasta que eventualmente quiso imponerse ella, desafiando la mirada que se tenía de las mujeres a principios del siglo XX. El resultado es una "biopic" genérica y poco memorable, que se deja ver escena por escena, pero que nunca logra que el espectador establezca un genuino vínculo con el personaje central.
Colette comete un error común en muchas biografías, el cual consiste en limitarse a enumerar una serie de hechos sin integrarlos a una narrativa bien estructurada. En otras palabras, tenemos una mera sucesión que podría resumirse de la siguiente manera: "primero, pasó esto; luego, aquello; eventualmente, lo otro". A fin de cuentas, no hubiera habido mucha diferencia si, en lugar de ver esta cinta, me hubiera limitado a leer sobre la vida de Colette en Wikipedia.
La dirección de Wash Westmoreland no demuestra mucha personalidad, mientras que la reconstrucción de época es adecuada, al mismo tiempo que evita lucir por sí sola. Las actuaciones de Keira Knightley y Dominic West como Colette y su marido (respectivamente) son competentes, mientras que el elenco secundario resulta completamente anónimo, no por culpa de los actores, sino porque sus personajes están escritos de manera bastante superficial.
En resumen, no me arrepiento de haber visto Colette, y puedo darle una tibia recomendación porque logró mantenerme medianamente entretenido. Sin embargo, me pareció una experiencia cinematográfica poco memorable y algo insulsa, por lo que se terminará fundiendo en mi cerebro como una de tantas biografías del montón que no logran ofrecer un análisis genuino del personaje central, para simplemente limitarse a ser una ilustración audiovisual de un artículo de Wikipedia.
The Motel Life (2012)
Reseña: The Motel Life es una deprimente película sobre la relación entre dos hermanos, la cual se ve alterada cuando ocurre un trágico accidente en el cual uno de ellos estuvo involucrado. Indudablemente hay abundante material dramático en esta cinta, pero, por alguna razón, no logró conmoverme o siquiera activar una respuesta emocional en mí. A pesar de todo lo que ocurre en la pantalla, The Motel Life me pareció una cinta fría, que no logra realmente hacer que el espectador se compenetre con los personajes.
Personalmente, creo que eso se debe a la distante dirección de Gabe y Alan Polsky, la cual no es mala, pero no logra despertar las emociones que un relato de esta naturaleza hubiera tenido que generar. Por el otro lado, aprecio que The Motel Life no haya degenerado en una lacrimosa acumulación de golpes bajos, lo cual tranquilamente podría haber ocurrido. Volviendo a lo negativo, las partes animadas de esta cinta (las cuales representan historias imaginarias que los protagonistas se cuentan) se sienten un poco excesivas e innecesarias, por lo que terminan pareciendo mero relleno (incluso con una duración total que no alcanza los noventa minutos).
Las actuaciones de Emile Hirsch y Stephen Dorff en los personajes principales son buenas, y tienen una creíble química fraternal que hace que los aceptemos como hermanos de manera inmediata. Por su parte, Dakota Fanning se siente absolutamente desperdiciada con un personaje secundario que no tiene nada realmente sustancioso para hacer; fue una pena ver a una actriz tan buena en un personaje tan genérico.
En conclusión, The Motel Life no es una mala película, pero no me hizo sentir absolutamente nada, lo cual es una falla importante en un drama de este tipo. Es loable que una película evite el golpe bajo, pero eso no es excusa para brindar una experiencia que se ve con distancia e indiferencia, que nunca logra involucrar a la audiencia en lo que ocurren en la pantalla. Entonces, no siento que pueda recomendarla.
The Good Girl (2002)
Reseña: The Good Girl es una película que logra balancear el drama con el humor negro, haciendo que sea una tragicomedia que incursiona en terreno narrativo impredecible y poco habitual. Eso basta para hacerla recomendable e interesante, a pesar de su error de "casting" para el personaje principal.
Indudablemente fue una valiente decisión poner un personaje principal que tiene comportamientos cuestionables, por lo que no es exactamente una buena persona (demostrando lo paradójico que resulta el título). Sin embargo, Jennifer Aniston se quedó bastante corta en su interpretación de dicho personaje. No pongo en duda su carisma, pero The Good Girl necesitaba una actriz con mayor talento histriónico, con la capacidad de transmitir mayores matices. Además, Aniston palidece al lado de todos los excelentes actores con los que tuvo que compartir elenco (Jake Gyllenhaal, John C. Reilly, Tim Blake Nelson y John Carroll Lynch).
Es una lástima que eso haya sucedido, porque todos los demás aspectos de The Good Girl me parecieron bastante buenos, desde el mordaz guion de Mike White (quien también interpreta a un personaje secundario) hasta la dirección de Miguel Arteta, quien supo encontrar el tono adecuado para este inusual relato. Con una mejor actriz en el personaje principal, The Good Girl podría haber llegado más lejos, pero aún así, ofrece suficientes virtudes para hacerla merecedora de una oportunidad.
Kadosh (1999)
Reseña: Kadosh podría tranquilamente formar un tríptico con las películas Félix y Meira (Félix et Meira, 2014) y Desobediencia (Disobedience, 2017), ya que las tres ofrecen detalladas miradas a cómo es la vida en la comunidad judía ortodoxa, y en todas se plantea el tema del romance en dicho contexto. Las tres cintas me gustaron, pero creo que Kadosh es la mejor, ya que logra abordar de lleno temáticas complejas que logran dejar al espectador pensando mucho tiempo después de que termina.
Kadosh está realizada con un ritmo lánguido y parsimonioso que seguramente ahuyente a muchos espectadores. Sin embargo, a mí me pareció muy apropiado y jamás lo encontré aburrido, porque eso ayuda a sumergirnos gradualmente en el mundo de los personajes y familiarizarnos con sus ritos y sus costumbres. En esta cinta, no hay buenos ni malos; simplemente, tenemos personas con puntos de vista diferentes con respecto a la religión que profesan.
Las actuaciones de Kadosh son extraordinarias, ya que todos los actores se sienten tan naturales que verdaderamente sentimos que estamos viendo auténticos seres humanos en lugar de personajes de una película. Por su parte, el director Amos Gitai demuestra la madurez suficiente para dejar que la trama se desarrolle a su propio ritmo, sin forzar nada ni apresurar las cosas para complacer a los espectadores más impacientes.
En conclusión, Kadosh me pareció una fascinante película, tanto por sus valores cinematográficos como por haberme introducido detalladamente a una cultura con la cual no estoy muy familiarizado. Como dije anteriormente, muchos espectadores quizás no logren asimilar el pausado ritmo de la experiencia, pero aún así, la recomiendo con entusiasmo como una muestra de cine que logra atrapar y verdaderamente dejar a la audiencia pensando.
El Primer Hombre en la Luna (First Man, 2018)
Reseña: A pesar de ser uno de los cineastas más aclamados en años recientes, debo decir que no me consideraba gran fan de Damien Chazelle (debo aclarar que no he visto su ópera prima, Guy and Madeline on a Park Bench -2009-). Recuerdo que fui a ver Whiplash (2014) con enormes expectativas, y si bien no me disgustó, me terminó decepcionando un poco, no porque fuera mala, sino porque me terminó dejando con la sensación de "¿Y? ¿Esto era todo?" Luego, no me gustó para nada su siguiente película, La La Land (2016), la cual me pareció una insulsa y empalagosa comedia romántico-musical, además de contar en uno de sus roles protagónicas con Emma Stone, una actriz muy popular, pero a quien francamente nunca he tragado. Por todo eso, fui a ver El Primer Hombre en la Luna con bajas expectativas... y me alegra decir que fueron enormemente superadas, ya que me terminé encontrando con una auténtica obra maestra que cambió por completo mi perspectiva de Chazelle. Paradójicamente, a diferencia de las dos películas previas de este director, El Primer Hombre en la Luna recibió una tibia respuesta crítica y comercial en líneas generales, pero a mí me pareció una fantástica experiencia que encuentra el punto exacto entre virtuosismo cinematográfico y auténticas emociones.
Después de las rimbombantes Whiplash y La La Land, Chazelle cambia diametralmente su estilo, ofreciendo una película sobria y profundamente íntima, lo cual puede parecer extraño considerando que la película aborda uno de los eventos más importantes en la historia de la humanidad. Sin embargo, ese estilo fue perfecto para contar este relato. Como el título original oportunamente indica ("El Primer Hombre"), el punto central de esta cinta no es la carrera espacial ni el viaje a la Luna (aunque obviamente forman parte de la narrativa), sino enfocarse en el hombre, Neil Armstrong, encontrando el eje en la devastadora muerte de su hija pequeña a causa de un cáncer. Armstrong era un hombre que parecía distante y frío en la superficie, pero en realidad, esa tragedia lo destruyó por dentro, por lo cual El Primer Hombre en la Luna está repleta de conmovedores momentos que logran llegar al alma. A fin de cuentas, esta cinta termina siendo principalmente una historia de amor de un padre hacia su hija.
Ryan Gosling ofrece una extraordinaria actuación como Armstrong. Su papel no era nada fácil, ya que tenía que transmitir una amplia gama de emociones, pero siempre reprimiéndolas, y me alegra decir que Gosling salió muy airoso de ese desafío; tan solo con su mirada y su triste expresión, sentimos absolutamente todo lo que su personaje vive por dentro. Por su parte, los roles de la esposa del protagonista suelen ser genéricos y olvidables, pero aquí no sucedió eso, ya que gracias al detallado guion, tenemos un personaje complejo y repleto de matices, a quien Claire Foy le hace justicia con una brillante actuación. En cuanto al resto de los personajes, el guion está tan bien escrito y los intérpretes hacen un trabajo tan bueno en sus roles que todos logran dejar su huella, incluso quienes tienen poco tiempo en escena.
Los aspectos técnicos de la cinta son estupendos. Las escenas de los vuelos espaciales están filmadas de manera tan realista que genuinamente nos sentimos en compañía de los personajes, al mismo tiempo que mantienen una sobriedad que las hace mucho más impactantes que el exagerado espectáculo que veríamos en otras películas hollywoodenses. Aquí no hay nada de artificio; por el contrario, todo se siente auténtico y hasta palpable.
En conclusión, me gustó mucho El Primer Hombre en la Luna, ya que es una verdadera experiencia cinematográfica que logra sumergir a pleno al espectador para hacerlo vivir un torbellino de emociones y sensaciones que me terminó dejando inmensamente satisfecho. Adicionalmente, esta es una de esas cintas que verdaderamente merecen ser vistas en una pantalla de cine con el mejor de los sonidos, por lo que no hay que perder la oportunidad de ir a ver esta joya en la pantalla grande. Por su parte, Chazelle demuestra en esta cinta una madurez y una visión que realmente no esperaba de él, y a partir de ahora, esperaré grandes cosas de su obra futura.
Tiempo Compartido (2018)
Reseña: Tiempo Compartido es una cinta difícil de clasificar (ya que combina elementos de diversos géneros, como el thriller psicológico, el terror y la comedia negra), además de tener un tono pesadillesco que refuerza el punto central de que lo que puede parecer un paraíso en su forma puede ser un infierno en su fondo. Escena por escena, la película es interesante, pero, al final, creo que termina resultando menos que la suma de sus partes, ya que la narrativa no logra llegar a algo verdaderamente concreto.
Tiempo Compartido demuestra cómo la vida de un padre de familia se va desmoronando lentamente desde que va a pasar sus vacaciones en un resort de tiempo compartido, que parece idílico por fuera, pero oculta algo siniestro; a la par, seguimos a un empleado de dicho resort que parece tener una vinculación misteriosa con ese lugar. Así es como la película va siguiendo a ambos personajes, coqueteando con el surrealismo, pero sin meterse de lleno en él. Personalmente, creo que le hubiera venido bien a Tiempo Compartido sacar más provecho a dicho surrealismo, porque, en su estado actual, se siente como una experiencia indecisa de lo que realmente quiere ser (no es totalmente "normal", pero tampoco totalmente "rara").
Por el lado positivo, el director Sebastián Hofmann demuestra visión artística y habilidad para generar un tono y una atmósfera muy específicos. Los aspectos técnicos se notan muy cuidados y prolijos, y el elenco entero brinda actuaciones totalmente naturales, sabiendo conservar la humanidad de sus personajes incluso en las más bizarras situaciones (quienes particularmente destacan son Luis Gerardo Mendez y Miguel Rodarte en los personajes principales).
Tiempo Compartido es la segunda película de Hofmann (no he visto la primera, Halley -2012-), y ciertamente demuestra suficiente talento para seguir su carrera con atención. Sin embargo, debería pulir un poco más su faceta como co-guionista (junto a Julio Chavezmontes), ya que si bien Tiempo Compartido tiene muchas ideas interesantes e inteligentes, les faltó un mayor redondeo y una mejor integración narrativa, ya que el final de Tiempo Compartido hace que la experiencia se sienta truncada e inconclusa a pesar de mantener el interés escena por escena.
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